Ni Biden ni el Partido Dem¨®crata se replantean la candidatura
El informe del fiscal Robert Hur, que critica la agudeza mental del presidente, ha reabierto el debate sobre su idoneidad para las presidenciales de noviembre. Su sustituci¨®n es posible pero inusual y poco probable
La Sala Diplom¨¢tica, una coqueta habitaci¨®n decorada en tonos pastel en la planta baja de la Casa Blanca, suele utilizarse para las fotograf¨ªas formales que el presidente de turno se toma con sus invitados en festejos navide?os y celebraciones varias. Por sus dimensiones m¨¢s reducidas que los grandes salones de la planta noble, fue la elegida el jueves para que Joe Biden compareciera ante la prensa tras el devastador informe del fiscal Robert Hur, que le exculpaba de haberse apropiado de material clasificado, pero pon¨ªa en duda su capacidad de memoria. La idea era que, en un escenario m¨¢s recogido, donde el presidente se faja mejor que ante multitudes, demostrara frente a las c¨¢maras excelentes facultades mentales. El resultado fue el opuesto: sus varias meteduras de pata durante la sesi¨®n avivaron la pol¨¦mica sobre si se encuentra en condiciones para presentarse a un segundo mandato.
La Casa Blanca y sus simpatizantes dem¨®cratas han salido en masa a defender al presidente, que en esa intervenci¨®n confundi¨® a Egipto con M¨¦xico y se qued¨® a medias al describir el rosario de su hijo fallecido, Beau Biden. ¡°Nadie que trabaje aqu¨ª puede estar de acuerdo [con el informe de Hur]. Todos vemos a una persona que trabaja muy, muy duro, que entiende perfectamente c¨®mo se sienten los estadounidenses y c¨®mo responder a las cuestiones que les importan¡±, sosten¨ªa su portavoz, Karine Jean-Pierre, en su rueda de prensa diaria el viernes.
El miedo es que se consolide una imagen de Biden como ese ¡°anciano bienintencionado con mala memoria¡± que describe el informe del fiscal, que argumentan que es una caricatura muy distante de lo que ellos perciben a diario. ¡°La edad de Biden representa su principal impedimento para la reelecci¨®n y esta descripci¨®n puede ser muy da?ina¡±, reconoce en su blog Dan Pfeiffer, antiguo asesor pol¨ªtico en la Casa Blanca durante la era de Barack Obama y vicepresidencia de Biden.
El informe de Hur ha echado le?a al fuego sobre un debate que lleva tiempo abord¨¢ndose en sordina en algunos c¨ªrculos: la idoneidad del presidente para presentarse a la reelecci¨®n. En redes sociales abundan las fotos, v¨ªdeos y memes que retratan sus r¨ªgidos andares y sus meteduras de pata. Las encuestas le otorgan los niveles m¨¢s bajos de popularidad para un mandatario estadounidense en los ¨²ltimos tiempos, y le colocan por detr¨¢s de su previsible rival republicano, Donald Trump, de cara a los comicios de noviembre. Un sondeo para The New York Times en noviembre pasado indicaba que un 70% de los votantes en los estados bisagra estaban de acuerdo con que Biden ¡°es demasiado mayor para ser un presidente efectivo¡±. Solo la mitad opinaba lo mismo del candidato republicano, Donald Trump, cuatro a?os menor que ¨¦l y que tambi¨¦n ha confundido nombres y acontecimientos en p¨²blico.
Los logros de su mandato
Pero la jerarqu¨ªa del Partido Dem¨®crata permanece firme en su apoyo a Biden, un hombre para el que hablar en p¨²blico siempre ha sido dif¨ªcil ¡ªtartamudeaba de ni?o¡ª y que ha sido propenso a peque?as meteduras de pata al hablar a lo largo de toda su carrera pol¨ªtica. Sus partidarios apuntan a los logros de un mandato que ha relanzado la econom¨ªa estadounidense y ha dejado el paro en los niveles m¨¢s bajos en medio siglo, y que en el exterior ha normalizado las relaciones con los aliados tras los sobresaltos de la era Trump. Recuerdan que en 2019 y 2020 ya se plante¨® un debate similar sobre la edad, y la popularidad, del entonces exvicepresidente. Que sus primeros resultados en las primarias fueron decepcionantes. Que se acab¨® imponiendo con claridad en ellas, y en las presidenciales de 2020. Y que en cada una de las primarias que se han celebrado hasta ahora este a?o, Biden ha obtenido triunfos rotundos.
