Se buscan chicos y chicas comprometidos con la sociedad, ?es tu hijo uno de ellos?
Los j¨®venes son el presente y el futuro, y nosotros, los adultos, somos sus c¨®mplices. Si de verdad queremos lo mejor para ellos, tal vez sea el momento de dejarlos so?ar
¡°Solo queremos lo mejor para ti¡±. ¡°Lo hacemos por tu bien¡±. Estas dos frases pueden que sean con toda probabilidad las que m¨¢s repetimos a nuestros hijos en nuestras discusiones cotidianas. Y tambi¨¦n se las dicen sus profesores en el colegio o en el instituto. Pero muchas veces lo decimos sin haberlos tenido en cuenta, sin haberlos escuchado siquiera. Cuando decimos eso, pensamos sobre todo en labrarles un porvenir. Hablamos de los ni?os y de los j¨®venes con las esperanzas puestas en el futuro, como si su corta edad les impidiera tomar decisiones ya, o tener grandes proyectos y ejecutarlos ahora mismo. Los j¨®venes no son solo el futuro, son m¨¢s que eso, porque el futuro est¨¢ ocurriendo aqu¨ª y ahora: los j¨®venes son el presente.
Vivimos en plena sociedad del cuidado, ahora como nunca antes somos conscientes de la importancia de cuidar del planeta, de nosotros mismos y de los dem¨¢s. En numerosas ocasiones, las iniciativas de emprendimiento social identifican y cubren necesidades que quedan fueran del alcance de instituciones ya arraigadas. La educaci¨®n puede hacer mucho por despertar el inter¨¦s en iniciativas sociales, pero no siempre lo consigue, ya que en muchas ocasiones la vida escolar transcurre entre las paredes de un centro desconectado de la realidad de su entorno. Podr¨ªa despertarse ese inter¨¦s si en las escuelas se pusiera en pr¨¢ctica m¨¢s a menudo propuestas como la del Aprendizaje por Servicio (APS), poco conocida, pero ya instaurada en algunos centros educativos como el IES Miguel Catal¨¢n de Coslada. El APS es una metodolog¨ªa educativa que se centra en proyectos que vinculan el curr¨ªculo escolar con la realidad social del entorno de los estudiantes. Creo que todos los estudiantes deber¨ªan tener al menos una oportunidad en su paso por la educaci¨®n obligatoria de vivir una experiencia como las que brinda esta metodolog¨ªa. De este modo los j¨®venes despertar¨ªan de su letargo, como ya lo han hecho otros.
Si nos preguntaran por un o una joven que est¨¦ intentando cambiar el mundo, a muchos de nosotros solo se nos ocurrir¨ªa el nombre de Greta Thunberg. Mientras la mitad de la poblaci¨®n adulta se pregunta qu¨¦ hace esa ni?a perdiendo el tiempo, sin ir a clases y alentando a otros a seguir su ejemplo, la otra mitad la apoyan y la defienden. Seguro que como padre o madre en m¨¢s de una ocasi¨®n te has preguntado si permitir¨ªas que tu hijo fuera como Greta. ?Qu¨¦ quieres que hagan tus hijos con su adolescencia? ?Quieres que sean chicos y chicas standard? ?Toleras cualquier comportamiento aceptado socialmente? Yo creo que todos los adultos como referentes en la educaci¨®n de los ni?os y j¨®venes deber¨ªamos tener unas expectativas muy altas puestas en ellos. Expectativas m¨¢s all¨¢ de lo acad¨¦mico, y de lo que ha sido habitual esperar de ellos hasta ahora. Hay ni?os, ni?as y j¨®venes que hacen cosas extraordinarias y que tienen un gran potencial. ?Les vamos a cortar las alas?
Tal vez Greta sea la l¨ªder joven m¨¢s medi¨¢tica, pero desde luego no es la ¨²nica. Carlla Vicni, una estudiante brasile?a de 16 a?os, se dio cuenta de lo importante que es fomentar el pensamiento cient¨ªfico y el inter¨¦s por la ciencia entre los estudiantes, comenzando por los m¨¢s j¨®venes. As¨ª, cre¨® junto a sus amigos el proyecto Cosmos, cuyo objetivo es que todos los j¨®venes aprendan habilidades y valores a lo largo de la vida para ser ciudadanos conscientes y activos. Hoy, cuatro a?os m¨¢s tarde, lidera un equipo de 30 estudiantes universitarios de diversas carreras universitarias y su iniciativa alcanza ya a 1.500 estudiantes en 25 escuelas locales.
