Los republicanos acarician el control de la C¨¢mara de Representantes con 25 esca?os por adjudicar
El partido de Trump solo necesita apuntarse siete puestos y va por delante en el escrutinio de 11 distritos
Los dem¨®cratas a¨²n no tiran la toalla, pero sus posibilidades son cada vez m¨¢s escasas. El Partido Republicano ya est¨¢ casi cantando victoria. El escrutinio de los resultados de las elecciones del 5 de noviembre en la C¨¢mara de Representantes contin¨²a y las probabilidades de que el partido de Donald Trump mantenga el control son muy altas. Cuando quedan 25 de los 435 esca?os por adjudicar, se ha apuntado ya de forma segura 211, frente a 199 de los dem¨®cratas. Le faltan solo siete para alcanzar el anhelado umbral de los 218 que le dar¨ªan mayor¨ªa y va por delante en 11 de los 25 distritos pendientes de completar el escrutinio.
Tal y como va el c¨®mputo de los votos, el escenario m¨¢s probable es el de una mayor¨ªa escasa de los conservadores, pero mayor¨ªa al fin y al cabo. En el Senado han ganado cuatro esca?os y cuentan con 53 de los 100 senadores. Tener el control de los dos hemiciclos del Congreso le har¨¢ la vida mucho m¨¢s f¨¢cil a Donald Trump para sacar adelante sus proyectos presupuestarios y legislativos, evitar cierres de la Administraci¨®n y elevar el techo de deuda, aunque nada de eso ser¨¢ necesariamente un camino de rosas, dadas las diferentes familias pol¨ªticas republicanas.
Si los republicanos confirman la mayor¨ªa de la C¨¢mara baja, se da casi por hecho que el actual presidente de la C¨¢mara de Representantes, Mike Johnson, repetir¨¢ como speaker. En la anterior legislatura, desde que los republicanos lograron mayor¨ªa en las elecciones de 2022, elegir al l¨ªder parlamentario se convirti¨® en un infierno. Para nombrar a Kevin McCarthy hicieron falta 15 votaciones y la intervenci¨®n del propio Trump, en un espect¨¢culo de divisi¨®n interna que no hab¨ªa hecho m¨¢s que comenzar.
McCarthy sufri¨® una moci¨®n de censura y destituci¨®n sin precedentes de los propios republicanos, que dej¨® el puesto vacante en octubre de 2023. Tras varios intentos fallidos de encontrar un sustituto, Mike Johnson se erigi¨® como el candidato con menos contraindicaciones. Tampoco tuvo f¨¢cil su etapa con el mazo. El ala dura del grupo parlamentario republicano se rebel¨® contra ¨¦l en varias ocasiones por los pocos acuerdos que alcanz¨® con los dem¨®cratas para evitar el cierre parcial de la Administraci¨®n y la aprobaci¨®n de un paquete de ayuda a Ucrania, Israel y Gaza, entre otros. Fueron los propios dem¨®cratas los que le libraron de la destituci¨®n.
La enorme ascendencia de Trump sobre los miembros del grupo republicano ¨Dy el miedo que infunde la posibilidad de enfrentarse a ¨¦l y dejar de contar con su apoyo en las primarias¨D puede evitar algunas de las revueltas internas. Sin embargo, los halcones del gasto p¨²blico que forman parte del llamado Grupo de la Libertad (Freedom Caucus) pueden resistirse a aprobar sin rechistar medidas como el aumento del l¨ªmite de deuda. Trump podr¨¢ contentarles con la reforma ¡°dr¨¢stica¡± de la Administraci¨®n que ha encargado a Elon Musk, pero con una mayor¨ªa tan estrecha, unas pocas deserciones son suficientes para boicotear medidas que impliquen mayor gasto federal.
El tama?o de esa ¨Dsupuesta¨D mayor¨ªa depender¨¢ del final del escrutinio en los 25 distritos en que a¨²n no se ha decidido el ganador. Muchos de ellos corresponden a California, el Estado con mayor n¨²mero de representantes (35), en el que se admiten las papeletas por correo llegadas hasta una semana despu¨¦s de las elecciones siempre que est¨¦n selladas hasta el 5 de noviembre, y donde, adem¨¢s, el procesamiento de las mismas es muy lento. De los 25 esca?os por adjudicar, 10 proceden del Estado dorado.
El futuro del Supremo
En el Senado, mientras, los republicanos cuentan con 53 de los 100 esca?os, tras arrebatar a los dem¨®cratas los puestos de Virginia Occidental, Montana, Ohio y Pensilvania. Esa c¨®moda mayor¨ªa permitir¨¢ a Trump lograr que el Senado ratifique el millar largo de nombramientos que necesita su visto bueno. El Senado tambi¨¦n confirma las designaciones de los jueces federales, incluidos los del Tribunal Supremo, donde los cargos son vitalicios. Entre los nueve magistrados del Supremo, los dos de mayor edad son Clarence Thomas, de 76 a?os, y Samuel Alito, de 74. No parece el escenario central, pero si Trump lograse que ambos se jubilaran, tendr¨ªa la potestad de nombrar a sus sustitutos. Con ello, pr¨¢cticamente garantizar¨ªa una mayor¨ªa conservadora en el Supremo durante dos o tres d¨¦cadas, pues ninguno de los tres que nombr¨® en su anterior mandato supera los 60 a?os.
La mayor¨ªa del Senado tambi¨¦n facilita la labor legislativa, pero con una salvedad importante. Para la mayor¨ªa de las leyes hace falta desde 1975 una mayor¨ªa cualificada de 60 de los 100 senadores. Eso, sin embargo, es un reglamento parlamentario interno, una derivada del filibusterismo nacido en el siglo XIX, que no requiere cambios constitucionales ni legales. Los dem¨®cratas intentaron suprimirlo durante el mandato de Biden, pero dos de sus senadores lo rechazaron. Los republicanos ahora pueden suprimir ese requisito de mayor¨ªa cualificada.
Del avance del escrutinio en California, principalmente, depende tambi¨¦n la diferencia final en el voto popular a favor de Trump en las presidenciales; con los datos provisionales supera en poco m¨¢s de cuatro millones de votos a Kamala Harris. Si se mantiene la tendencia en el recuento de ese Estado, la diferencia podr¨ªa reducirse y situarse en el entorno de los tres millones. Asimismo, cuando se complete el escrutinio total, se podr¨¢ comprobar cu¨¢ntos sufragios ha perdido Harris con respecto a los 81,3 millones que logr¨® Joe Biden en 2020; la cifra probablemente supere los cinco millones. Tambi¨¦n se constatar¨¢n los apoyos que ha ganado Trump, que con los datos provisionales a¨²n tiene menos votos de los que logr¨® hace cuatro a?os (74,2 millones). En todo caso, parece muy dif¨ªcil que supere el r¨¦cord de Biden.
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