La represi¨®n contra colaboradores del r¨¦gimen de El Asad amenaza con extender la violencia sectaria en Siria
El nuevo presidente del pa¨ªs, Ahmed al Shara, promete instaurar la paz a la vez que se persigue a quienes ¡°tienen las manos manchadas de sangre¡±
Siria bascula entre el viejo y el nuevo orden. El Gobierno provisional, formado por islamistas vinculados al grupo salafista Hayat Tahrir al Sham (HTS), a¨²n no ha logrado extender su autoridad sobre todo el territorio, su hoja de ruta est¨¢ plagada de inc¨®gnitas y, aunque el r¨¦gimen de Bachar el Asad se desplom¨® r¨¢pidamente, la mayor parte de sus miembros y simpatizantes, as¨ª como altos cargos de las fuerzas de seguridad, siguen en el pa¨ªs y se niegan a entregar las armas. En el desconcierto y el caos de esta transici¨®n, sobre el trasfondo de un pa¨ªs destruido por a?os de guerras, matanzas y pobreza, se han desatado los actos de venganza o represalia, especialmente en las zonas rurales del centro de Siria, lo que ha aumentado el riesgo de enfrentamientos sectarios.
La asociaci¨®n Red Siria de Derechos Humanos ha documentado 327 ejecuciones extrajudiciales de civiles desde el derrocamiento de Bachar el Asad, cometidos tanto por facciones armadas de la antigua oposici¨®n, como por milicias kurdas o antiguos miembros del r¨¦gimen de El Asad, si bien en la inmensa mayor¨ªa de los casos no identifica la adscripci¨®n de los autores. Seg¨²n el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), solo en enero han muerto m¨¢s de 220 personas en ¡°operaciones de represalia y ejecuciones sumarias¡±, de las que dos tercios se han producido en pueblos de las provincias de Homs y Hama. Y febrero ha comenzado igualmente con violencia: en los cuatro primeros d¨ªas, al menos 24 civiles murieron en dos atentados con coche bomba no reivindicados por ning¨²n grupo en Manbij, en el norte de Siria, que se disputan milicias proturcas y kurdas.
El OSDH atribuye la mayor¨ªa de los asesinatos en Homs y Hama a ¡°pistoleros y grupos¡± vinculados a los antiguos rebeldes que operan bajo el Departamento de Operaciones Militares ¨Del paraguas que integra las diferentes facciones que participaron en el derrocamiento de El Asad¨D, y afirma que est¨¢n motivados por cuestiones sectarias y de afiliaci¨®n pol¨ªtica. ¡°Aprovechando el caos, han llevado a cabo actos de represalia y arrestos aleatorios de decenas de personas, a las que han insultado y humillado. Tambi¨¦n han atacado s¨ªmbolos religiosos en una clara violaci¨®n de los valores humanos¡±, denuncia el organismo con sede en el Reino Unido y que posee una amplia red de colaboradores en Siria.
El incidente m¨¢s grave se produjo la pen¨²ltima semana de enero en Maryamin (Homs) y varios pueblos de los alrededores en los que las fuerzas de seguridad del nuevo Gobierno, compuestas por antiguos rebeldes, buscaban a colaboradores del antiguo r¨¦gimen. Al contrario que gran parte de los rebeldes ¨Dsun¨ªes y, en muchos casos, islamistas¨D, estos pueblos en las faldas de la cordillera litoral siria son de religi¨®n alau¨ª, una vertiente del chi¨ªsmo a la que pertenecen los Asad y cuyos miembros estaban sobrerrepresentados en las unidades militares del r¨¦gimen. Seg¨²n los medios locales, las fuerzas de seguridad rodearon Maryamin y entraron en ella disparando de forma indiscriminada, agredieron a los civiles, torturaron a los detenidos, robaron en las casas y profanaron s¨ªmbolos religiosos.
El n¨²mero de muertos en esta operaci¨®n var¨ªa seg¨²n las fuentes, pero se sit¨²a entre 20 y 35, incluyendo civiles. Tras examinar los nombres de los funerales que se llevaron a cabo los siguientes d¨ªas, Charles Lister, experto en Siria, asegur¨® en la red social X que entre los ejecutados en Maryamin y la cercana Fahil hab¨ªa al menos 15 antiguos miembros del Ej¨¦rcito de El Asad, siete de ellos con grado de general, que supuestamente estuvieron implicados en matanzas en la provincia de Homs al inicio de la guerra civil siria. Lister llama la atenci¨®n de que se ha encargado la seguridad de cada provincia a antiguos rebeldes originarios de esas mismas zonas, lo que aumenta el peligro de ajustes de cuentas.
