Madres de d¨ªa: un recurso poco conocido y dif¨ªcil de mantener
Estos espacios ofrecen un ¡°segundo hogar¡±, pero profesionalizado y adaptado a las necesidades de la infancia. La falta de regulaci¨®n y la fragilidad de su funcionamiento hacen que muchos de estos proyectos se tambaleen
En una charla entre dos madres de d¨ªa hace unos a?os sobrevol¨® esta pregunta: ¡°?Te imaginas que Pen¨¦lope Cruz y Javier Bardem llevasen a sus hijos a una madre de d¨ªa?¡±. Comentaban la visibilidad que le dar¨ªa a su colectivo que dos personajes tan conocidos como ellos optaran por este recurso para el cuidado de sus hijos. Aquello no sucedi¨®, pero la imagen de Pen¨¦lope Cruz llevando a su hija a una madre de d¨ªa se materializ¨® en Madres paralelas, la ¨²ltima pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var. En el film, Pen¨¦lope Cruz da vida a Janis, una madre soltera que decide recurrir a una madre de d¨ªa tras lo que considera una mala experiencia con una au pair. Como en la vida reinan las casualidades, result¨® que si bien la escena se rod¨® en la Casita en Amores de Ainhoa Limon, en Vallecas, en el trabajo previo de documentaci¨®n particip¨® Arancha Cu¨¦llar, una de las madres de d¨ªa que hace a?os so?aba con la publicidad que Pen¨¦lope Cruz pudiera hacerle a su profesi¨®n.
¡°Pedro Alm¨®dovar visit¨® mi casa en dos ocasiones, en octubre de 2020, con el objetivo de saber c¨®mo trabaj¨¢bamos, c¨®mo eran estos espacios¡ y as¨ª poderlo transmitir fielmente en su pel¨ªcula. Yo me qued¨¦ muy tranquila cuando me transmiti¨® que le parec¨ªa justo que se nos conociera, pues dijo que le hab¨ªa impresionado mucho nuestra forma trabajar con la primera infancia, y creo que ha hecho un retrato bastante real¡±, cuenta Arancha, que adem¨¢s de madre de d¨ªa en La casita del Pez Austral es formadora de madres de d¨ªa.
Ambiente familiar y ratios muy peque?as
La pandemia no nos hizo mejores, pero s¨ª consigui¨® que al menos por un breve momento nos replante¨¢ramos nuestras vidas. R¨¢pidas, intensas, estresantes, en las ciudades no hay otro ritmo que el que imponen los horarios y las distancias que las conforman. La b¨²squeda de espacios m¨¢s amables con la infancia, la incertidumbre por el desarrollo del curso escolar y el miedo a los contagios se han traducido en un aumento del inter¨¦s por las madres de d¨ªa. Almudena Garc¨ªa, fundadora del directorio de educaci¨®n alternativa Ludus y autora del libro Otra educaci¨®n ya es posible (Litera), explica que el n¨²mero de madres de d¨ªa que se han sumado al directorio ha ido creciendo en los ¨²ltimos a?os, pero que justo ahora, debido a la crisis del coronavirus, ha notado un crecimiento exponencial en el inter¨¦s por este tipo de proyectos. ¡°Hay m¨¢s consultas y m¨¢s altas en el directorio. Muchas familias que tal vez en otras circunstancias no se lo habr¨ªan planteado, ahora prefieren optar por espacios con ratios m¨¢s reducidas. Al mismo tiempo ocurre que muchas personas que trabajaban en escuelas infantiles y que han sido despedidas comienzan a plantearse esta opci¨®n laboral¡±, se?ala.
Mar Lombo y Silvia L¨®pez, de la Asociaci¨®n Madres de D¨ªa de Madrid, explican a trav¨¦s de correo electr¨®nico que han observado c¨®mo desde finales de agosto del 2020 y principios de septiembre de 2021, ha habido un aumento del inter¨¦s y de la demanda de plazas por parte de familias que buscaban otra opci¨®n para el cuidado de sus hijos e hijas. ¡°La madre de d¨ªa aporta un segundo ¡®hogar¡¯, que es el ambiente natural. Es como estar en casa de los abuelos o de los t¨ªos, donde se sienten seguros y c¨®modos, con el valor a?adido de que los espacios de las casas de las madres de d¨ªa est¨¢n pensados desde la profesionalidad para favorecer el movimiento de los ni?os y ni?as en su actividad espont¨¢nea, su autonom¨ªa (materiales a su alcance, juegos, cuentos, momentos de aseo, de comida...) y la vinculaci¨®n a un espacio ya conocido que aporta calidez¡±, explican.
