?C¨®mo educar a los ni?os para el futuro?: siete ideas para acompa?arlos
Somos parte de la tribu educadora ?qu¨¦ podemos hacer como padres? ?Cu¨¢l debe ser nuestro modelo para inspirarlos?
Me encanta esa frase que dice que se aprende por modelado y no por modelaje. La o¨ª hace ya varios a?os, y desde entonces no se me ha borrado de la cabeza. Desde que nacen nuestros hijos los estamos acompa?ando hacia el futuro, con nuestro modelo. Un d¨ªa ya no ir¨¢n de nuestra mano y habr¨¢n tenido que llegar a ¨¦l armados de buenas herramientas, la mayor¨ªa las habr¨¢n adquirido en casa, y otras tantas en la escuela.
Me preocupa mucho, tanto que me parece incre¨ªble que no abra los telediarios y sea portada de peri¨®dicos cada d¨ªa...
Me encanta esa frase que dice que se aprende por modelado y no por modelaje. La o¨ª hace ya varios a?os, y desde entonces no se me ha borrado de la cabeza. Desde que nacen nuestros hijos los estamos acompa?ando hacia el futuro, con nuestro modelo. Un d¨ªa ya no ir¨¢n de nuestra mano y habr¨¢n tenido que llegar a ¨¦l armados de buenas herramientas, la mayor¨ªa las habr¨¢n adquirido en casa, y otras tantas en la escuela.
Me preocupa mucho, tanto que me parece incre¨ªble que no abra los telediarios y sea portada de peri¨®dicos cada d¨ªa, la abrumadora cifra de paro juvenil de nuestro pa¨ªs: un 40%. Esto es una cat¨¢strofe, un fracaso a gran escala. No s¨¦ c¨®mo podemos tolerar que algo as¨ª ocurra. Que haya tantos j¨®venes que salgan del sistema educativo sin opciones para acceder al mercado laboral, o para seguir estudiando y aprendiendo, form¨¢ndose, a fin de cuentas, es terrible. Me contaba hace unos d¨ªas una buena amiga que tanto ella como su marido hab¨ªan realizado un itinerario educativo poco habitual. Ambos hab¨ªan cursado una FP primero, y despu¨¦s hab¨ªan accedido a la Universidad. Creo que fueron orientados sabiamente por sus padres. Pero no todo el mundo tiene la suerte de contar con una familia que sea capaz de aconsejar a sus hijos as¨ª de bien.
Cuando la familia falla, la que no deber¨ªa fallar nunca es la escuela. La ratio orientador alumno recomendada por la UNESCO es de 1 orientador por cada 250 alumnos. Sin embargo, en nuestro pa¨ªs estamos muy lejos de esa cifra. As¨ª que mientras esa ratio no mejore, los padres que tenemos la suerte de estar formados, debemos ser capaces de orientar a nuestros hijos, sin olvidarnos de los ni?os y j¨®venes que no tienen esos referentes en casa ni en la escuela. Supongo que muchos de ellos son los que desgraciadamente se suman a ese 40% de paro juvenil. Y si con nuestro modelo y el de nuestros hijos somos capaces de paso de ayudar a los menos afortunados, estaremos haciendo una gran aportaci¨®n a la sociedad.
Un gran referente en educaci¨®n para m¨ª es Sim¨®n Men¨¦ndez, maestro y pedagogo. A Sim¨®n lo conoc¨ª hace unos cuantos a?os, en el 2016 creo, cuando me met¨ª de lleno en el mundo educativo. Es muy inspirador escucharle hablar de esos j¨®venes que han roto los esquemas, que han demostrado a todo el mundo que el sistema educativo ha fracasado con ellos, que se ha equivocado, y que ha sido incapaz de orientarlos y acompa?arlos en el desarrollo de su talento, ese que ning¨²n adulto supo ver. Opino que nadie mejor que ¨¦l, ahora que adem¨¢s es pap¨¢, para cont¨¢rnoslo.
