Scholz pierde la cuesti¨®n de confianza y despeja el camino para las elecciones anticipadas en Alemania
La ruptura de la coalici¨®n tripartita en noviembre dej¨® al canciller socialdem¨®crata en minor¨ªa. Los comicios deben celebrarse el 23 de febrero
Alemania ha despejado este lunes el ¨²ltimo obst¨¢culo para convocar elecciones anticipadas el 23 de febrero. El canciller Olaf Scholz ha perdido este lunes la confianza del Bundestag y despu¨¦s se ha reunido con el presidente de la Rep¨²blica, Frank-Walter Steinmeier, para pedirle la disoluci¨®n parlamentaria. Se activa as¨ª el calendario electoral y todo est¨¢ listo para la campa?a. La derrota era el resultado que buscaba el socialdem¨®crata despu¨¦s de romper en noviembre la coalici¨®n tripartita que gobernaba Alemania desde 2021 y quedarse en minor¨ªa.
De los 717 diputados que votaron, 394 negaron la confianza al canciller, mientras que 207 la mantuvieron. Hubo 116 abstenciones. La mayor¨ªa se situaba en los 367. La heterog¨¦nea mayor¨ªa que retir¨® la confianza al canciller es puntual, pues incluye a la extrema derecha, excluida de cualquier coalici¨®n por un cord¨®n sanitario. La realidad es que en Alemania no hab¨ªa mayor¨ªa para gobernar, pero tampoco para hacer caer el gobierno en una moci¨®n de censura. De ah¨ª que la cuesti¨®n de confianza y las elecciones fueran la ¨²nica salida.
La sesi¨®n hab¨ªa arrancado a las 13.00 con un discurso del canciller y un debate que estaba previsto que se prolongara durante al menos dos horas, al final del cual se proceder¨ªa a la votaci¨®n, que se ha realizado m¨¢s de tres horas despu¨¦s del arranque.
¡°Mi objetivo es adelantar las elecciones al Bundestag¡±, declar¨® Scholz al inicio de un discurso repetidamente interrumpido por los aplausos de su bancada y las protestas de la oposici¨®n. Tambi¨¦n ten¨ªa que pedir, al menos formalmente, la confianza, y lo resolvi¨® diciendo que se la ped¨ªa, no de forma directa a los parlamentarios, sino ¡°a los ciudadanos y a las ciudadanas¡±.
¡°No pod¨ªamos seguir as¨ª¡±, justific¨® el socialdem¨®crata la destituci¨®n del ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, despu¨¦s de meses de peleas de egos y desavenencias profundas sobre la pol¨ªtica econ¨®mica en un momento de recesi¨®n y crisis industrial. ¡°La pol¨ªtica no es un juego¡±, afirm¨® dirigi¨¦ndose a Lindner, ¡°porque es algo que exige una madurez moral¡±.
Las palabras del canciller dieron el tono. El hemiciclo y las tribunas del Reichstag, donde no cab¨ªa un diputado ni un periodista m¨¢s, fueron escenario de un debate vibrante, a ratos agresivo; un aperitivo de lo que ser¨¢ la campa?a.
Scholz, con los sondeos en contra, defendi¨® inversiones masivas en las maltrechas infraestructuras, escuelas y hospitales; pidi¨® aparcar la austeridad que promov¨ªa Lindner en el Gobierno; y flexibilizar las reglas de la deuda: ¡°Si hay un pa¨ªs en el mundo que puede permitirse invertir en el futuro, somos nosotros¡±. Se trata, para Scholz, de recuperar el alma socialdem¨®crata con conceptos cl¨¢sicos como ¨Dprecisamente¨D ¡°confianza¡±. O ¡°respeto¡± para las clases trabajadoras y los jubilados, y medidas como la rebaja del IVA para los alimentos. Tambi¨¦n ¡°protecci¨®n¡±, ¡°prudencia¡±, o ¡°paz¡±, otro valor hist¨®rico del partido: ¡°Conmigo como canciller, no enviaremos soldados a Ucrania¡±.
El democristiano Friedrich Merz, favorito para suceder a Scholz, tom¨® la palabra y carg¨®: ¡°Deja usted el pa¨ªs con una de las peores crisis desde la posguerra. Y viene aqu¨ª a decirnos que hay que endeudarse a costa de las nuevas generaciones¡±. ¡°Se?or canciller federal¡±, concluy¨®, ¡°usted plantea hoy la cuesti¨®n de confianza. Tuvo su oportunidad y no la utiliz¨®. Vale para hoy y para el 23 de febrero: no merece la confianza¡±.
Una vez que Scholz ha perdido la confianza del Parlamento, la maquinaria electoral se pone en marcha con la presentaci¨®n de los programas este mismo martes. Tras la pausa navide?a, los partidos se lanzar¨¢n a una campa?a breve e invernal, una estaci¨®n inhabitual para unas legislativas (solo tres de las 20 celebradas en la historia del pa¨ªs han ca¨ªdo en esas fechas).
La Ley fundamental de 1949, vista la inestabilidad de la Rep¨²blica de Weimar en los a?os veinte y el caos parlamentario que precedi¨® al ascenso del nazismo, blind¨® las posibilidades de disolver el Parlamento. La v¨ªa constitucional disponible es plantear una cuesti¨®n de confianza con el objetivo de perderla. Ya lo hizo Willy Brandt en 1972 y repitieron Helmut Kohl en 1982 y Gerhard Schr?der en 2005.
El adelanto electoral
Scholz ha logrado lo que pretend¨ªa: el adelanto electoral. Pero la derrota parlamentaria certifica el fracaso de la coalici¨®n con Los Verdes y Partido Liberal Dem¨®crata que ¨¦l mismo rompi¨® al destituir a los ministros de este ¨²ltimo partido.
La inc¨®gnita, este martes, era que inesperadamente Scholz viese frustrada la intenci¨®n de perder la confianza del Bundestag, y ganase la moci¨®n. Estaba claro que la oposici¨®n democristiana, los liberales y la izquierda poscomunista y populista votar¨ªan en contra del canciller. Estaba claro que su partido, el SPD, votar¨ªa a favor. Y aunque Los Verdes, todav¨ªa sus socios de Gobierno, votasen tambi¨¦n a favor, hab¨ªa margen para la incertidumbre. Hubiera ocurrido en el caso de que los diputados del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania hubiesen decidido apoyar al canciller con el ¨²nico fin de frustrar su plan para adelantar las elecciones. Al ser el voto p¨²blico, sin embargo, salvar al Gobierno podr¨ªa tener un coste electoral, aunque tres acabaron por apoyarlo, seg¨²n el recuento de Der Spiegel.
Para evitar sorpresas, y para marcar distancias con su socio Scholz antes de la campa?a, Los Verdes se abstuvieron. Se trataba, para el Gobierno, de perder y en este sentido el canciller puede decir: objetivo cumplido. Otra cosa ser¨¢ seguir en cargo despu¨¦s de las elecciones y evitar el destino excepcional de los cancilleres de un mandato ¨²nico y abreviado. El ¨²ltimo fue Kurg-Georg Kiesinger entre 1966 y 1969.
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