Biden usa el discurso del estado de la Uni¨®n para atacar a Trump y lanzar la campa?a para su reelecci¨®n
El presidente de Estados Unidos convierte su comparecencia ante el Congreso en una agresiva defensa de su idoneidad para desempe?ar el cargo durante cuatro a?os m¨¢s
Joe Biden ofreci¨® este jueves el discurso del estado de la Uni¨®n m¨¢s esperado de la historia reciente, porque tambi¨¦n era un discurso sobre el estado de la campa?a para su reelecci¨®n como presidente de Estados Unidos, y, sobre todo, un discurso sobre su estado de salud. En estos tiempos excepcionales, los 68 minutos de su intervenci¨®n en el Capitolio eran un chequeo m¨¦dico ante el pa¨ªs y ante el mundo a las capacidades de un hombre de 81 a?os para pilotar el barco de la primera potencia mundial durante otra legislatura. Porque cuando esta termine, Biden tendr¨¢ 86 a?os.
Suele afirmarse q...
Joe Biden ofreci¨® este jueves el discurso del estado de la Uni¨®n m¨¢s esperado de la historia reciente, porque tambi¨¦n era un discurso sobre el estado de la campa?a para su reelecci¨®n como presidente de Estados Unidos, y, sobre todo, un discurso sobre su estado de salud. En estos tiempos excepcionales, los 68 minutos de su intervenci¨®n en el Capitolio eran un chequeo m¨¦dico ante el pa¨ªs y ante el mundo a las capacidades de un hombre de 81 a?os para pilotar el barco de la primera potencia mundial durante otra legislatura. Porque cuando esta termine, Biden tendr¨¢ 86 a?os.
Suele afirmarse que la cita es la intervenci¨®n m¨¢s importante del a?o para el inquilino de la Casa Blanca, pero esta vez no resultaba arriesgado a?adir que tambi¨¦n era la m¨¢s relevante de la longeva carrera del pol¨ªtico dem¨®crata. La convirti¨® en un fiero ataque contra su rival, Donald Trump (y a ratos se qued¨® solo en eso), as¨ª como en el primer gran acto de su campa?a y en una agresiva defensa de su idoneidad para ser reelegido en noviembre.
La prueba m¨¦dica se emiti¨® en horario de m¨¢xima audiencia para que millones de sus compatriotas pudieran escuchar de su boca la defensa de los logros de tres a?os en el cargo y unas cuantas promesas, y de paso comprobar hasta qu¨¦ punto le asisten las facultades cuyos cr¨ªticos dicen que ya no le acompa?an. Pues bien, Biden super¨® esa prueba, o, al menos (tan bajas eran las expectativas), no se le escap¨® ninguno de esos lapsus (confundir Macron con Mitterrand, M¨¦xico con Egipto) que dan la vuelta al mundo y que llevaron al fiscal especial Robert Hur, que investigaba su manejo de unos documentos confidenciales de sus tiempos como vicepresidente, a definirlo como un ¡°hombre mayor con mala memoria¡±.
Ser¨ªa mucho decir que quedaron disipadas las sombras sobre su capacidad para desempe?ar cuatro a?os m¨¢s uno de los trabajos m¨¢s dif¨ªciles del mundo, pero dentro de las carencias de alguien que nunca fue un gran orador y teniendo en cuenta que ley¨® un texto partido en frases muy cortas y con muchos signos de exclamaci¨®n que hab¨ªa preparado durante meses, se lo vio en¨¦rgico y desafiante, con un tono que roz¨® el grito y con un discurso que, sin embargo, ofreci¨® poco de nuevo para los votantes independientes, m¨¢s all¨¢ de su argumento habitual de que solo apoy¨¢ndole a ¨¦l se salvar¨¢ la democracia.
Ese ¡°hombre mayor¡± empez¨® 25 minutos tarde sobre el horario previsto, en parte, porque hizo un pase¨ªllo por el hemiciclo antes de subirse al estrado en el que pareci¨® que iba a detenerse con todos los presentes, una mezcla de congresistas y senadores de ambos partidos, miembros de su Gabinete y los magistrados del Tribunal Supremo. Una vez arriba, se coloc¨® entre la vicepresidenta, Kamala Harris, y el speaker Mike Johnson, l¨ªder de los republicanos en la C¨¢mara de Representantes, que llevan un a?o de crisis sin fin y desgobierno.
