El entusiasmo dem¨®crata por la candidatura de Kamala Harris impulsa su batalla por el control del Congreso
El partido ve posible retomar la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes, aunque Nancy Pelosi advierte contra la euforia: ¡°A¨²n no hemos ganado nada¡±
Ganar la Casa Blanca es, por supuesto, el premio gordo en las elecciones del pr¨®ximo 5 de noviembre. Pero en el sistema estadounidense, dominar el Gobierno sirve de relativamente poco si no se controla tambi¨¦n el Congreso, responsable de aprobar leyes y presupuestos. Durante meses, a medida que el presidente Joe Biden encallaba en las encuestas, los dem¨®cratas temieron una mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes y en el Senado. Pero en la Convenci¨®n Nacional Dem¨®crata en Chicago el cambio de actitud ha sido palpable: reinaba el j¨²bilo sobre sus posibilidades, no solo en la Casa Blanca, sino tambi¨¦n en el Capitolio.
Las sonrisas y los abrazos se multiplicaban en los pasillos del United Center, el estadio de los Bulls que ha acogido la convenci¨®n. Lo mismo ocurr¨ªa en los encuentros de los diversos grupos de legisladores ¡ªel caucus latino, el caucus negro, el de mujeres¡ª en los hoteles y restaurantes de Chicago donde los altos cargos dem¨®cratas se reun¨ªan fuera de los eventos oficiales.
Las encuestas indican una remontada de la f¨®rmula Kamala Harris-Tim Walz, ahora mismo empatada con la de los republicanos Donald Trump y J.D. Vance. Los dem¨®cratas aventajan en 1,7 puntos porcentuales a los republicanos en los sondeos acerca de qu¨¦ partido prefieren los votantes ver en el Congreso. Las donaciones dem¨®cratas multiplican las republicanas: este domingo, la campa?a de la vicepresidenta anunciaba que, en el mes transcurrido desde el relevo de Biden por Harris, el partido ha recaudado 540 millones de d¨®lares (482 millones de euros).
¡°El impulso que se est¨¢ viendo en Chicago refleja la energ¨ªa que estamos viendo por todo el pa¨ªs con nuestros candidatos al Senado y la C¨¢mara de Representantes, y con Harris y Walz al frente de nuestra f¨®rmula¡±, aseguraba la presidenta de la campa?a electoral de los congresistas dem¨®cratas, Suzan DelBene, en una charla con periodistas durante la convenci¨®n.
Es una perspectiva muy distinta de la ¡°sensaci¨®n de agon¨ªa¡±, como la ha descrito un alto cargo dem¨®crata, que cund¨ªa entre los legisladores en las semanas antes de la renuncia de Biden a la reelecci¨®n. Entonces, los dem¨®cratas tem¨ªan perder su mayor¨ªa de un solo asiento en el Senado y que la C¨¢mara de Representantes, que los republicanos controlan por 220 diputados frente a 212 y tres vacantes, viera ampliar el dominio de sus rivales por bastantes m¨¢s esca?os.
¡°La perspectiva de no ganar la Casa Blanca y de que los republicanos controlasen la C¨¢mara de Representantes era un panorama horrible¡±, admit¨ªa la semana pasada la expresidenta de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi, en una charla organizada por el peri¨®dico digital Politico.
La veterana pol¨ªtica, probablemente la l¨ªder dem¨®crata m¨¢s influyente del partido, fue, seg¨²n se ha ido filtrando desde entonces, la voz decisiva para forzar la marcha de Biden, precisamente con el argumento de que la previsible derrota del presidente podr¨ªa provocar un duro varapalo tambi¨¦n en el Congreso. Sus declaraciones acerca de que ¡°depende del presidente marcharse o no¡± fueron el cuchillo simb¨®lico en aquellos idus de julio. Y le han ganado en ciertos corrillos del partido el apodo de La Madrina, en alusi¨®n a la trilog¨ªa El Padrino, de Francis Ford Coppola.
Ahora, considera, las tornas han cambiado por completo. Los dem¨®cratas creen que tienen posibilidades reales de ganar el control de la C¨¢mara de Representantes mediante triunfos en distritos republicanos en California y en Nueva York, dos Estados de abrumadora mayor¨ªa dem¨®crata. Los analistas piensan que, del total de 435 esca?os en la C¨¢mara, 22 pueden caer de cualquiera de los lados.
¡°Necesitamos ganar cinco diputados m¨¢s para conseguir la mayor¨ªa, pero quiero m¨¢s¡±, apuntaba Pelosi. Pero la gran dama de la pol¨ªtica dem¨®crata tambi¨¦n lanzaba un llamamiento contra la complacencia. ¡°Lo que va a ser complicado es que todo el mundo siga centrado en trabajar para ganar, porque ahora mismo la euforia est¨¢ desatada. Pero no tenemos nada ganado todav¨ªa¡±, recordaba.
