Ocho libros para este verano que ayudan a transitar los recovecos de la maternidad
La literatura ha explorado hist¨®ricamente, y m¨¢s las ¨²ltimas d¨¦cadas, la vivencia universal de ser madre o padre, hijo o hija, desde m¨²ltiples perspectivas, revelando las complejidades y emociones que rodean a estas experiencias
¡°No es seguro que todas las mujeres sean madres o vayan a serlo un d¨ªa; ni que todos los hombres sean padres o lleguen a serlo. Pero, en cambio, s¨ª que es universal que todo ser humano viviente, de cualquier edad, sexo y condici¨®n, ha nacido de una mujer y es hija o hijo¡±, escribi¨® Victoria Sau en su conocido libro El vac¨ªo de la maternidad (Icaria editorial, 1995). La literatura ha explorado hist¨®ricamente, con especial auge en las ¨²ltimas d¨¦cadas, esta vivencia universal desde m¨²ltiples perspectivas, revelando las complejidades y emociones que rodean a la experiencia de ser madre y padre, pero tambi¨¦n la de ser hijo e hija.
La infelicidad es una forma de estar en el mundo para la madre que protagoniza la primera novela de Carmen Verde, nominada en 2023 al prestigioso Premio Strega. Una infelicidad que se extiende como una enredadera en una casa repleta de objetos y baratijas que asfixia, como una de esas casas con vida propia de Shirley Jackson, y que acaba colonizando tambi¨¦n a quienes la habitan: una hija que solo vive deseando el amor de una madre que se muestra indiferente hacia ella; una madre que persigue con desesperaci¨®n que la quieran; y un padre ausente, perdido, que no sabe querer y que tampoco se siente querido. ¡°Pap¨¢ era infeliz, como nosotras, no menos que nosotras. Descubrirlo fue electrizante, anul¨® de inmediato cualquier distancia. Por fin algo nos un¨ªa, nos convert¨ªa en una verdadera familia¡±, escribe Verde. ¡®Una m¨ªnima infelicidad¡¯ es, en definitiva, una suerte de tratado sobre el sufrimiento que provoca el amor no correspondido.
Ser madre cuando se vive la experiencia del embarazo y la crianza en un pa¨ªs distinto puede ser doblemente complejo: por un lado, por las complejidades de la propia maternidad, con sus conflictos y sus momentos gloriosos; por otro, por los retos y el duelo que conlleva el expatrio. Macarena ?lvarez aborda estas cuestiones en 'Algo explot¨® ac¨¢ adentro', un libro breve que deja interesantes reflexiones sobre los cambios en la identidad cuando llegan los hijos (¡°No voy a tener tiempo para preguntarme qui¨¦n es esa mujer que ha salido de m¨ª, d¨®nde se ha ido. ?Me importar¨¢ acaso algo m¨¢s que no sea lograr que el beb¨¦ succione la leche de mi pecho?¡±); el poco valor de los cuidados a nivel social; los cambios en el deseo y la sexualidad; el paso del tiempo durante la crianza; los malabares laborales; o la necesidad de encontrar un lugar al que pertenecer. Un lugar que en esta novela se llama familia.
¡°Estar bien est¨¢ bien cuando no has pensado que podr¨ªas estar mejor, que quiz¨¢s te has conformado demasiado pronto y con demasiado poco¡±, reflexiona la inolvidable narradora de ¡®La conformista¡¯. En esta novela breve cada cap¨ªtulo hace avanzar al lector varios a?os en la vida ¡°tranquila y uniforme¡± de una pareja normal (dos hijas, una poller¨ªa, una hipoteca, conflictos con las familias de origen). De esta forma, Alba Dedeu bucea con maestr¨ªa en la cotidianidad de una vida, fuente de desencanto de su protagonista, una mujer que compagina la aceptaci¨®n de su realidad, su entrega como mujer y madre, con la angustia que le persigue al pensar en las vidas posibles que se perdieron al elegir la suya. A trav¨¦s de su voz, que es pura ternura, y de su evoluci¨®n (personal y familiar), Dedeu traza a carboncillo el retrato de una generaci¨®n que pens¨® en su juventud que se comer¨ªa el mundo y que hoy, arrollada por la realidad de la adultez, sobrevive con m¨¢s o menos dignidad a aquello que la escritora norteamericana Jane Smiley bautiz¨® como la edad del desconsuelo.
La enfermedad de un padre (un c¨¢ncer devastador) y la de un hijo (la hipocondr¨ªa) se entrelazan en esta preciosa novela en la que una relaci¨®n paternofilial parca en palabras y en gestos afectuosos, pero cargada de amor, es capaz de llevar a los lectores de la sonrisa ¡ªcasi la carcajada¡ª al llanto. El narrador de esta historia, un hombre ya adulto (casado, padre de dos hijas), cuenta en primera persona, con una voz que desprende ternura, su padecimiento (¡°todo hipocondr¨ªaco es m¨¦dico las veinticuatro horas¡±) y la lucha que mantiene contra ¨¦l, psic¨®logas, psiquiatras y f¨¢rmacos mediante. Una lucha en la que la dignidad con la que su padre asume su enfermedad y su final ¡ªel legado paterno¨D, a modo de las grandes tragedias griegas, parece tener un efecto cat¨¢rtico mayor que el m¨¢s potente de los ansiol¨ªticos. Una peque?a joya.