El presidente tampoco ha dado se?ales de plantearse renunciar a la candidatura, convencido de que es la persona id¨®nea para derrotar de nuevo a Trump en noviembre. El jueves, cuando una periodista le preguntaba por la preocupaci¨®n de los votantes en torno a su edad, insist¨ªa molesto en que ¡°esa es una opini¨®n suya¡±.
En tiempos modernos, ninguno de los dos grandes partidos en EE UU ha intentado reemplazar a su candidato. En 2016, la entonces aspirante dem¨®crata, Hillary Clinton, se desmay¨® mientras asist¨ªa a una ceremonia de conmemoraci¨®n de los atentados del 11 de septiembre de 2001, algo que hizo plantearse esa posibilidad a Donna Brazile, la entonces presidenta en funciones del Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata. Pero Brazile abandon¨® la idea r¨¢pidamente, seg¨²n ha escrito en sus memorias. Algo similar ocurri¨® en el campo republicano ese a?o, cuando se filtr¨® una conversaci¨®n en la que Trump recomendaba agarrar a las mujeres ¡°por el co?o¡±, pero el presidente del partido, Reince Preibus, declar¨® entonces que ¡°no existe un mecanismo para eso¡±.
Convenci¨®n dem¨®crata
De cambiar de opini¨®n, Biden podr¨ªa sugerir una sustituci¨®n en la convenci¨®n dem¨®crata, la gran reuni¨®n del partido en agosto que formalizar¨¢ el nombramiento de su representante en las presidenciales. Las normas de la formaci¨®n estipulan que los delegados que votan en ese foro est¨¢n ¡°encomendados¡±, pero no ¡°comprometidos¡±, con un candidato, y deben representar ¡°de buena fe¡± las opiniones de quienes les designaron.
Los precedentes de un nombramiento directo en una convenci¨®n no son muchos, ni recientes. El ¨²ltimo data de 1968, cuando Lyndon Johnson renunci¨® a buscar la reelecci¨®n. Tras el asesinato de Robert Kennedy, el favorito de los votantes dem¨®cratas, Hubert Humphrey, el vicepresidente, qued¨® nombrado en la convenci¨®n del partido en Chicago ¡ªla ciudad que tambi¨¦n acoger¨¢ este a?o ese c¨®nclave electoral¡ª, en unas jornadas rodeadas de caos. Humphrey sufri¨® una contundente derrota frente al republicano Richard Nixon.
Uno de los problemas que afrontar¨ªa el partido, en caso de llegar a esa situaci¨®n, ser¨ªa qui¨¦n podr¨ªa reemplazar a Biden, que concurre a las primarias casi sin oposici¨®n. Su vicepresidenta, Kamala Harris, nunca ha terminado de despegar en las encuestas de popularidad. De otras posibilidades, como los gobernadores de California, Gavin Newsom, o de Michigan, Gretchen Whitmer, muy leales al presidente, se considera que prefieren reservar sus opciones para los comicios de 2028.
De momento, los partidarios de Biden se plantean continuar su firme defensa del presidente. Y, quiz¨¢, que el inquilino de la Casa Blanca comparezca m¨¢s ante el p¨²blico, como le exige este s¨¢bado un editorial de The New York Times: ¡°El presidente tiene que tranquilizar y crear confianza entre el p¨²blico haciendo cosas que hasta ahora no ha estado dispuesto a hacer de manera convincente¡±. ¡°Tiene que salir a hacer campa?a m¨¢s, en contactos con los votantes fuera de guion. Puede celebrar m¨¢s sesiones de preguntas y respuestas con votantes en las comunidades o en televisi¨®n. Deber¨ªa celebrar ruedas de prensa con regularidad¡±, agrega.
Mientras tanto, su rival republicano, Trump, ha optado por mantener silencio en torno al debate sobre la edad, para centrarse en el asunto clave del informe de Hur, la exculpaci¨®n de Biden sobre los documentos clasificados en su poder tras dejar la vicepresidencia. El antiguo mandatario, que afronta 41 cargos por retener a su vez de modo voluntario mucho m¨¢s material, se ha limitado a indicar que si los fiscales han exonerado al actual inquilino de la Casa Blanca, ¡°tampoco deber¨ªan presentar cargos contra m¨ª¡±.
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