Europa entra en una nueva fase militar
El fuerte desgarro con el hist¨®rico aliado empuja a la UE a un rearme que le d¨¦ autonom¨ªa, aunque sin romper con Washington. El martes se re¨²nen en Par¨ªs los jefes del Estado Mayor

Europa se ha adentrado en una nueva era, la del rearme, en medio de la incertidumbre global de un paisaje geopol¨ªtico incendiado, en el que los viejos aliados, como Estados Unidos, ya no lo son tanto, y los enemigos, como Rusia, se crecen por la sacudida al orden mundial basado en reglas. La Uni¨®n Europea, que se cre¨® como un proyecto de paz tras la II Guerra Mundial, est¨¢ dinamitando un tab¨² may¨²sculo y avanza hacia una uni¨®n de la defensa que cubra las grietas de una potencial retirada del paraguas de seguridad que hoy proporciona Washington. Europa cruza otra frontera y se dispone a dar el salto militar.
La guerra de Rusia contra Ucrania, la mayor en Europa desde 1945, se libra a 1.500 kil¨®metros de Par¨ªs, a 400 de Varsovia, a 1.000 de Berl¨ªn y a 3.000 de Madrid. Pero para muchos europeos es algo lejano. As¨ª, los ecos del rearme, la negociaci¨®n sobre el despliegue de tropas europeas para garantizar la seguridad en la Ucrania de la posguerra, los planes de compra de defensas antia¨¦reas y la emisi¨®n de deuda conjunta europea para comprar armas suponen un cambio de paradigma may¨²sculo. Una metamorfosis acelerada por el desgarro con Estados Unidos que implica la inversi¨®n de miles de millones de euros, transformaciones pol¨ªticas, econ¨®micas, militares y sociales.
La invasi¨®n rusa a gran escala sobre Ucrania llev¨® a Europa a dar pasos de gigante: financiar armas para el pa¨ªs invadido, la entrada sin control de refugiados ucranios que permiti¨® la acogida de cuatro millones de personas, el corte de importaciones desde Rusia. Ahora, las pol¨ªticas de Donald Trump, su desprecio por la UE, sus dudas sobre la OTAN pese a que Estados Unidos es la columna vertebral de la organizaci¨®n, su afinidad con el aut¨®crata ruso Vlad¨ªmir Putin y sus amenazas a Ucrania, han llevado a Europa a despertar. Ya no es solo que se haya quedado sola en sus sost¨¦n a Kiev sino que puede verse abandonada por Washington. ¡°Si Europa quiere sobrevivir, tiene que avanzar hacia desarrollar, reforzar, un pilar europeo dentro de la OTAN¡±, remarca por tel¨¦fono Josep Borrell, hasta hace unos meses alto representante para Pol¨ªtica Exterior y Seguridad de la UE. ¡°Al servicio de la OTAN, pero existiendo por nosotros mismos¡±, a?ade.
Europa no tiene capacidades de defensa para sustituir las que Estados Unidos tiene en Europa. Ni siquiera para reemplazar los 20.000 soldados que Washington envi¨® como refuerzo tras la invasi¨®n rusa de Ucrania. Tampoco para suplir su sofisticado armamento ¡ªsobre todo, de precisi¨®n, en defensa a¨¦rea y de misiles integrada¡ª, log¨ªstica y sistemas de vigilancia y reconocimiento. Pero, adem¨¢s, pol¨ªticamente, afrontar esas carencias y la idea de desarrollar ese pilar europeo es delicada. ¡°Los europeos debemos mantener un equilibrio muy fino. Tenemos que avanzar en la autonom¨ªa estrat¨¦gica, desarrollar el pilar europeo dentro de la OTAN y mejorar nuestras capacidades para no ser dependientes por fin, pero no darle a Trump ning¨²n motivo ni coartada para que retire su paraguas de seguridad¡±, dice una alta fuente de la Alianza Atl¨¢ntica. ¡°Y ese equilibrio est¨¢ en desarrollarse, invertir y avanzar para ser un socio, un aliado apetecible¡±, a?ade la fuente.
La UE present¨® su estrategia europea de defensa hace un a?o. Fue el inicio de un paso de gigante que contemplaba un sistema de compras conjuntas, la reposici¨®n de arsenales y el desarrollo de las empresas militares europeas. Pero ha ido lento. En ese entonces, los informes de inteligencia revelaban que Putin, el gran desestabilizador, preparaba alg¨²n tipo de agresiones en suelo europeo en un plazo de un lustro para poner a prueba la fidelidad de la OTAN. Los sabotajes, los ciberataques y la guerra encubierta del Kremlin se hab¨ªan intensificado en Europa. Y, desde entonces, no han cesado.
