La experiencia de la maternidad en 10 libros para regalar(se)

La maternidad es el verdadero tema universal. Lo es, porque adem¨¢s de ser un proceso biol¨®gico con el que todos estamos relacionados si existimos ¨Csiendo madres, pero siendo tambi¨¦n hijas e hijos¨C, es una experiencia atravesada por la cultura. Se ha dicho que las madres no escriben, que est¨¢n escritas. Tambi¨¦n que la maternidad no ha sido considerado un tema literario a la altura de las guerras o el amor. Y esto pese a que, como dec¨ªa Elisa Mart¨ªn Ortega, profesora de literatura en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, la maternidad es quiz¨¢ la experiencia que nos pone m¨¢s en contacto con los l¨ªmites de la condici¨®n humana, con la deconstrucci¨®n y la construcci¨®n de la identidad, con las fronteras del cuerpo y la diferenciaci¨®n de los espacios mentales propios y ajenos. Nosotros siempre estamos dispuestos a seguir descubriendo t¨ªtulos y voces diversas que nos interpelen, o no. Que nos emocionen. Aqu¨ª recogemos 10 libros sobre la maternidad, la paternidad y la hijidad que demuestren que la ausencia de la maternidad como punto literario ha sido algo tan injusto como absurdo. Porque la literatura sirve de veh¨ªculo para contar lo peque?o, que en realidad es lo importante.

1. Ropavieja (Editorial Dieci6): Ropavieja es un poemario desgarrador sobre lo dif¨ªcil que es enfrentarse a la enfermedad cuando esta transforma y nos arrebata a un ser querido, en este caso una madre fagocitada por Caraperro (el nombre con el que la autora se refiere a la enfermedad). Apenas 24 a?os contaba su autora, la ilustradora lanzarote?a Lana Neble, cuando public¨® Ropa Vieja. El poemario, sin embargo, denota una madurez que no entiende de fechas de nacimiento ni documentos de identidad; y posee una belleza que un servidor asocia irremediablemente con la de Lanzarote: una belleza distinta e imposible de capturar y de explicar que, como la vida animal y vegetal que crece en la isla a contracorriente, en un terreno volc¨¢nico y hostil, se va haciendo hueco en las p¨¢ginas de este poemario, cuya dureza no logra ser suavizada ni por los destellos de luz que suelen ser los recuerdos de infancia.
2. Debimos ser felices (La navaja suiza): Hay libros que son apetecibles desde su portada, desde su t¨ªtulo. Hay libros que arrancan as¨ª: ¡°Antes de que yo naciera, mi madre ya hab¨ªa escrito una nota de suicidio¡±; y que a partir de ese momento son imposibles de dejar. Hay libros capaces de sacar belleza del dolor, de ese asomarse al pozo del pasado al que tan f¨¢cil es caer (¡°Las mujeres y los hijos lloran, pero el dolor reci¨¦n empieza. A¨²n no lo s¨¦, sin embargo, la muerte se despliega sobre nosotros como una flor que se abre de a poco¡±). Hay libros en los que no sobra nada, que unen con las palabras justas y precisas a tres generaciones de mujeres -abuela, madre e hija- que comparten algo m¨¢s que la herencia gen¨¦tica. Hay novelas que son como un puzle compuesto por textos breves, un puzle mitad l¨ªnea del tiempo, mitad ¨¢rbol geneal¨®gico que uno tiene que ir armando con paciencia. Hay novelas que son poes¨ªa y escritoras capaces de convertir en poes¨ªa una historia personal y a las que conviene leer y seguir la pista. Todo eso, junto y a la vez, sucede con la escritora uruguaya Clara Lahore y su Debimos ser felices.
3. Nadie sabe que esto es tierra de nadie (La navaja suiza): Apenas 118 p¨¢ginas componen Nadie sabe que esto es tierra de nadie, una especie de peque?o diario con el que el escritor y cineasta peruano Percy Ch¨¢vez Alzamora reflexiona sobre la que ser¨¢ su segunda experiencia con la paternidad. Cabe mucha profundidad bajo la falsa apariencia de liviandad de este t¨ªtulo: ¡°La idea de paternidad va acompa?ada de la frustraci¨®n: no lleva al futuro hijo dentro de uno. El amor de padre nace con una melancol¨ªa intr¨ªnseca. Un amor que nace desde la imposibilidad, desde el fracaso, desde una tristeza, desde la fe¡±. Tambi¨¦n mucho sentido del humor: ¡°Cuando ten¨ªa veinte a?os y viv¨ªa con mis padres no ten¨ªa un lugar privado en donde follar (¡­) Las cosas no han cambiado mucho veinte a?os despu¨¦s. Ahora que soy padre, la situaci¨®n es la misma¡±. En esa perfecta combinaci¨®n de profundidad, ligereza y sentido del humor reside el secreto de Nadie sabe que esto es tierra de nadie, un libro que, seguramente sin pretenderlo, obliga al lector reflexionar largo y tendido sobre la paternidad.
