El coronavirus ahoga al teatro independiente de Ciudad de M¨¦xico
Productores, actores y propietarios de espacios culturales resienten la falta de apoyos p¨²blicos para mantener viva una de las escenas art¨ªsticas m¨¢s importantes de Am¨¦rica
El coronavirus hizo que en marzo cayera el tel¨®n en el ¨¢mbito art¨ªstico de Ciudad de M¨¦xico. Desde entonces, el virus, que se ha cobrado la vida de m¨¢s de 62.000 personas en M¨¦xico, tiene tambi¨¦n entre sus v¨ªctimas a espacios culturales independientes de la ciudad, considerada la cuarta m¨¢s importante del mundo por su producci¨®n teatral. En agosto, han cerrado de forma permanente al menos tres salas que formaban parte de su tradici¨®n bohemia y cultural y la crisis amenaza con afectar a otras, de las m¨¢s de 300 con las que cuenta la capital. ¡°Es una noticia trist¨ªsima. Una tragedia¡±, afirma Jey Aderith, actriz y comediante de stand up. Actores, productores y due?os de espacios culturales independientes resienten que el Gobierno de Claudia Sheinbaum no entregue apoyos para rescatar a la industria, aunque a nivel internacional se promocione esta metr¨®polis como la capital cultural de Am¨¦rica.
Uno de los afectados por la crisis es el productor Eloy Hern¨¢ndez, quien esperaba estrenar a lo largo del a?o cuatro obras de teatro, realizar una gira y un estreno internacional, pero sus planes ¡ªy recursos invertidos¡ª se vieron golpeados por la pandemia. Hab¨ªa adquirido los derechos de la obra Indecente, de Paula Vogel, ¡ªque triunf¨® en Broadway hace dos a?os¡ª y reuni¨® un elenco de diez actores, adem¨¢s de todo el personal de producci¨®n, vestuario, t¨¦cnicos y personal de utiler¨ªa. Todos se quedaron de un d¨ªa para otro sin trabajo. Mientras, Hern¨¢ndez negocia la ampliaci¨®n de los derechos de la obra, cuya presentaci¨®n estaba prevista para agosto en el Centro Cultural Hel¨¦nico de la ciudad. ¡°Tristemente no se paga a los actores. Lo que hemos hecho algunos productores es darles un adelanto¡±, explica Hern¨¢ndez. Para recuperar algo de dinero ha tenido que echar mano del streaming, pero admite que sin apoyos p¨²blicos es dif¨ªcil mantener vivo el teatro independiente. ¡°Todos hemos perdido. La cuesti¨®n es que no ha habido m¨¢s que buenas intenciones de parte de las autoridades, pero no hay apoyos a la industria, a diferencia de otros pa¨ªses¡±, afirma.
La situaci¨®n es m¨¢s tr¨¢gica, si cabe, para los actores, quienes deben dedicarse a otras actividades para sobrevivir en plena crisis. ¡°La gente no conoce la cantidad de personas que se necesitan para montar una obra. Un teatro es una fuente de ingresos para diferentes personas creativas y talentosas, es una cadena que no alcanzamos a dimensionar¡±, comenta la actriz Jey Aderith. ¡°Me siento afortunada porque tengo varios trabajos, ingresos, pero es muy triste que no haya apoyo del Gobierno, de empresarios, de inversionistas, que se preocupen por mantener esto vivo, por revivir al pa¨ªs a trav¨¦s del arte y de la cultura¡±, agrega.
Antes de la crisis desatada por el coronavirus la industria ya pasaba por estrecheces econ¨®micas, pero los teatros independientes de la ciudad sobreviv¨ªan con las ventas de boletos. Muchos de estos locales son arrendados y, sin proyecci¨®n de obras y p¨²blico que los visite, han tenido que negociar con los propietarios de los inmuebles el retraso o una baja en el precio de las rentas. La semana pasada, Sheinbaum anunci¨® la apertura de las salas con un aforo del 30%, lo que no permitir¨¢ cubrir los gastos para los teatros m¨¢s peque?os, que apuestan su existencia a salas llenas.
El sector estima que en la ciudad hay m¨¢s de 300 espacios culturales independientes y que todos est¨¢n en riesgo de desaparecer si no se toman medidas desde el ¨¢mbito p¨²blico. El coronavirus ya acab¨® con el Foro Los Arcos, al Centro Cultura Carretera 45 y El Hormiguero. ¡°Esta pandemia ha acentuado la precarizaci¨®n que sufr¨ªa la cultura¡±, afirma Itari Marta, directora del Foro Shakespeare, uno de los centros culturales m¨¢s reconocidos de la capital, localizado en la colonia Roma, epicentro cultural de Ciudad de M¨¦xico. ¡°El cierre de estos espacios es grav¨ªsimo para M¨¦xico¡±, advierte la tambi¨¦n actriz.
En un pa¨ªs azotado por una violencia que el a?o pasado se cobr¨® 35.000 vidas y donde son asesinadas once mujeres a diario, actrices como Marta creen que es vital que se mantengan vivos los espacios culturales. ¡°Las cifras de la violencia nos dicen que las estrategias que seguimos en cuesti¨®n de seguridad no son suficientes. La cultura y el arte son los agentes que har¨¢n la transformaci¨®n social que necesitamos, por lo que es una contradicci¨®n que no se apoye la cultura. Las autoridades usan frases choteadas como ¡¯abrazos, no balazos¡¯, pero los abrazos vienen de un sector que es la cultura, una herramienta que no est¨¢n usando. No apoyar las artes y la cultura es pegarse un balazo en el pie y ser demagogos¡±, dice Marta.
La industria de la cultura, seg¨²n datos del INEGI, representa el 3,2% del PIB de M¨¦xico y emplea a m¨¢s de dos millones de personas. Marta asegura que durante cinco meses se han reunido con las autoridades federales y con las locales en busca de apoyos para el sector, pero todas las negociaciones han sido infructuosas: ¡°No entienden la relevancia de estos espacios culturales para la comunidad, o la reconocen pero no nos dan nuestro lugar, porque no quieren una comunidad informada, con cultura, que sea capaz de tomar decisiones. Lo hacen por ma?osos o perversos, o por ignorantes¡±.
Desde el sector aplauden iniciativas como las tomadas por la delegaci¨®n Cuauht¨¦moc, que ha entregado 150.000 pesos a una veintena de salas localizadas dentro de su per¨ªmetro ¡ªesta regi¨®n encierra los principales destinos culturales de la capital, como las colonias Roma, Condesa, Cuauht¨¦moc y el centro capitalino¡ª como apoyo para evitar el cierre. Se trata de fondos para la compra de boletos por adelantado, que al abrir los teatros ser¨¢n entregados a escuelas o las organizaciones que las autoridades estimen. Una ayuda que, seg¨²n los c¨¢lculos del productor Hern¨¢ndez, ha dado un par de meses de respiro a quienes regentan estos teatros, aunque no es suficiente para evitar una tragedia: que muchos espacios culturales de la ciudad nunca vuelvan a levantar el tel¨®n.
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