Atenci¨®n temprana, el camino hacia un futuro esperanzador para los ni?os con necesidades especiales

Empieza el d¨ªa. Como todas las ma?anas, Ryan (Madrid, 6 a?os) se levanta, desayuna y se va al colegio, siempre a la misma hora. Stefany (Rep¨²blica Dominicana, 38 a?os), su madre, ha planificado cuidadosamente su rutina la noche anterior. Contempla todos los aspectos: las actividades que realizar¨¢ en la escuela, lo que merendar¨¢ por la tarde y tambi¨¦n la cena. ¡°Un d¨ªa a d¨ªa muy normal¡±, asegura, ¡°nada demasiado diferente de lo que har¨ªa cualquier mam¨¢ de un ni?o sin discapacidad¡±.

La realidad de Ryan y su familia es muy distinta hoy del escenario que atisbaban cuando, en 2018, le diagnosticaron trastorno del espectro autista. ¡°Todo iba bien, pero un buen d¨ªa dej¨® de mirarnos a los ojos, dej¨® de se?alar las cosas, de relacionarse con otros ni?os. Fue perdiendo las primeras palabras que hab¨ªa aprendido y era incapaz de caminar¡±, recuerda Stefany. Sin embargo, solo cinco a?os despu¨¦s, Ryan lee, escribe, se ducha y se viste solo¡­ ¡°Todav¨ªa no es capaz de mantener una conversaci¨®n, pero, desde luego, sabe c¨®mo comunicarse¡±, remata su orgullosa madre.

Lo que ha permitido que, en tan poco tiempo, Ryan haya conseguido las estrategias y las competencias que le coloquen en la rampa de lanzamiento de un futuro esperanzador consta tan solo de dos palabras: atenci¨®n temprana. Y es que la atenci¨®n temprana, ese conjunto de acciones terap¨¦uticas orientadas a ni?as y ni?os entre 0 y 6 a?os con alteraciones en su desarrollo o riesgo de padecerlas, es, sin lugar a dudas, la herramienta m¨¢s eficaz para optimizar su desarrollo en el futuro.

¡°La intervenci¨®n temprana en ni?os con alg¨²n tipo de dificultad en el desarrollo es un gran punto de apoyo para potenciar al m¨¢ximo sus capacidades y proporcionarles oportunidades de participaci¨®n en su vida diaria¡±, asegura Alba Yeves, fisioterapeuta pedi¨¢trica de la Fundaci¨®n Instituto San Jos¨¦, en Madrid. Yeves explica que lo que va a diferenciar en el futuro a un ni?o o una ni?a con necesidades especiales que haya recibido terapias de atenci¨®n temprana de aquellos que no lo hayan hecho es su desarrollo el d¨ªa de ma?ana.

Seg¨²n cuenta, en el centro madrile?o se realizan valoraciones desde la globalidad, observando las necesidades que tienen los menores en cada momento de su vida y adapt¨¢ndose a los cambios que van surgiendo: ¡°Si un ni?o presenta dificultades motoras, por ejemplo, y eso va a entorpecer el juego con sus iguales o le va a impedir subir o bajar las escaleras en el colegio, el abordaje terap¨¦utico se va a hacer desde ah¨ª, con lo que sus necesidades m¨¢s inmediatas van a quedar cubiertas¡±.

Stefany no puede dejar de estar agradecida a las terapeutas que todav¨ªa a d¨ªa de hoy trabajan con su hijo: ¡°Para nosotros acceder a las terapias de logopedia, psicomotricidad o terapia ocupacional fue encontrar una luz en medio de un t¨²nel que no sab¨ªamos c¨®mo recorrer, aunque nos costase 15 meses de tr¨¢mites conseguir una plaza p¨²blica. Mientras tanto, no nos qued¨® m¨¢s remedio que recurrir a la sanidad privada¡±.

Seg¨²n datos de la Federaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Profesionales de Atenci¨®n Temprana ¨C GAT, un 10% de la poblaci¨®n infantil entre los 0 y los 6 a?os en Espa?a presenta problemas evolutivos y, en consecuencia, deber¨ªa acceder, de una forma m¨¢s o menos inmediata, a terapias de atenci¨®n temprana. Esto supondr¨ªa atender a 255.227 ni?os y ni?as. En la actualidad, hay comunidades aut¨®nomas, como la Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid, Galicia o el Pa¨ªs Vasco, en las que se atiende a menos de un 20% de los menores de 6 a?os con necesidades especiales, seg¨²n las mismas fuentes. Y, en muchas ocasiones, a?aden, la Administraci¨®n p¨²blica tiene que recurrir a la ayuda de fundaciones filantr¨®picas de car¨¢cter privado para descongestionar las listas de espera, porque para muchas familias la atenci¨®n privada, lejos de ser una opci¨®n, es un lujo que no se pueden permitir.

A juicio de Javier Luengo, director de Plena Inclusi¨®n Madrid, federaci¨®n que aglutina todas las organizaciones que trabajan en el ¨¢mbito de la discapacidad intelectual o del desarrollo en la regi¨®n, ¡°la atenci¨®n temprana tiene que ser universal, gratuita y que garantice que cualquier ni?o o ni?a que lo precise reciba atenci¨®n inmediata¡±. Algo que Luengo sostiene que deber¨ªa estar garantizado en todas las comunidades aut¨®nomas, sin que tenga que verse condicionado por coyunturas pol¨ªticas ni econ¨®micas.

Una carrera contra el calendario

Lo cierto es que cuando un ni?o accede a la atenci¨®n temprana los equipos multidisciplinares est¨¢n obligados a valorar y trabajar lo m¨¢s r¨¢pido posible, ya que la frontera de los 6 a?os, l¨ªmite de edad para recibir este tipo de terapias, es uno de los principales obst¨¢culos. Las listas de espera provocan, en ocasiones, que cuando el menor consigue por fin la plaza p¨²blica le queden apenas unos meses para aprovecharla. ¡°La atenci¨®n temprana no deber¨ªa finalizar a los 6 a?os¡±, reclama Stefany, ¡°sino que deber¨ªa prolongarse mientras fuese necesario para nuestros hijos. Ryan, por ejemplo, no habla, y su evoluci¨®n va a depender de un trabajo constante. Pero cumple los 7 a?os en agosto¡±, se lamenta.

Es por eso por lo que el trabajo tiene que ser r¨¢pido, como se?ala Yeves. ¡°Nada m¨¢s terminar las valoraciones con el ni?o o la ni?a y su familia, los menores empiezan a acudir a las terapias semanalmente, en permanente revisi¨®n para valorar los cambios que se van produciendo e ir adaptando el plan terap¨¦utico de manera peri¨®dica. No hay tiempo que perder¡±, a?ade.

Termina el d¨ªa. Ryan ya duerme y Stefany arranca de nuevo la planificaci¨®n de la jornada siguiente. De nuevo, programa la hora en la que el ni?o se levantar¨¢, qu¨¦ desayunar¨¢, las terapias a las que tendr¨¢ que acudir por la tarde: ¡°Es un poco como estar subida a una monta?a rusa, subiendo y bajando todo el rato. No es f¨¢cil, pero sabiendo adaptar los sue?os y las metas que tenemos para con nuestros hijos los cambios se hacen mucho m¨¢s sencillos¡±.

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