Biden empez¨® remont¨¢ndose a 1941 (un a?o antes de su nacimiento), y record¨® al entonces presidente Franklin Delano Roosevelt, aquella vez en que se dirigi¨® a la naci¨®n desde el mismo p¨²lpito ¡°y Hitler estaba en su apogeo¡± en Europa. Ese recuerdo le sirvi¨® para alertar de que ¡°la libertad y la democracia est¨¢n siendo atacadas tanto dentro como fuera de Estados Unidos¡±. ¡°Si alguien piensa que [Vlad¨ªmir] Putin va a parar en Ucrania, les aseguro que no lo har¨¢¡±, a?adi¨®.
Con esa advertencia dio paso a un discurso en el que trabaj¨® hasta el ¨²ltimo minuto, seg¨²n fuentes de la Casa Blanca, para vender que bajo su mando, EE UU est¨¢ protagonizando un ¡°regreso¡± a sus esencias. Sobre el papel, era un texto de 6.442 palabras, pero ni una sola de esas palabras era ¡°Trump¡±, aunque el republicano lo sobrevolara todo. S¨ª se refiri¨® a ¨¦l como ¡°el expresidente¡± o su ¡°predecesor¡± (t¨¦rmino que us¨® hasta en 13 ocasiones). Le afe¨® a este que recientemente dijera que ¡°animar¨¢¡± a Rusia a que haga ¡°lo que diablos quiera¡± con los aliados de la OTAN que no contribuyan al presupuesto de la Alianza (declaraciones que el presidente calific¨® de ¡°indignantes, peligrosas e inaceptables¡±). Tambi¨¦n, que desde la Casa Blanca maniobrara para tumbar el derecho al aborto, que derog¨® el Tribunal Supremo en 2022.
El (no) aludido, reaccion¨® en su red social, Truth, durante la retransmisi¨®n televisiva y al poco de que esta terminara: ¡°Ha debido de ser el m¨¢s airado, menos compasivo, y el peor discurso sobre el estado de la Uni¨®n de la historia. Ha sido una verg¨¹enza para nuestro pa¨ªs¡±, escribi¨® Trump, que le saca cinco puntos seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, antes de lanzar un consejo en otro post cargado de mala idea: ¡°No le deis la mano, que ha estado tosiendo en ella toda la noche¡±.
El ¡°predecesor¡± y el 6 de enero
Sin citar a Trump, Biden tambi¨¦n lo vincul¨® al asalto al Capitolio: ¡°Mi predecesor y algunos de ustedes [por el sector de negacionistas electorales republicanos] intentan enterrar la verdad del 6 de enero [de 2021]. Yo no lo har¨¦¡±, dijo. ¡°Este es el momento de decir la verdad y sepultar las mentiras. Los insurrectos asaltaron este mismo Capitolio y pusieron una daga en la garganta de la democracia estadounidense. Muchos de ustedes estaban aqu¨ª en ese d¨ªa tan oscuro. Esos insurrectos no eran patriotas. El 6 de enero y las mentiras sobre las elecciones de 2020, y los complots para robar las elecciones, supusieron la amenaza m¨¢s grave para nuestra democracia desde Lincoln y la Guerra Civil. Fracasaron. La democracia prevaleci¨®. Pero la amenaza persiste; la democracia debe ser defendida¡±, insisti¨®.
En otro momento, Biden apost¨® por ¡°un futuro basado en los valores fundamentales que han definido a EE UU: honestidad, decencia, dignidad e igualdad¡±. ¡°Ahora, otras personas de mi edad ven una historia diferente, de resentimiento, venganza y revancha. No soy de esos¡±. Y as¨ª fue como Biden aprovech¨® para meter a su rival, de 77 a?os, en el saco de los ¡°hombres mayores¡± como ¨¦l, mientras los suyos prorrump¨ªan una y otra vez en aplausos y lanzaban gritos de ¡°?cuatro a?os m¨¢s!, ?cuatro a?os m¨¢s!¡±.
