Alondra de la Parra: ¡°Esta orquesta no pretende ser una orquesta: es una orquesta imposible¡±
La directora mexicana se suma a los esfuerzos digitales de la m¨²sica cl¨¢sica y dirige a 30 int¨¦rpretes en siete ciudades del mundo
En un a?o normal, la agenda de la famosa directora de orquesta mexicana Alondra de la Parra tendr¨ªa 30 conciertos por dirigir en la segunda mitad del a?o. Ahora, en el a?o del SARS-Cov-2, De la Parra tiene solo cuatro funciones en su agenda, para audiencias min¨²sculas, y a¨²n no sabe si se cancelar¨¢n. ¡°Desde marzo se cancelaron unos 25 conciertos, por lo menos, y se siguen cancelando¡±, cuenta a EL PA?S desde su casa en Berl¨ªn, donde ha estado con su familia desde que empez¨® el confinamiento. ¡°Hace dos d¨ªas me cancelaron toda una producci¨®n nueva de ballet¡±.
Este a?o ha sido transformador y catastr¨®fico para la mayor¨ªa de los m¨²sicos, con salas de conciertos cerradas para los m¨¢s famosos, o bares clausurados para los que dependen de un ingreso nocturno. En el mundo de De la Parra, de conciertos en palacios europeos dedicados a la m¨²sica cl¨¢sica, los artistas se han mudado poco a poco a las plataformas digitales para seguir conectando con su audiencia. La orquesta filarm¨®nica de Berl¨ªn ha tocado sin p¨²blico y frente a una c¨¢mara que transmite sin costo a los televidentes. El pianista ruso-alem¨¢n Igor Levit opt¨® por transmitir sus obras en Twitter, desde la sala de su casa. El cantante de ¨®pera Andrea Bocelli cant¨® Amazing Grace en la Piazza del Duomo de Mil¨¢n, frente a un dron. El conservatorio de arte Julliard organiz¨® a varios de sus bailarines y m¨²sicos con la ayuda de Zoom, para interpretar Bolero de Maurice Ravel.
Pero la batuta de Alondra de la Parra pierde su poder en streaming: los movimientos de sus brazos para dirigir una orquesta no tienen sentido si los m¨²sicos est¨¢n en cuadros aleatorios de Zoom. Entonces De la Parra, despu¨¦s de semanas de confinamiento, se sum¨® al reto de elevar la calidad de los conciertos digitales con lo que ahora llama su Orquesta Imposible. Se trata de una orquesta con 30 de los mejores m¨²sicos del mundo repartidos en siete ciudades ¡ªest¨¢ la trompeta de cubano Arturo Sandoval, el viol¨ªn del ruso Aleks¨¦i Igudesman o el oboe de la espa?ola Cristina G¨®mez¡ª que grabaron por separado el Danz¨®n, n¨²mero 2, el hito mexicano del compositor Arturo M¨¢rquez. No se trata de un concierto en vivo y a¨²n as¨ª cada m¨²sico parece estar tocando en la misma sala oscura. Y si bien no pod¨ªa contar con un ballet, De la Parra le pidi¨® a la bailarina mexicana Elisa Carrillo que interpretara la pieza frente a un fondo negro. Su cuerpo aparece en el v¨ªdeo como un esp¨ªritu color lila que baila entre el brillo de los instrumentos.
Pero para hacer su orquesta digital, De la Parra tuvo que poner la batuta a un lado y se convirti¨® en editora de audio, en asistente de fotograf¨ªa, o en ingenier¨ªa de sonido. ¡°Puedo decir que le dediqu¨¦ a la postproducci¨®n de audio unas 100 horas¡±, dice. ¡°La cantidad de trabajo fue como si hubiera hecho, no s¨¦, 10 conciertos en los que ensayo con la batuta.¡±
El concierto, que se publica este martes en distintas plataformas digitales, es tambi¨¦n parte de un nuevo esfuerzo filantr¨®pico de la directora que naci¨® a principios de marzo, despu¨¦s de las marchas que rechazaban la violencia contra las mujeres. La artista ha buscado a distintas empresas privadas (GNP Seguros, Deutsche Welle, Mercedes Benz) para donar millones de pesos a dos organizaciones en M¨¦xico ¡ªla Fundaci¨®n Semillas y Save the Children¡ª con iniciativas que ayudan a mujeres y ni?os en situaci¨®n de vulnerabilidad durante la pandemia. Si Alondra de la Parra logra que su concierto se vuelva viral en las redes sociales este martes, espera que cada clic de su Orquesta Imposible se pueda monetizar en millones de donaciones adicionales para los dos grupos.