Ahora, ese escenario sigue inalterado, pero Europa est¨¢ en una nueva fase. A la guerra en Ucrania, la amenaza rusa, la crisis en Oriente Pr¨®ximo y la asertividad de China se suma el divorcio no deseado con el Estados Unidos de Donald Trump. Esta semana, la UE ha dado un paso hist¨®rico al respaldar un plan de rearme que aspira a movilizar 800.000 millones de euros y que, por primera vez, da v¨ªa libre a emitir deuda com¨²n (150.000 millones) en forma de pr¨¦stamos garantizados con el presupuesto europeo para compras conjuntas de armas y grandes proyectos miliares paneuropeos.
Europa, dice Kristina Kausch, subdirectora para el sur del centro de an¨¢lisis German Marshall Fund, debe hacerse cargo de su propia defensa. No solo por Trump, que ha llegado a poner en duda el principio de defensa de un aliado de la OTAN en caso de ataque ¡ªalgo que est¨¢ en el coraz¨®n de la Alianza¡ª. La raz¨®n es, sobre todo, la autonom¨ªa estrat¨¦gica. ¡°Ahora la defensa europea colectiva no est¨¢ en posici¨®n de aguantar mucho tiempo para defender a Ucrania, protegernos a nosotros e incluso rechazar una agresi¨®n nuclear de Rusia¡±, se?ala.
El plan de rearme de la UE busca ayudar a desarrollar la industria de defensa europea, tras a?os de declive e infrafinanciaci¨®n, y tambi¨¦n ensanchar el gasto militar de los Estados miembros. Veintitr¨¦s de los 27 son parte de la OTAN, que debate ahora acordar un nuevo compromiso de inversi¨®n en defensa, hoy del 2% del PIB. Mark Rutte, el nuevo secretario general de la organizaci¨®n militar ha lanzado que esa nueva cifra tendr¨¢ que superar el 3%. Aunque hay pa¨ªses, como Espa?a (aliado desde 1982) que no alcanzan ese 2%. El presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez, ha anunciado que acelerar¨¢ para llegar a esa meta de inversi¨®n antes de 2029, la fecha que se hab¨ªa marcado.
Los planes de inversi¨®n militar buscan no solo reforzar a los Estados. Quieren, adem¨¢s, que las capitales aumenten sus env¨ªos de armamento a Ucrania. Todo, en un momento extremadamente delicado, en el que EE UU ya ha iniciado negociaciones con Rusia y ha congelado el suministro de armas e informaci¨®n de inteligencia a Kiev tras la bronca de Trump al presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, en el Despacho Oval la semana pasada.
¡°Nuestra prosperidad y seguridad se han vuelto m¨¢s inciertas¡±, lanz¨® el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, el mi¨¦rcoles en un discurso hist¨®rico. ¡°Estamos entrando en una nueva era¡±, advirti¨® el l¨ªder del El¨ªseo, que remarc¨® que en este mundo de peligro ¡°ser¨ªa una locura¡± permanecer de brazos cruzados. Macron, el ¨²nico l¨ªder de la UE con interlocuci¨®n directa con Trump, preparaba as¨ª a los franceses, a los europeos, de los enormes cambios que est¨¢n por llegar. Y ofreci¨® abrir el debate para extender el paraguas nuclear de Francia ¡ªes el ¨²nico europeo, junto al Reino Unido, con armas nucleares¡ª a los aliados en Europa. ¡°El plan de rearme es solo el principio¡±, vaticina una alta fuente comunitaria.
En las ¨²ltimas semanas, en los corredores diplom¨¢ticos y en los despachos de los l¨ªderes se vive un ritmo fren¨¦tico para tejer una respuesta europea al proceso de paz con Rusia. Europa, a la que Trump ha dejado fuera de una mesa de di¨¢logo en la que Ucrania entra solo de refil¨®n, dise?a ahora una arquitectura de seguridad para blindar el pa¨ªs invadido tras la guerra e impedir otra agresi¨®n rusa. Incluso desplegando tropas sobre el terreno. La iniciativa se construye en torno a una ¡°coalici¨®n de voluntarios¡± liderada por Francia y el Reino Unido, que buscan sumar a otros. Y pese a que los europeos buscan la implicaci¨®n de Washington en la misi¨®n para sumarse abordo, avanza a una velocidad hipers¨®nica. El martes, los jefes de Estado mayor de los pa¨ªses dispuestos o interesados en enviar soldados al terreno se reunir¨¢n en la capital francesa, convocados por Macron.
El esquema de esa ¡°coalici¨®n de voluntarios¡±, coordinada por Par¨ªs y Londres da una idea de la estructura de la red europea. Y de lo que podr¨ªa ser el desarrollo de ese pilar continental dentro de la OTAN. El viernes, tras la cumbre de la UE en la que se avanz¨® hacia el rearme, la c¨²pula de las instituciones comunitarias se reuni¨® por videoconferencia con los l¨ªderes de Turqu¨ªa, Canad¨¢, Noruega, Reino Unido e Islandia. Sobre la mesa, las f¨®rmulas para colaborar en proyectos de defensa y el apoyo a Kiev.
