La pandemia desnuda las carencias del sector cultural mexicano: fr¨¢gil, dependiente del Estado y centralista
Al golpe del par¨®n econ¨®mico por la covid-19 hay que sumar los recortes presupuestarios acumulados desde antes del Gobierno de L¨®pez Obrador
La pandemia ha tirado de la manta y la cultura mexicana se ha quedado con los pies fr¨ªos. Cierres de museos, cines y librer¨ªas, cancelaciones de conciertos y montajes teatrales han abierto un grave agujero. Al par¨®n econ¨®mico por la covid-19 hay que sumar adem¨¢s los recortes presupuestarios acumulados desde antes del Gobierno de L¨®pez Obrador y el contexto de aton¨ªa general de la econom¨ªa mexicana iniciado ya el a?o pasado. En 2018, ¨²ltimos datos oficiales, las empresas culturales generaron algo m¨¢s de 702.000 millones de pesos y casi 1,5 millones de puestos de trabajo. El sector representa m¨¢s del 3% del PIB, muy cerca de la aportaci¨®n de, por ejemplo, el sector agropecuario. Pese a su notable peso econ¨®mico, la pandemia ha desnudado las fragilidades de un mercado muy dependiente del Estado y los recursos p¨²blicos, adem¨¢s de atravesado por el proverbial centralismo de M¨¦xico.
Recortes
El primer presupuesto de la era L¨®pez Obrador provoc¨® tambi¨¦n el primer choque con el colectivo de actores, artistas y promotores culturales mexicanos. Las partidas de 2019 marcaban una rebaja de alrededor de 1.000 millones de pesos (50 millones de d¨®lares), un 7,6% menos que el a?o anterior. Ante las cr¨ªticas del sector, la ministra Alejandra Frausto defendi¨® que la financiaci¨®n destinada estrictamente a la Secretar¨ªa de Cultura no solo no disminu¨ªa sino que aumentaba: un 1,9% en t¨¦rminos reales. Las discrepancias sobre la letra peque?a de la financiaci¨®n han sido una constante desde entonces. Este a?o, el presupuesto asignado aument¨® en t¨¦rminos reales un 2%. Pero entrando m¨¢s en detalle en las partidas culturales para 2020, el presupuesto para gastos de operaci¨®n y promoci¨®n de la cultura descendi¨® 9%. Y el subsidio a actividades culturales, como ferias y festivales, se redujo otro 44%. Otra de las demandas del sector es aumentar el peso proporcional de la financiaci¨®n publica de la cultura. En 2020, represent¨® apenas el 0,3% del monto total de los presupuestos, cuando los est¨¢ndares internacionales recomienda que el peso sea al menos del 1%.
El ¨²ltimo golpe ha sido el en¨¦simo decreto de austeridad del Gobierno publicado hace unos meses. Un hachazo del 75% al presupuesto operativo de todas las instituciones federales, salvo las esenciales, excepci¨®n que no cumplen las dependencias culturales. ¡°Ahora mismo hay museos que est¨¢n en riego de desaparecer si no se toman medidas para su rescate¡±, apunta Graciela de la Torre, directora de la C¨¢tedra Internacional In¨¦s Amor de Gesti¨®n Cultural. Fuentes de distintos museos p¨²blicos han declinado participar en este reportaje. La acad¨¦mica, en todo caso, a?ade m¨¢s contexto: ¡°Esta crisis viene a evidenciar o magnificar una situaci¨®n que ya lleva tiempo. Arrastramos desde 2017 una problem¨¢tica de bajada de inversiones en mantenimiento e infraestructura. No hay instalaciones de equipamiento para resguardar obra¡±.
Las reclamaciones de diferentes gremios del sector se han repetido durante estos dos a?os. La semana pasada, una nueva campa?a de un pu?ado de asociaciones y colectivos agit¨® las redes instando a ¡°suspender de manera inmediata y para toda las instancias del sector¡± el recorte presupuestal del 75%. A la vez, reclamaban m¨¢s informaci¨®n y transparencia en relaci¨®n a las pol¨¦micas modificaciones de varias instituciones dedicadas a la cultura.