Pregunta. ?C¨®mo fue dirigir a los 30 m¨²sicos de una orquesta a distancia?
Respuesta. Todos los m¨²sicos se grabaron independientemente. Grabamos en seis ciudades del mundo: Valencia, Nueva York, Montecarlo, Par¨ªs, Berl¨ªn, Los ?ngeles. A cada uno le mandaba su partitura, y en las partituras yo les escrib¨ª todas las anotaciones necesarias. Hablaba con ellos antes y les dec¨ªa: ¡°Cuando toques este pasaje, t¨®calo as¨ª¡±. Les daba ciertas indicaciones. Pero a la hora de grabar yo estaba a trav¨¦s de Zoom, desde mi casa. Yo iba supervisando y les iba diciendo cuestiones musicales, uno por uno. Despu¨¦s, al tener cada uno de los tracks, lo pusimos todo junto.
Yo quer¨ªa que tuviera una forma ¨²nica, que no se pareciera en nada a otra interpretaci¨®n de otro momento en mi vida, o a otra orquesta, porque eso ser¨ªa fotocopiar una obra de arte. Para poder recrear eso, lo que hice fue que me junt¨¦ con el contrabajo y la percusi¨®n. Percusi¨®n, piano y contrabajo tocamos [primero], porque eso s¨ª era permitido: ¨¦ramos solo cuatro m¨²sicos. Tocamos y eso lo grabamos: hicimos una estructura de los tiempos, las transiciones, toda la arquitectura de la pieza. Eso es lo que yo normalmente har¨ªa con mis gestos. Todos los m¨²sicos escuchaban luego esa grabaci¨®n original, que part¨ªa de una uni¨®n y una conexi¨®n humana real. No era una grabaci¨®n previa, o hacerle play back a algo que ya exist¨ªa. Esa fue la manera en la que pude resolver c¨®mo acercarme lo m¨¢s posible a la conexi¨®n humana real en vivo, sin que fuera en vivo. Despu¨¦s, todos grabaron sobre ese track, y despu¨¦s quit¨¦ esa parte: quit¨¦ la parte de la percusi¨®n y el piano, y luego se grab¨® encima otra versi¨®n de piano, otra versi¨®n de percusi¨®n, y despu¨¦s fue hacer que todo cuadrara exactamente. Eso fue un trabajo gigante.
P. ?C¨®mo fue abandonar la batuta y dedicarse a la edici¨®n?
R. El yo salir con una batuta y mover los brazos era lo ¨²nico que sal¨ªa sobrando en este proyecto, porque para empezar nadie me ver¨ªa. Yo no estar¨ªa en contacto con ning¨²n sonido. Me pareci¨® siempre que eso estaba fuera de las opciones del proyecto.
Este es el ¨²nico proyecto en el que he estado en el que los ensayos se hicieron despu¨¦s del concierto. Es decir, todo se grab¨® y despu¨¦s tuve que arreglar todo, en postproducci¨®n, en la edici¨®n, para que todos cayeran juntos. Y eso fueron much¨ªsimas horas de trabajo de los ingenieros de sonido y m¨ªas. Puedo decir que le dediqu¨¦ a la postproducci¨®n de audio 100 horas m¨ªas, por lo menos sentada con los ingenieros. M¨¢s las horas de ellos, m¨¢s las horas que pas¨¦ con la editora del v¨ªdeo. Todo el trabajo musical lo hice despu¨¦s, y de una manera nueva, que no es la misma manera que cuando tienes a toda la orquesta enfrente y a trav¨¦s de tus gestos todo se hace m¨¢s f¨¢cil y m¨¢s r¨¢pido.
P. ?Por qu¨¦ interpretar el Danz¨®n, n¨²mero 2 para esta ocasi¨®n?
R. Este proyecto es para ayudar a mujeres y ni?os en M¨¦xico. Entonces es l¨®gico que la pieza ten¨ªa que ser mexicana. Segundo, quer¨ªa una pieza que pueda conectar con la gente de manera inmediata y que no fuese de una hora de duraci¨®n [el concierto dura 10 minutos]. Y, por otro lado, es una obra que me s¨¦ de memoria desde hace d¨¦cadas. Yo te puedo decir qu¨¦ toca cada instrumento en cada comp¨¢s, est¨¢ grabada en mi mente. Es una obra que sacude, que mueve, que es espectacular, y que yo ten¨ªa muy cerca.
