?Todos los padres creen que su hijo es el m¨¢s listo?

No he hecho ninguna encuesta entre los padres que conozco, pero apuesto que todos hemos vivido esta situaci¨®n. De repente tu hijo dice alguna palabra curiosa o tiene una reacci¨®n m¨¢s adulta de lo normal y la idea viene muy r¨¢pida a tu mente: ¡°Este cr¨ªo m¨ªo seguro que tiene altas capacidades¡±. Y te quedas tan contento con esa simple intuici¨®n. Sin ning¨²n resultado de test profesional ni ning¨²n informe de expertos en el tema, t¨² ya lo has validado. Incluso puedes a?adir: ¡°Es que tiene unas capacidades alt¨ªsimas¡±. Y a partir de aqu¨ª vas sacando el tema en conversaciones con otros padres, como el que planta dos semillas en la terraza y espera que de repente le aparezca una fruter¨ªa entera por arte de magia.

A veces, los otros adultos conocidos caen en la trampa y te animan. ¡°Pues la verdad es que es muy espabilado. Podr¨ªa tenerlas, s¨ª.¡± ¡°Igual que el tuyo¡±, contestas para quedar bien o a veces lo dices de coraz¨®n, porque realmente el otro cr¨ªo tambi¨¦n es muy despierto. ¡°A ver si nos hacen descuento de grupo en el colegio de listos¡±, acabas riendo.

Y esto no pasa siempre sin fundamento. Porque por mucho amor que les tengas a tus hijos habr¨¢ cualidades que no se te ocurrir¨¢ amplificar, porque hay un cierto baremo objetivo con el que medirlo. Por ejemplo, no te animar¨¢s a decir que es un gigante si mide lo mismo que el resto de la clase (a menos que lo lleves al colegio de gigantes.) Pero, en cambio, lo de la potencia intelectual, si no te informas ni la mides de manera profesional, siempre est¨¢ abierta a especulaciones barriendo para casa, que t¨² te permites proclamar de manera sutil.

Si tu hijo habla pronto y mucho y est¨¢ m¨¢s espabilado que otros amigos suyos que se pasan el d¨ªa delante de una pantalla, puede ser que tenga hermanos mayores que lo motivan m¨¢s, porque le dedic¨¢is mucho tiempo a estimularlo¡­ Todo ayuda. Antes de seguir repartiendo alegremente carnets de altas capacidades es mejor investigar un poco el tema para no quedar como un cretino ni crearte falsas esperanzas. Entonces es cuando empiezan a aparecer las dudas. Porque a menos que los lleves a un experto y les hagan una prueba adaptada a su edad, los indicios que hay que buscar son algo gen¨¦ricos, como, por ejemplo, ver si demandan mucha atenci¨®n, no aceptan la frustraci¨®n, tienen mucha creatividad, si hablan mucho o si hacen muchas preguntas con curiosidad insaciable. Que eso ya lo llevan de serie casi todos los cr¨ªos, en su etapa de ¡°?Y por qu¨¦?¡±. Otro filtro muy poco ¨²til para la criba es que los ni?os con alto cociente intelectual no quieren ir al colegio. En ese sentido, a las 8.15 de la ma?ana, mientras a¨²n remolonean en la cama y la leche del desayuno se enfr¨ªa, todos los cr¨ªos tienen altas capacidades.

Claro que hay factores mucho m¨¢s concretos y serios, como tener una gran memoria o una alta sensibilidad sensorial, conocer el alfabeto muy pronto o saber leer antes que los dem¨¢s. Pero si nos fijamos solo en estos, la columna me pierde humor.

Como no quieres hacer el rid¨ªculo en p¨²blico proclamando a los cuatro vientos algo que no tienes comprobado, en el fondo esperas que las altas capacidades las detecten los maestros, que saben d¨®nde mirar y que han tenido centenares de alumnos para comparar. Por eso, todos pensamos que muy pronto llegar¨¢ una nota en la agenda o alguna llamada del colegio o un comentario del profe en voz baja, para que no lo oigan los otros ni?os de capacidad est¨¢ndar. Como miembros de una logia secreta y muy lista, la tutora nos chocar¨¢ el pu?o como contrase?a secreta y nos confirmar¨¢ lo que siempre hemos so?ado: ¡°Tu cr¨ªo es el m¨¢s listo del mundo, porque resulta que t¨² tambi¨¦n lo eres. Nunca hab¨ªamos conocido a gente tan inteligente y modesta. Es un gran honor poderos ver cada d¨ªa¡±.

Pero pasan los cursos y ese momento no llega. Con lo que la conclusi¨®n es evidente. Si las profesoras no tienen altas capacidades, no pueden reconocer el potencial de tus hijos, ?verdad? O es que¡­ ?Al final lo que pasa es que tu hijo simplemente es un cr¨ªo sano, despierto, extrovertido, con ganas de aprender y que se fija mucho y aplica lo que aprende?

A la larga pensar¨¢s que, quiz¨¢s, es mejor as¨ª. Porque no quieres que a tu hijo lo aparten de los de su edad. No quieres que tenga una infancia distinta. No quieres que vaya a la Universidad con 11 a?os y acabe jugando torneos mundiales de ajedrez a los 15, mientras se da a la bebida y a las pastillas porque nadie puede entender la complejidad de su mente. Y por supuesto, no quieres que vaya a lo Reina roja a perseguir psic¨®patas. Adem¨¢s, seguro que es muy duro criar a alguien mucho m¨¢s listo que t¨² y saber que no est¨¢s a la altura de su voracidad intelectual.

Al final, con alivio y comodidad, mirar¨¢s a tu hijo, lo abrazar¨¢s mucho y sin necesidad de ning¨²n test ni estudio profesional sabr¨¢s que lo mejor que le puede pasar en la vida no es ser el m¨¢s listo, sino el m¨¢s querido.

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