La jueza deja en suspenso el caso contra Trump por intentar robar las elecciones de 2020

La victoria de Donald Trump en las elecciones del 5 de noviembre no le da solo las llaves de la Casa Blanca. Tambi¨¦n le permite librarse (como m¨ªnimo temporalmente) de algunas de las acusaciones penales que pesan contra ¨¦l. La doctrina del Departamento de Justicia se?ala como norma general que no se pueden seguir causas penales contra un presidente en ejercicio. La jueza que lleva el caso de Washington por los intentos del republicano de robar las elecciones de 2020, que perdi¨® contra Joe Biden, ha dado el primer paso para abandonar el proceso. De momento, a petici¨®n del fiscal, ha dejado en suspenso los plazos que hab¨ªa previstos para los tr¨¢mites procesales en marcha.

La jueza Tanya Chutkan ha dictado una resoluci¨®n por la que se concede la petici¨®n del fiscal especial Jack Smith ¡°para anular el calendario¡± de informes y alegaciones a presentar por las partes y ¡°todos los plazos restantes del calendario previo al juicio¡±. ¡°A m¨¢s tardar, el 2 de diciembre de 2024, el Gobierno [en alusi¨®n al fiscal del Departamento de Justicia] presentar¨¢ un informe de situaci¨®n indicando el curso apropiado a seguir para este caso en adelante¡±, a?ade la resoluci¨®n.

Smith acus¨® a Trump de conspirar para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020. Tras la sentencia del Tribunal Supremo que conced¨ªa una amplia inmunidad a Trump por los actos realizados cuando era presidente, logr¨® que un gran jurado imputase de nuevo al expresidente vali¨¦ndose solo de aquellas pruebas que consideraba no cubiertas por la inmunidad presidencial. El procedimiento estaba atascado en ese punto, pero ahora parece camino de descarrilar con la elecci¨®n de Trump.

Smith es tambi¨¦n fiscal del caso de los documentos clasificados que Trump reten¨ªa ilegalmente en su mansi¨®n de Mar-a-Lago. La jueza Aileen Cannon archiv¨® el caso alegando que el nombramiento del fiscal era ilegal, pero este hab¨ªa recurrido la resoluci¨®n. Ahora, incluso si triunfase es recurso, el caso puede entrar tambi¨¦n en v¨ªa muerta en virtud de la doctrina del Departamento de Justicia destinada a proteger a los presidentes de cargos criminales mientras est¨¢n en el cargo.

En Washington, el fiscal acusaba al expresidente de cuatro delitos: conspiraci¨®n para defraudar al Gobierno estadounidense, conspiraci¨®n para obstruir un procedimiento oficial, obstrucci¨®n o intento de obstrucci¨®n de un procedimiento oficial y conspiraci¨®n para violar derechos civiles.

Trump a¨²n sostiene que le robaron las elecciones, pero el fiscal no lo acusa por ese gran bulo sin fundamento, sino por sus actos para alterar el resultado e impedir la certificaci¨®n de la victoria de Joe Biden. El fiscal considera que esa conspiraci¨®n para permanecer en el cargo comenz¨® el 13 de noviembre de 2020, apenas una semana despu¨¦s de las elecciones.

El problema para el fiscal especial no es solo que el Departamento de Justicia tenga esa pol¨ªtica, sino que Trump ha dejado claro que lo destituir¨¢ en cuanto asuma el poder. Previsiblemente, nombrar¨¢ a un fiscal general para que haga ese trabajo y retire las acusaciones, si es que el propio Smith no tira la toalla antes.

El otro caso por los intentos de ama?ar las elecciones, el que se sigue en Atlanta por el intento de pucherazo en el Estado de Georgia, correr¨¢ probablemente la misma suerte, como m¨ªnimo durante la presidencia del republicano.

Por su parte, el juez Juan Merchan decidi¨® en septiembre retrasar la sentencia contra Trump por el caso Stormy Daniels, en el que fue hallado culpable de 34 delitos, que lo convirti¨® en el primer expresidente declarado delincuente, en este caso por un jurado popular. El aplazamiento fue una gran victoria para el candidato republicano.

Trump pidi¨® que la sentencia se retrasase hasta despu¨¦s de las elecciones presidenciales, alegando que un fallo a solo unas semanas de la votaci¨®n ser¨ªa una forma de interferencia electoral. El juez accedi¨® a su solicitud y fij¨® como nueva fecha el 26 de noviembre, que de momento sigue en pie. Aunque los delitos por los que Trump fue declarado culpable pueden acarrear penas de c¨¢rcel, no es lo habitual. El fallo, por otra parte, no ser¨¢ firme y puede ser recurrido por el presidente electo que, en todo caso, ha sido el primero en ganar unas presidenciales como delincuente convicto.