El Refugi de las Mares: un lugar seguro para vivir la maternidad acompa?ada en Barcelona
La actriz Andrea Ros se vuelca en su proyecto de divulgaci¨®n perinatal que abarca redes sociales, ¡®podcast¡¯ y un centro de acompa?amiento durante el embarazo, parto y posparto para las futuras madres
El hilo de humo que sube de la taza indica que el Rooibos a¨²n est¨¢ hirviendo. ¡°Mejor, porque han vuelto las n¨¢useas¡±, comenta Iris Alarc¨®n (Barcelona, 39 a?os) a sus compa?eras. Iris lleva 32 semanas con Hiper¨¦mesis Grav¨ªdica¨Dn¨¢useas y v¨®mitos intensos persistentes durante el embarazo¨Dque le ha obligado a vivir el embarazo con ansiedad, asustada, y aislada. ¡°Estaba mal y ni las reuniones con la matrona del CAP ¡ªCentro de Atenci¨®n Primaria¡ª, ni la psic¨®loga a la que me derivaron me ayudaban¡±, reconoce, pero su situaci¨®n cambi¨® radicalmente cuando conoci¨® a Andrea Ros (Terrassa, 30 a?os), escritora, divulgadora y actriz, y se incorpor¨® al Refugi de las Mares (Refugio de las Madres, en castellano): ¡°Encontr¨¦ escucha sin juicio, un lugar en el que compartir lo que sent¨ªa y ver que no estaba loca. No solo les ocurr¨ªa a las otras madres, sino que ten¨ªa una explicaci¨®n cient¨ªfica¡±, explica Alarc¨®n.
Desde 2020, el Refugi de las Mares en el barrio de Gr¨¤cia de Barcelona se ha convertido en un espacio en el que cada semana un grupo de mujeres comparten sus experiencias y emociones durante el embarazo y hasta meses despu¨¦s del parto y reciben acompa?amiento de un equipo de doulas bajo la batuta de Ros, su fundadora: ¡°Estos espacios sirven para recordarles que ellas conservan la autoridad sobre su cuerpo y devolverles el protagonismo durante el embarazo¡±.
Al buscar Ros en Google, los primeros resultados son: ¡°Andrea Ros El Internado¡± o ¡°Andrea Ros Los Hombres de Paco¡± vinculados a su primer oficio, la interpretaci¨®n. La pasi¨®n innata por el teatro le han permitido mantenerse viva en la industria, ¡°con perfil bajo, pero siempre trabajando¡±, relata, excepto durante su primer embarazo: ¡°Decid¨ª parar, observar atentamente lo que me estaba ocurriendo y me di cuenta de que a todas nos pasaba lo mismo. Me pareci¨® rid¨ªculo que las mujeres pas¨¢ramos el embarazo encerradas leyendo libros en lugar de compartiendo nuestras experiencias¡±, reconoce Ros. Con esta idea en mente, volc¨® su creatividad en su proyecto de divulgaci¨®n perinatal en redes sociales (@madremente) y podcast (La vida secreta de las madres), junto a la creaci¨®n del Refugi de las Mares.
Ros defiende que la labor del equipo de doulas del Refugi no sustituye el trabajo de m¨¦dicos y matronas, sino que se trata de un ¡°parche¡± para enfrentar la escasez de matronas y la falta de tiempo del que disponen para atender a las madres. ¡°Si la matrona solo puede verte 10 minutos al mes, ?C¨®mo vas a intimar con ella?¡±, cr¨ªtica. La insuficiencia de personal m¨¦dico para la maternidad se hace m¨¢s evidente durante el parto: ¡°En Espa?a el 44% de las mujeres ha sufrido violencia obst¨¦trica, vivimos en el ¨²nico pa¨ªs de la ONU que tiene dos sentencias por este motivo. El parto es serotonina y amor, no adrenalina y conflicto¡±, prosigue Ros. Largos paseos por la arena para las contracciones, hipnoparto¨Dt¨¦cnicas de respiraci¨®n¨Dpara la relajaci¨®n y una postura de expulsi¨®n en la que el cuerpo se sujeta con telas. ¡°Mi parto fue una experiencia brutal, maravillosa. Y no habr¨ªa podido tener a mi beb¨¦ as¨ª, sin el apoyo de las madres, las tuve presente en todo momento¡±, admite Paula Saborido (Barcelona, 23 a?os). ¡°Nuestra funci¨®n es cuestionar los protocolos adoptados en los hospitales, ense?arles que hay otras v¨ªas, el parto es amor y endorfinas, no miedo y adrenalina. Por eso, cuando llega el momento, las acompa?amos al hospital para defender sus intereses¡±, explica Ros.
El v¨ªnculo que crean las madres en el Refugi no termina cuando nace el beb¨¦. ¡°Lo realmente duro viene despu¨¦s¡±, opina Ver¨®nica Rico (Barcelona, 37 a?os). Rico recuerda que el momento en el que m¨¢s necesit¨® el apoyo de sus compa?eras del Refugi fue despu¨¦s del parto: ¡°Comienzas a experimentar much¨ªsimas sensaciones ¨Dhartazgo, culpa, odio, amor¡ª, no te reconoces a ti misma¡±, admite. Junto a los testimonios de sus compa?eras, a Rico, como m¨¦dica, lo que m¨¢s le tranquiliz¨® fue saber que esos cambios ten¨ªan un origen y un nombre. ¡°Se llama Matrescencia¡±, incide Ros. Este t¨¦rmino se refiere al conjunto de cambios cerebrales que se producen en las mujeres despu¨¦s de dar a luz, algunos de manera temporal y otros para siempre, ¡°se desbloquean recuerdos de la infancia, tienes sue?os muy extra?os y tu mente hace una criba para conseguir las cosas lo m¨¢s r¨¢pido posible¡±, explica la divulgadora. Para Ros, designar este conjunto de cambios y conocer su origen y raz¨®n es un consuelo para muchas mujeres que se sienten perdidas y confusas despu¨¦s del parto: ¡°No hay nada peor que sentirse sola en el posparto. Si existieran m¨¢s espacios as¨ª, reducir¨ªamos el ¨ªndice de depresiones¡±.
Ros, Rico, Saborido y Alarc¨®n coinciden en que la maternidad no solo transforma el plano fisiol¨®gico, tambi¨¦n el de las relaciones sociales e incide en la propia autoestima. Rigoberta Bandini ya lo subray¨® en su canci¨®n Canciones de amor a ti: ¡°Antes de ser madre, pensaba que la pe?a era una exagerada, no puede ser tan ¡®heavy¡¯¡ Bueno, se multiplica todo, es como estar vivo pero con 2000 tent¨¢culos m¨¢s¡±. Las largas charlas sobre c¨®mo colocar un pez¨®n, intercambiar opiniones sobre los ritmos de sue?o de los beb¨¦s, o confesar a una amiga que se siente ¡°mala madre¡± son las mejores herramientas para disfrutar y vivir¨Dno sobrevivir¨Da todo lo que conlleva la maternidad. ¡°Todo esto es algo por lo que las mujeres no deber¨ªan pagar, nuestro verdadero objetivo es contar con iniciativas p¨²blicas, con m¨¢s profesionales que dispongan de m¨¢s tiempo para sus pacientes y ense?en a vivir el embarazo como algo bonito, no patol¨®gico¡±, reivindica Ros.
Puedes seguir Mamas & Papas en Facebook, X o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter quincenal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.