El Gobierno anunci¨® hace unos meses la desaparici¨®n de toda una bolsa de mecanismos de financiaci¨®n, conocidos como fideicomisos, al entender que por sus ranuras se colaba la corrupci¨®n y el dispendio sin control. Entre los m¨¢s de 300 afectados estaba el instrumento dedicado a las artes en general (Fonca) y dos espec¨ªficos para al cine (Foprocine y Fidecine), que en total sumaron al cierre del a?o pasado 592 millones de pesos, unos 25 millones de d¨®lares. La respuesta de la comunidad del cine, que cont¨® esta vez con el apoyo de grandes nombres como Guillermo del Toro o Gonz¨¢lez I?arritu, logr¨® en gran medida atenuar el golpe. Finalmente, los dos fondos se fundir¨¢n en uno solo y el Gobierno abrir¨¢ unas jornadas de consultas y di¨¢logo abierto con la comunidad para tratar una reforma a fondo. La sensaci¨®n en el sector es, en todo caso, que pese a su brillo internacional y prospera producci¨®n ¡ª216 pel¨ªculas el a?os pasado, casi la mitad de ellas con alguna ayuda estatal y m¨¢s de la mitad con alg¨²n premio internacional¡ª tiene que seguir defendiendo su valor y pertinencia.
Las protestas no salvaron al Fonca. La desaparici¨®n del imponente sistema de becas mexicano nacido hace 31 a?os y que ha propulsado las carreras de grandes nombres como Elena Poniatowska, Fernando del Paso o Gabriel Orozco, ha sido quiz¨¢ el lance cultural m¨¢s traum¨¢tico en lo que va de sexenio. La secretar¨ªa ha prometido que los programas en curso seguir¨¢n intactos, que se trata pr¨¢cticamente de un cambio de cascar¨®n y que incluso se mejorar¨¢n cuestiones de inclusi¨®n y representatividad. El sistema se convertir¨¢ en una dependencia del propio ministerio. Parte de la comunidad cultural critica, por su parte, que ha sido una decisi¨®n unilateral y teme que suponga un retroceso en la autonom¨ªa del sistema: m¨¢s intervenci¨®n pol¨ªtica que convierta las becas en un canal clientelar.
Dependencia del Estado
El sector del libro es un ejemplo bastante ajustado de los males que achacan al mercado cultural en general: una industria fr¨¢gil excesivamente dependiente del dinero p¨²blico, volcada en los libros subvencionados, sin m¨²sculo exportador ni incentivos para la inversi¨®n privada, pese al lanzamiento este a?o por parte del Gobierno de Efilibro, un fondo de ayuda fiscal similar al de otro sectores como el cine o el arte. Para el mundo del libro, el recorte del gasto p¨²blico hab¨ªa empezado durante el Gobierno anterior. Las ventas gubernamentales cayeron progresivamente desde inicio del sexenio priista. De la frontera de 2012 y hasta 2016, la reducci¨®n ha sido del 42% y ha recuperado terreno durante los dos ¨²ltimos a?os, seg¨²n los datos disponibles de la patronal editorial mexicana (Caniem).
La ventas al Estado suponen m¨¢s de la tercera parte del total y se canalizaban por varios canales: concursos de libros did¨¢cticos no necesariamente de texto (conocidos como bibliotecas de aula) o las coediciones con la Secretar¨ªa de Cultura . ¡°Todo eso se ha cortado¡±, se?ala Roberto Banchik, director del grupo editorial Penguin Random House en M¨¦xico, cuarto grupo editorial del mundo y l¨ªder del mercado hispano. ¡°Nosotros no hemos entrado mucho en estos programas precisamente para evitar la dependencia. Pero a muchas editoriales medianas y peque?as las ha puesto en jaque¡±. Para las editoriales independientes, conseguir colocar tan solo un libro en los programas de bibliotecas de aula supon¨ªa salvar como m¨ªnimo un a?o.
