La regla 3-6-9-12 y otras estrategias para introducir las nuevas tecnolog¨ªas en la vida de ni?os y adolescentes

En Espa?a, el 13,44% de la poblaci¨®n tiene edades comprendidas entre los 0 y 12 a?os. Una etapa en la que los padres empiezan a cuestionarse cu¨¢l es el mejor momento para acercar a sus hijos a tabletas, ordenadores o tel¨¦fonos m¨®viles, teniendo en cuenta que la sociedad actual est¨¢ conectada permanentemente. Todos estos dispositivos forman parte del d¨ªa a d¨ªa de los adultos y, en consecuencia, del de los menores.

En 2007, para reducir la exposici¨®n de la poblaci¨®n infantil al influjo de las nuevas tecnolog¨ªas, el psiquiatra franc¨¦s Serge Tisseron public¨® la regla 3-6-9-12, una gu¨ªa con la que dosificar, por edades, la introducci¨®n de las pantallas durante la infancia. La Asociaci¨®n Francesa de Pediatr¨ªa Ambulatoria (AFPA) recogi¨® este documento posteriormente y actualmente lo mantiene en su web a modo de recomendaciones para padres y madres con hijos en esa franja etaria.

Con ese patr¨®n, Tisseron aconseja que no haya nada de pantallas antes de los tres a?os, no usar juegos digitales antes de los seis, acceso a internet a partir de los nueve y utilizaci¨®n de las redes sociales despu¨¦s de los 12. Este psiquiatra, adem¨¢s, apuesta por construir referencias espaciales y temporales antes de los tres a?os; descubrir todas sus posibilidades sensoriales y manuales entre los 3 y 6; descubrir las reglas del juego social entre los 6 y 9; explorar la complejidad del mundo entre los 9 y los 12; y comenzar a liberarse de las marcas familiares despu¨¦s de los 12.

Cada vez son m¨¢s los expertos que sostienen la necesidad de incorporar alg¨²n tipo de criterio basado en la edad para delimitar el acceso de los menores a las diferentes tecnolog¨ªas. ¡°Esta regla, adem¨¢s de ser f¨¢cil de recordar, no es relevante solo por plantear estos criterios temporales, tambi¨¦n justifica esas edades y aporta ideas para poder aplicarlas en casa¡±, considera Carlos M. Jord¨¢n, psic¨®logo cl¨ªnico del servicio de Psiquiatr¨ªa del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Comunidad de Madrid).

En 2019, con un enfoque m¨¢s general, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) marc¨® unas nuevas directrices sobre actividad f¨ªsica, sedentarismo y sue?o para menores de cinco a?os. En ellas inclu¨ªa limitaciones en el uso de las pantallas por parte de la poblaci¨®n infantil menor de esa edad. Las recomendaciones inclu¨ªan que para los ni?os menores de un a?o no se aconseja que pasen tiempo frente a las pantallas; para los de uno a dos a?os, no se recomienda que pasen tiempo en actividades sedentarias ante una pantalla (como ver la televisi¨®n o v¨ªdeos o jugar a juegos en el ordenador). En el caso de ni?os de dos a?os a cuatro a?os, el tiempo dedicado a actividades sedentarias frente a una pantalla no debe exceder una hora.

Los expertos consideran que existen evidencias de que el uso de los distintos dispositivos afecta al cerebro de la poblaci¨®n infantil y adolescente. ¡°La plasticidad neuronal, la capacidad de crear nuevas conexiones en el sistema nervioso, se mantiene a lo largo de la vida, pero en la infancia es mucho mayor. La maduraci¨®n de las estructuras cerebrales es un proceso que necesita del est¨ªmulo exterior y sabemos que hay etapas cruciales, por ejemplo, en la adquisici¨®n del lenguaje, en donde una estimulaci¨®n inadecuada puede comprometer para siempre su desarrollo¡±, explica Jord¨¢n. As¨ª lo recoge el estudio de 2017 Medios de pantalla digital y desarrollo cognitivo, publicado por la Academia Estadounidense de Pediatr¨ªa. Esta investigaci¨®n afirma que, por debajo de los dos a?os, la exposici¨®n a la televisi¨®n tiene resultados negativos en la adquisici¨®n del lenguaje y las funciones ejecutivas. ¡°Ello avalar¨ªa la idea de establecer l¨ªmites de edad¡±, asegura este psic¨®logo cl¨ªnico.