Una ratio reducida, de no m¨¢s de cuatro ni?os por casa, es otro de los atractivos de este recurso, ya que posibilita una socializaci¨®n m¨¢s cercana y poder prestar una mayor atenci¨®n a las necesidades de cada ni?o o ni?a, tanto a nivel f¨ªsico como emocional. La ratio tambi¨¦n puede contribuir a un mayor control de los virus a lo largo del curso escolar: menos ni?os, menos posibilidades de contagio y mayor control ante s¨ªntomas de enfermedad. Desde la Asociaci¨®n Madres de D¨ªa de Madrid se?alan que, si bien hay familias que cuando llegan a ellas conocen de antemano el tipo de servicio que presta una madre de d¨ªa, otras acuden despu¨¦s de haber optado por otro recurso para el cuidado de sus hijos, generalmente una escuela infantil masificada. ¡°Suelen ser familias que tienen peques que enferman a menudo en la escuela infantil, que necesitan horarios m¨¢s flexibles o cuyos hijos o hijas no se adaptan al sistema educativo actual en estas edades tan tempranas¡±. La flexibilidad en cuanto al n¨²mero de horas y horario es un aliciente en el caso de familias que pueden organizarse de una forma m¨¢s coherente, ya que no es obligatorio que permanezcan un m¨ªnimo de horas, como ocurre en la mayor¨ªa de escuelas infantiles, sino el tiempo que la familia necesite hasta un m¨¢ximo, eso s¨ª, de siete u ocho horas al d¨ªa.
Desconocimiento y vac¨ªo legal
Las madres de d¨ªa son en realidad proyectos tan peque?os que su sostenimiento no es f¨¢cil. Por un lado, a¨²n hay un gran desconocimiento de estos recursos alternativos. ¡°A pesar de que la pandemia nos ha impulsado y hemos salido a menudo en medios de comunicaci¨®n, seguimos siendo una opci¨®n muy desconocida en Espa?a. El boca a boca es quiz¨¢s lo que m¨¢s ha contribuido a que cada vez seamos m¨¢s conocidas entre las familias, pero a¨²n estamos lejos de llegar a las cotas de popularidad de pa¨ªses como Francia, Alemania, B¨¦lgica o Reino Unido¡±, explica Arancha Cu¨¦llar.
Por otro, la propia singularidad de estos espacios, al no pasar de cuatro plazas y no contar con el reconocimiento legal ni las subvenciones de otras opciones de cuidados, hace que muchos de estos proyectos transiten en una continua cuerda floja. Adem¨¢s, ?es una opci¨®n al alcance de todas las familias? Arancha Cu¨¦llar es de la opini¨®n de que una madre de d¨ªa no es tan cara si se tiene en cuenta la atenci¨®n tan personalizada que ofrece. ¡°Una plaza en un centro privado (que nada tiene que ver con nosotras) puede rondar los 350-400 euros, y una madre de d¨ªa se mueve entre los 400-550 euros de media por plaza. Nosotras ofrecemos a los ni?os hogar, atenci¨®n individualizada, un men¨² sano y casero, el poder salir cada d¨ªa al exterior, materiales de calidad adaptados a su desarrollo evolutivo, cuidados de calidad, apego¡¡±. Roc¨ªo Crisol Boyano, madre de d¨ªa en Torrej¨®n de Ardoz (Madrid), por su parte cuenta que si bien algunas familias se acercan muy interesadas, a veces descubren que es una alternativa que econ¨®micamente no pueden permitirse. ¡°Todos debemos poder elegir lo que creemos mejor para nuestros hijos e hijas¡±, dice. Por eso considera que las ayudas que se dan de 0 a 3 a?os para financiar las escuelas infantiles deber¨ªan ir a las familias para que ellas decidan cu¨¢l es la opci¨®n que prefieren para el cuidado de sus hijos.
Es dif¨ªcil saber cu¨¢l es la evoluci¨®n porque no existe un registro a nivel nacional que dibuje un mapa de las madres de d¨ªa en Espa?a. Solo en Madrid existe una base de datos real, ya que toda Madre de D¨ªa debe registrarse en la actual Consejer¨ªa de Familia, Juventud y Pol¨ªticas Sociales para poder ejercer esta profesi¨®n en la comunidad. Actualmente hay unas 80 Madres de D¨ªa dadas de alta en dicho registro. Desde la Asociaci¨®n Madres de D¨ªa de Madrid recuerdan que solo existe regulaci¨®n como tal en la Comunidad de Madrid y en la Foral de Navarra. En Galicia hay una regulaci¨®n espec¨ªfica de Casas Nido, que son espacios que siguen la misma filosof¨ªa que las Madres de D¨ªa, pero con algunas diferencias, ya que es un modelo concebido exclusivamente para el ¨¢mbito rural, para pueblos de Galicia en los que, por su escaso n¨²mero de habitantes, no son viables los modelos tradicionales de atenci¨®n a la infancia de 0 a 3 a?os (y pueden estar emplazados en el domicilio de la persona titular o en un local).