Akash Singh fund¨® Energinee Innovations cuando ten¨ªa 18 a?os. Este joven indio identific¨® dos problemas en su entorno y encontr¨® la manera de darles una soluci¨®n conjunta. Por una parte, vio que los templos generaban muchos residuos contaminantes, y por otra identific¨® como un problema la escasez de oportunidades que las c¨¢rceles ofrec¨ªan a los reclusos para ganarse la vida. Se le ocurri¨® que los desechos que generaban los templos podr¨ªan reciclarse y para ello involucr¨® a los presos. Hoy, su equipo est¨¢ formado por 22 miembros, recogen los residuos de m¨¢s de 150 templos en la provincia de Delhi y ha dado trabajo a 32 reclusos hasta el momento.
Isabelle Christina, otra chica brasile?a, fund¨® Meninas Negras cuando ten¨ªa 14 a?os. Isabelle se dio cuenta de que muchas j¨®venes afrodescendientes no ten¨ªan ni siquiera acceso a la educaci¨®n. Su propuesta consiste en utilizar la tecnolog¨ªa para apoyar el desarrollo acad¨¦mico, profesional y cultural de las mujeres j¨®venes afrodescendientes. Actualmente, su proyecto cuenta con la orientaci¨®n profesional de 10 educadores que ofrecen sus conocimientos en psicolog¨ªa. Las participantes de su iniciativa adem¨¢s de estudiar portugu¨¦s, matem¨¢ticas, redacci¨®n e ingl¨¦s realizan proyectos de tecnolog¨ªa colaborativa, y han participado en hackathons a nivel nacional e internacional. En los pr¨®ximos 3 a?os, Isabelle espera que m¨¢s de 300 j¨®venes mujeres sean beneficiarias de su proyecto.
Carlla, Akash e Isabelle son j¨®venes l¨ªderes del cambio a los que la Fundaci¨®n Ashoka ha identificado ya para participar en su programa de j¨®venes innovadores sociales. Ahora buscan m¨¢s j¨®venes c¨®mo ellos en Espa?a. Es nuestra responsabilidad, como padres, madres o docentes, adultos que queremos dejar un mundo mejor a las generaciones venideras, empoderar a nuestros j¨®venes, animarlos a que conviertan en proyectos de emprendimiento social esas injusticias o esos fallos que identifican en nuestro sistema y lideren el cambio que quieren para nuestra sociedad.
En pleno confinamiento, me conmovi¨® un tuit de un profesor en el que dec¨ªa que una de sus alumnas de la ESO le hab¨ªa escrito para contarle que ten¨ªa dos calculadoras Casio y que tal vez habr¨ªa alg¨²n compa?ero que no ten¨ªa ninguna. La muchacha le dec¨ªa a su profesor que, si conoc¨ªa de alg¨²n caso, ella le pod¨ªa dar una de sus calculadoras. El docente estaba, desde luego, muy orgulloso de su alumna. Tal vez esta chica sea una joven l¨ªder del cambio, solo necesitar¨ªa un empujoncito para poner en marcha un proyecto por el que ning¨²n estudiante de secundaria se quedara sin calculadora. Los j¨®venes son el presente y el futuro, y nosotros, los adultos, somos sus c¨®mplices. Si de verdad queremos lo mejor para ellos, tal vez sea el momento de dejarlos so?ar, volar alto, y permitirles comprometerse con proyectos sociales que cuiden de nuestro entorno para hacer de este un mejor mundo para los dem¨¢s.
*Eva Bail¨¦n es ingeniera en Telecomunicaciones y autora del blog todoeldiaconectados.com sobre nuevas tecnolog¨ªas para ni?os. Inici¨® la campa?a de Change.org "por unos deberes escolares justos". Ahora es diputada en la Asamblea de Madrid y portavoz de Educaci¨®n de Ciudadanos.
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