A los congresistas republicanos les pidi¨® que aprobaran una propuesta de ley del Senado, que cuenta con el apoyo de ambos partidos, y que servir¨ªa, dijo, para resolver el problema de la frontera con M¨¦xico. Acus¨® al innombrable de empujar a los suyos en el Capitolio a bloquear esa norma por un mero c¨¢lculo pol¨ªtico. ¡°Si me est¨¢ observando¡±, lanz¨® a su contrincante, ¡°?¨²nase a m¨ª!¡±.
Los republicanos llegaban a la cita con la intenci¨®n de comportarse mejor que el a?o pasado, cuando interrumpieron e increparon al presidente una y otra vez, y una de ellas, la ultra Marjorie Taylor Greene (representante por Georgia), bati¨® unas cuantas marcas contra el decoro. Este jueves se super¨® a s¨ª misma, al calzarse una gorra roja con el lema trumpista Make America Great Again (Devolvamos su grandeza a Estados Unidos), pese a que las normas de la C¨¢mara impiden cubrirse la cabeza, y, de nuevo, grit¨® al orador en mitad de su argumentaci¨®n sobre la crisis migratoria.
Fue ese el momento en el que Biden sac¨® una chapa, que ella le hab¨ªa dado antes de empezar, y que recordaba a Laken Riley, estudiante de enfermer¨ªa de Georgia asesinada en febrero, presuntamente por un migrante venezolano que cruz¨® irregularmente a EE UU y estaba en libertad condicional. Se refiri¨® a este como ¡°un ilegal¡±, t¨¦rmino que desat¨® las cr¨ªticas de las organizaciones en defensa de los migrantes, que lo consideran un adjetivo que los ¡°deshumaniza¡±. Biden acab¨® de arreglarlo al recordar que hay otros miles de asesinatos, y que esos los cometen los ¡°legales¡±.
No fue la ¨²nica interrupci¨®n de la noche: Steve Nikoui, padre de un marine estadounidense muerto en 2021 durante la evacuaci¨®n de las tropas estadounidenses de Afganist¨¢n, fue arrestado y acusado de un delito menor por gritar en mitad del discurso el nombre del lugar en el que mataron a su hijo.
En clave interna, el presidente se centr¨® en sus temas fetiche: la sanidad p¨²blica que representan los seguros Medicaid y Medicare; la defensa de la clase media; el aumento del impuesto de sociedades; el cerco a las grandes fortunas y, en general, una econom¨ªa que defiende que va mejor de lo que sienten los ciudadanos, frustrados por los altos precios en el supermercado y a la hora de comprar o de alquilar una vivienda. Record¨® que durante su mandato se ha batido la marca de creaci¨®n de empleo, pese a los altos tipos de inter¨¦s, subray¨® que la inflaci¨®n ha ca¨ªdo desde el 9% hasta el 3,1%, anunci¨® ayudas para hipotecas de 400 d¨®lares al mes y alarde¨® de inversiones industriales, en microprocesadores, en infraestructuras o en energ¨ªa verde.
En pol¨ªtica exterior, asunto con el que decidi¨® abrir su intervenci¨®n y que retom¨® al final del discurso, Biden habl¨® de la amenaza china, abord¨® la urgencia de restaurar la ayuda a Ucrania para frenar a Putin, bloqueada por los republicanos en el Capitolio, prometi¨® que no est¨¢ entre sus planes mandar soldados estadounidenses a ning¨²n frente, y celebr¨® la entrada de Suecia en la OTAN. Entre los presentes estaba su primer ministro, Ulf Kristersson, que se levant¨® a saludar.
El presidente tambi¨¦n anunci¨® que Washington construir¨¢ un puerto temporal en Gaza para el acceso de ayuda humanitaria, en un gesto que parece encaminado a suavizar uno de sus principales obst¨¢culos en su camino a la reelecci¨®n: su apoyo militar a Israel le puede costar caro entre los votantes ¨¢rabes, esenciales para ganar en Estados clave como M¨ªchigan, y entre los j¨®venes. Un grupo de manifestantes vestidos con camisetas que rezaban ¡°El legado de Joe Biden=Genocidio¡± se concentr¨® en las inmediaciones del Capitolio para record¨¢rselo cortando una calle. Obligaron a la caravana que llevaba al presidente al Congreso a dar un rodeo. Este insisti¨® en la idea de los dos Estados para resolver una crisis de d¨¦cadas. Tambi¨¦n advirti¨® de que ¡°Israel tiene la responsabilidad fundamental de proteger a los civiles inocentes en Gaza¡± y que ¨¦l ¡°trabaja sin parar¡± para lograr ¡°un alto el fuego inmediato que durar¨ªa al menos seis semanas¡±.