¡°Es un programa muy efectivo, aunque los cr¨ªticos dicen que puede condicionar la iniciativa de los editores¡±, apunta Socorro Venegas, directora de Publicaciones de la UNAM. Es decir, si las compras del Estado son tan determinantes, el riesgo es que los editores se centren solo en los libros que creen que les va a comprar el Estado. Otra correa de transmisi¨®n entre lo estatal y lo privado es la red de librer¨ªas p¨²blicas ¡ª115 entre Educal y Fondo de Cultura Econ¨®mica (FCE)¡ª, que sol¨ªan representar el 30% de las ventas de las editoriales independientes. Este canal tambi¨¦n se ha atascado. El a?o pasado, el Gobierno mexicano decidi¨® imponer una quita del 20% sobre el pago de las deudas acumuladas ¡ª5,7 millones de pesos, unos 250.000 d¨®lares¡ª durante los ¨²ltimos a?os por la red de librer¨ªas p¨²blicas de Educal, inmersa en un proceso de fusi¨®n con el FCE. A cambio de firmar la quita, las autoridades se compromet¨ªan a saldar los impagos de este 2019, el primero del actual Ejecutivo. Las editoriales denunciaron que se trat¨® de una imposici¨®n unilateral. Y alertaron que dados los ajustados m¨¢rgenes de la cadena del libro, ese 20% significa pr¨¢cticamente seguro entrar en territorio de p¨¦rdidas.
Todas pagaron. Menos Penguin Random House. ¡°Nos pidieron que les hici¨¦ramos borr¨®n y cuenta nueva pero Educal nos hizo compras importantes en 2019 y no las ha pagado. Ya no le vendemos y el FCE nos ha dejado de pedir libros. Tengo las sensaci¨®n de que estamos vetados. Para mi el Estado desapareci¨® como cliente potencial y nos est¨¢ afectado¡±, dice Banchik. Desde Educal, su director Fritz Glockner reconoce que s¨ª existe ¡°una cuenta pendiente que no se ha logrado pagar porque tuvimos que cerrar los todas las tiendas por la pandemia¡±; pero que ¡°no hay veto alguno¡± y que, de hecho, ya han comenzado las negociaciones ¡°para que vuelvan a entrar sus novedades¡±. En todo caso, si al l¨ªder editorial en M¨¦xico con una cuota del 25% del mercado le han afectado las estrecheces del sector p¨²blico, la bola de nieve ha puesto al pie de los caballos a las editoriales independientes. Seg¨²n un informe de Nielsen Bookscan, por cada semana de cierre por la pandemia se ha dejado de vender 200.000 libros.
Desde la conformaci¨®n del Estado moderno mexicano, el modelo del aparato cultural ha estado marcado por la intervenci¨®n directa del sector p¨²blico, inspirado, por ejemplo, en el modelo franc¨¦s. Un reciente informe de la UNAM destacaba ¡°que esta tradici¨®n ha contribuido a la existencia de un movimiento cultural en cierta medida vigoroso, a la creaci¨®n de infraestructura, a la fundaci¨®n de instituciones estrat¨¦gicas y a la aparici¨®n y consolidaci¨®n de artistas e intelectuales destacados¡±. Pero a la vez, ¡°ha producido comunidades art¨ªsticas con escasa iniciativa, dispuestas a amoldarse a las circunstancias y en lucha permanente por los escasos apoyos p¨²blicos, mientras se carece de est¨ªmulos diversos y suficientes para la constituci¨®n y operaci¨®n de agrupaciones independientes, comunitarias o privadas¡±.
El mismo informe contiene tambi¨¦n una encuesta sobre la salud del empleo cultural en el pa¨ªs. Los resultados que arroja el estudio, sobre un total del 4.168 trabajadores, la mayor¨ªa con m¨¢s de 10 a?os de experiencia, son un mapa de la precariedad: m¨¢s de la mitad tiene ingresos de menos de 20.000 pesos al mes. Tambi¨¦n m¨¢s de la mitad son freelance o trabajadores aut¨®nomos. El 75% no est¨¢ sindicalizado ni cuenta con el respaldo de ninguna asociaci¨®n o colectivo. La pandemia les ha quitado m¨¢s de la mitad de sus ingresos y casi la mitad no tiene ning¨²n tipo de seguro m¨¦dico.
