Por qu¨¦ mi hijo tiene mamitis o papitis y qu¨¦ debo hacer si reclama m¨¢s atenci¨®n

El t¨¦rmino mamitis o papitis se utiliza para describir una conexi¨®n y relaci¨®n de afecto y apego excesivo, o incluso enfermizo, de un ni?o o ni?a con su madre o padre. Pero, ?es verdad que los menores pueden tener mamitis o papitis o existe una explicaci¨®n cient¨ªfica detr¨¢s de este comportamiento? En el momento actual, se tiende a etiquetarlo todo. Quiz¨¢s porque la etiqueta es lo que atribuye un verdadero sentido al sentimiento y al comportamiento en s¨ª, pero tambi¨¦n porque definir algo, darle nombre y encasillarlo, le hace encontrar un hueco donde ser, al que pertenecer, y esto ofrece una tranquilidad y una seguridad enorme para el que busca respuestas. A aquellos que tengan beb¨¦s en casa, ni?os y ni?as peque?os, quiz¨¢s les resulte com¨²n y habitual haber escuchado la frase: ¡°Este beb¨¦ tiene mamitis o papitis¡±. ?Qu¨¦ hay de cierto en esta afirmaci¨®n?

Para empezar a hablar de apego es fundamental definir el t¨¦rmino para poder comprenderlo. El apego es un v¨ªnculo esencial y determinante que genera el ni?o en los primeros a?os de vida con sus progenitores. A trav¨¦s de este, el menor desarrollar¨¢ herramientas de relaci¨®n con su entorno, establecer¨¢ su autoestima, la confianza en s¨ª mismo y se determinar¨¢ en qui¨¦n se convertir¨¢ a nivel afectivo durante su vida adulta, como, por ejemplo, a la hora de acompa?ar y gestionar sus emociones y las de su entorno.

Durante los primeros a?os de vida, el ser humano es un ser dependiente, que necesita del adulto para sobrevivir y llevar a cabo sus necesidades b¨¢sicas y funciones vitales, como la alimentaci¨®n, el sue?o y el descanso, la higiene y la salud. Por lo tanto, el ser humano durante su infancia necesita del adulto que le cuida, y esto hace que se establezca un v¨ªnculo entre ni?o y adulto. Pero adem¨¢s de necesitar que sus funciones b¨¢sicas sean atendidas, precisa de atenci¨®n, cari?o, afecto y contacto. Esto ir¨¢ generando un v¨ªnculo afectivo entre ambos, que se ir¨¢ afianzando durante la ni?ez y a lo largo de toda su vida. Para que el ni?o adquiera autonom¨ªa personal e independencia es necesario que se haya generado a trav¨¦s del tiempo y la constancia un v¨ªnculo de apego seguro con su progenitor, algo que le har¨¢ tener mayor confianza, sinti¨¦ndose capaz de hacer las cosas por s¨ª mismo. Tambi¨¦n sentir¨¢ que va ganando seguridad para actuar desde la autonom¨ªa, sin necesitar la supervisi¨®n del adulto ni su aprobaci¨®n.

Pero en ocasiones puede que esto no suceda, y el ni?o no quiera independizarse cuando el adulto lo esperaba. Es por ello que el menor necesitar¨¢ de comprensi¨®n y acompa?amiento emocional y afectivo para poder llevar a cabo este proceso. Un proceso que no es igual para todos.

?Por qu¨¦ no es igual para todos? Puede que el ni?o est¨¦ viviendo varios cambios en su entorno al mismo tiempo y no se sienta capaz de realizar las acciones que se le piden con autonom¨ªa y necesite que su adulto de referencia le gu¨ªe y acompa?e. O puede que se le est¨¦ pidiendo llevar a cabo un proceso madurativo antes de tiempo, es decir, antes de que se sienta seguro y haya generado ese v¨ªnculo afectivo de seguridad previo al paso de volar con independencia. O, tal vez, puede que est¨¦ pasando por un momento emocional en el que precisa de mayor acompa?amiento, tanto f¨ªsico como emocional, como, por ejemplo, si est¨¢ sufriendo terrores nocturnos, si siente miedo a algo de su d¨ªa a d¨ªa, si est¨¢ pasando por una etapa m¨¢s sensible o hay algo que le preocupe.

?Qu¨¦ hacer si el ni?o solicita mayor atenci¨®n y acompa?amiento?

En periodos en los que los ni?os reclaman m¨¢s atenci¨®n al adulto (a lo que a veces se denomina mamitis o papitis) es necesario dar respuesta a esta demanda, ya que es el ¨²nico modo que tienen de expresar lo que necesitan y es responsabilidad del adulto ofrecerles herramientas de seguridad afectiva.

• Ante las preguntas del ni?o es necesario dar respuestas. Es decir, si pregunta por temas que le preocupan, como la muerte, la oscuridad, la llegada de un hermano o el temor a quedarse solo, es necesario ofrecerle repuestas realistas y sinceras adaptadas a su edad y a su nivel de comprensi¨®n.
• Es esencial demostrar el amor incondicional que se tiene hacia ellos. El apego seguro se genera cuando se demuestra que el v¨ªnculo que une a los progenitores con su hijo es inquebrantable, es decir, el amor no tiene condiciones ni letra peque?a, sino que est¨¢ ante cualquier situaci¨®n y circunstancia.
• No solo los beb¨¦s necesitan de sus progenitores, los ni?os tambi¨¦n precisan de afecto, de contacto f¨ªsico, muestras de cari?o, atenci¨®n, juegos de interacci¨®n rec¨ªproca y momentos compartidos para sentir que pertenecen a su familia, que son parte activa, que aportan a la sociedad, que contribuyen, que son necesarios y, por lo tanto, visibles.

Como con la mayor parte de las etiquetas que se ponen o atribuyen al comportamiento de beb¨¦s y ni?os, la mamitis y la papitis no son otra cosa que el comportamiento sano y esperable de un ni?o en los primeros a?os de vida. Un beb¨¦ que pide ser sostenido en brazos, que cuando llora se calma solamente con el contacto con su madre o su padre, que quiere estar junto a ellos, piel con piel, que se duerme tranquilo con el calor de estos, es un peque?o totalmente sano y que sigue un desarrollo evolutivo normativo y adecuado.

Quiz¨¢s el planteamiento deba hacerse a la inversa y sean los adultos quienes no conozcan las necesidades que tienen los menores en los primeros meses y a?os de vida. Pero esto no es responsabilidad de los beb¨¦s ni deben ser ellos quienes sufran las consecuencias de dicho desconocimiento. Es, una vez m¨¢s, la sociedad adulta quien debe cambiar la mirada hacia la infancia y conocer el desarrollo del cerebro del ni?o y sus procesos madurativos para comprender lo que necesita en cada periodo de desarrollo.