Un ¡®casting¡¯ propio de ¡®Supervivientes¡¯ para alquilar piso en Madrid
La falta de oferta en el mercado de arrendamiento eleva los criterios de selecci¨®n de los inquilinos: se pide fianza, varias mensualidades, n¨®mina, contratos y hasta los perfiles de redes
Es el inquilino perfecto. Tiene entre 30 y 40 a?os, estabilidad econ¨®mica comprobable y contrato de trabajo con m¨¢s de cinco a?os de antig¨¹edad. Gana m¨¢s de 3.000 euros al mes. No tiene perros ni gatos, ni hijos. Ni siquiera peces. Sus ahorros le permiten pagar tres meses de adelanto para entrar a vivir a su nuevo piso. Uno de fianza, otro de gesti¨®n y, por supuesto, el mes en curso. Es serio y formal. Representa al 10% de la poblaci¨®n espa?ola, y a ¨¦l lo buscan, generalmente con ¨¦xito, los due?os de los pisos en alquiler en Madrid, dejando atr¨¢s a cientos de candidatos que flaquean en alguno de los requisitos de los castings, cada vez m¨¢s exhaustivos, del mercado inmobiliario. Una prueba expr¨¦s, donde un grupo de concursantes lucha por sobrevivir a los exigentes criterios de selecci¨®n para conseguir el premio final: un lugar donde vivir. Un proceso que podr¨ªa volverse un exitoso reality al estilo del famoso Supervivientes.
Este creciente fen¨®meno se explica por la enorme demanda y la poca oferta en el mercado. Seg¨²n las inmobiliarias de Madrid, cada piso que sale en alquiler tiene m¨¢s de cien interesados en menos de cinco d¨ªas, lo que permite a los due?os refinar sus criterios de selecci¨®n. Javier Sierra, presidente de Remax Espa?a, asegura que los propietarios ¡°hacen un casting para ver qui¨¦n es el que mejor pinta tiene, el que m¨¢s ofrece y el que m¨¢s todo¡±, y compara el procedimiento con el de una subasta al mejor postor. Solo que en esta no solo reina el dinero.
Gonzalo Navarro, andaluz de 30 a?os, es uno de los candidatos que suele ser descartado con frecuencia. Es m¨²sico y tiene pinta de m¨²sico. Toca la guitarra, lleva el pelo largo y las u?as de su diestra largas para hacer de p¨²as. A pesar de cumplir con los requisitos econ¨®micos para alquilar un piso para ¨¦l solo, la ausencia de un contrato de trabajo, fruto de la temporalidad de su profesi¨®n, le ha impedido hacerlo. Presume de los artistas con los que ha trabajado para intentar convencer a los due?os. Una ¡°exitosa¡± gira con Isabel Pantoja y otra ¡°exitos¨ªsima¡± con Sole¨¢ Morente. ¡°Bueno, exagero un poco, pero es que, si no, me quedo sin casa¡±, dice. El brillo de su oficio le ha alcanzado para alquilar la habitaci¨®n de la casa que comparte con otras siete personas y que consigui¨® por conocer a la inquilina anterior, despu¨¦s de m¨¢s de 30 visitas a pisos por todo Madrid. En ella se van 450 euros al mes.
La intensidad del casting por el que pasan los posibles inquilinos aumenta cuando intermedia una agencia, algo que en Espa?a sucede en el 70% de los casos, seg¨²n la Federaci¨®n de Asociaciones de Empresas Inmobiliarias (Fadei). El trabajo de los agentes es encontrar a ese cliente ideal. Y utilizan sus medios para lograrlo. El primer escal¨®n al que se enfrentan los candidatos es que sus gastos de alquiler no superen el 30% de sus ingresos. Una exigencia que requerir¨ªa que el interesado gane 3.000 euros mensuales para poder vivir solo, algo que solo logra cerca del 25% de los contribuyentes, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Agencia Tributaria.
Perfil de inquilinos
Como segundo paso, las agencias suelen elaborar un perfil para que el propietario elija a su pr¨®ximo inquilino de acuerdo con criterios al gusto. En Tu Piso en Madrid piden n¨®minas, contratos y experiencia laboral comprobada. En Remax, Ic¨ªar Basterrechea relata hasta d¨®nde pueden llegar en la b¨²squeda: ¡°Vemos el perfil en redes, revisamos LinkedIn y si es necesario hacemos un estudio m¨¢s en profundidad¡±. De los cien que, en principio, pretend¨ªan alquilar, seleccionan los 10 perfiles m¨¢s convincentes y dejan que el propietario decida.
Todo esto representa lo que Carlos Mart¨ªnez, propietario de nueve pisos en alquiler en Madrid, cataloga como un filtro ¡°natural¡±. Sus propiedades, todas para una persona, cuestan entre 1.000 y 1.100 euros mensuales. Tiene clientes, seg¨²n cuenta, generalmente extranjeros: ¡°Para ellos, un alquiler de 1.000 euros no es tan caro como para un espa?ol¡±. Pide las ¨²ltimas tres n¨®minas, dos meses de fianza y suele alquilarlos en menos de una semana.
Pero no todos los extranjeros que llegan a la capital tienen un poder adquisitivo elevado. Sabrina Salmen, mexicana de 26 a?os, perdi¨® la oportunidad de alquilar un piso por su origen, despu¨¦s de que un casero le dijera, seg¨²n narra, que no alquilaba a latinos porque ¡°solo saben hacer fiestas¡±. Aunque la intenci¨®n de quien alquila es centrarse en encontrar al arrendador con mayor estabilidad econ¨®mica, los agentes consultados concuerdan en que el due?o, adem¨¢s de tener la ¨²ltima palabra, decide de acuerdo a sus intereses personales.
Esto lleva, en algunas situaciones, a actos discriminatorios, con o sin mediaci¨®n inmobiliaria. El presidente de Remax reconoce la escondida mala praxis de algunos clientes: ¡°No dir¨¢n que no le alquilan a alguien por ser negro, dir¨¢n que no lo hacen porque hay otro candidato con m¨¢s solvencia¡±. Sus agentes aseguran no seguir ning¨²n criterio que escape de la ley, pero tambi¨¦n dicen no tener poder ante las decisiones de los due?os. En la inmobiliaria, y as¨ª lo afirma Sierra, a pesar de todo, ¡°lo m¨¢s importante es satisfacer al propietario¡±.
Para los agentes inmobiliarios y los due?os, el problema de fondo est¨¢ en la falta de vivienda y la dificultad de desahuciar por impagos en Espa?a. Hacen un balance negativo de la nueva ley de vivienda, aprobada hace poco m¨¢s de un a?o, y reclaman mayor intervenci¨®n del Gobierno para la construcci¨®n de vivienda social. El fundador de Tu Piso en Madrid, Edoardo Corda, asegura que la norma ¡°desprotege a los propietarios¡±, haciendo que haya menos oferta y precios m¨¢s altos. Sierra es en¨¦rgico en la cr¨ªtica a la ley que, seg¨²n dice, lejos de solucionar el problema lo ha empeorado. Apunta que adem¨¢s de tensionar el mercado con los l¨ªmites en los precios, otorga garant¨ªas a las personas vulnerables para evitar los desahucios. ¡°En este pa¨ªs, si el propietario se equivoca y su inquilino deja de pagarle, tardar¨¢ a?o y medio en sacarlo¡±, dice. Y termina con una frase que dibuja el panorama del alquiler en Madrid: ¡°Nadie quiere a un vulnerable¡±.
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