En otras localidades, las fuerzas de seguridad fueron recibidas a tiros por colaboradores del antiguo r¨¦gimen. Adem¨¢s de incautarse numerosas armas e incluso veh¨ªculos militares, en estas operaciones se arrest¨® a antiguos miembros de las fuerzas de seguridad. Entre los capturados est¨¢ Imad Faisal Musa, un ciudadano liban¨¦s al que se acusa de haber participado en la masacre de Hula, en la que milicias progubernamentales asesinaron a sangre fr¨ªa a 108 civiles, casi la mitad ni?os, en 2012. Asimismo, la cadena Syria TV inform¨® este pasado viernes de que ha sido detenido Atef Najib, primo de El Asad y jefe de seguridad de la provincia de Deraa, que en 2011 orden¨® la detenci¨®n y tortura de 15 adolescentes que hab¨ªan hecho una pintada contra el dictador, lo que sirvi¨® de catalizador para el levantamiento contra el r¨¦gimen.
¡°El objetivo de estas operaciones es genuino, en el sentido de que hay miembros leales al antiguo r¨¦gimen que se niegan a entregar las armas¡±, explica por tel¨¦fono Orwa Ajjoub, acad¨¦mico sirio de la Universidad de Malm? (Suecia). ¡°Lo que ocurre es que HTS nunca crey¨® que podr¨ªa derrocar a El Asad tan f¨¢cilmente y no tiene unas fuerzas de seguridad capacitadas. Son en su mayor¨ªa personas reci¨¦n reclutadas que han sido entrenadas solo brevemente. Y son combatientes que han sufrido agravios y, en cuya memoria, sitios como Hula est¨¢n grabados a fuego¡±.
Tras varios d¨ªas de caos, el nuevo gobernador de Homs, Abdurrahman al Aama, visit¨® Maryamin y se reuni¨® con los vecinos, a los que prometi¨® que los responsables de abusos ¡°se enfrentar¨¢n a consecuencias legales¡±. De hecho, varios miembros de grupos rebeldes han sido detenidos. Pese a ello, un residente de la localidad citado por el medio Levant24 asegur¨® que la violenta represi¨®n sufrida en Maryamin ha creado ¡°un clima de terror¡± frente a las nuevas autoridades.
¡°Los continuos asesinatos y represalias amenazan la seguridad de los civiles e incrementan la divisi¨®n entre los sirios, as¨ª que se deben adoptar medidas estrictas para poner fin a estas violaciones y obligar a los responsables a rendir cuentas¡±, exigi¨® el OSDH.
En su discurso tras asumir oficialmente el cargo de presidente, el l¨ªder de HTS, Ahmed al Shara, afirm¨® que el primer objetivo de su mandato interino ser¨¢ ¡°lograr la paz civil¡± a la vez que se persigue a ¡°los criminales que tienen las manos manchadas de sangre y cometieron matanzas, est¨¦n escondidos dentro del pa¨ªs o hayan huido al extranjero¡±. Pero, recalc¨®, esto se debe hacer a trav¨¦s de mecanismos de ¡°justicia transicional¡±.
El problema es que hay muy poca transparencia sobre cu¨¢les son esos mecanismos o c¨®mo van a funcionar. ¡°Al Shara se mueve en una cuerda floja. Cuando su grupo HTS avanzaba hacia Damasco, lleg¨® a acuerdos con diferentes unidades militares [del r¨¦gimen de El Asad]. Acuerdos diferentes con cada una, cuyos detalles desconocemos. B¨¢sicamente, fue prometerles que si dejaban las armas no les matar¨ªan. El problema es que las bases de HTS, los combatientes, los desplazados, exigen rendici¨®n de cuentas a todos los implicados en la represi¨®n del r¨¦gimen, pero no se puede juzgar a los cientos miles de personas que formaban parte de las fuerzas de seguridad y del Ej¨¦rcito de El Asad¡±, afirma Ajjoub. De ah¨ª la importancia de iniciar, o cuando menos anunciar, los procesos de justicia transicional, porque la situaci¨®n actual es muy ¡°fr¨¢gil¡± y ¡°cualquier incidente podr¨ªa desembocar en violencia sectaria¡±, a?ade el experto.
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