M¨¦xico registra la tasa de mortalidad m¨¢s alta del mundo entre personal m¨¦dico a causa de la covid-19
Un informe de Amnist¨ªa Internacional basado en datos oficiales muestra que 1.320 m¨¦dicos y enfermeras fallecieron debido al deficiente material sanitario utilizado y la ausencia de protocolos de protecci¨®n
De los casi 66.000 fallecidos que ha dejado la pandemia de coronavirus en M¨¦xico, al menos 1.320 son trabajadores de la salud que arriesgaron su vida en condiciones muy dif¨ªciles para atender a los contagiados por la covid-19, revela un informe publicado este jueves por la organizaci¨®n Amnist¨ªa Internacional. El estudio muestra que m¨¢s de 7.000 trabajadores de la sanidad han muerto desde marzo en el mundo. Despu¨¦s de M¨¦xico, los pa¨ªses que registran los mayores fallecimientos son Estados Unidos (1.077), Reino Unido (649), Brasil (634), Rusia (631), India (573), Sud¨¢frica (240), Italia (188), Per¨² (183) y Espa?a (63).
¡°El hecho de que m¨¢s de 7.000 personas mueran mientras intentan salvar a otras es una crisis de una escala asombrosa. Todas las personas trabajadoras de la salud tienen derecho a estar seguras en el trabajo, es un esc¨¢ndalo que tantos est¨¦n pagando el precio final¡±, alerta Steve Cockburn, director de Justicia Econ¨®mica y Social de Amnist¨ªa Internacional. La organizaci¨®n advierte de que las cifras presentadas este jueves probablemente sean muy inferiores a las reales, debido a la ausencia de estad¨ªsticas oficiales.
Los datos de Amnist¨ªa coinciden con la informaci¨®n que ha presentado la Secretar¨ªa de Salud, que a finales de agosto inform¨® que 97.632 trabajadores de los hospitales p¨²blicos han contra¨ªdo el virus y otros 1.320 han fallecido, principalmente de Ciudad de M¨¦xico, el Estado de M¨¦xico, Tabasco, Veracruz, Sonora, Guanajuato, Puebla y Coahuila.
Para realizar la investigaci¨®n, el organismo se vali¨® del seguimiento que hacen sus equipos de investigadores en los pa¨ªses y territorios donde tienen presencia, incluidas entrevistas con personal sanitario. Tambi¨¦n utilizaron informaci¨®n publicada en medios de comunicaci¨®n, as¨ª como de asociaciones m¨¦dicas y sindicatos. ¡°Tras muchos meses de pandemia, las personas trabajadoras de la salud siguen muriendo a un ritmo espantoso en pa¨ªses como M¨¦xico, Brasil y Estados Unidos¡±, afirma Cockburn.
La situaci¨®n de M¨¦xico para Amnist¨ªa es ¡°sobrecogedora¡±, ya que en el pa¨ªs se han contagiado 97.632 trabajadores del sistema sanitario. ¡°Se ha informado que las personas encargadas de la limpieza en los hospitales de M¨¦xico son especialmente vulnerables a la infecci¨®n. Muchas de ellas est¨¢n subcontratadas, lo que significa que tienen menos protecci¨®n¡±, revela el informe del organismo. Con todo, Aminist¨ªa reconoce el esfuerzo de las autoridades mexicanas, que han intentado llevar un registro detallado de las muertes de personas trabajadoras de la salud, con datos desglosados por edad, g¨¦nero y profesi¨®n. ¡°Esta transparencia es esencial y todos los pa¨ªses deber¨ªan poner a disposici¨®n este tipo de detalles; tambi¨¦n puede servir para explicar las inquietantes cifras de M¨¦xico en relaci¨®n con otros pa¨ªses¡±, reconoce la organizaci¨®n.
En abril, cuando M¨¦xico a¨²n no hab¨ªa escalado hasta la alerta roja por la crisis del coronavirus, el personal m¨¦dico realiz¨® protestas y denuncias por las carencias con las que se enfrentaban a la pandemia. ¡°Estamos en una situaci¨®n vulnerable¡±, denunci¨® a este diario un enfermero que solicit¨® guardar el anonimato. Trabaja en la Cl¨ªnica N¨²mero 16 de la Seguridad Social de Torre¨®n. ¡°La cl¨ªnica no nos abastece de insumos. Por nuestros propios medios compramos cubrebocas, es la ¨²nica arma que tenemos. No hay batas, no hay guantes, los pocos son para casos de emergencias¡±, agreg¨®. Armando Rosales, neurocirujano del Hospital General de Zona N¨²mero Uno (una entidad afiliada a la seguridad social mexicana), en Zacatecas, en el centro de M¨¦xico, afirm¨® que las autoridades entregaron a sus colegas lo que considera suministros in¨²tiles frente al virus: batas desechables, gorros ¡°que no sirven para nada¡± y cubrebocas que no evitan que se pasen las part¨ªculas del virus.
Un brote masivo de coronavirus registrado en abril en un hospital p¨²blico de Monclova (ciudad de 230.000 habitantes localizada en el norte de M¨¦xico) fue una de las primeras alarmas que saltaron entre el personal m¨¦dico y las autoridades sanitarias. En esa ocasi¨®n ingres¨® un paciente con s¨ªntomas que tard¨® al menos una semana en diagnosticarse. Las autoridades reconocieron que se gener¨® un brote dentro del centro perteneciente al Instituto Mexicano Seguro Social (IMSS) que caus¨® al menos 26 contagios entre el personal, as¨ª como la muerte de un doctor por la covid-19. Los trabajadores del centro de salud hab¨ªan protestado por la falta de materiales, equipo y protecci¨®n b¨¢sica para afrontar la epidemia.
En un informe anterior publicado en julio, Amnist¨ªa Internacional hab¨ªa denunciado que ¡°en todo el mundo el personal sanitario y los trabajadores y trabajadoras esenciales afrontan enormes dificultades para hacer su trabajo y no cuentan con suficiente protecci¨®n de los gobiernos y muchos trabajan en entornos peligrosos debido a la escasez de equipos de protecci¨®n individual (EPI). Adem¨¢s, por exponer problemas de seguridad han sufrido represalias de las autoridades y de sus entidades empleadoras, incluidos despidos y detenciones, y en algunos casos han sido incluso objeto de violencia y estigma por parte de la poblaci¨®n¡±. En este nuevo informe, Steve Cockburn, de Amnist¨ªa, exige que ¡°debe haber una cooperaci¨®n mundial para asegurar que todas las personas trabajadoras de la salud reciban el equipo de protecci¨®n adecuado, para que puedan continuar su trabajo vital sin arriesgar sus propias vidas¡±.
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