Un Ir¨¢n tocado, pero no hundido
Teher¨¢n mantiene su ret¨®rica desafiante en el 46? aniversario de la revoluci¨®n isl¨¢mica, a pesar de los golpes que ha sufrido con la p¨¦rdida de Siria y Hezbol¨¢
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Ir¨¢n conmemor¨® este 11 de febrero el 46? aniversario de la revoluci¨®n que dio lugar a la Rep¨²blica Isl¨¢mica. Pero sus dirigentes tienen poco que celebrar. El a?o pasado result¨® nefasto para sus intereses. La estrategia de parapetarse tras milicias aliadas (proxies) para expandir su influencia regional salt¨® por los aires. Aunque la brutal reacci¨®n israel¨ª al ataque de Ham¨¢s el 7 de octubre de 2023 no aboc¨® a una guerra m¨¢s amplia, ha desencadenado un vuelco pol¨ªtico en Oriente Pr¨®ximo. La p¨¦rdida del r¨¦gimen de Bachar el Asad en Siria y el descabezamiento del Hezbol¨¢ liban¨¦s constituyen un duro rev¨¦s para el r¨¦gimen de Teher¨¢n que favorece a su archienemigo Israel.
Lo reconoc¨ªa a principios de este a?o el oficial iran¨ª encargado de las operaciones en Siria y la coordinaci¨®n con los militares sirios y rusos, el general Behruz Esbati. ¡°Nos derrotaron, nos derrotaron del todo; recibimos un gran golpe y ha sido muy dif¨ªcil¡±, admiti¨® durante una comparecencia en una mezquita. Su sinceridad contrasta con las declaraciones de otros dirigentes iran¨ªes que han tratado de minimizar la gravedad de la toma de Damasco por los rebeldes para las ambiciones regionales de la Rep¨²blica Isl¨¢mica.
Inasequible al desaliento, el l¨ªder supremo de Ir¨¢n, el ayatol¨¢ Ali Jamenei, incluso ha calificado la precaria tregua alcanzada entre Israel y Ham¨¢s de ¡°¨¦xito de los palestinos y del Eje de Resistencia¡±, refiri¨¦ndose a la ahora mermada red de milicias financiadas y entrenadas por Ir¨¢n. En su realidad paralela, esas fuerzas ¡°obligaron a retirarse¡± a Israel.
El derrumbe del r¨¦gimen de El Asad en Siria fue la gota que colm¨® el vaso tras 14 meses de encajar golpes israel¨ªes. Ir¨¢n entr¨® en la contienda de Gaza con el habitual doble lenguaje: mientras su diplomacia se manifestaba contra una eventual escalada del conflicto, su Guardia Revolucionaria azuzaba a las milicias aliadas para que atacaran Israel. El objetivo era que los extremistas palestinos de Ham¨¢s, con algo de ayuda de Hezbol¨¢ desde L¨ªbano, humillaran a su rival sin mancharse las manos directamente.
Pero la jugada se complic¨® cuando Israel intensific¨® el ataque a las v¨ªas de apoyo a esas milicias con bombardeos sobre Siria, incluido el Consulado de Ir¨¢n en Damasco, y, en osadas operaciones, asesin¨® al l¨ªder de Ham¨¢s, Ismail Haniya, en la propia capital iran¨ª, y al de Hezbol¨¢, Hasan Nasral¨¢, en Beirut. Para no perder la cara, Teher¨¢n se vio obligado a responder con los primeros bombardeos directos sobre Israel, pero la r¨¦plica israel¨ª (tanto interceptando sus misiles con la ayuda de EE UU y pa¨ªses ¨¢rabes, como destruyendo sus defensas antia¨¦reas) dej¨® al rey desnudo.
