Siria ans¨ªa el fin de las sanciones internacionales para impulsar la transici¨®n
Los Veintisiete estudian c¨®mo aliviar las trabas impuestas al pa¨ªs durante el r¨¦gimen de Bachar el Asad. El reflote de la econom¨ªa se centrar¨¢ en las infraestructuras, la energ¨ªa y el sector financiero
La nueva Siria trata de obtener otra victoria pol¨ªtica, aunque sea parcial, mes y medio despu¨¦s de que una r¨¢pida operaci¨®n rebelde liquidase m¨¢s de cinco d¨¦cadas de dictadura de la familia El Asad: el levantamiento de sanciones internacionales. Este lunes, los ministros de Exteriores de la Uni¨®n Europea estudian un alivio gradual de las medidas punitivas aprobadas contra el r¨¦gimen tras la violencia desatada tras las protestas de marzo de 2011 y el posterior conflicto armado. Un debate que se vive con cierta esperanza en Damasco.
Como ya ha adelantado la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, la derogaci¨®n de estas trabas, que han causado enormes estragos sobre la econom¨ªa siria ¡ªsubida de precios, desabastecimiento, asfixia energ¨¦tica e incremento de la pobreza¡ª, estar¨¢ directamente vinculada a los pasos que d¨¦ la nueva administraci¨®n del pa¨ªs ¨¢rabe, liderada de facto por el veterano combatiente Ahmed al Shara, hacia una transici¨®n pol¨ªtica ¡°tangible¡±. Esto es: con garant¨ªas de seguridad y de respeto a los derechos fundamentales.
Esta premisa, que comparte Estados Unidos, el gran sancionador de Siria, guarda cierta complejidad, despu¨¦s de m¨¢s de 13 a?os de guerra y transcurridas tan solo siete semanas desde la conquista rebelde de Damasco. ¡°EE UU y la UE consideran que las sanciones son instrumentos que pueden utilizar para presionar a las autoridades provisionales sirias para que avancen hacia un sistema pol¨ªtico m¨¢s inclusivo y transparente¡±, sostiene Steven Heydemann, experto de la Brookings Institution de Washington. ¡°El problema¡±, prosigue, ¡°es que, a menos que las nuevas autoridades puedan demostrar a los sirios que est¨¢n en mejor situaci¨®n, la probabilidad de que la transici¨®n tenga ¨¦xito se ver¨¢ enormemente reducida¡±.
Una econom¨ªa en ruinas
Hasta el estallido de la guerra civil, la econom¨ªa siria era m¨¢s que homologable a la de muchos pa¨ªses vecinos. Con algo menos de 3.000 d¨®lares (unos 2.858 euros) de renta por habitante, se situaba pr¨¢cticamente a la par de Egipto o Jordania. Nada queda de aquello tras la larga contienda y las tandas de sanciones internacionales, que han reducido el PIB en un 84%, seg¨²n el Banco Mundial.
Si bien estas restricciones exclu¨ªan expresamente los productos b¨¢sicos como alimentos o las medicinas, al incluir los sectores energ¨¦ticos y financieros, su efecto se ha extendido a toda la sociedad y a todos los ¨¢mbitos de su econom¨ªa. ¡°No creo que afectasen mucho a los miembros del anterior r¨¦gimen, sino m¨¢s a la realidad cotidiana de la gente¡±, afirma el superior de los hermanos maristas de Alepo, Georges Sabe. Todas las donaciones que reciben tienen que ir a una cuenta bancaria del vecino L¨ªbano y luego transportarlo en efectivo a trav¨¦s de la frontera. Lo mismo les ha ocurrido con el equipamiento m¨¦dico.
¡°Incluso si las medicinas y productos esenciales est¨¢n t¨¦cnicamente excluidos de las sanciones, las restricciones bancarias hacen su importaci¨®n mucho m¨¢s dif¨ªcil. Las empresas [del extranjero] temen ser objeto de sanciones secundarias o tener problemas con los pagos, lo que conduce a la escasez y el sobreprecio en ciertos productos b¨¢sicos¡±, explica Baraa Khurfaan, analista del Instituto Tahrir. Sectores vitales, como la construcci¨®n o la energ¨ªa, dice, tienen problemas por la falta de inversiones y las barreras a la importaci¨®n de maquinaria y piezas de repuesto. ¡°Y todo esto retrasa la recuperaci¨®n, la reconstrucci¨®n y la creaci¨®n de puestos de trabajo¡±.
Aunque no todo se puede achacar a las medidas punitivas de EE UU y sus aliados ¡ªla propia destrucci¨®n f¨ªsica causada por la guerra ha dejado cicatrices muy profundas y seis millones de refugiados¡ª, las sanciones son un factor clave de la descomposici¨®n econ¨®mica. El 70% de la poblaci¨®n siria depende hoy de la ayuda humanitaria y el 90% est¨¢ bajo el umbral de la pobreza, seg¨²n las cifras de la ONU. El coste de la vida se ha triplicado en solo tres a?os.
