Nieves Concostrina: ¡°Todos recordamos al profesor que nos ha hecho amar una materia. A la ardua historia se la combate con cari?o¡±
La periodista escribe ¡®Historia en apuros¡¯, un libro que muestra con iron¨ªa, humor y cari?o que el estudio de esta materia forma a ciudadanos cr¨ªticos y su estudio es esencial
A los ni?os y las ni?as que la historia les parece aburrida, la periodista Nieves Concostrina (Madrid, 1961) les dir¨ªa, entre risas, ¡°que cambien de profesor¡±. En la historia viven personajes que con sus descubrimientos desafiaron y enfadaron a la iglesia, como es el caso que abre su nuevo libro ¡°La historia en apuros¡± (Montera, 2021) de Galileo Galilei. O mujeres inteligentes como Marie Curie que no gan¨® un Nobel, sino dos. O un Miguel de Cervantes que antes de escribir sus c¨¦lebres aventuras caballerescas vivi¨® su propia peripecia, cautivo en una c¨¢rcel de Argel, en la mayor base de esclavos del Mediterr¨¢neo. ¡°Todos recordamos al profesor divertido que nos ha hecho amar una materia¡±, as¨ª que, considera que a la ardua historia se le combate con ¡°cari?o y compresi¨®n¡±.
La historia nos habla de nuestro pasado y tiene tantas voces y escenas como ¨¢rboles la selva. ¡°Cuando trasmites la historia sin ganas y sin pasi¨®n es cuando ellos se aburren¡±, dice Concostrina, que cree que para entender (y acordarse) es mejor contarles con iron¨ªa y humor, porque aquello de que con sangre la letra entra ¡°est¨¢ demostrado que no¡±. Con la divulgativa y en ocasiones c¨®mica pluma de la periodista, los ni?os y las ni?as se enganchan a la historia (se lo hacen saber tanto en las ferias del libro como en las redes sociales). ¡°Le dije a la editorial que yo escribir¨ªa como escribo¡± y gracias a su tono, y a las ilustraciones de Alba Medina los nueve personajes hist¨®ricos se quedan sin derecho a olvido.
Sobre Juana I de Castilla y su marido Felipe apodado ¡°El Hermoso¡±, escribe: ¡°Ni la reina Juana fue una loca ni Felipe estaba tan divino como ¨¦l se cre¨ªa. Bueno... un poco s¨ª¡±. Y matiza: ¡°Para los c¨¢nones de belleza de la ¨¦poca era muy mono, aunque, visto desde hoy, tendr¨ªa una especie de guapura digamos... blandengue.¡± Y ante todo las cosas claras: ¡°A Juana la llamaron loca, no porque lo estuviera, sino porque no pararon hasta conseguirlo¡±. La periodista asegura que entre el marido de Juana, su padre y despu¨¦s su hijo ¡°la trolearon hasta sacarla de sus casillas y que pareciera desequilibrada¡±. Concostrina no solo emplea un tono cercano y un vocabulario actual (jerga corriente en los j¨®venes), tambi¨¦n hace esfuerzos por explicar por qu¨¦ las cosas son como son, o mejor dicho, fueron como fueron.
¡°Este libro es para un se?or de 60 o un ni?o de 12, porque los ni?os son muy listos y sobre todo, lo que no entiendan que lo pregunten¡±, dice. Afirma que la historia a los ni?os y a las ni?as se les debe contar sin edulcorar. ¡°En ocasiones los padres no tienen reparos en comprarles videojuegos violentos y luego tienen ciertos miramientos cont¨¢ndoles nuestro pasado¡±. Considera que es importante narrarles lo acontecido sin medias tintas porque ¡°as¨ª no se les blanquea la homofobia o la intolerancia, ni se blanquean instituciones como la iglesia y la monarqu¨ªa¡±. En el momento que se edulcora la historia, ¡°se disfrazan y se disimulan todas las pifias que se han hecho¡±, as¨ª que, reyes y curas acaban siendo blandos y ¡°estupendos¡±. A Concostrina no le tiembla la voz en asegurar (ni la pluma al escribir) que conociendo los hechos pasados se puede afirmar que la ¡°iglesia es una secta interesada en el dinero, y la monarqu¨ªa un ente anacr¨®nico que solo usa sus prerrogativas para negocios propios¡±.
Cuatro de los personajes que nos presenta en ¡°La historia en apuros¡± son mujeres. ¡°Somos la mitad de la poblaci¨®n. Somos exactamente igual que los hombres pero con ¨²tero, y algunas como yo ni lo hemos usado¡± (se r¨ªe). Sacar a las mujeres inventoras, pol¨ªticas, cient¨ªficas y relevantes de la sombra es necesario para que llegado un momento no haya que hacer distinci¨®n en referentes de mujeres o referentes de hombres, sino simplemente hablar de ¡°referentes de personas¡±. Pero, hasta que el relato en la historia no sea igual, Concostrina considera que hay que ¡°sacar y escarbar¡± a todas las grandes mujeres que han estado y que ¡°a¨²n tienen el pie en el cuello¡±.
¡°En este libro insisto mucho en la palabra sobresalientas. Todav¨ªa me hacen entrevistas y me preguntan. Y les digo que abran el diccionario que la palabra sobresalienta lleva unos siglos en el diccionario¡±, afirma. Otra cosa es que como las mujeres hemos sido consideradas poco sobresalientas, al emplear la palabra parezca incorrecta.
Desde la consideraci¨®n de que la historia forma a ciudadanos cr¨ªticos y que es esencial instruir a los ni?os y ni?as en humanidades, declara: ¡°La historia te da la perspectiva para que los errores no se repitan¡±. O conocer hechos como las epidemias, ¡°que la que nos ha tocado vivir no es la primera ni la ¨²ltima, pero como la gente est¨¢ pez en historia parece que era ¨²nica y nueva¡±. Y concluye: ¡°La historia sirve para hacerse preguntas¡±. Y el ser humano sin preguntas es una vida sin sol, escaso de agua y falto de aire.
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