Los Veintisiete buscan fondos para la carrera de rearme ante las exigencias de Trump
Los l¨ªderes de la UE debaten f¨®rmulas para impulsar la industria de defensa europea mientras Washington redobla su amenaza de imponer aranceles
Con la contienda de Rusia en Ucrania, hace meses que Europa se puso en pie de guerra y coloc¨® el foco sobre el aumento de la producci¨®n de munici¨®n, armamento y en coordinar sus capacidades de defensa. Ahora, cuando la invasi¨®n a gran escala lanzada por el Kremlin est¨¢ a un paso de cumplir su tercer aniversario y el aliado estadounidense exige incrementar hasta niveles in¨¦ditos el gasto militar, mientras amenaza con retirar la coraza protectora de Europa, con desatar una guerra comercial e incluso con hacerse con Groenlandia ¡ªparte del reino de Dinamarca¡ª, la UE acelera y busca f¨®rmulas y fondos para pagar ese rearme. Sobre la mesa hay varias f¨®rmulas. Algunas, como los eurobonos de deuda conjunta, que generan resistencias en algunos socios, no tan sencillas de acordar por unanimidad.
Los l¨ªderes de los 27 Estados miembros de la Uni¨®n ¡ªla inmensa mayor¨ªa aliados tambi¨¦n de la OTAN¡ª se re¨²nen este lunes en Bruselas, en el palacio neocl¨¢sico de Egmont, para debatir sobre la defensa europea. Un tema que hace a?os era impensable, pero que ahora, con la arquitectura de seguridad de la Uni¨®n rota por la guerra de Vlad¨ªmir Putin, es un asunto de primer nivel. En la cita, en forma de retiro, estar¨¢n solo los l¨ªderes, la c¨²pula comunitaria y un par de asesores por delegaci¨®n, pero tambi¨¦n participar¨¢n puntualmente el secretario general de la Alianza Atl¨¢ntica, Mark Rutte, durante la comida, y el primer ministro brit¨¢nico, Keir Starmer, para la cena.
El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca y su inicio de una guerra comercial con Canad¨¢, M¨¦xico y China sobrevolar¨¢ la reuni¨®n. El republicano, que ha reclamado a los aliados europeos de la OTAN que incrementen el gasto en defensa hasta un 5% de su PIB, desde el 2% actual, ha reiterado sus advertencias al club comunitario.
¡°La Uni¨®n Europea nos ha tratado terriblemente¡±, repiti¨® Trump el s¨¢bado. ¡°?Voy a imponer aranceles a la UE? ?Quieren la respuesta sincera o debo darles una respuesta pol¨ªtica? Absolutamente¡¡±, lanz¨®. La Uni¨®n, que mantiene su pragmatismo y espera poder llegar a alg¨²n entendimiento con Trump antes de que lance la escalada, advirti¨® este domingo que reaccionar¨¢ ¡°con firmeza¡± si se imponen tarifas. Tambi¨¦n avis¨® de que en una guerra comercial todos pierden.
El del republicano es el ¨²ltimo aviso, uno muy duro, a una Uni¨®n que, tras la invasi¨®n lanzada por el Kremlin, fue consciente de lo que supone haber externalizado desde hace d¨¦cadas su seguridad a Washington, igual que algunos de sus socios, como Alemania, fiaron su seguridad energ¨¦tica al gas ruso barato.
¡°Europa debe asumir una mayor responsabilidad en materia de defensa¡±, remarca el presidente del Consejo Europeo, Ant¨®nio Costa, en la carta de invitaci¨®n enviada a los l¨ªderes. ¡°Debe ser m¨¢s resiliente, m¨¢s eficiente, m¨¢s aut¨®noma y un actor m¨¢s fiable en materia de seguridad y defensa. De este modo, tambi¨¦n se convertir¨¢ en un socio transatl¨¢ntico m¨¢s fuerte, tambi¨¦n en el contexto de la OTAN¡±, se?ala. Es decir, el impulso apuntalar¨¢ la defensa europea, pero tambi¨¦n ser¨¢ un gui?o hacia Trump del compromiso europeo. Y la coordinaci¨®n entre UE y OTAN, apuntan fuentes europeas, debe ser mayor: 23 de los 27 Estados miembros pertenecen a la organizaci¨®n militar (Espa?a es aliada desde 1982).