Seg¨²n Mar Lombo y Silvia L¨®pez, ante esta falta de regulaci¨®n muchas madres de d¨ªa se agrupan en diferentes a asociaciones, tanto a nivel nacional como a nivel regional, de forma que ellas mismas se autorregulan bajo los mismos requisitos de las comunidades en las que s¨ª hay regulaci¨®n. Entre los requisitos para ser madre de d¨ªa, la Red Madres de D¨ªa, una asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro compuesta por madres de d¨ªa de toda Espa?a, exige: titulaci¨®n oficial de T¨¦cnico superior en educaci¨®n infantil, pedagog¨ªa o psicolog¨ªa infantil; la realizaci¨®n del curso de iniciaci¨®n de Madre de D¨ªa impartido por la Red Nacional de Madres de D¨ªa y de un curso de primeros auxilios y manipulaci¨®n de alimentos; y recomienda la formaci¨®n adicional en pedagog¨ªas respetuosas tipo Waldorf, Pikler y Montessori. Adem¨¢s, para iniciar el proyecto debe contar con un espacio adaptado en su propia casa y seguros de hogar y de responsabilidad civil, darse de alta en la Seguridad Social y establecer un contrato privado con las familias usuarias.
C¨®mo es un d¨ªa en la casa de una madre de d¨ªa
Lo ideal es que cuando una familia se decide por una madre de día, haya un período de vinculación entre el niño o la niña y la acompañante de entre 15 días y un mes para que pueda hacerse a su compañía, a la casa y a sus “hermanos de día”. En este período de vinculación, la figura de referencia de la criatura (normalmente la madre o el padre) le acompaña en el espacio de la madre de día, pero sin intervenir en su juego ni en sus descubrimientos. A ratitos cada vez más largos esa figura de referencia se aleja del niño o la niña hasta que se logra la separación total de ese adulto durante las horas que vaya a pasar en la madre de día.
Después, ¿cómo es el día a día en una casita de una madre de día? Responde Rocío Crisol Boyano, madre de día en Torrejón de Ardoz (Madrid), que el momento de acoger y recibir a las familias por las mañanas tiene que ser tranquilo, sin prisas: “Al llegar se preparan para estar cómodos en el nido: se quitan los zapatos, el abrigo y los dejan en sus perchitas. Damos un tiempo para poder hablar con las familias por si hay algo importante que debamos saber para poder acompañar mejor al pequeño, y los papis se van despidiendo. Es un momento de cercanía y mucho contacto, en el que cantamos o contamos cuentos, luego cada uno según va sintiendo se va incorporando a su juego libre”.
El papel de la madre de día es observar y estar presente acompañando y ofreciendo las estrategias, los espacios, los materiales sin influir ni condicionar. “Son ellos los que eligen libremente su juego. Nuestra intervención es un obstáculo para ellos”, explica Rocío. Las madres de día tienen en cuenta enfoques respetuosos y activos como el trabajo de Emmi Pikler, Reggio Emilia, el juego con materiales no estructurados o la pedagogía Montessori. El juego al aire libre también es muy importante, y las madres de día suelen contar con un jardín o con un parque cercano al que acuden cada día. “Salimos todos los días a la calle. Si llueve o hace frío nos preparamos con la ropa y los complementos que necesitamos para disfrutar del aire libre y observar los cambios que se van produciendo. Cuando volvemos cada uno coloca su abrigo, su calzado en los sitios que tengo destinados para ellos y nos vamos al baño para lavarnos las manos. Es muy importante darles tiempo para que participen en todas las tareas de la casa o de sus propios cuidados sin prisas”.
El momento de la comida es un momento más para el aprendizaje: “Cada uno colabora en lo que puede: poner los platos, los vasos, recoger. Este momento también es muy importante, ya que se sigue fomentando su autonomía. Una vez hemos terminado de comer y recoger, nos vamos de nuevo al baño para el aseo. Todo está a su alcance para que ellos puedan participar de manera activa en el lavado de manos. También tienen tiempo para el control de esfínteres a su ritmo, sin forzar, y contamos con todos los complementos que puedan necesitar para cubrir las necesidades que se presenten (pañales, orinales, adaptadores)”. Por último, llega el momento de descanso, que según cuanta Rocío es también un momento muy “mimado”. “Las zonas de juego están separadas de la zona de descanso. Preparamos el ambiente, bajamos las luces y les canto nanas y canciones para dormir. Acompaño a cada pequeño en lo que necesite para facilitar el sueño y el descanso”. Tras la siesta llega el reencuentro con las familias, que se aprovecha para transmitir toda la información de cómo ha sido el día. Un día seguro mucho más amable que el que nuestros terribles ritmos adultos nos imponen.
Puedes seguir De mamas & de papas en Facebook, Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter quincenal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.