?Deber¨ªa implantarse la jornada continua en los colegios tras la pandemia?

Hemos quemado el primer trimestre como quien prende una cerilla frente a una tarta de cumplea?os: pensando qu¨¦ deseo elegir antes de que la cera caiga en el pastel. Para muchas familias mantener un empleo remunerado y sostener las cuarentenas derivadas de los confinamientos de aulas ha sido un reto complejo. A veces imposible. Y eso que, afortunadamente, los colegios no se han convertido en un foco de contagios de covid y los confinamientos han sido menos de los esperados. ?Los motivos? Una mejor respuesta del sistema inmunitario de ni?os y ni?as, as¨ª como el correcto seguimiento de las recomendaciones y medidas por parte de la comunidad escolar, que ha hecho un esfuerzo enorme para la contenci¨®n del virus. Grupos burbuja, lavado de manos frecuente, toma de temperatura, actividades al aire libre y distancia de seguridad conforman un nuevo l¨¦xico escolar. Hay m¨¢s: casi todas las comunidades aut¨®nomas han permitido que un colegio pueda solicitar la jornada continua como medida excepcional como consecuencia de la pandemia. Seg¨²n argumentan, con esta medida se reducen las entradas y salidas del centro, ya que el alumnado en su conjunto solo hace una entrada y una salida, y desahoga a las familias que se encuentran en una situaci¨®n econ¨®mica dif¨ªcil y puedan con este horario ahorrarse el comedor. Sin embargo, esta medida tambi¨¦n ha servido para estimular el debate recurrente de la jornada continua o partida en los colegios. Pocos asuntos m¨¢s conflictivos que este, pese a ser un tema poco estudiado.

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Jornada escolar continua o partida, ?cu¨¢l es mejor?

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Antonio es padre de dos hijos: una ni?a de siete a?os y un ni?o de cinco. Ambos acuden a un colegio p¨²blico de San Sebasti¨¢n de los Reyes (Madrid) en el que la jornada continuada lleva a?os instaurada. ¡°Uno de los muchos motivos que nos anim¨® a elegir el centro de nuestros hijos era la jornada continua¡±, cuenta al otro lado del tel¨¦fono. Para Antonio y su pareja era muy importante pasar la tarde con los ni?os. ¡°En nuestro caso tenemos reducci¨®n de jornada y nos parece importante comer juntos y poder pasa la tarde en familia. Adem¨¢s, creemos que para ellos a nivel acad¨¦mico es mejor¡±, sostiene.

Han pasado m¨¢s de 30 a?os desde que algunas comunidades aut¨®nomas generalizaran la jornada continua para las etapas de educaci¨®n infantil y primaria. Inicialmente lo hicieron Canarias, Extremadura y Andaluc¨ªa. M¨¢s tarde se unieron Castilla-La Mancha, Baleares, Murcia y Galicia, junto a las ciudades aut¨®nomas de Ceuta y Melilla. Sin embargo, hoy son muchas m¨¢s las comunidades que con la vuelta al colegio en septiembre de 2020 han dado la posibilidad a los centros de cambiar a la jornada continua como medida excepcional por la pandemia. Es el caso de Madrid. Paula tiene dos hijos de siete y cuatro a?os que acuden a un colegio del madrile?o barrio de Las Rosas. En su caso el centro solicit¨® un cambio de horario hacia la jornada continua como esa medida excepcional, pero ella y su pareja son partidarios de mantenerlo despu¨¦s. ¡°Hemos notado un cambio a mejor a nivel familiar porque el horario es mucho m¨¢s flexible para la recogida de los ni?os, lo que se traduce en poder comer en familia, pero tambi¨¦n en poder pasar m¨¢s tiempo con ellos¡±. Paula y su pareja son profesores de secundaria, y tienen una jornada intensiva que deben completar en casa con las tareas de las clases del d¨ªa siguiente. Pese a ello, asegura que concilian mucho mejor la vida laboral y la familiar y les resulta mucho m¨¢s f¨¢cil la log¨ªstica del d¨ªa a d¨ªa. ¡°Los d¨ªas son menos agobiantes porque si queremos que coman en casa no tenemos que estar corriendo para volver al colegio por la tarde¡±, cuenta.

Aunque la cuesti¨®n de qu¨¦ jornada es m¨¢s adecuada suele basarse en resultados acad¨¦micos, lo cierto es que ha sido un tema poco estudiado, aunque conflictivo por sus implicaciones sociales y laborales. As¨ª lo se?alaban en 2017 los autores del estudio Jornada escolar partida y continua. ?Existen evidencias que motiven el cambio en la gesti¨®n del tiempo escolar en Espa?a?, publicado en la Revista Complutense de Educaci¨®n. Los objetivos del estudio eran constatar si exist¨ªa asociaci¨®n entre resultados acad¨¦micos y el tipo de jornada escolar, pero tambi¨¦n conocer las preferencias del profesorado por un tipo u otro de jornada y las razones que las motivan. ¡°Trascurridas tres d¨¦cadas desde que comenz¨® a implantarse la jornada continua en algunas comunidades aut¨®nomas, se puede concluir que los progresos acad¨¦micos esperados han sido reducidos y equiparables a los experimentados por comunidades que han permanecido en jornada escolar partida. Los resultados evidencian que los profesores prefieren la jornada escolar continua, aduciendo motivos como la posibilidad de incrementar su formaci¨®n o menos desplazamientos al centro¡±, se?alan sus autores.

