Adolescentes en una relaci¨®n t¨®xica: as¨ª pueden detectarlo los padres y ayudarlos a salir de ella
Lo aconsejable es que los progenitores no intervengan para desprestigiar a la persona con la que est¨¢ su hijo o hija, que sean los menores quienes respondiendo a unas preguntas lleguen a poner nombre a a la toxicidad que est¨¢n viviendo
Ver que el hijo o hija adolescente inicia una relaci¨®n amorosa no siempre es f¨¢cil de asimilar por parte de los padres que, generalmente, consideran que sus peque?os no est¨¢n a¨²n preparados para ese tipo de amor. Se suele considerar y entender como una edad propia para salir con amigos y no para centrarse en una sola persona. Si a eso se le a?ade la posibilidad de vislumbrar comportamientos por parte de la pareja de los hijos alejados de lo sano, la preocupaci¨®n de los progenitores es, obviamente, a¨²n mayor.
Por eso es interesante conocer las se?ales m¨¢s comunes a las que prestar atenci¨®n; peque?os gestos que pueden indicar que el adolescente se ha enganchado a una relaci¨®n t¨®xica o a una relaci¨®n amorosa no sana, como prefiere denominarla la educadora social Sara Desir¨¦e Ruiz, tambi¨¦n instagrammer centrada en la adolescencia y autora de El d¨ªa que mi hija me llam¨® zorra. Marina Garc¨ªa Fuentes, codirectora del Instituto de Psicolog¨ªa Psicode, refiere situaciones en las que el adolescente deja atr¨¢s a personas y aficiones de su entorno que siempre le han llenado: ¡°Adem¨¢s, resta importancia a sus relaciones de amistad e incluso se separa de ellas. En casa tambi¨¦n se distancia de sus padres y hermanos. Porque su foco est¨¢ puesto en la persona amada¡±. Es as¨ª hasta la dependencia, de modo que ¡°si no est¨¢ cerca de ella llega a sentir malestar emocional. Y si se enfadan, el mundo se le viene abajo¡±, a?ade Garc¨ªa. Y da otra pista: ¡°Las emociones que se sienten con ese tipo de parejas son muy extremas en cortos intervalos de tiempo, desde una exaltaci¨®n del amor a un sufrimiento intenso¡±.
Aunque puede parecer que las se?ales son claras, hay que recordar que nos referimos a adolescentes, personas que sienten intensamente. ¡°Debemos tener en cuenta las caracter¨ªsticas de la etapa y que ciertas situaciones no las pueden evitar porque a¨²n se est¨¢n desarrollando¡±, explica Ruiz. En esta etapa, seg¨²n la experta, tienen gran importancia las relaciones que mantienen con las dem¨¢s personas: ¡°Las relaciones de pareja son muy diferentes de las de los adultos. Las personas adolescentes est¨¢n en plena construcci¨®n de su identidad y de su proyecci¨®n social¡±.
Isabel Prestel, madre de Paula Delgado, se sent¨ªa extra?ada del comportamiento de su hija de 15 a?os cuando empez¨® su primer noviazgo: ¡°De la noche a la ma?ana perdi¨® la confianza en m¨ª. No me contaba nada y hasta sus expresiones resultaban agresivas. Directamente, era otra ni?a¡±. Y aunque al principio Delgado no quiso precipitarse, hubo se?ales muy evidentes. La propia Paula detect¨® esas se?ales de que algo no encajaba con ese chico: ¡°Le ca¨ªan mal absolutamente todos mis amigos, en su presencia se portaba fatal y hasta llegaba a ser maleducado; me repet¨ªa constantemente que mi madre solo quer¨ªa controlarme poni¨¦ndome en su contra. No quer¨ªa que me maquillara y le disgustaban determinadas prendas de ropa porque no era propio de una chica como yo, seg¨²n sus palabras¡±.
