Una hija de padres divorciados, obligada a elegir entre sus progenitores por las restricciones en Madrid
El padre de Carmen vive en Valdemar¨ªn, al norte de la ciudad, y su madre en Orcasur. Ahora le toca escoger. Las familias intentan adaptarse, pero siempre se debe priorizar el bienestar del menor
Los padres de Carmen L., de 12 a?os, se divorciaron hace 10. Al cabo de un tiempo, su padre se mud¨® a Valdemar¨ªn, un barrio en el norte de la ciudad, sin imaginar que alg¨²n d¨ªa existir¨ªa una frontera invisible que dividir¨ªa Madrid en dos. ¡°Le dije a Carmen que se fuera a vivir con su padre mientras esto pasaba, y as¨ª pod¨ªa salir y disfrutar del oto?o, pero ella dijo que se quer¨ªa quedar en el barrio, as¨ª tuviera que estar confinada¡±, afirma su madre, Vanessa L.
Madrid ha restringido la entrada y salida en 45 ¨¢reas sanitarias, lo que ha supuesto limitar los movimientos de, aproximadamente, cerca de 1.000.000 personas. Una de ellas es el barrio de Orcasur, que tiene uno de los porcentajes de contagios m¨¢s altos de la regi¨®n, con m¨¢s de 1.000 contagios por cada 100.000 habitantes en los ¨²ltimos 14 d¨ªas.
La familia de Carmen se siente en mitad de un d¨¦j¨¤ vu. En marzo, cuando se declar¨® el estado de alarma, las restricciones de movilidad ya les obligaron a cambiar el sistema de custodia compartida que hab¨ªan pactado. Bajo este r¨¦gimen, usualmente Carmen pasaba toda la semana con su madre, Vanessa L, y los s¨¢bados, domingos y lunes con su padre. ¡°Con el miedo al contagio, decidimos que lo mejor es que pasara 15 d¨ªas en cada casa¡±, afirma Vanessa L, de 41 a?os. Ahora no saben c¨®mo se van a organizar porque nadie les puede decir cu¨¢nto pueden durar estas nuevas medidas de confinamiento, con lo que han puesto sobre la mesa una soluci¨®n de emergencia: que su hija deje de ver a alguno de los dos durante alg¨²n tiempo.
Entre Valdemar¨ªn y Orcasur hay 16 kil¨®metros, unos 20 minutos en coche. ¡°Con los controles de polic¨ªa hemos tardado hasta una hora en llegar de un sitio a otro¡±, afirma Vanessa. A esto se le suma que Carmen acaba de entrar a estudiar a un colegio en el centro de Madrid, por lo que se tiene que desplazar en transporte p¨²blico todos los d¨ªas hasta el instituto: m¨¢s riesgo a¨²n de contagio. ¡°Me da miedo que vaya sola, y con las nuevas restricciones alguien la pare en la calle¡±, afirma. Esta preocupaci¨®n de su madre no la entiende Carmen, que, reci¨¦n entrada en la adolescencia, se siente ya lo suficientemente mayor como para ir sola al colegio.
Los padres de Carmen, en cambio, tienen en cuenta tambi¨¦n otros factores. Por ejemplo, les preocupa que alguien rechace o trate de estigmatizar a su hija por decir que vive en uno de los barrios del sur que est¨¢n confinados. ¡°Est¨¢ calando un mensaje muy racista por culpa de los discursos sectarios de la presidenta de la Comunidad de Madrid¡±, afirma Vanesa.
Este fin de semana, ella y su familia se sumaron a la concentraci¨®n que hubo en Usera ante las nuevas medidas. ¡°Sent¨ª mucha preocupaci¨®n porque la gente no entiende por qu¨¦ nos han puesto estas fronteras¡±, afirma Vanesa, que explica que su farmacia, su peluquer¨ªa y hasta su fruter¨ªa quedan en una zona b¨¢sica de salud diferente a donde vive, raz¨®n por la que no puede ir. ¡°La gente del barrio tiene mucho miedo y est¨¢n muy indignados porque las cifras de contagio son igual o peores en otros sitios donde no hay confinamiento, como Lavapi¨¦s¡±, denuncia.
¡°La situaci¨®n que estamos viviendo ahora mismo entra en el marco legal, porque no hay estado de alarma. En marzo, que fue una situaci¨®n muy cr¨ªtica, se permiti¨® una serie de excepciones para la movilidad, por ejemplo los progenitores se pod¨ªan desplazar para el cuidado de menores. En este caso, pasa lo mismo, aunque alguno viva en un barrio con restricciones¡±, afirma la abogada de familia, Delia Rodr¨ªguez. ¡°Las familias deben adaptarse como buenamente puedan a esta situaci¨®n tan dif¨ªcil, pero no es la mejor opci¨®n, pues supone un cambio de casa para el ni?o que no solo pone en peligro al menor, sino adem¨¢s a la abuela o el familiar que corresponda¡±, aconseja Rodr¨ªguez.
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