Desde el Sindicato de Trabajadores de la Ense?anza de Madrid (STEM), su portavoz, Sergio L¨®pez del R¨ªo, explica que ya desde que se inici¨® el debate sobre la jornada continuada, la postura del sindicato ha sido favorable a esta opci¨®n. ¡°De lo mucho que se ha dicho al respecto, nos quedamos, con base en nuestra experiencia como docentes, con el hecho de que la capacidad de concentraci¨®n va disminuyendo seg¨²n avanza la jornada escolar. Por otro lado, las clases de la tarde, justo despu¨¦s de comer, se aprovechaban menos, ya que la digesti¨®n conlleva un mayor grado de relajamiento o incluso pesadez o somnolencia¡±, se?ala. Dentro del horario de trabajo de los docentes (37,5 horas semanales), 25 horas son de presencia obligada en los centros y las 12 horas y media restantes son una estimaci¨®n del tiempo semanal dedicado al trabajo extra. Para el sindicato, desde un punto de vista laboral, es positivo salir antes y que el profesor, tras su hora de obligada permanencia en el centro al final de las clases, se organice su trabajo en casa como mejor le convenga. ¡°Con jornada partida, tras el tiempo de obligada permanencia, si viv¨ªas al lado del colegio pod¨ªas ir a comer a casa, y si no, pasabas una hora u hora y media en el centro que pod¨ªas dedicar a comer y poco m¨¢s. Adem¨¢s, el rendimiento despu¨¦s de comer, lo queramos o no, no solo es menor entre el alumnado, sino que disminuye tambi¨¦n en el caso de los adultos¡±, explica L¨®pez del R¨ªo.

Francisco Jos¨¦ Morales Yago, profesor de Geograf¨ªa e Historia y uno de los autores del citado estudio sobre la jornada escolar partida y continua en Espa?a, considera que la medida de las comunidades aut¨®nomas de acogerse temporalmente a la jornada continua es adecuada y como algo excepcional. ¡°Dada la situaci¨®n de pandemia se evita hacer dos viajes a los centros y dos recogidas de alumnado, ello agiliza mucho los protocolos de toma de temperatura y dem¨¢s medidas higi¨¦nicas. Tambi¨¦n el profesorado est¨¢ menos estresado y parece m¨¢s contento con tener al alumnado en un solo turno. Las familias generalmente lo han acogido bien para su organizaci¨®n familiar y por tanto generalmente lo han visto positivo¡±, explica. Para Morales el cambio de jornada tambi¨¦n tiene una cara negativa: menos tiempo para las clases, las extraescolares han desaparecido en muchos casos y el comedor tambi¨¦n tiene menos afluencia. Sin embargo, haciendo balance cree que ha sido justificada llevarla a cabo.

Mar¨ªa es profesora de Literatura en un instituto de Madrid y tiene un hijo de 4 a?os que acude a un colegio p¨²blico del distrito de Fuencarral-El Pardo. Ella y su pareja no son partidarios de la jornada continua, ya que consideran que es la partida la que mejor se adapta a los ritmos de los ni?os. ¡°Inicialmente creo que la jornada continua dificulta la conciliaci¨®n a familias en las que los dos padres trabajan con horarios partidos o no intensivos. Tambi¨¦n creo que, a la larga, al haber menos demanda, empeora el recurso de comedor para las familias que debemos dejar a nuestros hijos a comer en el colegio porque no tenemos m¨¢s remedio¡±, se?ala. En esa l¨ªnea de rechazo a la instauraci¨®n de esta jornada se posiciona la FAPA Giner de los R¨ªos, que demandaba a la Consejer¨ªa de Educaci¨®n de Madrid que las nuevas medidas no dejasen abierta la puerta a los que llaman ¡°defensores de la jornada continua¡± para imponer cambios en sus centros aprovechando la pandemia. ¡°Esto no deber¨ªa dejarse a una posible mala interpretaci¨®n, m¨¢xime cuando el Consejero de Educaci¨®n confirm¨® a la FAPA que no permitir¨ªa el cambio de jornada escolar utilizando la COVID-19 como excusa¡±, sosten¨ªan en un escrito elaborado en julio de 2020.

Francisco Jos¨¦ Morales reconoce que es dif¨ªcil saber cu¨¢l ser¨ªa la soluci¨®n en Espa?a sobre la elecci¨®n de una jornada u otra en circunstancias normales, ya que depende de muchos factores b¨¢sicos como el lugar geogr¨¢fico, la situaci¨®n de las familias, etc. ¡°En mi tesis doctoral se vio bastante claro que el modelo de jornada continua es muy deseado por el profesorado y por algunos tipos de familia. De esto se ha hecho una cuesti¨®n de acomodaci¨®n a la vida familiar y no una reflexi¨®n seria sobre los procesos de ense?anza-aprendizaje y socializaci¨®n del alumnado¡±, reflexiona.

Para el experto, con la jornada continua ¡°algunos ganan en comodidad, estilo de vida y pueden pasar m¨¢s tiempo con sus hijos¡±. Por otro lado, se corre el peligro en perder calidad en el aprendizaje y la vida en el centro. ¡°Es triste ver como algunos centros cierran a las 14.00 horas y ya ¡°no hay vida¡± hasta el d¨ªa siguiente. En este sistema tan fragmentado que tenemos, cada comunidad ha legislado como ha querido, creo que deber¨ªa haberse abierto un debate m¨¢s amplio y dar unas pautas generales¡±, concluye.

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