Consejos para elegir campamento de verano: pregunta a tu hijo por sus preferencias y ap¨²ntale con amigos

Algunos ir¨¢n parcheando semana a semana con car¨ªsimas actividades veraniegas. Otros usar¨¢n a los abuelos o el pueblo familiar con el mismo pragmatismo de supervivencia de los padres de Superman cuando lo chutaron de Krypton en nave espacial para que el cr¨ªo se salvase (pero lejos). Y los que se lo puedan permitir intentar¨¢n cuadrar el c¨ªrculo en una combinaci¨®n de convivencia familiar continuada con momentos de pantallas y teletrabajo. Pero para todo el que lo necesite, llegan al rescate los campamentos de verano (en Catalu?a se llaman casals o esplais a las actividades diarias en las que se vuelve a casa y col¨°nies a las que impliquen dormir fuera del domicilio, pero para entendernos aceptaremos el gen¨¦rico ¡°campamento¡± equivalente a cualquier actividad con profesionales que entretengan y formen a los ni?os fuera del curso escolar, independientemente del lugar donde se realicen).

Por estas fechas, explota el ansia por preguntar, comparar y contrastar campamentos como el que est¨¢ matriculando al ni?o en Oxford. Por todas partes llueven flyers con ofertas, precios y oportunidades, y los otros padres de clase insisten sin disimulo para que todo el mundo se apunte al que ya han apuntado a su hijo, para que no vaya solo y no tenga trauma.

Por si os sirven, aqu¨ª os dejo varios puntos que ayudan a cribar el campamento de verano ideal.

1. Que tenga plazas libres

Siendo realistas, esto es lo principal. Y no hablo de colocar al ni?o a cualquier precio. Pero ya te puede encantar el campamento y su s¨®lido proyecto educativo que si hay pocas plazas, y se llenan casi todas con ni?os reincidentes y sus hermanos, poco podr¨¢s hacer m¨¢s que saludar desde la calle a los monitores cuando salgan de excursi¨®n con unos ni?os que no son los tuyos.

2. Que vayan los amigos

Aunque los gur¨²s recomienden salir de la zona de confort y socializar para conocer nueva gente, tu hijo estar¨¢ muy feliz si en los veranos de su infancia est¨¢ acompa?ado y arropado por amigos que ya conoce.

3. Que el precio sea asequible

Los precios por semana de cada campamento fluct¨²an seg¨²n programa, barrio y ciudad. Los que he encontrado van desde unos competitivos 100 euros semanales de 9.00 a 17.30 con comida incluida y salidas a sitios impresionantes, a 150 por semana de 9.00 a 13.00 sin incluir comidas ni salidas. Estos acostumbran a hacer actividades art¨ªsticas en un recinto acad¨¦mico, tipo escuela de baile. O sea, que en el fondo est¨¢s pagando por diversi¨®n y formaci¨®n extra, pero seg¨²n las semanas la diferencia entre modelos puede ser considerable. Elijas el que elijas, busca si existen becas para cubrir un porcentaje del coste, seg¨²n tu declaraci¨®n de la renta y los miembros empadronados en tu hogar.

4. Los intereses del ni?o

Como ya se ha terminado el curso, para los ni?os estos d¨ªas deber¨ªan ser de actividades veraniegas y diversi¨®n. As¨ª que, si dudas entre varias opciones, preg¨²ntale a tu hijo, que al final ser¨¢ el que tiene que ir contento. Porque igual prefiere repasar ingl¨¦s de manera l¨²dica que pasarse horas al sol jugando a f¨²tbol. Sobre todo, cons¨²ltalo si se trata de campamentos donde duermen lejos de casa, aseg¨²rate de que le hace mucha ilusi¨®n. Porque seg¨²n las edades, incluso cuando van con muchos amigos y con muchas ganas, por la noche se ponen a llorar todos llenos de morri?a. Quiz¨¢ algo de media jornada los primeros a?os es mejor para que tu hijo se aclimate.

5. La cercan¨ªa

Despu¨¦s de un curso o varios corriendo para llegar a tiempo a clase valora la distancia de tu casa o trabajo al campamento, para evitarte m¨¢s prisas y agobios. Que si de normal los ni?os ya tardan en levantarse y desayunar, hay que a?adirle el extra de pereza por vacaciones.

6. La conciliaci¨®n que necesitas

Entre el final de un curso y el inicio de otro hay 10 semanas donde los ni?os tienen una abundancia de tiempo libre maravillosa y espeluznante a la vez. Y seg¨²n tus compromisos laborales y la disponibilidad de familia, canguros y amigos, tendr¨¢s unas necesidades muy concretas para que el campamento las cubra. As¨ª, por ejemplo, una opci¨®n de medio d¨ªa quiz¨¢ te ayuda poco y lo de tener que prepararle la comida cada d¨ªa quiz¨¢ ya no lo contemplas, as¨ª que esto ya te ayuda a tachar opciones. Y no olvidemos el comod¨ªn de agosto. Porque a muchas familias les toca trabajar en ese mes y necesitan una opci¨®n que lo cubra (o combinar un campamento en julio con los amigos y el que se pueda en agosto, sin muchos miramientos).

7. Las referencias de amigos y conocidos

Cuando vas a apuntar a tu hijo a un campamento por primera vez la oferta puede que te supere y que te sientas reviviendo los d¨ªas de puertas abiertas de los colegios. En todo lo relacionado con la oferta infantil, un buen marketing, un buen cartel o una web impresionante pueden deslumbrarte. Por eso es ideal preguntar a las familias del barrio que ya han pasado por eso. Un par de buenas recomendaciones superan a cualquier web. Porque, adem¨¢s, los que lo tienen siempre lleno no necesitan grandes alardes para vender la moto.

8. El equipo responsable y su proyecto pedag¨®gico

Vale que no te puedes llevar el ni?o al trabajo varias semanas, pero tampoco es cuesti¨®n de dej¨¢rselo al primero que tenga un local con precios baratos y que les ponga v¨ªdeos de YouTube durante cinco horas. Valora c¨®mo son los monitores que estar¨¢n con tu hijo, qu¨¦ materias tocar¨¢n en esas semanas, qu¨¦ aprender¨¢n o experimentar¨¢n, qu¨¦ lugares visitar¨¢n¡­ y los a?os de experiencia del proyecto. Si una opci¨®n lleva mucho tiempo sin denuncias ni accidentes y con familias que repiten felices siempre ser¨¢ una buena opci¨®n. Como tambi¨¦n lo es un proyecto nuevo, m¨¢s original, con el entusiasmo y la energ¨ªa del principio. Al final, se nota a primera vista si la gente organiza actividades infantiles porque cree en ellas o porque quieren sacarse un pastizal sin preocuparse de nada. Si los responsables merecen tu confianza, adelante.

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