Familiares de secuestrados
En la tribuna de invitados, situada a la derecha del orador, hab¨ªa estadounidenses con familiares que se cuentan entre los secuestrados por Ham¨¢s. Los convoc¨® Biden para reforzar su mensaje sobre Oriente Pr¨®ximo, del mismo modo que cit¨® en el Capitolio a Jazmin Cazares, hermana de una v¨ªctima de nueve a?os del tiroteo de la escuela primaria en Uvalde, Texas, que seg¨® la vida de 19 ni?os, y cuya presencia le sirvi¨® para pedir un mayor control de armas. Junto a la primera dama, Jill Biden, tambi¨¦n estaba Latorya Beasley, que vio c¨®mo le cancelaban hace un par de semanas su tratamiento de fertilizaci¨®n in vitro cuando el Tribunal Supremo de Alabama dictamin¨® que en ese Estado los embriones pasaban a considerarse legalmente ni?os. O Kate Cox, que demand¨® a Texas para poder abortar, como su m¨¦dico le recomendaba, despu¨¦s de que el Estado prohibiera su interrupci¨®n del embarazo y de que tuviera que marcharse a otro lugar para someterse a esa intervenci¨®n.
Biden no dej¨® pasar la oportunidad de abundar sobre el aborto, un tema al que tampoco se refiere por su nombre (su fe cat¨®lica, al parecer, se lo impide) y que ha ayudado a los dem¨®cratas a ganar elecciones, con la confianza de que pueda contribuir a su triunfo en noviembre: ¡°En su decisi¨®n de anular Roe contra Wade [precedente que sent¨® en 1973 la protecci¨®n federal de ese derecho], la mayor¨ªa del Supremo escribi¨®: ¡®Las mujeres no carecen de poder electoral o pol¨ªtico¡¯. ?De verdad? Es evidente que quienes se jactan de tumbar Roe contra Wade no tienen ni idea del poder de las mujeres en EE UU. Pero se enteraron cuando la libertad reproductiva estuvo en la papeleta electoral y gan¨® en 2022, 2023, y lo volver¨¢n a descubrir en 2024¡å.
El presidente cerr¨® su discurso con otra referencia a su gran debilidad, que trat¨® de convertir en virtud: ¡°Cuando llegas a mi edad, ciertas cosas se vuelven m¨¢s claras que nunca¡±, afirm¨®. ¡°Conozco nuestra historia. Una y otra vez la he visto como la contienda entre quienes quieren devolver a EE UU al pasado y aquellos que quieren llevarlo al futuro¡±, sentenci¨®, antes de repasar su vida: ¡°En mi carrera me han dicho que soy demasiado joven y demasiado mayor¡±, argument¨®. En medio siglo de carrera pol¨ªtica, ha aprendido que ¡°para liderar esta tierra de las posibilidades se necesita una visi¨®n del futuro de lo que puede y debe ser¡±. ¡°Esta noche han escuchado la m¨ªa. ?Construyamos ese futuro juntos!¡±, remat¨®.
Biden se subi¨® al estrado como el presidente m¨¢s impopular de la historia, con un ¨ªndice de aprobaci¨®n de su trabajo hundido en un 38%. Solo dos inquilinos de la Casa Blanca llegaron al a?o de su reelecci¨®n con unos n¨²meros tan malos: Trump (42%) y George Bush padre (41%), y ambos se quedaron en presidentes de un solo mandato. Si el desempe?o de Biden desde el atril del Congreso le ayudar¨¢ a mejorar sus perspectivas es asunto de los encuestadores, que empezaron a trabajar a destajo en el mismo momento que este descendi¨® del estrado y, aliviado, volvi¨® a detenerse a saludar a diestro y siniestro durante otros 25 minutos. Ante s¨ª tiene 34 semanas de campa?a electoral. Una campa?a que lanz¨® este jueves desde el Capitolio y que promete ser una de las m¨¢s encarnizadas de la historia reciente de este pa¨ªs.
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