La dificultad de mantener el Senado
No es un camino f¨¢cil. Y en el Senado, las perspectivas de mantener el control parecen complicadas. Los de Harris dominan la C¨¢mara alta por 51 esca?os a 49, y en la carrera de este a?o defienden 23, la mayor¨ªa en Estados republicanos o bisagra, mientras que los republicanos solo tienen en juego 11, todos ellos en territorios favorables.
En caso de lograr la Casa Blanca, los dem¨®cratas podr¨ªan permitirse perder uno y conservar su dominio: en caso de igualdad, el voto de quien ocupa la vicepresidencia rompe el desempate. Pero ya dan por descartado uno, el de Joe Manchin en Virginia Occidental, que se retira. Y entre los que est¨¢n en juego este a?o ¡ªla C¨¢mara de Representantes renueva todos sus esca?os; el Senado solo un tercio¡ª dos lo son de Estados muy republicanos: Jon Tester, en Montana, y Sherrod Brown, en Ohio. Ninguno de los dos ha participado en la convenci¨®n, para acentuar el perfil independiente con el que se presentan en campa?a.
Quiz¨¢ dej¨¢ndose llevar de un exceso de optimismo, el l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en el Senado, Chuck Schumer, pronosticaba esta semana que no solo conservar¨¢n el control del Senado, sino que lo expandir¨¢n ¡°en un esca?o o dos¡±. Aunque no precis¨® d¨®nde, el veterano pol¨ªtico apunt¨® que Colin Allred est¨¢ recaudando importantes donaciones en su batalla en Texas contra el senador Ted Cruz. En Florida, la carrera entre Debbie Mucarsel-Powell y el republicano Rick Scott ¡°va a ser mucho m¨¢s re?ida de lo que la gente se piensa¡±. El alto cargo dem¨®crata apunta tambi¨¦n como un factor el hecho de que en varios Estados con esca?os en disputa en la C¨¢mara alta, como Nevada, Florida o Montana, tambi¨¦n se voten en noviembre medidas sobre los derechos reproductivos, un asunto que favorece a los dem¨®cratas.
Para dar un impulso a sus candidaturas, la ¨²ltima jornada de la convenci¨®n dedic¨® varios turnos de palabra a algunos de los aspirantes a senadores que se baten en noviembre, desde Elisa Slotkin en M¨ªchigan a Colin Allred en Texas. Este ¨²ltimo recibi¨® una de las grandes ovaciones de la noche, minutos antes del discurso de la propia Harris.
¡°No podemos mandar a Kamala y a Tim solos a la Casa Blanca¡±, apelaba la congresista Alexandria Ocasio-Cortez en su aplaudido discurso a la convenci¨®n. ¡°Juntos, tenemos que elegir mayor¨ªas dem¨®cratas holgadas en la C¨¢mara y en el Senado para que podamos poner en pr¨¢ctica un programa ambicioso en favor de la gente¡±.
¡°La energ¨ªa y el inter¨¦s que hemos visto¡± en la cabeza de la f¨®rmula ¡°se traslada absolutamente¡± al resto de las carreras, aseguraba el congresista Peter Aguilar, tercero en la jerarqu¨ªa dem¨®crata en la C¨¢mara de Representantes. ¡°Creo que ha dado nuevos ¨¢nimos a nuestras comunidades en los distritos bisagra, y por ah¨ª est¨¢ nuestro camino a sumar 218 en la C¨¢mara¡±.
Los republicanos, por su parte, aseguran que el descontento sobre la marcha de la econom¨ªa y la pol¨ªtica fronteriza, entre otras cosas, les dar¨¢n el impulso necesario para ser ellos quienes ganen el triplete electoral. Su apuesta es que la ilusi¨®n por los lemas de la ¡°alegr¨ªa¡± y el ¡°no vamos a volver atr¨¢s¡±, y el entusiasmo dem¨®crata vaya descendiendo en las pr¨®ximas semanas, a medida que Harris tenga que dejar m¨¢s claro su programa de gobierno en eventos como el debate presidencial en Filadelfia el pr¨®ximo 10 de septiembre.
¡°Si hablamos de la pol¨ªtica de la alegr¨ªa, casi dos tercios del Estado de Nueva York no est¨¢n sintiendo esa alegr¨ªa. Lo que sienten es el problema de que la inflaci¨®n se come sus salarios y sus sueldos ahora valen entre un 5% y un 15% menos, y eso les hace da?o¡±, declaraba este fin de semana el presidente del Partido Republicano en Nueva York, Ed Cox.
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