La crisis pol¨ªtica en Francia deja en el aire los ajustes que exige Bruselas
La Comisi¨®n Europea cree que el efecto econ¨®mico de la ca¨ªda del Gobierno de Barnier ¡°es bastante contenido y limitado¡±

Francia tiene un problema serio con sus cuentas p¨²blicas: una monta?a de deuda que supera con holgura todo lo que produce su econom¨ªa en un a?o. De esto son conscientes en Bruselas y en Par¨ªs, donde el Gobierno reci¨¦n derrocado de Michel Barnier hab¨ªa pactado con Bruselas una senda de ajustes que iban a poner su primera piedra en los presupuestos de 2025. Se esperaba de esas medidas que embridaran algo un d¨¦ficit p¨²blico que este a?o se ir¨¢, con casi total seguridad, por encima del 6% del PIB, m¨¢s del doble de lo que fijan los tratados comunitarios, en un pa¨ªs que ya tiene un expediente abierto precisamente por exceder con mucho ese l¨ªmite el a?o pasado. Pero esas cuentas p¨²blicas, que contemplaban una ligera subida de impuestos y de recaudaci¨®n, han acabado por caer y arrastrar consigo al Ejecutivo que las ha propuesto. El presidente, Emmanuel Macron, ha anunciado en su discurso de este jueves que los presupuestos se prorrogar¨¢n para 2025 mediante una ley de finanzas a mediados de diciembre.
Desde la capital de la Uni¨®n Europea, por ahora, se reacciona con calma. Se recuerda, eso s¨ª, que hay unos compromisos alcanzados entre la Comisi¨®n y el Ejecutivo de Michel Barnier en la senda fiscal a medio plazo aprobados hace apenas una semana. ¡°Es importante que los presupuestos que se adopten sean coherentes con el plan de medio plazo¡±, advierte un portavoz de la Comisi¨®n Europea, despu¨¦s de subrayar que tanto el plan como el presupuesto remitido por Par¨ªs ya se hab¨ªan analizado por los equipos t¨¦cnicos y ya ten¨ªan el visto bueno. Aunque tambi¨¦n admiten: ¡°Por ahora, el efecto econ¨®mico est¨¢ bastante comedido y limitado¡±.
Esa calma, de alguna manera, tambi¨¦n est¨¢ provocada porque, aunque la crisis francesa de estos d¨ªas ha encontrado su espoleta en los presupuestos, tiene una causa m¨¢s profunda: la inestabilidad pol¨ªtica y la debilidad parlamentaria del Gobierno que design¨® el presidente Emmanuel Macron. ¡°No me gusta hablar de una crisis presupuestaria porque es pol¨ªtica y, si contin¨²a as¨ª, pues puede acabar siendo presupuestaria o de deuda¡±, aclara pronto Andr¨¦ Sapir, profesor de la Universidad Libre de Bruselas, que s¨ª apunta a que ¡°hay un problema presupuestario¡±. Esto ya se vio el verano pasado, a?ade, cuando qued¨® claro que el d¨¦ficit anual iba a ser m¨¢s alto de lo previsto. Despu¨¦s lleg¨® esa negociaci¨®n con Bruselas que ahora, al menos en su pata m¨¢s inmediata, las cuentas de 2025, est¨¢ en el aire. ¡°As¨ª que no est¨¢ en camino de cumplir el compromiso¡±, concluye este antiguo asesor econ¨®mico de la Comisi¨®n.
Tambi¨¦n Victor Laquiller, del instituto de estudios BSI Economics, cree que lo sucedido con los presupuestos complica la ruta fiscal que la propia Francia se hab¨ªa marcado: ¡°Los compromisos adquiridos ser¨¢n dif¨ªciles de cumplir. Las tensiones existir¨¢n, claro. ?C¨®mo podr¨¢ evitar pagar una multa [por incumplir]? Dif¨ªcil. Y eso, aunque la multa no sea tan alta, son m¨¢s dificultades¡±.
No falta quien le quita hierro a este ¨²ltimo asunto, porque ¡°Francia nunca ha respetado las reglas presupuestarias¡±. Esta afirmaci¨®n de L¨¦o Barincou, analista de Oxford Economics, es cierta. Las primeras reglas fiscales, el llamado Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que tuvo la UE acabaron en nada porque Par¨ªs y Berl¨ªn las incumplieron. Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os, con la pandemia y la invasi¨®n de Ucrania, estuvieron suspendidas y ahora hay unas reformadas que acaban de ponerse en marcha. Habr¨¢ que dejar pasar unos a?os para ver si Par¨ªs logra reducir su monta?a de deuda: el plan que ha acordado con Bruselas permite que crezca hasta 2027, cuando tocar¨¢ techo (una cantidad equivalente al 117% del PIB) para despu¨¦s empezar a bajar de forma muy paulatina. Solo en 2041 est¨¢ previsto que caiga al 100%. Aunque si esto sucede, en opini¨®n de Barincou, no llegar¨¢ por la presi¨®n externa de la UE, ¡°ser¨¢ m¨¢s bien la pol¨ªtica interior¡±.
Para eso ser¨¢ necesario que los franceses y los partidos que han derrocado al Gobierno asuman que Francia precisa de ajustes, en su caso, tambi¨¦n recortes, porque el peso del sector p¨²blico en la econom¨ªa supera holgadamente la mitad de su PIB ¡ªbastante m¨¢s que en la media europea¡ª mientras que los ingresos se quedan por debajo de ese 50%. ¡°Hay que financiar ese gasto y parte de ese d¨¦ficit es estructural, y lo es desde hace 30 a?os, porque durante mucho tiempo Par¨ªs ha hecho peque?os cambios en ingresos y ahorros¡±, apunta el economista Carlos Mart¨ªnez Mongay, ex alto cargo de la Comisi¨®n Europea en el departamento de Econom¨ªa y Finanzas.
Cambiar esa pol¨ªtica econ¨®mica, que han seguido Gobiernos socialistas, conservadores y liberales, pasa por reducir al agujero en las finanzas p¨²blicas y eso, como recuerda Barincou, ¡°pesar¨¢ sobre el crecimiento¡±. ¡°Ese ser¨¢ el principal problema¡±, abunda, sabiendo que las previsiones apuntan que la actividad, al menos en los pr¨®ximos dos a?os, ser¨¢ an¨¦mica.
Y puede haber otros problemas. Por ahora los mercados no se han cebado mucho con los bonos de deuda franceses. Es verdad que la prima de riesgo gala ¡ªindicativa del grado de solvencia que tiene un pa¨ªs¡ª lleg¨® a superar a la griega. Pero como apuntan tanto Laquiller como Barincou, la reacci¨®n de los inversores no ha sido grande. ¡°Quiz¨¢ ya estaba descontado¡±, se?ala el segundo. Y a eso hay que a?adir que la pr¨®xima semana se espera que, seg¨²n Laquiller, el Banco Central Europeo reducir¨¢ los tipos de inter¨¦s oficiales y eso aliviar¨¢ los pagos de la deuda de todos los pa¨ªses de la zona euro.
No obstante, como apunta Sapir, por ahora los mercados tienen paciencia porque creen en la econom¨ªa francesa. Pero si la inestabilidad se prolonga las cosas pueden cambiar: ¡°Los mercados est¨¢n vigilando, no solo Bruselas¡±, zanja este experto.
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