¡®Qu¨¦ esperar cuando est¨¢s esperando¡¯ | Parir en pandemia
Gestar y dar a luz en plena crisis sanitaria por el coronavirus es muy raro, sobre todo si ya tienes otra criatura nacida en el mundo precovid y puedes comparar
Hace unas semanas naci¨® nuestro segundo hijo. Os lo cuento porque estamos muy felices y porque con el baby boom que viene os ser¨¢ muy ¨²til. (El ni?o ya estaba encargado antes de marzo porque con una inocencia nada clarividente hab¨ªamos pensado que 2020 ser¨ªa un a?o tranquilo, pero los que os hab¨¦is embarazado durante el confinamiento porque ya hab¨ªais visto todo Netflix sois h¨¦roes.) Y es que gestar y parir en pandemia es muy raro, sobre todo si ya tienes otra criatura nacida en el mundo precovid y puedes comparar.
La situaci¨®n sanitaria lleva meses siendo brutalmente complicada, y aunque nadie de tu entorno est¨¦ contagiado, te afecta porque impide o condiciona poder acompa?ar a tu pareja a las pruebas m¨¦dicas. Suerte que existen las fotos y los videos, pero una ecograf¨ªa por WhatsApp no emociona lo mismo que en directo.
Adem¨¢s, muchas de las consultas preparto son online y telef¨®nicas (de momento, el parto sigue siendo presencial, aunque con las impresoras 3D igual dentro de nada te mandan el beb¨¦ a casa por dron.) Las dudas te las resuelven sin tener que aburrirte en salas de espera, pero se echa de menos que te miren en persona.
Mi mujer tuvo la suerte de parir en La Maternitat de Barcelona, un hospital p¨²blico dedicado solo a partos y a enfermedades oculares, mientras que en la mayor¨ªa de centros conviven enfermos COVID, pacientes de todo tipo y parturientas angustiadas por la posibilidad de contagio.
Antes de ingresar en el hospital (d¨ªas antes o cualquiera de las veces que vayas dilatando poco y no puedas quedarte), toca PCR. Si no hay contagio, dentro del paritorio la madre puede aullar sin mascarilla casi todo el rato, pero los dem¨¢s debemos llevarla puesta. As¨ª que nunca sabr¨¢s qu¨¦ cara tienen las personas que van a traer a tu beb¨¦ al mundo.
Y como te mandan a casa, r¨¢pido tampoco las podr¨¢s volver a ver para abrazarlas con l¨¢grimas de alegr¨ªa. (Carla Tarrida y equipo, sirva esta columna como agradecimiento a vuestro excelente trabajo.)
Que no puedan venir visitas¡ de entrada es un baj¨®n para toda la familia. Pero en la pr¨¢ctica, con el m¨®vil en modo avi¨®n, en esa habitaci¨®n solo ¨¦ramos una naci¨®n de tres, parafraseando a Ruiz Zaf¨®n. Y eso permite disfrutar del beb¨¦, evitar los consejos de crianza de todas las visitas e incluso poder ir al lavabo tranquilamente. Con nuestra hija nos sentimos muy arropados por familia y amigos, pero esta opci¨®n ha sido m¨¢s pr¨¢ctica y relajante. Adem¨¢s, las enfermeras siguen entrando muchas veces para despertarte siempre.
Si no hay complicaciones, a las 24 horas te mandan a casa y te env¨ªan enfermeras a domicilio para hacer el seguimiento de madre y criatura. No es lo mismo que tener un timbre y ayuda al instante, pero est¨¢s en tu hogar.
Bienvenidos, beb¨¦s de pandemia. Os tocar¨¢ levantar un mundo en ruinas, pero ya desde vuestro nacimiento tendr¨¦is una vida extraordinaria.
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