Un Biden afilado golpea a Trump en un igualado debate presidencial

Un Joe Biden afilado y con r¨¦plicas bien preparadas sali¨® al ataque de Donald Trump en el ¨²ltimo debate presidencial antes de las elecciones del 3 de noviembre. El candidato dem¨®crata aprovech¨® la discusi¨®n sobre la pandemia para golpear al presidente, impecable en las formas pero implacable en el fondo, y salt¨® a la yugular cuando la velada se adentr¨® en el fango de las acusaciones de corrupci¨®n. El republicano, m¨¢s contenido de lo habitual, se defendi¨® sin estridencias de los golpes del candidato dem¨®crata, lo que mejor¨® su imagen tras el caos del primer encuentro y lo acerc¨® a los conservadores cansados de la crispaci¨®n, pero tambi¨¦n hizo evidente que, sin el ruido, pierde parte de su aura.

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El debate, en im¨¢genes

Trump y Biden se encontraron en la Universidad de Belmont, en Nashville (Tennessee), a 12 d¨ªas del D¨ªa D para pelear por los ¨²ltimos votos indecisos, azuzar a los seguidores que no tienen claro si acudir a las urnas o desmovilizar a sus adversarios. A diferencia del primer cruce, el dem¨®crata no dej¨® esta vez que el republicano se escapara de la mayor crisis que azota el pa¨ªs, la pandemia que se ha cobrado ya cerca de 223.000 vidas en Estados Unidos. ¡°Este es el mismo tipo que dijo que esto iba a acabar para Pascua, pero vamos hacia un invierno oscuro y no tiene un plan¡±, se?al¨®.

El mandatario replic¨® que el virus era responsabilidad de China, pa¨ªs donde comenz¨® el brote y expuso su propio contagio, por el que estuvo hospitalizado, para restar gravedad a la crisis sanitaria, insistiendo en que ¡°el 99% de la gente se recupera¡±. Asegur¨® que la vacuna estar¨ªa lista en cuesti¨®n de semanas. ¡°?l dice que la gente est¨¢ aprendiendo a vivir con ello, no, la gente est¨¢ aprendiendo a morir con ello, muchos de ustedes tienen una silla vac¨ªa en la cocina¡±, replic¨® Biden.

El ganador o el perdedor de un debate electoral se decide a partir de las expectativas. En realidad, los candidatos compiten contra s¨ª mismos. Biden, de 77 a?os, no es un buen polemista ni un gran orador, pero este jueves asest¨® golpes certeros a Trump, habl¨® con m¨¢s aplomo que en el primer cruce y no cometi¨® errores de bulto. El republicano, de 74 a?os, una criatura televisiva, fue de menos a m¨¢s a lo largo de la noche, sobre todo cuando comenz¨® a etiquetar a Biden, despectivamente, como ¡°pol¨ªtico¡± de frases hechas y se erigi¨® en ese hombre ajeno a las normas de Washington que les habla con cruda franqueza, el aspecto m¨¢s valorado por sus seguidores.

Bajado de ese toro mec¨¢nico en el que parece subido en ocasiones, Trump logr¨® transmitir su mensaje de forma m¨¢s presidencial, algo que le hab¨ªan recomendado sus asesores despu¨¦s del espect¨¢culo virulento en el que se convirti¨® el debate de septiembre, y que puede haberle reconciliado con alg¨²n republicano espantado. Pero enfrente tambi¨¦n tuvo a un Biden mejorado. Cuando comenz¨® a atacar a su rival por los negocios de su hijo, Hunter Biden, en Ucrania, lo que se promet¨ªa el cap¨ªtulo m¨¢s turbulento de la noche, no logr¨® desestabilizar al contrario.