Un Ir¨¢n debilitado se lame las heridas en privado desde entonces, pero eso no significa que se haya dado por derrotado, ni que vaya a doblegarse. Si los ¨²ltimos 46 a?os sirven de gu¨ªa, los gobernantes iran¨ªes han demostrado una gran habilidad para superar graves crisis: de la guerra con Irak en los a?os ochenta del siglo pasado a la pol¨ªtica de m¨¢xima presi¨®n de EE UU durante la primera presidencia de Donald Trump, pasando por reiteradas protestas populares que han reprimido sin miramientos. A pesar del empobrecimiento de la poblaci¨®n y de la fuga de cerebros, se jactan de haber sobrevivido al aislamiento de Occidente y a las duras sanciones internacionales por su programa nuclear secreto y por violar los derechos humanos.
La Guardia Revolucionaria, la espina dorsal del r¨¦gimen, todav¨ªa cuenta con un arsenal de misiles bal¨ªsticos y drones, y presencia naval en el golfo P¨¦rsico. Adem¨¢s, mantiene el apoyo de varias milicias iraqu¨ªes y de los huthi de Yemen (aunque las ¨²ltimas operaciones de Israel y EE UU contra estos parecen haberlos silenciado).
Existe el riesgo de que ahora la Rep¨²blica Isl¨¢mica se a¨ªsle a¨²n m¨¢s, e insista en adquirir la bomba at¨®mica para protegerse de una eventual intervenci¨®n extranjera (y reforzar su posici¨®n regional). De hecho, los ultras ya han pedido a Jamenei que reconsidere su decisi¨®n de prohibir el desarrollo de armas nucleares. Al mismo tiempo, los estrategas de Teher¨¢n saben que eso dar¨ªa al primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, el pretexto que busca para (intentar) destruir su programa.
Otra contingencia es que Ir¨¢n intensifique sus operaciones clandestinas. Los servicios de seguridad europeos vinculan a Ir¨¢n con una serie de ataques contra intereses israel¨ªes y jud¨ªos cometidos por menores pertenecientes a comunidades inmigrantes y bandas de delincuentes comunes en 2024, seg¨²n inform¨® la agencia Bloomberg a finales de a?o. Tambi¨¦n en EE UU la Administraci¨®n saliente alert¨® al equipo de Trump sobre los complots de Teher¨¢n contra disidentes y contra altos funcionarios norteamericanos.
De momento, da la impresi¨®n de que los dirigentes iran¨ªes han iniciado un repliegue para evaluar la situaci¨®n y reorganizarse. No est¨¢ claro en qu¨¦ direcci¨®n, ya que se muestran divididos al respecto. Ante el regreso de Trump a la Casa Blanca, el Gobierno del moderado Masud Pezeshkian ha insistido en que todav¨ªa est¨¢n listos para dialogar sobre su programa nuclear ¡°con el fin de llegar a un acuerdo¡±. Sin embargo, Jamenei lo desaconseja: ¡°Negociar con un Gobierno como el de EE UU no ser¨ªa inteligente ni honorable¡±, declar¨® en una reuni¨®n con miembros del Ej¨¦rcito del Aire, antes de recordar que fue Washington quien abandon¨® el pacto nuclear de 2015.
Mientras, sus militares mantienen el habitual tono desafiante. ¡°El enemigo malinterpreta la situaci¨®n intentando presentar a la Rep¨²blica Isl¨¢mica como debilitada¡±, aseguraba un portavoz de la Guardia Revolucionaria al inaugurar unas extensas maniobras militares (se prolongar¨¢n hasta marzo) destinadas a ¡°contrarrestar nuevas amenazas¡± y que, de forma significativa, incluyen un simulacro de ataque a¨¦reo a las instalaciones nucleares de Natanz.
En su despedida del Departamento de Estado a mediados de enero antes de dejar la presidencia de EE UU, Joe Biden asegur¨® que Ir¨¢n no ha estado ¡°tan d¨¦bil en d¨¦cadas¡±.
Tal vez, pero un Ir¨¢n d¨¦bil no es necesariamente menos peligroso.
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