?Puede una asignatura acabar con la violencia machista?
El caso de la educaci¨®n en igualdad, el respeto a la diversidad y la lucha contra la violencia machista no puede ser m¨¢s palmario
Cada vez que oigo a alguien proponer la introducci¨®n de una nueva asignatura obligatoria me pongo en estado de alerta. Recelo mucho del impacto real que estas puedan tener y recelo, sobre todo, de la elecci¨®n de los contenidos que quiera incluir quien la propone. Como defensora de la educaci¨®n competencial que soy, donde las asignaturas se desdibujan para dar cabida al aprendizaje interdisciplinar, no puedo actuar de otra manera.
El caso de la educaci¨®n en igualdad, el respeto a la diversidad y la lucha contra la violencia machista no puede ser m¨¢s palmario. Desde luego que educar en igualdad es necesario, pero debemos plantearnos si una asignatura aislada es la mejor forma de hacerlo.
Esta, para empezar, no tendr¨ªa cabida en Educaci¨®n Infantil, donde no hay asignaturas como tal, y carece de sentido dar clases magistrales sobre el art¨ªculo 14 de la Constituci¨®n Espa?ola o sobre el C¨®digo Penal. ?Implica eso renunciar a fomentar la igualdad desde peque?os? Desde luego que no. No debemos olvidar que, seg¨²n un estudio publicado en 2017, las ni?as comienzan a pensar ya desde los 6 a?os que son menos inteligentes que los ni?os. Lo que s¨ª es necesario es cambiar el enfoque desde el que atacamos el problema, porque hay maneras m¨¢s creativas -y, sobre todo, m¨¢s eficaces- de educar en igualdad.
En casa, los pap¨¢s y mam¨¢s tenemos que ser un modelo, un ejemplo de corresponsabilidad. Debemos tratar a ni?os y ni?as por igual y tratarnos mutuamente con respeto, prestar mucha atenci¨®n a nuestro lenguaje para no repetir los mismos mensajes err¨®neos que obligan a ellos a ser valientes y l¨ªderes y a ellas, a ser sumisas, sensibles y obedientes.
Otra de nuestras tareas es vigilar para que sus juguetes y los juegos en los que participan no sigan perpetuando los estereotipos que llevan a las chicas a no elegir carreras t¨¦cnicas, a creerse menos capaces para las matem¨¢ticas, la tecnolog¨ªa o la f¨ªsica. Y cuando haya varios hermanos, debemos actuar ante el primer atisbo de violencia verbal o f¨ªsica entre ellos para que no lleguen a la adolescencia habiendo normalizado los insultos, la indiferencia o las posturas de superioridad. Que aprendan a tratarse con respeto es el primer paso para que aprendan a respetar a sus parejas.
En los colegios a¨²n quedan muchos signos de desigualdad que se deben desterrar, desde los uniformes hasta el dise?o de los espacios, en especial los exteriores, que suelen dar m¨¢s protagonismo a pistas que ocupan el mayor porcentaje del espacio disponible para el recreo. Espacios en los que, sin embargo, la presencia femenina es verdaderamente escasa. Los colegios e institutos deber¨ªan llevar la igualdad en su ADN, en su proyecto educativo, en su d¨ªa a d¨ªa, con la implicaci¨®n de todo el personal.
Por otra parte, resulta evidente que en los contenidos faltan referentes femeninos. No aparecen apenas figuras femeninas en la historia, las ciencias o las matem¨¢ticas. Tambi¨¦n se deber¨ªa incluir educaci¨®n afectiva sexual en los curr¨ªculos, porque los ni?os est¨¢n accediendo a trav¨¦s de sus dispositivos electr¨®nicos a toda suerte de contenidos con los que interiorizan aut¨¦nticas barbaridades que no deber¨ªan normalizarse.
Y tendr¨ªamos que plantearnos la forma de enganchar a las chicas en el uso, el desarrollo y el dise?o de todo lo relativo a la tecnolog¨ªa. Si en los pr¨®ximos a?os, tal y como dicen los expertos, la mayor parte de los empleos tendr¨¢n una base predominantemente tecnol¨®gica, el desinter¨¦s de las chicas por lo t¨¦cnico podr¨ªa producir una nueva oleada de desigualdad en el terreno laboral a¨²n m¨¢s dram¨¢tica que la actual. El reto est¨¢ en c¨®mo hacer atractivas las STEM a las mujeres. Algunas voces sugieren que habr¨ªa que darles un valor social que las hagan m¨¢s ¨²tiles a sus ojos, a las que parece les atraen los trabajos que tienen que ver m¨¢s con contribuir a mejorar la sociedad.
En definitiva, resulta desalentador que, en lugar de innovar en el terreno educativo para fomentar la igualdad y proporcionar a los alumnos competencias y habilidades, la soluci¨®n f¨¢cil sea cargar a los ni?os con m¨¢s asignaturas y m¨¢s libros en la mochila. Est¨¢ claro que la lacra de la violencia de g¨¦nero se propaga por modelos aprendidos en la sociedad y que la mejor forma de abordarla es desde el entorno familiar y el educativo, pero tambi¨¦n desde las redes sociales y los medios de comunicaci¨®n.
La educaci¨®n en igualdad es una labor de todos, ya que se aprende m¨¢s por modelado, por observaci¨®n e imitaci¨®n, que, por modelaje. E imponer una asignatura espec¨ªfica ser¨ªa en mi opini¨®n, un simple modelaje.
*Eva Bail¨¦n. es diputada de la Asamblea de Madrid y portavoz de educaci¨®n por Ciudadanos
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