?Qu¨¦ hacer si mi hijo padece terrores nocturnos?

El sue?o de los ni?os puede desvelar el de los padres y una de las maneras en las que puede ocurrir es con los terrores nocturnos, que se pueden confundir con pesadillas, pero no lo son. Se trata de ¡°episodios de pavor que suceden en la primera etapa del descanso, fase no REM o durante el sue?o profundo. Les sucede a entre el 1 y el 5% de los ni?os, generalmente, con edades comprendidas entre los tres y los cuatro a?os. Se caracterizan por durar unos minutos en los que, a pesar de que el ni?o se encuentra totalmente dormido, tiene los ojos abiertos, grita; puede tener taquicardias y comportamiento agresivo. En ese momento, es muy dif¨ªcil despertar al ni?o y no es recomendable hacerlo, pero cuando lo hace, no recuerda nada de lo sucedido¡±, explica Zaida Moreno, neuropsic¨®loga del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y de ELEA, instituto psicoeducativo.

Diferencias entre pesadillas y terrores nocturnos

Las pesadillas son m¨¢s habituales en los ni?os que los terrores nocturnos. Las primeras ¡°son sue?os muy elaborados, que se producen en la fase ligera del sue?o o REM. Son ricos en detalles y le provocan al ni?o un alto nivel de ansiedad. Suceden mientras est¨¢ dormido y desaparecen cuando se despierta, aunque puede mantenerse cierto nivel de angustia y miedo a dormir. El peque?o puede relatar con todo lujo de detalles su pesadilla, a diferencia de lo que sucede con el terror nocturno, en que no recuerda nada. Con la pesadilla, el ni?o, generalmente, no se mueve ni grita y nos enteramos de que ha ocurrido, porque al despertar nos llamar¨¢ angustiados. Suelen remitir con el tiempo, aunque no desaparecen por completo en la vida adulta, como ocurre con los terrores nocturnos, que remiten en la adolescencia¡±, comenta Zaida Moreno.

Los terrores nocturnos se asocian a ¡°una predisposici¨®n gen¨¦tica, aunque no est¨¢ demostrado que as¨ª sea. Lo que s¨ª se ha comprobado que influye en su aparici¨®n, son los agentes externos o ambientales, como situaciones de alto nivel de estr¨¦s y fatiga prolongada. No obstante, los terrores nocturnos forman parte del desarrollo normal de un ni?o sano¡±, a?ade la neuropsic¨®loga Zaida Moreno, que ofrece varias pautas sobre c¨®mo actuar frente a un ni?o con un episodio de terror nocturno:

• Mantener una actitud tranquila y no intervenir ni intentar despertarle.
• Vigilar que no haya objetos peligrosos alrededor con lo que se pueda hacer da?o.
• Consultar al pediatra para descartar patolog¨ªas, si los episodios son demasiado violentos y habituales.

?Por qu¨¦ hay ni?os con terrores nocturnos y otros no tienen?

Si alguno de los padres o los dos han tenido terrores nocturnos durante su infancia, es f¨¢cil que sus hijos tambi¨¦n los experimenten. Pero estos episodios, adem¨¢s de debido a la predisposici¨®n gen¨¦tica, tambi¨¦n se pueden producir con m¨¢s facilidad si ¡°el ni?o tiene una falta de sue?o cr¨®nico o ha estado sometido durante el d¨ªa a circunstancias que puedan ser estresantes. Tambi¨¦n, influye el hecho de que haya visto alguna pel¨ªcula de terror antes de acostarse, as¨ª como que est¨¦ enfermo, tenga fiebre o haya tenido un d¨ªa muy intenso y llegue muy cansado a la cama a la hora de dormir¡±, aclara Erika Jim¨¦nez, neuropediatra del Hospital Rey Juan Carlos M¨®stoles de Madrid.

Una higiene adecuada del sue?o ayuda a mantener a raya los terrores nocturnos infantiles, como en el caso de ¡°favorecer que el ni?o duerma las horas suficientes seg¨²n su edad, mantener las siestas, si las hace habitualmente, establecer un horario regular de sue?o y evitar aquellos posibles desencadenantes, como la televisi¨®n, los videojuegos y las pantallas antes de ir a dormir.¡±, Concluye Jim¨¦nez.

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