El hijo del candidato dem¨®crata fue contratado por una compa?¨ªa gasista ucrania, Burisma, con un sueldo de oro en la ¨¦poca en la que su padre era vicepresidente de la Administraci¨®n de Obama. El fichaje despert¨® recelos y cr¨ªticas, pero ni la justicia ucrania ni una investigaci¨®n de los republicanos en el Congreso hall¨® indicios de que ese trato hubiese influido en la pol¨ªtica de Washington hacia Kiev en aspecto alguno. Trump ha encontrado, pese a ello, una veta de la que tirar para tratar de asociar a Biden con la corrupci¨®n, del mismo modo que hizo en 2016 con Hillary Clinton, a la que siempre llam¨® ¡°Hillary, la corrupta¡±.

Sin base, acus¨® a Biden de cobrar de China, Rusia y Ucrania. ¡°Su hijo no tuvo un trabajo en su vida y en cuanto ¨¦l es vicepresidente lo contratan¡±, critic¨®. ¡°Tu hermano hizo millones de d¨®lares, tu otro hermano gan¨® una fortuna, todo a trav¨¦s de ti, Joe. Y dicen que t¨² te llevabas una parte. Vives muy bien en casas por todas partes¡±, dijo, sin detalles.

Biden salt¨® entonces al cuello del presidente. ¡°Yo no he recibido un penique de ninguna fuente extranjera en toda mi vida¡±, dijo, para a?adir: ¡°Usted es quien ten¨ªa una cuenta bancaria en China [dato publicado hace unos d¨ªas por The New York Times]. En segundo lugar, yo he entregado todas mis declaraciones de la renta de 22 a?os y usted no ha entregado ni una sola. ?Qu¨¦ est¨¢ escondiendo? Rusia le paga a usted mucho, China tambi¨¦n le paga mucho a trav¨¦s sus negocios¡±, a?adi¨®, en referencia al grupo hotelero del presidente, gestionado por sus hijos.

Pese al rifirrafe, fue un debate completamente diferente del primero, tan bronco aquel que oblig¨® a cambiar las normas del siguiente. Esta vez, en cada bloque tem¨¢tico, los candidatos pod¨ªan hacer su exposici¨®n inicial, de dos minutos, sin interrupci¨®n porque los organizadores apagaban el micr¨®fono del contrario. Pero luego, en las preguntas y r¨¦plicas, tambi¨¦n hubo una discusi¨®n ordenada, a la que el vicepresidente de la era Obama pareci¨® llegar m¨¢s preparado. Por t¨®pico que parezca, si hubiese que se?alar a un vencedor indiscutible, se tratar¨ªa de la moderadora, Kristen Welker, la corresponsal de la cadena NBC en la Casa Blanca, que llev¨® el debate a ese equilibrio dif¨ªcil entre la frescura y el intercambio sereno.

Aun as¨ª, la velada dej¨® frases para la historia, como cuando el republicano dijo: ¡°Nadie ha hecho m¨¢s por la comunidad negra que Donald Trump, con la posible excepci¨®n de Abraham Lincoln [el presidente que termin¨® con la esclavitud]¡±. Biden se mof¨® poco despu¨¦s. ¡°Este Abraham Lincoln que tenemos aqu¨ª...¡±. En inmigraci¨®n, sac¨® su versi¨®n dura, la misma de 2016, cuando la moderadora le pregunt¨® por los 545 ni?os separados de sus padres en la frontera que no pueden reunirse porque no encuentran a los progenitores. Trump replic¨® que a los menores los trae ¡°gente mala¡± y denunci¨® la llegada de ¡°asesinos y violadores¡±. Biden, por su parte, prometi¨® una reforma para regularizar a 11 millones de inmigrantes indocumentados.

Imposible medir el efecto de esta noche, son pocos los electores indecisos y hay 47 millones los estadounidenses que, de hecho, ya han votado de forma anticipada. La ¨²nica certeza es que esta noche en Tennessee, tierra de bourbon y m¨²sica country, el mundo vio el ¨²ltimo debate presidencial de Donald Trump. Aunque ganase la reelecci¨®n, no se podr¨ªa postular a un tercer mandato.

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