Elisa Ferreira: ¡°La pol¨ªtica de cohesi¨®n no puede sacrificarse para invertir en la transici¨®n verde y Defensa¡±

La comisaria Elisa Ferreira (Oporto, 68 a?os) dirige el que ha sido durante d¨¦cadas uno de los departamentos estrella de la Comisi¨®n Europea, Cohesi¨®n. Desde su despacho en Bruselas, esta socialista controla el reparto de centenares de miles de millones (368.000 en el periodo presupuestario que va de 2021 a 2027) para estas pol¨ªticas de la Uni¨®n que tanto impacto han tenido en su pa¨ªs, Portugal, en Espa?a o en Italia y tienen en los pa¨ªses del este. Estos programas empiezan a mostrar cierto agotamiento, como viene a decir el informe que el Ejecutivo europeo encarg¨® a unos expertos entregado en febrero o la evaluaci¨®n anual del departamento: se apunta que en las regiones de Estados que reciben el dinero desde hace d¨¦cadas, principalmente los pa¨ªses del sur, el proceso de cohesi¨®n se ha frenado e, incluso, se ha retrocedido en algunos sitios; en cambio, all¨ª donde se reciben los recursos desde hace menos tiempo, en el centro y el este de Europa, se sigue avanzando.

Ferreira conoce estas conclusiones, regala una copia en papel al visitante, pero opta por ver el vaso medio lleno. ¡°La situaci¨®n ser¨ªa muy negativa si no fuera por la pol¨ªtica de cohesi¨®n. No cabe pedir a la pol¨ªtica de cohesi¨®n corregir todo y compensar todas las otras pol¨ªticas. Hay problemas por resolver, pero ha funcionado muy bien¡±, responde cuando se le pregunta si ha llegado el momento de hacer cambios profundos en una pol¨ªtica que se lanz¨® con mucha fuerza cuando llegaron Espa?a y Portugal a la UE. ¡°Probablemente, hay que cambiar la forma en que las regiones estructuran sus objetivos, sus ambiciones, para utilizar los fondos de cohesi¨®n. Tener dinero es condici¨®n necesaria, pero no suficiente¡±. ?A qu¨¦ se refiere? Esta varias veces exministra del Gobierno luso viene a explicar que en un primer momento es f¨¢cil que estas inversiones tengan impacto, se trata de construir infraestructuras (carreteras, hospitales, escuelas). ¡°Cuando llegan a un cierto nivel de renta, las cosas se vuelven m¨¢s complejas. Entonces hay que a?adir valor a la producci¨®n, hay que trabajar en el valor a?adido de las empresas. Eso es bastante m¨¢s complejo que hacer ferrocarriles, carreteras¡±, justifica.

Sabe que el plan de Recuperaci¨®n, la herramienta estrella de esta Comisi¨®n para lanzar la econom¨ªa tras la pandemia, ha restado protagonismo a los fondos estructurales: ¡°Por una raz¨®n que me parece muy sencilla, el fondo de recuperaci¨®n es nuevo¡±, resume en un espa?ol casi perfecto en el que introduce de vez en cuando alguna palabra en portugu¨¦s. ¡°Uno de los problemas de los fondos estructurales es que muchos pa¨ªses que los reciben hace muchos a?os, los han tomado como adquiridos. Luchan por ellos unos meses durante la negociaci¨®n inicial y, despu¨¦s, es como un h¨¢bito. Eso es muy peligroso porque hay cambios enormes en curso: debemos entender que hay que preparar toda la industria, la agricultura, las infraestructuras p¨²blicas y privadas para un mundo que va a ser un mundo mucho m¨¢s exigente¡±, advierte. ¡°Espero que los pa¨ªses tengan la inteligencia de articular los dos instrumentos de una forma coherente¡±.

Del funcionamiento y la gesti¨®n del plan de Recuperaci¨®n, Ferreira saca algunas conclusiones positivas, ¡°pero hay elementos que tenemos que preservar en la pol¨ªtica de cohesi¨®n¡±. Se nota que no le entusiasma condicionar la llegada del dinero de cohesi¨®n a que los Estados hagan reformas. ¡°Me parecen bien reformas que mejoren la gesti¨®n de los fondos para estimular el crecimiento de regiones d¨¦biles. Puede ser, por ejemplo, reformas que afectan a programas de gesti¨®n centralizada (grandes infraestructuras), como la contrataci¨®n p¨²blica¡±. Aunque a continuaci¨®n matiza mucho: ¡°Cambiar la visi¨®n parece que tiene m¨¢s sentido. Esto no quiere decir que no haya al lado una estructura especial para financiar algunas otras reformas. Pero eso no tiene que ser condicionado a las inversiones, que tienen que tener su l¨®gica, un plan de desarrollo que sea adaptado a las circunstancias de cada territorio¡±.

Esos cambios en los fondos estructurales pueden llegar cuando, ya con la nueva Comisi¨®n, en la que no estar¨¢ Ferreira, empezar¨¢ a negociarse el nuevo marco presupuestario de la Uni¨®n, de 2028-2035. Aunque antes habr¨¢ otra batalla en la arena fiscal de la UE: ?tendr¨¢ sucesor el Fondo de Recuperaci¨®n para financiar las transiciones gemelas, energ¨¦tica y digital, y las necesidades en Seguridad y Defensa? ?C¨®mo? Su colega de familia pol¨ªtica y en el Colegio de Comisarios, Paolo Gentiloni, lo pide, y el Gobierno espa?ol tambi¨¦n. Ella se suma. No entra en grandes detalles, pero deja claro que su postura pasa por aumentar el presupuesto la Uni¨®n, ahora limitado al 1% del PIB conjuntos de los Veintisiete: ¡°Hay que enfrentar el problema, porque es muy dif¨ªcil, con fondos tan limitados, hacer lo que tenemos que hacer. La pol¨ªtica de cohesi¨®n no puede ser sacrificada en este contexto y tambi¨¦n porque estamos preparando, a la vez, la ampliaci¨®n, de la UE¡±.

La advertencia de quien tambi¨¦n fue subgobernadora del Banco de Portugal tiene un contexto: los pa¨ªses del norte, los m¨¢s ricos, suelen apuntar hacia los fondos estructurales como una partida a reducir para destinar a otros fines cada vez que se abre el mel¨®n de las cuentas comunes. Se vio hace apenas unos meses, cuando la UE negoci¨® la revisi¨®n del marco presupuestario 2021-2027. Les da argumentos que la atenci¨®n de los Estados ahora est¨¦ en el Fondo de Recuperaci¨®n y el dinero de cohesi¨®n se gaste con m¨¢s lentitud.

En esto ¨²ltimo, Espa?a suele dar la nota. Deja la ejecuci¨®n de estos recursos para ¨²ltima hora. ?Hay alg¨²n problema? ¡°Cuando termina un periodo, Espa?a ha gastado todo. No, no tiene un problema de no utilizar todos los recursos¡±. ¡°Pero probablemente lo m¨¢s interesante es la calidad [de las inversiones]. No estoy hablando de Espa?a, hablo de muchos pa¨ªses¡±.