Precios a la baja
Es cierto, relata Sabe, que en las ¨²ltimas semanas, con la progresiva apertura del pa¨ªs y el env¨ªo de combustible desde los pa¨ªses del Golfo y Turqu¨ªa, los precios de los alimentos ¡ªen su mayor¨ªa, reexportados desde el pa¨ªs vecino¡ª se han abaratado. No as¨ª los de otros productos y utensilios. ¡°Todo lo que es comida, est¨¢ disponible en abundancia. Y muchos productos que antes estaban prohibidos por el r¨¦gimen, como galletas extranjeras o refrescos, ahora los puedes encontrar. Los precios han bajado en las zonas que [antes] estaban controladas por el r¨¦gimen¡±, afirma Yaser, un joven de Alepo. Por contra, en las zonas bajo control rebelde ¡ªque hasta la ca¨ªda definitiva de El Asad estaban mucho mejor abastecidas que el resto de Siria¡ª los precios han subido, seg¨²n confiesa un vecino de Azaz que trabaja para una organizaci¨®n humanitaria.
Existe, tambi¨¦n, una clase media que trata de abrirse camino y operar como lo har¨ªa al otro lado de la frontera. Ahmed Kanjo, un sirio de 34 a?os, natural de Alepo y que regres¨® recientemente a su pa¨ªs natal tras varios a?os residiendo en Turqu¨ªa, afirma por mensaje: ¡°Est¨¢n prohibidas las transacciones bancarias, lo que significa que no puedo recibir ni enviar transferencias o comprar ning¨²n servicio que requiera pago electr¨®nico, incluso si es una plataforma educativa¡±. ¡°A esto hay que a?adir la prohibici¨®n de las compras de combustible y las sanciones que impiden la reconstrucci¨®n¡±, a?ade. ¡°Este proceso implica empezar a emplear a miles de trabajadores, lo que impulsar¨¢ significativamente la econom¨ªa¡±.
Junto a la decisi¨®n que tome Bruselas ¨Del equipo de Kallas planea un levantamiento de las trabas por ¡°etapas¡±, seg¨²n ha informado la agencia Reuters¡ª, queda por saber qu¨¦ har¨¢ Donald Trump con las sanciones impuestas por EE UU, la potencia que con m¨¢s br¨ªo activ¨® su maquinaria contra dos sectores fundamentales para la Siria de El Asad: el energ¨¦tico y el financiero. Las restricciones a la comercializaci¨®n de petr¨®leo han hundido la producci¨®n, que desde el inicio de la guerra ha pasado de m¨¢s de 300.000 barriles a apenas 40.000. Y las transferencias internacionales, remesas de emigrantes incluidas, siguen siendo una quimera.
Ambos grupos de sanciones est¨¢n llamados a ser los primeros en caer. Aunque hoy modesto en volumen, el regreso del crudo sirio al mercado internacional supondr¨ªa una inyecci¨®n de recursos que Damasco necesita m¨¢s que nunca. En el caso del sector financiero, el levantamiento de las cortapisas facilitar¨ªa a los emigrados enviar dinero a familia y amigos, y permitir¨ªa al sector privado hacer nuevamente negocios en Siria. Inter¨¦s no falta: son decenas de empresas turcas y de otros pa¨ªses de la regi¨®n ¡ªmuchas de ellas constructoras¡ª las que quieren hacer de nuevo negocios all¨ª. ¡°Es esencial el fin de las sanciones para que los bancos y las empresas tengan la confianza que necesitar¨¢n para participar en la recuperaci¨®n¡±, opina Heydemann.
La energ¨ªa
¡°Quienes han vivido bajo [el r¨¦gimen de] El Asad son los aut¨¦nticos h¨¦roes¡±, subraya por correo electr¨®nico el economista sirio Samir Aita, presidente del C¨ªrculo de Economistas ?rabes. Aunque el impacto de las sanciones ha sido generalizado, laminando los ingresos de la poblaci¨®n, Aita pone el foco en lo energ¨¦tico. ¡°Han limitado el acceso a la electricidad, que [en algunas zonas] sigue restringida a una hora de cada 12. Y algo similar ocurre con la gasolina, que llega por contrabando a trav¨¦s de Turqu¨ªa o L¨ªbano, pero a precios internacionales que muchos no pueden afrontar¡±, describe.
La escasez de energ¨ªa, parad¨®jica en un pa¨ªs que, por fundamentales, deber¨ªa ser exportador neto de crudo, ha tenido un efecto domin¨® sobre otros sectores: el agr¨ªcola e industrias como la farmac¨¦utica, en otros tiempos relativamente competitiva y enfocada a la exportaci¨®n.
Washington aplic¨® las primeras sanciones econ¨®micas sobre Siria en los setenta. Un castigo que subi¨® de nivel a principios de la d¨¦cada de 2000. No fue, sin embargo, hasta 2011 cuando se produjo la gran escalada ¡ªbloqueo incluido sobre la mayor parte de operaciones de su banco central¡ª. Aita cree que el sistema estadounidense de sanciones sobre Siria es ¡°el m¨¢s complejo¡± que se ha puesto en marcha jam¨¢s. Su eliminaci¨®n, por tanto, tambi¨¦n ser¨¢ dif¨ªcil: muchas de ellas son leyes y, por tanto, necesitan de la aprobaci¨®n del Congreso y del Senado norteamericanos.
A principios de enero, la Administraci¨®n Biden aprob¨® una exenci¨®n ¡ªprovisional y muy parcial¡ª sobre algunas de estas medidas de castigo, sobre todo en el sector energ¨¦tico. ¡°Es un paso positivo¡±, se?ala Heydemann, de la Brookings Institution, ¡°pero mantiene las sanciones a las inversiones y los pr¨¦stamos. Esas medidas hacen que sea a¨²n dif¨ªcil hacer frente a una crisis econ¨®mica devastadora y reconstruir infraestructuras esenciales, como las energ¨¦ticas¡±.
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