?lvaro Fern¨¢ndez: ¡°Si los padres quieren hablar de sexo con sus hijos, deben asegurarse de que la informaci¨®n es correcta¡±

?lvaro Fern¨¢ndez es conocido en las redes como Farmac¨¦utico Fern¨¢ndez, tiene 34 a?os y trabaja en Alcal¨¢ de Henares. Con m¨¢s de un mill¨®n de seguidores en Instagram y TikTok, sus contenidos versan casi siempre sobre sexualidad y salud. Acaba de publicar Nadie nace sabiendo (Plan B): un manual para j¨®venes y no tan j¨®venes sobre sexualidad.

PREGUNTA. ?Llegan los adolescentes muy sonrojados a su farmacia a pedirle preservativos y lubricantes?

RESPUESTA: La realidad es que un adolescente que realmente es muy t¨ªmido, por regla general, no viene a comprar preservativos a la farmacia, los comprara, por ejemplo en el supermercado, que el contacto que tiene con quien est¨¢ en caja es menos conocido o, si tiene ocasi¨®n, incluso, en una m¨¢quina vending y mirando a los lados para intentar que no le vea nadie.

P. ?C¨®mo trata de abordar la situaci¨®n para que les sea lo menos embarazosa posible?

R. Si vienen a comprarlos a la farmacia en realidad dejo que la pauta la marquen ellos, los atiendo con la naturalidad con la que atender¨ªa a cualquiera. Que tienen preguntas y las plantean, pues encantado de responderlas, que quieren una transacci¨®n r¨¢pida y sin palabras... pues tampoco es cuesti¨®n de incomodarles. Les pones los preservativos dentro de la bolsa como si fuera un art¨ªculo de estraperlo, les cobras y te despides amablemente, ?Qu¨¦ tengas buena noche!

P. Cuenta en el libro que le preguntaron c¨®mo pueden hacer las mujeres pis con el tamp¨®n puesto. ?Hay mucho desconocimiento sobre el cuerpo del otro?

R. Esa an¨¦cdota es el fiel reflejo de que s¨ª, y creo que especialmente del cuerpo de la mujer, que a nivel genital es m¨¢s complejo, pero no solo hay mucho desconocimiento del cuerpo propio, tambi¨¦n lo hay del ajeno. Es m¨¢s esa pregunta, se da por sentado que la recib¨ª ¨²nicamente de hombres y la realidad es que eso no es cierto.

P. ?Qu¨¦ piensa sobre que los adolescentes se eduquen viendo porno? Que su fuente principal de informaci¨®n sean pel¨ªculas de ficci¨®n.

R. En ning¨²n caso la pornograf¨ªa puede ir vinculada a la educaci¨®n, al menos no la pornograf¨ªa tradicional. La mayor parte de lo que transmite es totalmente irreal, con unos est¨¢ndares que no se ajustan en absoluto al de la persona media, normalizando pr¨¢cticas que no son del gusto de todo el mundo y que tampoco se ajustan a lo que suele pasar en una relaci¨®n sexual normal. Al final hay que entender que la pornograf¨ªa es ficci¨®n, igual que no saltas por una ventana despu¨¦s de ver una pel¨ªcula de Superman esperando volar, no puedes pretender reproducir lo que se ve en la pornograf¨ªa en tus relaciones. Esto que para un adulto puede ser m¨¢s f¨¢cil de entender se complica cuando ese es tu ¨²nico o tu primer contacto con la sexualidad. Comportamiento que puede llegar a hacer ver como normales cosas que no lo son y generar unas expectativas, que al ser imposibles de cumplir, a la larga acaben generando un problema.

P. Su libro es interesante porque hay temas que los adolescentes pueden darles reparo escuchar de un mayor. Este, en cambio, permite llevarlo a la habitaci¨®n y con privacidad leerlo. ?Son importantes los espacios de seguridad y soledad para aprender, experimentar y reflexionar sobre los cuerpos y el sexo?

R. Creo que es relevante que los adolescentes gocen de la privacidad necesaria y debida para desarrollar todas sus actividades: escuchar m¨²sica, leer o hablar por tel¨¦fono con un amigo. Vaya, el cl¨¢sico llamar antes de entrar y que me parece un principio b¨¢sico de educaci¨®n y respeto.

P. ?Qu¨¦ mitos sexuales o sobre sexo desmonta en el libro?

R. De todo tipo, mitos relacionados con la pornograf¨ªa, con la menstruaci¨®n, con los m¨¦todos anticonceptivos, con la primera relaci¨®n sexual... intento desmentir mucha de la informaci¨®n err¨®nea que circula habitualmente por internet y las redes sociales como, por ejemplo, que el embarazo es imposible durante la menstruaci¨®n, o que el cuerpo de una mujer cambia por tener relaciones por primera vez.

P. Entonces, ya por curiosidad, ?a las mujeres que viven con otras mujeres se les sincronizan la regla?

R. No hay ning¨²n estudio que haya podido demostrar que eso tenga una justificaci¨®n cient¨ªfica y, aunque es una creencia de las m¨¢s extendidas, agarr¨¢ndonos a la ciencia tenemos que decir que no.

P. ?O la pregunta reiterada que asegura que la p¨ªldora engorda?

R. La p¨ªldora puede producir cierta retenci¨®n de l¨ªquidos que generalmente revierte tras los primeros meses de tratamiento y de forma inmediata. Nunca va a suponer un aumento de peso alarmante. Otro efecto secundario al que hacen referencia algunas mujeres, es que aumenta el apetito y, claro, si aumentas las cantidades que comes es posible que engordes, pero la realidad es que no, no se puede decir que la p¨ªldora por s¨ª misma engorda.

P. Ya entrando a las enfermedades de trasmisi¨®n sexual, ?cree que estamos informando suficiente y correctamente a los adolescentes?

R. En absoluto, muchos adolescentes desconocen lo que es el VPH (Virus del papiloma humano), la ETS de mayor prevalencia actualmente; a la que un porcentaje elevad¨ªsimo estar¨¢ expuesto a lo largo de su vida (se calcula que el 80% de la gente estar¨¢ contagiada de VPH en alg¨²n momento de su vida) y que supone un factor de riesgo para el desarrollo de algunos tipos de c¨¢ncer.

P. ?C¨®mo tendr¨ªa que ser la educaci¨®n sexual en el aula?

R. Creo que tendr¨ªa que ser impartida por profesionales en la materia, gente con formaci¨®n especifica en los mejores m¨¦todos para poder trasmitir unos conocimientos que, aunque deben ser abordados como cualquier otro de los que se consideran fundamentales para la formaci¨®n de los j¨®venes, tienen obvias particularidades

P. Y desde las familias, ?c¨®mo podemos hablar de sexo a nuestros hijos?

R. Lo primero que tienen que hacer los padres que quieran tratar la sexualidad con sus hijos es asegurarse de que sus conocimientos son suficientes y correctos. Muchas veces damos por hecho que las generaciones anteriores saben m¨¢s que las actuales y la realidad es que aunque la experiencia pueda influir, las generaciones anteriores en general recibieron una educaci¨®n sexual m¨¢s precaria que la que reciben actualmente, aunque solo sea porque aunque a¨²n el sexo se puede considerar un tema tab¨² es mucho menos tab¨² que d¨¦cadas atr¨¢s.

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