Julio Ur¨ªas, talento latino y la sombra de la violencia machista en la Serie Mundial de b¨¦isbol
Una suspensi¨®n por agredir a su novia empa?a la carrera del lanzador mexicano, elogiado por L¨®pez Obrador por sus grandes actuaciones con los Dodgers de Los ?ngeles
¡°Ayer hice mi pron¨®stico para el campeonato de la Serie Mundial y voy con los Dodgers¡±. Esa es una de las perlas que ha dejado este martes la conferencia de prensa matutina de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, presidente de M¨¦xico y un fan¨¢tico confeso del b¨¦isbol. No hubo necesidad de que los reporteros sacaran a colaci¨®n el arranque esta noche de la serie por el campeonato en Estados Unidos. De hecho, la pregunta de una reportera fue sobre los pron¨®sticos econ¨®micos ante la posibilidad de un rebrote de la covid-19 en el pa¨ªs. El mandatario recurri¨® a una met¨¢fora: as¨ª como Julio Ur¨ªas ¡°sac¨® del hoyo¡± al equipo de Los ?ngeles con un relevo magistral anoche, las remesas iban a ayudar al Gobierno a salir del atolladero econ¨®mico. ¡°Un p¨ªtcher muy bueno, extraordinario¡± fueron los calificativos con los que L¨®pez Obrador elogi¨® al lanzador, en la opini¨®n de varios especialistas, actualmente el mejor mexicano en las Grandes Ligas (MLB).
La actuaci¨®n en el juego definitorio contra los Bravos de Atlanta, en la que consigui¨® colgar el cero en las tres entradas en las que particip¨®, es el punto c¨²spide en la carrera de Ur¨ªas, un joven beisbolista de 24 a?os. ¡°H¨¦roe¡± y ¡°estrella¡± son parte de los adjetivos con los que se le cataloga en la prensa especializada y un motivo de orgullo para los aficionados mexicanos, sobre todo al tratarse de los Dodgers, el equipo que se gan¨® los corazones del pa¨ªs de la mano de Fernando Valenzuela, un jugador con estatus de leyenda en ambos lados de la frontera por su desempe?o en la d¨¦cada de los ochenta. Zurdo tambi¨¦n, en la misma posici¨®n y en el mismo equipo, se podr¨ªa pensar que las comparaciones con Valenzuela han sido la losa m¨¢s pesada que Ur¨ªas ha cargado desde que debut¨® en 2016. Pero no lo son. El lanzador estuvo involucrado el a?o pasado en un incidente de violencia machista contra su novia. Las autoridades no presentaron cargos, pero la liga decidi¨® suspenderlo 20 juegos como parte del protocolo contra la ¡°violencia dom¨¦stica¡±, el t¨¦rmino preferido por la liga.
¡°Acepto toda la responsabilidad por lo que creo que fue una conducta inapropiada durante el incidente. Incluso en una instancia en la que no hubo lesiones ni existe un historial de violencia, entiendo y estoy de acuerdo con que los beisbolistas de Grandes Ligas deben estar sujetos a un est¨¢ndar m¨¢s alto¡±, dijo Ur¨ªas en un comunicado, en el que decidi¨® no apelar el castigo. Parte de su decisi¨®n tambi¨¦n se bas¨® principalmente en poder regresar lo m¨¢s pronto posible al campo: ¡°Es importante para m¨ª no generar incertidumbre para mis compa?eros de equipo mientras nos acercamos a los playoffs¡±.
El caso de Ur¨ªas revive la pol¨¦mica de c¨®mo las ligas de deporte profesional en Estados Unidos lidian con las denuncias de violencia machista contra sus estrellas. En 2006 hubo un caso paradigm¨¢tico en el que Brett Myers, lanzador por los Phillies de Filadelfia, fue arrestado por agredir a su esposa. Dos d¨ªas despu¨¦s y pese al esc¨¢ndalo, Myers estaba en el terreno de juego. La justificaci¨®n fue que su equipo se jugaba mucho. Esa l¨®gica ¡ªen la que los intereses deportivos, econ¨®micos y pol¨ªticos son demasiado grandes¡ª se ha impuesto hist¨®ricamente y en el caso del b¨¦isbol no existi¨® un protocolo contra la violencia de g¨¦nero hasta 2015.
Bajo las nuevas reglas, el comisionado de la liga decide arbitrariamente cu¨¢ntos juegos de castigo se imponen, se dan talleres cada a?o para concienciar a los jugadores y algunas veces se suspende el sueldo a quienes est¨¦n bajo investigaci¨®n. ¡°No hice nada¡±, dijo el cubano Aroldis Chapman, el primer jugador en ser suspendido, despu¨¦s de ser sancionado 30 juegos en 2016. La cifra puede parecer bastante severa. El detalle es que en una temporada se juegan 162 partidos, salvo en esta por la pandemia. Roberto Osuna, otra superestrella del b¨¦isbol, fue suspendido por 75 juegos en 2018 tambi¨¦n por violencia dom¨¦stica, pero regres¨® para entrar en la lista de los 15 deportistas mexicanos mejor pagados, seg¨²n Forbes. En el caso de los 12 jugadores que han sido castigados en los ¨²ltimos cinco a?os, solo cuatro se han perdido m¨¢s de la mitad de una temporada.
Los representantes de la MLB sostienen que los esfuerzos son decididos. De un lado, algunos beisbolistas, entrenadores y due?os piden que se respete la presunci¨®n de inocencia y han salido en defensa de sus compa?eros, exigiendo que no se exagere sobre su vida privada o argumentando que ya cumpli¨® con el castigo. Del otro, son cada vez m¨¢s las voces que exigen cero tolerancia ante estas conductas e insisten en el papel que los deportistas tienen como ejemplos en la sociedad.
¡°Si el objetivo es reducir el n¨²mero y la severidad de incidentes de violencia dom¨¦stica y sexual, esta pol¨ªtica ha fracasado espectacularmente¡±, escribe Sheryl Ring, analista legal. ¡°Como una estrategia de relaciones p¨²blicas, sin embargo, funciona perfectamente¡±, agrega. Otras acad¨¦micas, como Melissa Breger y Margery Holman, ponen en la mira c¨®mo prevalece una cultura de masculinidades t¨®xicas en la industria deportiva, pero muestran esperanza en el poder del deporte para mandar un mensaje contundente contra la misoginia y la violencia.
¡°Es ir¨®nico que Ur¨ªas previniera la violencia dom¨¦stica en mi casa al ganar este juego¡± y ¡°Lo que pas¨® con Ur¨ªas y su novia fue una discusi¨®n, una cosa de nada¡± son algunos de los mensajes que se pueden leer bajo el anonimato de las redes sociales. En la v¨ªspera del inicio de la serie contra los Rays de Tampa Bay, art¨ªculos deportivos sobre el lanzador recorren las adversidades que ha enfrentado: lesiones, un tumor de nacimiento y la suspensi¨®n del a?o pasado, en an¨¢lisis que eluden la parte ¡°escabrosa¡± del asunto y se centran, por ejemplo, en su forma f¨ªsica tras volver a jugar. Entre el nacionalismo deportivo y una industria multimillonaria, muchos aficionados prefieren cambiar de canal cuando el debate se pone inc¨®modo y sintonizar tranquilamente su partido de b¨¦isbol.
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