Centralismo
Ciudad de M¨¦xico es la segunda ciudad con m¨¢s museos del mundo solo detr¨¢s de Par¨ªs. El 75% de las editoriales tienen sede en la capital. Y las escuelas de cine, p¨²blicas o privadas, los estudios y los equipo tambi¨¦n est¨¢n concentrados en la Ciudad de M¨¦xico. El proverbial centralismo mexicano tambi¨¦n ha afectado a la cultura. Viviana Kuri, directora del Museo de Arte de Zapopan, una peque?a pinacoteca municipal de la periferia de Guadalajara, capital de Jalisco, recuerda que hace unos 10 a?os son¨® la posibilidad de abrir una sucursal del Museo Guggenheim en la ciudad: ¡°Por suerte no se hizo. A cambio, se lanz¨® un concurso para construir un nuevo museo de arte contempor¨¢neo en las afueras de la ciudad¡±. El museo Barranca lleva varios a?os con las obras empantanadas por falta de inversi¨®n federal.
¡°Tenemos la sensaci¨®n de que se privilegian los proyectos culturales en el centro, como est¨¢ pasando con la reforma del Bosque Chapultepec¡±, a?ade Kuri. La intervenci¨®n de uno de los espacios verdes urbanos m¨¢s grandes del planeta, las 800 hect¨¢reas del Bosque de Chapultepec de Ciudad de M¨¦xico, para convertirlo en un macro espacio cultural es la gran apuesta del Gobierno de L¨®pez Obrador. M¨¢s de un a?o despu¨¦s de presentarse la iniciativa apenas se conoce el presupuesto para este a?o -1.800 millones de pesos, unos 80 millones de d¨®lares- y las l¨ªneas generales del plan. Instituciones como la UNAM han recomendado su suspensi¨®n para redirigir esos fondos a los sectores culturales m¨¢s afectados por la pandemia.
Desde el inicio del sexenio, la Secretar¨ªa de Cultura ha mostrado su voluntad de atajar el centralismo, empezando, por ejemplo, con gestos simb¨®licos como el traslado de la sede ministerial a Tlaxcala, un peque?o Estado a dos horas en coche de la capital. El viernes pasado, se present¨® Programa Sectorial de Cultura 2020-2024, la hoja de ruta program¨¢tica para el resto del sexenio, donde se reconoce que ¡°para hacer frente a la centralizaci¨®n de las actividades son necesarios una mayor distribuci¨®n de la acci¨®n del Estado¡±. Y a?aden: ¡°Entre las estrategias m¨¢s importantes que se impulsar¨¢n, est¨¢n la promoci¨®n del desarrollo de las culturas locales; el intercambio entre regiones; el acercamiento de bienes y servicios culturales a los municipios del pa¨ªs, con ¨¦nfasis en las comunidades m¨¢s vulneradas; y la circulaci¨®n de creadores mediante rutas de intercambio¡±.
Uno de los proyectos ya iniciados con los que se busca potenciar la descentralizaci¨®n son los jolgorios, festivales de cultura popular ¡ªartesan¨ªa, m¨²sica, teatro, gastronom¨ªa¡ª con sedes, sobre todo, en distintas comunidades ind¨ªgenas. Ariel Machuka, de 29 a?os, es uno de los integrantes de Matchuk Bemela, una banda de rap en lengua mayo, una de las comunidades del Estado de Sonora. El a?o pasado estuvo dos meses de gira junto a los otros seis integrantes de la banda por un pu?ado de rincones del pa¨ªs. ¡°Compartir nuestra m¨²sica ¡ªcuenta Machuka¡ª por tantos lugares es una halago para nosotros. Es una manera de que nos conozcan y sepan que hay una lengua ind¨ªgena, que sepan que existimos¡±.
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