Nada de desprestigiar al otro
Ante una situaci¨®n como esta no es sencillo saber reaccionar. Las recomendaciones de los expertos son muy similares: aunque resulte muy tentador y parezca el camino m¨¢s f¨¢cil, lo aconsejable es que los padres y madres no intervengan para desprestigiar a la persona con la que est¨¢ su hijo o hija. ¡°En la adolescencia esto es contraproducente. Cuando criticamos o juzgamos perdemos la oportunidad de ayudar. Lo primero que recomiendo es acercarse a las personas adolescentes para verificar que estas conductas que observamos se est¨¢n dando realmente¡±, aconseja Sara Desir¨¦e Ruiz. Si no cabe duda de que es as¨ª, ¡°es importante cerciorarse de que la persona adolescente tambi¨¦n se ha dado cuenta, con preguntas que, a priori, parecen inocentes¡±.
Por su parte, Marina Garc¨ªa sugiere iniciar una charla comenzando por temas en los que se est¨¢ de acuerdo: ¡°Dialogar desde un punto de vista en com¨²n facilita que el proceso de comunicaci¨®n contin¨²e. Es dif¨ªcil que nos escuchen si empezamos hablando desde el desacuerdo o queremos hacerle ver la equivocaci¨®n¡±. A partir de ah¨ª se puede tratar preguntarles: ¡°?C¨®mo te sientes ante esta situaci¨®n?¡±.
Cecilia Mart¨ªn S¨¢nchez, codirectora junto a Garc¨ªa del Instituto de Psicolog¨ªa Psicode, propone preguntas como estas: ¡°?Crees que sufres m¨¢s de la cuenta en tu relaci¨®n? ?Tu pareja te dice que siempre tienes la culpa de vuestras discusiones? ?Habla bien de tus amigos? ?Te sientes libre de hacer planes sin ¨¦l? ?Tienes la sensaci¨®n de que le tienes que pedir permiso para todo? ?A veces te pasa que tienes miedo de que se enfade? o ?Es este el tipo de relaci¨®n que t¨² quieres para el resto de tu vida?¡±. Seg¨²n esta especialista, respondiendo a estas preguntas ser¨¢n ellos mismos quienes pongan nombre a la toxicidad que est¨¢n viviendo: ¡±Cuando lo verbalizan, al no verlo impuesto por los adultos, habr¨¢ m¨¢s probabilidades de que pongan l¨ªmites a su pareja¡±. Y sugiere, adem¨¢s, no hablarles como a ni?os, sino tratarles como adultos, que entiendan que su opini¨®n es v¨¢lida: ¡°E incluso empatizar con ellos, contarles alguna experiencia con una persona t¨®xica es una buena idea¡±, a?ade Mart¨ªn.
Despu¨¦s de una relaci¨®n no sana
Si resulta importante saber c¨®mo actuar mientras se mantiene la relaci¨®n, tambi¨¦n lo es cuando esta acaba. ¡°Es interesante en ese momento sentarse a reflexionar, revisar si la persona adolescente ha aprendido de la experiencia. Cuando una persona permite cosas que no deber¨ªa, tenemos que entender que detr¨¢s de ese permitir puede esconderse una falta de habilidades sociales, una baja autoestima, un estilo de apego inseguro¡±, retoma Ruiz. A lo que Garc¨ªa a?ade que hay que identificar las se?ales que avisan de que se estaba teniendo una relaci¨®n t¨®xica y escribirlas en una libreta.
En caso de que no resulte f¨¢cil superarlo, las expertas recomiendan contar con un profesional que ayude al adolescente a alejarse de la imagen de v¨ªctima que tenga de s¨ª misma. La joven Paula Delgado lo tuvo claro: ¡°No quer¨ªa que me volviera a pasar y sab¨ªa que no hab¨ªa sido mi culpa. Pero necesitaba que me lo corroboraran. Y que me ayudaran a analizar el por qu¨¦ de mi comportamiento¡±. As¨ª que acudi¨® a una psic¨®loga que le ayud¨® a buscar respuestas.
Aunque las tres especialistas se?alan que hay j¨®venes que por falta de autoestima o por vivir con un apego inseguro puedan ser m¨¢s proclives a este tipo de relaciones, Ruiz recuerda que pensar que a ellos no les va a pasar es una manera de protegerse, pero es tan inexacto como pensar que s¨ª que les va a pasar. ¡°Lo cierto es que no lo sabemos¡±, contin¨²a, ¡°as¨ª que recomiendo prepararse por si sucede, pero sin obsesionarse con evitar que acontezca, porque entonces es cuando el miedo nos hace creernos en peligro sin estarlo y solemos dificultarles el desarrollo¡±.
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