Soy padre desde hace unos meses. Esto me ha permitido hacer un par¨®n en la vor¨¢gine del d¨ªa a d¨ªa del trabajo y entrar en la din¨¢mica de tener un beb¨¦ en casa. Este tiempo ha sido maravilloso, y me ha tra¨ªdo miles de nuevas e interesantes preguntas. En un mundo donde todos dan soluciones que se pueden comprimir en un tuit, resulta que, para nosotros, las preguntas han sido las respuestas. Nos han hecho repensar y cambiar de mirada. En esos meses tan especiales, sali¨® a la luz la noticia de la creaci¨®n de la asignatura de formaci¨®n y orientaci¨®n personal y profesional como nueva materia de 4? de ESO, que ser¨¢ optativa. Creo que la tendencia a creer que simplemente una asignatura lo arregla todo es terriblemente com¨²n. Y aunque es una buena noticia, no me parece que pueda solucionar realmente los problemas de los j¨®venes.
Pensando sobre ello, me preguntaba ?Qu¨¦ rol tenemos como padres para orientar a nuestros hijos? Al fin y al cabo, todo padre o madre busca que sus hijos sean y aprendan a ser felices, que prosperen junto a otros y desarrollen sus capacidades para dejar una huella positiva en su entorno. Supongo que mi papel como padre no es ya ense?ar sin m¨¢s, sino orientar, acompa?ar, apoyar a mis hijos para que desarrollen una br¨²jula fiable y habilidades para navegar con confianza en una realidad compleja e incierta. Por tanto, la orientaci¨®n va mucho m¨¢s all¨¢ de las decisiones que tendr¨¢n que tomar con relaci¨®n a su futuro laboral. Se van a enfrentar al desaf¨ªo de dise?ar su vida en el contexto actual que nada tiene que ver con el que yo viv¨ª.
Hace poco tiempo conoc¨ª a Adri¨¢n Arrogante, un chaval de 21 a?os que en su adolescencia fue invitado a irse del instituto. Su trayectoria era considerada un fracaso por el sistema. Pero sinceramente creo que fue el sistema el que fracas¨® con ¨¦l. No le enganch¨®, ni le orient¨® para conectar sus pasiones con sus estudios. Se fue del instituto y gracias a otro tipo de apoyo externo consigui¨® emprender con un proyecto que impulsa a otros j¨®venes a descubrir sus pasiones art¨ªsticas para encontrar sentido y futuro en sus vidas. Otra historia de la que aprender es la de Elena Ruda. A los 16 a?os, viajando por el mundo con su familia, descubri¨® que en la escuela no estaba aprendiendo a mirar de forma emp¨¢tica lo que la rodeaba, a pensar por s¨ª misma, a ser capaz de unirse a otros, de liderar de forma compartida, de darse permiso de ser un agente de cambio. Por ello, con su prima, crearon Luz Azul, una organizaci¨®n que entiende los viajes como un aprendizaje en equipo para dar oportunidades a j¨®venes de desarrollar estas habilidades y valores.
Esta funci¨®n orientadora, en la que la escuela debe intentar tener la m¨¢xima presencia posible, es primordial. Todos los j¨®venes deber¨ªan tener acceso a oportunidades y recursos que les permitan construir su proyecto de vida. Un buen ejemplo de centro educativo volcado en la orientaci¨®n lo encontramos en el IES Cotes Baixes, de Alcoi (Alicante). Dan tanta importancia a la orientaci¨®n que han conseguido establecer una estructura de 70 horas, por donde pasan todos los alumnos de 4? de la ESO. A trav¨¦s de retos se trabajan herramientas para conocer su entorno y construir su camino, autoconocerse, descubrir su vocaci¨®n y talentos e incluso disponen de d¨ªas de experiencias en empresas. Integran la orientaci¨®n de forma transversal llegando a combinar bachillerato con formaci¨®n profesional dual.