El objetivo est¨¢ claro. Y la inmensa mayor¨ªa de los Estados miembros ¡ªcon mayor, como Polonia, o menor furor, como Espa?a¡ª son partidarios de avanzar en esa senda. Pero la esencia de la cuesti¨®n es no solo cristalizar la estrategia de defensa europea, con los mimbres de la presentada el pasado marzo con la premisa de comprar m¨¢s, comprar europeo (otro punto de debate) y comprar juntos; sino, sobre todo, con qu¨¦ fondos financiarla, remarcan varias fuentes diplom¨¢ticas europeas.
La tradicional divisi¨®n entre frugales y quienes no lo son tanto se ha roto en la UE cuando se habla de defensa. Dinamarca y Finlandia se han sumado a la corriente de quienes reclaman un gasto com¨²n, por ejemplo, en forma de deuda conjunta (una suerte de eurobonos). Pa¨ªses Bajos y Alemania lo rechazan. Aqu¨ª ser¨¢ clave lo que suceda en las elecciones germanas del 23 de febrero y la posici¨®n que tenga el pr¨®ximo canciller. Si Berl¨ªn se abre, el Gobierno holand¨¦s tambi¨¦n puede ceder, como en 2020, con el fondo de recuperaci¨®n.
Los l¨ªderes preparar¨¢n este lunes el terreno para el libro blanco sobre la defensa que dise?a la Comisi¨®n Europea de Ursula von der Leyen. Hay una amplia paleta de opciones de financiaci¨®n: privada, movilizaci¨®n de presupuesto europeo, eurobonos, o incluso crear un fondo ad hoc al margen del presupuesto europeo, con dinero a toca teja y capacidad de emitir deuda, como el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede).
Tambi¨¦n est¨¢ la carta del Banco Europeo de Inversi¨®n (BEI). La semana pasada, una amplia mayor¨ªa de Estados miembros ¡ª19 de 27, entre ellos, Alemania, Francia y Espa?a¡ª pidi¨® a la entidad que dirige Nadia Calvi?o que abra la mano para financiar proyectos militares. En una carta reclaman al BEI que ¡°ajuste su pol¨ªtica crediticia para aumentar el volumen de financiaci¨®n disponible en el campo de la seguridad y la defensa¡±.
El Ejecutivo comunitario de Von der Leyen, que ha nombrado por primera vez a un comisario de Defensa, el lituano Andrius Kubilius, prepara ahora ese libro blanco que deber¨ªa estar listo el mes que viene. La Comisi¨®n no habla de eurobonos y de opciones de financiaci¨®n, todav¨ªa. Es m¨¢s partidaria de identificar primero los proyectos europeos de inter¨¦s a financiar y despu¨¦s determinar c¨®mo pagarlos. Adem¨¢s, precisa una alta fuente europea, no solo est¨¢ la base de la financiaci¨®n, sino tambi¨¦n la importancia de la coordinaci¨®n.
La industria europea ha incrementado un 40% su capacidad de producci¨®n, seg¨²n datos de la UE, pero faltan pedidos, aseguran. Las empresas quieren encargos a largo plazo. Y los Estados miembros no han llegado a ese punto. A la vez, con la llegada de Trump se ha calentado mucho el debate sobre dar extrema prioridad a las compa?¨ªas europeas de defensa. ¡°Lo ideal ser¨ªa un buen equilibrio entre primar lo europeo, no dejar de comprar a Estados Unidos, sino mantener ese v¨ªnculo fuerte, y apuntalar la seguridad estrat¨¦gica europea¡±, se?ala una fuente veterana de Bruselas.
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