Habl¨¦ con el maestro Arturo M¨¢rquez y ¨¦l estuvo muy involucrado en este proceso. Le ped¨ª que me hiciera concesiones de la obra porque, al tener tantos solistas, hab¨ªa que [acomodarlos]. Por ejemplo, el solo de viol¨ªn normalmente es una sola persona. Pero tenemos a cuatro estrellas del viol¨ªn mundial. ?C¨®mo pod¨ªa yo d¨¢rselo a uno y no a otro? Entonces lo hicimos para cuatro violines. El solo de trompeta lo cambiamos completamente. Yo jam¨¢s hubiera hecho esto con otras obras. Esta es, pues, como mi casa. De verdad, la conozco como mi casa. Entonces yo sab¨ªa qu¨¦ pod¨ªa mover y qu¨¦ pod¨ªa cambiar sin destrozarla. Y al mismo tiempo teniendo el visto bueno del compositor pues era maravilloso poder preguntarle: ¡°?C¨®mo ve esto, maestro? ?Lo hacemos?¡±. Incluso ¨¦l compuso una primera introducci¨®n del piano, un solo. Y la m¨²sica que sale en los cr¨¦ditos es una obra que ¨¦l tambi¨¦n compuso, que se llama Danza Imposible.
P. La pandemia le dio la libertad de crear la orquesta que quer¨ªa y no una impuesta, con 30 superestrellas de la m¨²sica cl¨¢sica. ?Fue dif¨ªcil conseguir a estos m¨²sicos?
R. Claro, aunque esta orquesta no pretende ser una orquesta, no es como que ma?ana exista esa orquesta virtual. No necesariamente va a existir. Quiz¨¢s hagamos un proyecto o algo despu¨¦s, y hay muchas ideas de qu¨¦ podemos hacer como equipo, pero son solistas mundiales que no tocan en orquestas. Entonces es una orquesta imposible: no es posible que funcione, que exista. Este momento de la pandemia, as¨ª como trae cosas muy dif¨ªciles y dolorosas, nos trae esta oportunidad en la que muchas cosas imposibles son posibles.
La mayor¨ªa son amigos m¨ªos, son personas con quienes he trabajado, gente que llam¨¦ inmediatamente. En todo este proyecto habl¨¦ siempre directamente con cada uno de ellos, no hubo intermediarios. Les explicaba c¨®mo estaba la situaci¨®n en mi pa¨ªs, qu¨¦ es lo que me preocupaba, y que quer¨ªa hacer algo al respecto. Hubo varios que me dec¨ªan que s¨ª antes de que les explicara qu¨¦ ten¨ªan que hacer. Despu¨¦s les dec¨ªa: ¡°Bueno, vamos a hacer esto, pero yo lo ¨²nico que te garantizo es que te voy a pedir tres horas de tu tiempo, y segundo, que va a tener la m¨¢xima calidad de audio y v¨ªdeo¡±. No quer¨ªa pedirles su tiempo a estas estrellas para algo hecho caseramente.
P. ?Y c¨®mo logr¨® que todos los m¨²sicos se vieran en un mismo espacio?
R. Me asoci¨¦ con Deutsche Welle para que nos ayudaran a armar un equipo de primer nivel de editor, director, fot¨®grafo, iluminador. Se estableci¨® cu¨¢l ser¨ªan los par¨¢metros de grabaci¨®n, para que estos se pudieran replicar en todas las diferentes ciudades, y que fuera algo que se pudiera hacer en cualquier circunstancia. Si los m¨²sicos pod¨ªan ir a un estudio de grabaci¨®n, se pod¨ªa generar ese negro de fondo. Pero por ejemplo, Paquito D¡¯ Rivera estaba en su garaje, y en el garaje montamos la caja negra de fondo. La idea es que pudi¨¦ramos entrar a las casas y hacer la misma caja negra y cuando se pudiera, los que grabamos en Berl¨ªn, por ejemplo, grabamos en un estudio.