La escuela, la educaci¨®n no formal, como por ejemplo los Scouts, y la familia tienen algo en com¨²n: son parte de una misma tribu que educa. Son las encargadas de transmitir la cultura y el saber heredado, pero tambi¨¦n de orientar y acompa?ar a los j¨®venes para descubrir sus pasiones y su potencial transformador, aquel que cambia y mejora el mundo. Pero, ya que somos parte de la tribu educadora ?qu¨¦ podemos hacer como padres? ?Cu¨¢l debe ser nuestro modelo para inspirarlos? Se me ocurren al menos 7 ideas:
- Lo primero de todo, cambiar nuestra mentalidad. Pasar de ense?ar a acompa?ar o guiar. Y como familia, aprender en equipo. Este es el mayor nivel de un proceso de orientaci¨®n. Romper los moldes sobre qui¨¦n ense?a o qui¨¦n aprende. Aprendemos en familia y nos ayudamos en la construcci¨®n de nuestro proceso de vida.
- Hacer cosas juntos para explorar nuevas realidades. Un ejemplo que me encanta es viajar como proceso de aprendizaje. Es algo inolvidable que marcar¨¢ las decisiones en su proyecto de vida. Nos ver¨¢n a nosotros en acci¨®n fuera del contexto normal y lo viviremos juntos. A veces no hace falta irse muy lejos, experiencias solidarias en nuestra misma ciudad pueden ser tambi¨¦n un viaje muy interesante.
- Activar su empat¨ªa y apoyarles para ponerla en acci¨®n. Cuando un ni?o, ni?a o adolescente ve una situaci¨®n, empieza a plantearse preguntas, sobre todo si detecta incoherencias. Reflexiona sobre qui¨¦n es ¨¦l y la situaci¨®n que le rodea. Tenemos que acompa?arle para que emerja de esa realidad con la intenci¨®n de transformarla para mejor.
- Escuchar. Escucharlos intencionalmente es complicado. A los adultos nos da miedo. Normalmente nos lleva a conflictos. Pero ah¨ª est¨¢ la gran oportunidad. Porque el conflicto, las preguntas, propuestas y protestas son un motor de cambio. Los ni?os y j¨®venes disponen de una sabidur¨ªa ut¨®pica y atrevida, incluso prof¨¦tica de como debiera ser el mundo. ?Qui¨¦n est¨¢ marcando m¨¢s la agenda medi¨¢tica, Greta Thunberg y Fridays for Future o los pol¨ªticos? Nosotros, como adultos, ni siquiera nos atrevemos a so?ar con ciertas cosas porque pensamos que son imposibles.
- Dejar que analicen los problemas que ven en su entorno. No darles recetas y acompa?arlos con preguntas. El aprendizaje se da principalmente en esa fase, en la que ellos ven que algo no funciona en el mundo, buscan personas que les ayuden y encuentran una soluci¨®n para comenzar a actuar.
- No protegerlos en exceso. Confiar en ellos. Considerarlos ciudadanos de pleno derecho, peque?os, pero ciudadanos. No inmiscuirnos en aquello que puedan hacer solos e incluso animarlos a salir de su zona de confort si est¨¢n preparados.
- Y, por ¨²ltimo, explorar el futuro. Orientarlos para descubrir sus pasiones y capacidades. Tan simple como ver juntos opciones con las que experimentar. Que no solo vayan a f¨²tbol como extraescolar. Hay un universo de actividades entero por descubrir. E incluso tempranas experiencias laborales que les permitan tener responsabilidades y compromisos m¨¢s all¨¢ de los estudios. Esto puede ayudarlos a descubrirse a s¨ª mismos en diferentes contextos y entrenar habilidades necesarias para participar, crear y desarrollarse, tanto en el ¨¢mbito personal como social y acad¨¦mico con una proyecci¨®n personal, pero tambi¨¦n vocacional y profesional hacia el futuro.
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