Ariana Harwicz pone a prueba al lector desde las primeras p¨¢ginas de ¡®Perder el juicio¡¯. Aqu¨ª nada es lo que parece. O s¨ª. Harwicz nos introduce en un mundo donde las apariencias enga?an y las normas se cuestionan. ?Puede una mujer salirse de la norma? ?Puede enfrentarse al odio, la justicia y la violencia machista y salir indemne? ?Y si esa mujer es madre y est¨¢ dispuesta a todo por sus hijos? ?Y si lo que hace a veces es tan extra?o que es dif¨ªcil no juzgarlo? Desconcertados asistimos a un 'road trip' vertiginoso y emocionalmente intenso en el que la autora nos obliga a mirar con desconfianza a su protagonista, Lisa, una madre separada que se comporta de manera err¨¢tica, imprevisible, en un entorno asfixiante. ¡°Amar a una madre es como entrar en una secta¡±, dice Lisa. Todo es mentira y todo es verdad en esta novela que pone a prueba las propias percepciones y juicios.
Antes de que Vivian Gornick explorara en 1987 la compleja relaci¨®n entre madres e hijas a trav¨¦s de aquellos paseos que sol¨ªa dar junto a su madre por las calles de Manhattan, en Espa?a, Ana Mar¨ªa Moix desgranaba casi dos d¨¦cadas antes, en 1970, las aristas entre una madre y una hija en ¡®Julia¡¯, su primera novela, reeditada ahora por la editorial Bamba. En ella, la autora construye una historia de amor: la de una hija por una madre a la que adora hasta la obsesi¨®n, y de la cual persigue la m¨ªnima atenci¨®n, como un perrillo busca la caricia. Un amor no correspondido como ella desea. Tambi¨¦n es la b¨²squeda de un lugar propio para una Julia adolescente que mira a su yo ni?a, a la que todos menos su abuelo paterno llaman Julita, para entender qui¨¦n es y d¨®nde se encuentra. ?Qu¨¦ huella deja el v¨ªnculo materno en el tejido de nuestra identidad? ?En qu¨¦ parte del cuerpo se esconden los traumas infantiles? ?Se puede crecer y madurar sin revisitar el pasado del que venimos? Ana Mar¨ªa Moix lo desvela con maestr¨ªa en una novela que es una danza de descubrimiento y redenci¨®n.
El sorpresivo anuncio de la separaci¨®n de una pareja de septuagenarios en mitad de lo que parecen unas id¨ªlicas vacaciones en Italia hace tambalear los cimientos de la vida de sus tres hijos, Liv, Ellen y H?kon. Ellos tres, precisamente, son quienes toman la voz en esta novela coral que permite seguir la evoluci¨®n personal y psicol¨®gica de los protagonistas durante los meses posteriores a una noticia capaz de dinamitar las creencias y las ideas sobre la familia de unos y de otros. La premiada autora noruega Helga Flatland demuestra un incre¨ªble conocimiento de la psicolog¨ªa de las relaciones familiares ¡ªentre padres e hijos, entre hermanos, entre parejas¡ª en este t¨ªtulo de lectura ¨¢gil que, pese a su aparente liviandad, encierra en sus p¨¢ginas muchas y potentes reflexiones.
Narrada desde un punto de vista absolutamente original (son las piedras de un jard¨ªn las que ejercen de narradoras), esta conmovedora novela de la escritora francesa Clara Dupont-Monod (con traducci¨®n de Pablo Mart¨ªn S¨¢nchez) llega a Espa?a tras haber conquistado a cr¨ªtica y p¨²blico en Francia. En sus p¨¢ginas, la historia de una familia id¨ªlica (padre, madre, hijo e hija) cuya vida se ve sacudida por la llegada de un nuevo miembro: un tercer hijo que, debido a una malformaci¨®n cerebral, vegeta desde su nacimiento, sin poder ver, hablar o moverse. Tras ese acontecimiento, las piedras del jard¨ªn siguen a los dos hermanos (¡°Los ni?os son siempre los olvidados de las historias (¡) Les debemos este relato¡±) y, a trav¨¦s de ellos, de forma po¨¦tica ¡ªqu¨¦ belleza de escritura la de Dupont-Monod¡ª, vemos el impacto que ese ni?o ¡°desadaptado¡± tiene en las vidas de cada uno de los miembros de la familia (¡°Aquel ser no iba a aprender nunca nada, pero iba a ense?ar mucho a los dem¨¢s¡±), incluso en la de aquellos que est¨¢n por llegar y que nunca le conocer¨¢n.
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