Despu¨¦s, buscar obviamente patrocinadores. Todo esto no se pod¨ªa hacer, con este nivel de calidad, gratis. Ah¨ª empec¨¦ tambi¨¦n a usar mis contactos con patrocinadores con los que hab¨ªa trabajado antes. Gracias a la situaci¨®n de la pandemia, fue muy r¨¢pido: mandabas un email, y pod¨ªas hablar con la persona que toma la decisi¨®n en cuesti¨®n de horas. Cosa que normalmente hubiera sido m¨¢s complicado: viajar a M¨¦xico, buscar la cita, etc¨¦tera. Esto era cuesti¨®n de un Zoom.
Despu¨¦s de los patrocinadores, bueno, ahora producir. Tuve que contratar equipos de filmaci¨®n en todas estas ciudades, coordinar con ellos, ir manejando todo ese material que se manda, que si se recibe, que si no se recibi¨®. Todo lo que implica esa parte de producci¨®n. Luego buscar a las fundaciones para ver d¨®nde y c¨®mo ayudamos, que fue un trabajo arduo. Una cosa es querer ayudar y otra cosa es asegurarse que llegue a donde quieres que llegue.
P. ?Cu¨¢nto ha podido recaudar para estas dos fundaciones y para d¨®nde va ese dinero?
R. Vamos a salir con un donativo de siete millones de pesos [unos 318.400 d¨®lares] que se va a distribuir en varios esfuerzos. Vamos a fortalecer, a trav¨¦s de Fondo Semillas, la red nacional de refugios para mujeres y ni?os. Vamos a ayudar a seis organizaciones encabezadas por mujeres en diferentes lugares del pa¨ªs, para fortalecer iniciativas que promueven su independencia, su empoderamiento econ¨®mico, psicol¨®gico y educativo. Tambi¨¦n vamos a apoyar el proyecto de una orquesta de ni?os en Ecatepec.
A trav¨¦s de la fundaci¨®n Save The Children vamos a ayudar a unos centros de educaci¨®n temprana, que son pr¨¢cticamente guarder¨ªas para ni?os de cero a seis a?os. Hay 155 centros en toda el ¨¢rea metropolitana [de Ciudad de M¨¦xico], y atienden a 8.000 ni?os y ni?as. Estos centros tienen un costo para las personas que van, aunque es un costo m¨ªnimo, m¨¢s o menos como 70 pesos a la semana [unos tres d¨®lares]. Sin embargo, por razones de la covid, el 53% de las familias que van se quedaron sin empleo. Ya hubo una baja de la inscripci¨®n de los ni?os del 27%. Vamos a ayudar a 35 centros de los 155, con esta primera entrada. Les vamos a dar un aporte econ¨®mico a cada centro, cada mes, durante un a?o.
Una vez que salga el proyecto, veremos todas las descargas del audio a trav¨¦s de nuestra disquera, que se va a posicionar en iTunes, Amazon, y todo lo que pueda vender. Toda la venta del audio, 100%, se vuelve a distribuir en estas causas. Todo lo que genere el v¨ªdeo en YouTube, porque eso se puede monetizar, va a ir a las causas. Vamos a hacer tambi¨¦n un evento de recaudaci¨®n de fondos con algunas celebridades que me est¨¢n apoyando, por ejemplo con Ana de la Reguera o Natalia Lafourcade. Y va a haber una p¨¢gina de Internet, en la que vas a poder ver el v¨ªdeo y vas a poder picar y donar. Esos donativos pasan directamente a las fundaciones para fortalecer estos programas. Pero ahora, antes de que se abra el tel¨®n, ya tenemos siete millones de pesos.
El tel¨®n se abrir¨¢ por ahora con un click, y en los primeros minutos del concierto imposible aparecer¨¢ borrosa la bailarina Elisa Carrillo, como despertando junto al saxof¨®n de Paquito D¡¯ Rivera. ¡°Ella empieza a aparecer, y de ah¨ª empiezo a imaginar, ?no ser¨ªa maravilloso tocar con mis m¨²sicos favoritos?¡±, recuerda Alondra de la Parra, que tambi¨¦n ayud¨® a coordinar los ensayos entre Carrillo, que est¨¢ en Alemania, y el famoso core¨®grafo Christopher Wheeldon, que daba instrucciones desde el techo de su edificio en Nueva York. Cuando Carrillo vio la versi¨®n final del v¨ªdeo, recuerda notar que no siempre aparec¨ªa todo su cuerpo sino partes de sus brazos o manos, casi jugando con los instrumentos. A Carrillo le encant¨®: ¡°Ese tipo de detalles, todos, se los dio Alondra¡±.
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