¡°Es una paradoja que 500 millones de europeos pidan a 300 millones de estadounidenses que los protejan de 140 millones de rusos¡±, apunt¨® el primer ministro polaco, Donald Tusk, el jueves durante la cumbre de la UE. El l¨ªder polaco ha lanzado en los ¨²ltimos d¨ªas que el pa¨ªs del este deber¨ªa analizar la adquisici¨®n de armas nucleares y armas modernas convencionales, y anunci¨® una nueva regulaci¨®n para que todos los hombres adultos del pa¨ªs reciban entrenamiento militar obligatorio para estar preparados en caso de guerra. Polonia se convertir¨ªa as¨ª en otro de los pa¨ªses europeos en volver a alguna forma de reservista.
Un cambio que se suma a otros signos de ese cambio de era. Como Alemania, en otra ¨¦poca adalid de la austeridad, que ha anunciado un giro en pol¨ªtica fiscal para permitir el gasto sin tope en defensa e infraestructuras y que defiende ahora en Bruselas un cambio en las reglas fiscales para que no se penalice los d¨¦ficits en inversi¨®n militar ya no durante cuatro a?os, como ha propuesto la Comisi¨®n Europea, sino durante m¨¢s tiempo.
Mutaciones cruciales que se producen mientras se calienta el debate sobre la uni¨®n europea de la defensa, la uni¨®n militar o el desarrollo de ese pilar europeo dentro de la OTAN. Un denso informe del Centro Belfer, de la Harvard Kennedy School, analiza esas f¨®rmulas. ¡°Europa debe asumir un papel significativamente mayor en su propia defensa, tanto para proteger al continente de la agresi¨®n rusa como para garantizar que la OTAN siga siendo una alianza viable y valiosa para Estados Unidos¡±, dicen sus expertos.
El primer paso para ese pilar europeo es la financiaci¨®n, que ha empezado a desarrollarse. Pero tambi¨¦n hay que abordar otros, se?alan: ampliar las fuerzas armadas permanentes y las fuerzas de la reserva, hacer m¨¢s maniobras sistem¨¢ticas a gran escala para lograr y mantener la preparaci¨®n de las estructuras, adquirir (o desarrollar) nuevas capacidades estrat¨¦gicas en vigilancia a¨¦rea, patrullaje mar¨ªtimo, transporte pesado, inteligencia, guerra electr¨®nica, supresi¨®n de defensa a¨¦rea enemiga y defensas a¨¦reas y misiles. Tambi¨¦n, elementos log¨ªsticos cruciales, como construir un inventario de seis meses de municiones, combustible y piezas de repuesto. Adem¨¢s de abordar la enorme fragmentaci¨®n de la industria armament¨ªstica de Europa.
Camille Grand, investigador del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) y uno de los estudiosos que ha aportado al informe de Harvard, habla tambi¨¦n de otro punto clave que recoge el estudio: la importancia de desarrollar e invertir en industrias europeas. ¡°Europa tiene capacidad de hacerlo¡±, incide por tel¨¦fono Grand, alto cargo de la OTAN hasta 2022. El informe se?ala tambi¨¦n la colaboraci¨®n de las industrias de la UE con la de Reino Unido y Turqu¨ªa ¡ªalgo que a¨²n es ciertamente pol¨¦mico¡ª y tambi¨¦n con las norteamericanas y asi¨¢ticas.
Hans Kribbe, fundador del Instituto de Geopol¨ªtica de Bruselas, explica que esa idea del pilar europeo dentro de la OTAN no es nueva. El experto se?ala que adem¨¢s de la financiaci¨®n y de abordar la fragmentaci¨®n de la industria de la defensa, ¨¦sta necesita volver m¨¢s eficiente. ¡°Todo esto tambi¨¦n significa que la estructura de mando europea, si hay ej¨¦rcitos m¨¢s fuertes en Europa, deben tener una arquitectura dentro de la cual puedan cooperar y, si es necesario, tambi¨¦n hacer operaciones de combate, operaciones militares¡±, se?ala el experto.
Muchos creen que la tarea de Europa es colosal y dif¨ªcilmente abordable. Y ha pa¨ªses, como Polonia, los n¨®rdicos o los b¨¢lticos que se resisten a romper el cord¨®n umbilical con Washington y tienen esperanzas en que Trump reconduzca sus posturas. En el corto plazo, el objetivo europeo es evitar la capitulaci¨®n humillante de Ucrania y blindar al pa¨ªs (y la seguridad de Europa) tras la guerra. En el medio y largo plazo, la meta es dejar de ser dependientes de EE UU. ¡°Europa se enfrenta a un peligro claro y presente¡±, ha dicho la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen. ¡°Tenemos que asumir m¨¢s responsabilidad por nuestra propia seguridad. Porque la urgencia es real¡±.
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