4. La Cascada (Editorial Carmot): En un pasaje de la novela, Nathalie, la protagonista de La Cascada, recuerda su asistencia a un taller de grabado en el que dibuj¨® una peque?a venus de Willendorf: ¡°Ten¨ªa el cuerpo redondo, los pechos colgantes (¡­). Pero lo que m¨¢s me fascin¨® fue su rostro, como una mordaza, como si le hubieran girado la cara de una bofetada y le hubieran dejado la nuca sobre el pecho. Esa era la esencia de la maternidad, pensaba entonces. Un cuerpo al servicio de la progenie humana, f¨¦rtil y amamantador, unido a un rostro oculto, amordazado, brutalmente extra¨ªdo de su lugar porque a nadie le importa ya la expresi¨®n que podr¨ªa contemplar en ¨¦l. Lo ¨²nico importante es criar al hijo, conseguir que la especie se perpet¨²e a trav¨¦s del cuerpo femenino¡±. Hay mucho de esa venus borrada en la historia de Nathalie, en el descenso a los infiernos que supone para la protagonista una relaci¨®n t¨®xica y un hijo amado (que ilumina, sin embargo, a la vez act¨²a como cadena a una vida que se rechaza) que lleg¨® en el momento, el sitio y con la persona equivocadas. La historia la narra con precisi¨®n la escritora y traductora literaria Blanca Gago, que teje un relato adictivo, inquietante, terrible, doloroso y oscuro que es toda una lecci¨®n de vida.
5. En Oto?o (Anagrama): ¡°Los padres dan vida al ni?o, el ni?o da esperanza a los padres. Esa es la transacci¨®n. ?Suena como una carga? No lo es. La esperanza no exige¡±, escribe Karl Ove Knausgard en las p¨¢ginas de En oto?o, el primer volumen de El cuarteto de las estaciones que el autor noruego escribi¨® alrededor del nacimiento de su cuarta hija, Anne. Tres cartas a la hija todav¨ªa no nacida y una serie de inconexas y filos¨®ficas reflexiones sobre los temas m¨¢s variopintos (desde las medusas, hasta los chicles, pasando por los labios genitales o las latas de conserva) componen un libro con el que Knausgard pretende mostrar a su futura hija el mundo tal y como es ahora para que luego ella pueda descubrirlo por s¨ª misma: ¡°Mostrarte a ti el mundo, mi peque?a, hace que mi vida merezca la pena vivirse¡±. En oto?o no es Mi lucha ni lo pretende, pero la inconfundible voz de Knausgard y su capacidad para ver lo grandioso en lo cotidiano no decepcionar¨¢ a su legi¨®n de fieles lectores.
6. Criada (Capitan Swing): La asistenta, una de las series de moda en Netflix, tiene su origen en Criada, el desgarrador relato autobiogr¨¢fica sobre la pobreza de la periodista norteamericana Stephanie Land. Un embarazo inesperado cambi¨® para siempre la hasta entonces c¨®moda vida de Land, que por falta de apoyo familiar y una relaci¨®n tortuosa y marcada por la violencia machista no solo tuvo que abandonar su sue?o de estudiar en la Universidad, sino que se vio abocada a una carrera por la supervivencia (suya y de su hija) con todas las dificultades que ser madre en solitario conlleva. Criada es un descenso a los bajos fondos del sue?o americano y del neoliberalismo, un recordatorio de la fragilidad de las clases medias, un retrato realista de uno de los trabajos peor valorados y pagados (el de la limpieza de casas ajenas) y una historia de superaci¨®n cargada con toda la ¨¦pica que tiene la maternidad, sobre todo cuando las cartas vienen mal dadas y una madre tiene que hacer lo que sea y como sea con tal de sacar adelante a su hija.
