C¨®mo afecta el calor al embarazo y a la lactancia materna y qu¨¦ hacer para combatirlo

Las mujeres embarazadas son un grupo de riesgo para sufrir golpes de calor y deshidrataci¨®n en verano. Y el feto tambi¨¦n puede verse afectado. Su exposici¨®n mantenida mucho tiempo a temperaturas superiores a 39 grados puede ¡°aumentar la probabilidad de defectos cong¨¦nitos en el reci¨¦n nacido; de parto prematuro, bajo peso al nacer o incluso la muerte fetal¡±, explica Patricia Barbero, obstetra y coordinadora de la Unidad de Atenci¨®n al Parto del Hospital 12 de Octubre de Madrid. ¡°No obstante¡±, prosigue, ¡°la mayor¨ªa d...

Las mujeres embarazadas son un grupo de riesgo para sufrir golpes de calor y deshidrataci¨®n en verano. Y el feto tambi¨¦n puede verse afectado. Su exposici¨®n mantenida mucho tiempo a temperaturas superiores a 39 grados puede ¡°aumentar la probabilidad de defectos cong¨¦nitos en el reci¨¦n nacido; de parto prematuro, bajo peso al nacer o incluso la muerte fetal¡±, explica Patricia Barbero, obstetra y coordinadora de la Unidad de Atenci¨®n al Parto del Hospital 12 de Octubre de Madrid. ¡°No obstante¡±, prosigue, ¡°la mayor¨ªa de los efectos del calor durante la gestaci¨®n suelen ser leves, como, por ejemplo, dormir mal durante los ¨²ltimos meses¡±.

El incremento de los grados corporales en una embarazada se situar¨ªa sobre las 0,3 d¨¦cimas: ¡°Es un aumento similar al que se produce cuando las mujeres ovulan y, en este caso, tambi¨¦n est¨¢n implicados factores hormonales, como la producci¨®n de progesterona¡±. Por otra parte, durante la gestaci¨®n se producen cambios a nivel circulatorio: ¡°Aumentando el volumen sangu¨ªneo y produci¨¦ndose una vasodilataci¨®n, que contribuye a un incremento de la sensaci¨®n de calor. Inmediatamente despu¨¦s del parto puede haber un ligero aumento de la temperatura, as¨ª como con la subida de la leche, lo cual no es preocupante, a menos que exista una temperatura mayor de 37?¡ãC, en este caso habr¨ªa que consultar al m¨¦dico¡±.

Barbero enumera varias recomendaciones para las mujeres embarazadas durante el verano:

• Mantener una adecuada hidrataci¨®n, preferentemente con agua y bebidas isot¨®nicas.
• Evitar comidas muy copiosas que provoquen una digesti¨®n pesada.
• Permanecer en lugares frescos y evitar la exposici¨®n al sol en las horas centrales del d¨ªa (entre las 12.00 y las 16.30).
• Evitar hacer ejercicio cuando hace m¨¢s calor y aprovechar las primeras horas de la ma?ana o el atardecer para realizar la actividad f¨ªsica diaria recomendada.
• Darse ba?os o duchas frescas tan a menudo como se necesite, lo que incluye ba?arse en la piscina, el mar o el r¨ªo.

Antonio Garc¨ªa, jefe de Secci¨®n de Obstetricia de la Maternidad del Hospital 12 de Octubre de Madrid, menciona otros riesgos para las mujeres gestantes asociados con las altas temperaturas veraniegas.

1. Los edemas (hinchaz¨®n por la acumulaci¨®n de l¨ªquido), sobre todo en las extremidades inferiores, manos y cara. Para paliarlo, se recomienda evitar permanecer de pie sin moverse y mantener los pies en alto, siempre que sea posible, como sobre un taburete o una silla. Cuando se est¨¢ tumbada, colocar un coj¨ªn o almohada bajo los pies.
2. La hipotensi¨®n o tensi¨®n baja, debido a que durante la gestaci¨®n se produce una disminuci¨®n leve de la tensi¨®n arterial, sobre todo a partir del segundo trimestre, lo cual se puede acrecentar cuando hace mucho calor. Para prevenirlo, conviene estar bien hidratada, aumentar el consumo de frutas y evitar lugares calurosos o la exposici¨®n al sol.
3. La deshidrataci¨®n, que tiene m¨¢s riesgo de producirse cuando las altas temperaturas se asocian a una gastroenteritis.
4. Los c¨®licos reno-ureterales se suelen producir durante el embarazo cuando hace mucho calor. Se siente dolor en la zona del ri?¨®n, sin que haya ninguna piedra o c¨¢lculo que obstruya el ur¨¦ter. Son debidos a una disminuci¨®n de la producci¨®n de orina en ¨¦pocas de calor. Para prevenirlos, se debe mantener una adecuada hidrataci¨®n con un aumento del consumo de l¨ªquidos.

La lactancia materna en verano

Las madres que amamantan a sus hijos deben asegurarse la adecuada hidrataci¨®n de su cuerpo, pero en verano con m¨¢s raz¨®n, ya que las altas temperaturas favorecen la p¨¦rdida de l¨ªquido corporal. ¡°La ingesta de agua recomendada, de manera orientativa, se puede situar entre los dos y los dos litros y medio de agua diaria, aunque siempre es importante escuchar las se?ales del cuerpo. Tambi¨¦n es recomendable introducir alimentos con alto contenido h¨ªdrico, con frutas como la sand¨ªa, los caldos o las sopas fr¨ªas. Para dar el pecho, se recomiendan lugares frescos y protegidos del sol¡±, sostiene Patricia Barbero.

Durante el puerperio ¡ªtiempo de recuperaci¨®n del aparato reproductor tras el parto¡ª ¡°se produce un aumento del riesgo de padecer trombosis venosa (co¨¢gulos en las venas), que se ven favorecidos cuando no existe una hidrataci¨®n adecuada. Por ello, la recomendaci¨®n es estar muy bien hidratada los d¨ªas despu¨¦s del parto, sobre todo en ¨¦pocas de calor¡±, destaca por su parte Antonio Garc¨ªa.

Durante la lactancia materna, el cuerpo de la mujer cambia y aumentan sus necesidades metab¨®licas. ¡°Se calcula que precisan, de media, unas 300 calor¨ªas diarias m¨¢s que durante el embarazo. Adem¨¢s, la producci¨®n de leche materna, con su gran contenido en agua, aumenta la sensaci¨®n de sed y la necesidad de ingerir l¨ªquidos en la mujer que amamanta a su hijo, sobre todo cuando hace m¨¢s calor¡±, incide Garc¨ªa.

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