El pasado mes de junio, la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP) public¨® un plan digital familiar, elaborado por el Grupo de trabajo de Salud Digital del Comit¨¦ de Promoci¨®n de la Salud de la AEP, formado por pediatras, con el apoyo de la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos. ¡°Se realiz¨® un trabajo previo de un a?o para hacer una revisi¨®n cient¨ªfica de lo publicado hasta la fecha y de otras recomendaciones de sociedades cient¨ªficas internacionales¡±, comenta la doctora Mar¨ªa Salmer¨®n Ruiz, coordinadora del grupo de trabajo de Salud Digital del Comit¨¦ de Promoci¨®n de la AEP (CPS-AEP).

Este plan digital familiar es una herramienta gratuita, a la que cualquier persona puede acceder y cuyo objetivo final es obtener una hoja de ruta para disminuir los riesgos del mal uso de la tecnolog¨ªa en la familia. ¡°Para el pediatra es una herramienta que puede recomendar en la consulta como informaci¨®n de educaci¨®n para la salud. El plan es personalizable al permitir elegir o a?adir l¨ªmites¡±, mantiene esta doctora. La idea surge por la inquietud mostrada por parte de los pediatras al comprobar en las consultas la preocupaci¨®n de los padres y el aumento de los problemas relacionados con el mal uso de la tecnolog¨ªa que tiene impacto sobre la salud, seg¨²n explica Salmer¨®n. Hoy en d¨ªa, agrega, ¡°los padres se sienten abrumados y perdidos, no saben por d¨®nde empezar ni c¨®mo y, en muchas ocasiones, la informaci¨®n que se obtiene es confusa o incluso contradictoria¡±.

La AEP se plantea como objetivo formar a los pediatras sobre el empleo del plan en las consultas y c¨®mo acompa?ar a las familias en su elaboraci¨®n y en la revisi¨®n de los objetivos. Desde su presentaci¨®n, alrededor de 3.000 familias han accedido y seleccionado propuestas. ¡°La edad que m¨¢s preocupa a los padres es la adolescencia¡±, asegura Salmer¨®n.

Conocer cu¨¢ndo es el momento apropiado de introducir a los m¨¢s peque?os en las nuevas tecnolog¨ªas se presenta como una labor ardua, teniendo en cuenta tambi¨¦n que ¡°algunos estudios se?alan que el uso de estos dispositivos puede conllevar beneficios, como el desarrollo de algunas capacidades cognitivas gracias, por ejemplo, al uso de videojuegos de acci¨®n. E, incluso, la memoria visoespacial, la atenci¨®n selectiva o la velocidad de procesamiento se pueden ver incrementadas por este tipo de juegos¡±, explica Jord¨¢n. Sin embargo, su utilizaci¨®n tambi¨¦n puede repercutir de forma negativa en otras capacidades, como la atenci¨®n sostenida que requiere seguir una clase o la lectura de un libro. ¡°Aqu¨ª, adem¨¢s del momento de introducci¨®n, es importante la cantidad de uso y, aunque no hay una regla exacta, van apareciendo pistas a seguir, como lo planteado por Tisseron. Los consejos incluidos por la OMS tambi¨¦n son importantes, pues no se trata solo de acertar con el momento de la introducci¨®n de las tecnolog¨ªas, sino limitar su uso y fomentar la pr¨¢ctica del deporte y de la socializaci¨®n cara a cara¡±, afirma por su parte el psic¨®logo Carlos M. Jord¨¢n.

El mundo digital ha venido para quedarse. ¡°Por eso, los adultos debemos ser un modelo adecuado. El ni?o se queda con poco de lo que decimos y con todo lo que hacemos. Es necesario el esfuerzo y la concienciaci¨®n de toda la sociedad: familias, centros educativos, pediatras, legisladores... y plantearse como objetivo la protecci¨®n de la infancia y adolescencia en la salud digital¡±, sostiene Salmer¨®n.

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