7. D¨ªa de Asueto (Errata naturae): Tras publicar hace un par de a?os G¨¦nie la loca, con la que In¨¨s Cagnati conquist¨® el premio Deux Magots 1977, Errata Naturae vuelve a indagar en la obra de la escritora francesa para recuperar otra de sus joyas, El d¨ªa de asueto, la que fue la primera novela de Cagnati y con la que se alz¨® con el Premio Roger-Nimier de 1973. En El d¨ªa de asueto In¨¨s Cagnati vuelve a hacer gala de su maestr¨ªa para representar el mundo rural y las relaciones familiares que en ¨¦l se entretejen, representadas en este caso por una adolescente salvaje y brillante, Galla, que pese a adorar a su madre y a su hermana peque?a, parece no encajar ni en su familia ni en el instituto-internado en el que estudia. La dureza y la tristeza que recorr¨ªan como un pu?al las p¨¢ginas de G¨¦nie la loca vuelven a hacer acto de presencia en El d¨ªa de asueto, una novela narrada con un lenguaje conciso y contenido que refuerza la sensaci¨®n de orfandad de una ni?a entra?able que inicia un viaje de 35 kil¨®metros en bici (los que separan el instituto de la casa familiar) llamado a cambiar para siempre su vida.
8. Madr?eh? (Random Comic): Para Marta Puig, a la que conocemos como Lyona, llegar a la maternidad no fue como esperaba. Su vida profesional, sus expectativas vitales y no tener una pareja con la que compartir el camino, fueron retrasando el momento hasta que, dice, ¡°fue demasiado tarde¡±. Su experiencia la ha contado en Madr?eh? (Random c¨®mic), un c¨®mic en clave de humor con el que deseaba hacer visible cuestiones de las que a¨²n nos cuesta hablar. La reproducci¨®n asistida, la endometriosis, la infertilidad, la angustia cuando el deseo de ser madre no se cumple, la discriminaci¨®n en los procesos de fertilidad o la fragilidad de las relaciones actuales recorren el libro de ilustraciones tricolor: rosa, negro y blanco. Dec¨ªa Lyona en esta entrevista que debemos seguir hablando de todo esto. Que a¨²n no hay suficiente literatura sobre todo lo que rodea a la maternidad. ¡°Son temas, historias, que no solo deben interesar a las mujeres. Yo veo mi libro y pienso que es una historia de aventuras. ?Pasa de todo! Hay drama, hay sexo, hay acci¨®n, hay miedo. ?Por qu¨¦ esto no puede ser universal? Nos hemos tragado durante siglos historias de caballeros, de guerreros, ?por qu¨¦ no podemos interesarnos por la historia de una mujer que va a ser madre?¡±. Madr?eh? se suma a la maternidad en primera persona.
9. Tercera persona (Perif¨¦rica): Val¨¦rie Mr¨¦jen ser¨¢ un descubrimiento para quienes no hayan le¨ªdo nada de ella. En Tercera persona encontramos lo que podr¨ªamos ver como una especie de cuaderno de viaje de su llegada a esta tierra desconocida que es la maternidad. Aunque su relato es autobiogr¨¢fico, lo cuenta en tercera persona, como si a¨²n no terminara de creerse lo que est¨¢ pasando. Como si estuviera mirando desde fuera la creaci¨®n de un nuevo universo en el que hay que inventar un nuevo l¨¦xico, la forma de relacionarse y de pensar. ¡°Tarda un tiempo en poder decir ¡°mi hija¡±. No le resulta natural. Ni siquiera despu¨¦s del parto est¨¢ segura de poder pronunciar esas palabras¡±, escribe. Mr¨¦jen es una observadora incre¨ªble, se detiene en los detalles peque?os, que son en realidad los importantes. Hay poes¨ªa en las discusiones de pareja, en los horarios que impone la crianza, en el agotamiento, en las personas que la acechan en la calle para tocar al beb¨¦ con sus manos mugrientas, en los objetos que cambian de lugar y hasta en un espect¨¢culo de marionetas. Es un libro imprescindible. Bell¨ªsimo y original.
10. La ni?a que lleg¨® con un futuro bajo el brazo y otros relatos seudomaternales (Libros.com): ¡°Escribo estas l¨ªneas sentada en el suelo junto a mi hija. La tarea no es f¨¢cil: ella, que poco sabe a¨²n de escritura ni de nada que no sean sus cambiantes sensaciones, me interrumpe a cada poco reclamando atenci¨®n exclusiva¡±. As¨ª arranca este libro escrito a golpes que Marta P¨¦rez Arellano, antrop¨®loga y trabajadora social, consigui¨® publicar gracias a una campa?a de crowfunding. La ni?a que lleg¨® con un futuro bajo el brazo y otros relatos seudomaternales (Libros.com) es una mirada a los cuidados desde la experiencia en primera persona. Reflexiona sobre cuestiones como la precariedad, el privilegio, el reparto de cuidados o el lugar de la maternidad en la sociedad sin dar nada por sentado. Hay mucho de ambivalencia en su relato. Luces y sombras. ?Qu¨¦ no es la maternidad sino esto?

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