El linchamiento de Edmunda: asesinada a palos tras ser falsamente acusada de robar a un ni?o
Un hombre y una mujer fueron ajusticiados en un municipio dos d¨ªas despu¨¦s de que un bulo advirtiera en las redes sociales sobre unos secuestradores de ni?os
Edmunda Adela Mart¨ªnez Vel¨¢zquez ten¨ªa 43 a?os. Esta abogada de Veracruz se dirig¨ªa el s¨¢bado 24 de octubre a visitar a su hija en la ciudad de Le¨®n, Guanajuato. De camino par¨® en el peque?o municipio de San Nicol¨¢s de Buenos Aires, en el Estado de Puebla. All¨ª fue acusada por pobladores de querer secuestrar a un ni?o junto a otro hombre, Arturo Mart¨ªnez Morales, de 46 a?os. Sin pruebas ni fundamentos, se desat¨® la psicosis. Unos vecinos de la zona la ataron a un poste, la golpearon y le causaron la muerte por un traumatismo craneoencef¨¢lico. En este Estado del centro del pa¨ªs, los linchamientos no son inusuales.
La noche del 22 de octubre, Edmunda entr¨® en una tienda y fue acusada de querer robar a un ni?o con la ayuda de Arturo Mart¨ªnez. Ambos fueron atados a un poste rodeados de decenas de personas que les gritaban, golpeaban y acercaban mecheros a la cara de forma amenazante. Los habitantes del municipio les avasallaron, insistiendo en que confesaran d¨®nde estaban los ni?os, seg¨²n muestran las im¨¢genes que circularon por redes sociales. Arturo muri¨® en ese poste a causa de los golpes que le propin¨® la turba. Edmunda fue socorrida por elementos de la Guardia Nacional, pero falleci¨® en la ambulancia de camino al hospital, seg¨²n inform¨® el peri¨®dico local veracruzano El Mundo Orizaba.
El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, confirm¨® ambos fallecimientos a manos de vecinos del pueblo de Emilio Portes Gil, una localidad de menos de 3.000 habitantes. ¡°Desafortunadamente, los lugares lejanos como este los polic¨ªas tienen dificultades para llegar, se enfrentan con muchos problemas para poder resolver las cosas¡±, dijo en una rueda de prensa. La Fiscal¨ªa General de Puebla est¨¢ investigando los hechos. Los familiares de Edmunda claman justicia. ¡°No existe ning¨²n menor, no existe ninguna denuncia, adem¨¢s de que fueron violentados los derechos humanos de estas personas al no iniciarles un proceso correspondiente por el supuesto il¨ªcito¡±, exig¨ªan ante los medios de comunicaci¨®n.
D¨ªas antes del tr¨¢gico suceso circul¨® por Facebook un viejo bulo de 2016 que contiene la foto de un hombre y una mujer con un cartel que dice: ¡°Precauci¨®n con esta pareja, cuidemos a nuestros hijos". Ninguno era Edmunda ni Arturo. La imagen fue compartida en pocos d¨ªas de forma viral por m¨¢s de 19.000 personas de Guatemala, Honduras y Estados mexicanos como Michoac¨¢n. Se desconoce si alguno de estos usuarios contribuy¨® a que la noticia llegar¨¢ al municipio del incidente, pero la psicosis y la desinformaci¨®n han tenido consecuencias fatales en otros casos de linchamiento. Facebook se ha negado a responder a este peri¨®dico sobre si la publicaci¨®n fue compartida en Puebla. Para el psic¨®logo especialista Fernando Blanco, las consecuencias de las noticias falsas pueden resultar en desenlaces fatales: ¡°Si las personas est¨¢n completamente convencidas de que el rumor es cierto, actuar¨¢n bas¨¢ndose en esas creencias independientemente de su veracidad¡±.
En este Estado, otros rumores han incitado a procesos de ajusticiamiento populares que han resultado en nueve asesinatos en los que va de a?o. Los estudios vinculan el fen¨®meno a la desconfianza en las instituciones, dado que solo un 7% de los delitos acaban con sentencia en M¨¦xico. En consecuencia, se producen reacciones populares violentas, que en algunos casos se entrelazan con viejas tradiciones rurales de justicia comunitaria. La chispa puede ser una simple acusaci¨®n, una mentira o un rumor sin fundamento. En 2020, con los bulos en redes sociales en su m¨¢ximo auge, la preocupaci¨®n aumenta.
Sin nombres, ni contexto, ni pruebas, bulos como los que han precipitado este suceso solo incitan al odio y a la violencia: ¡°Maten a esos perros basura¡±, ¡°hay que buscarlos¡± o ¡°m¨¢tenlos¡± son los comentarios que se leen en la publicaci¨®n. La Guardia Civil en Espa?a ya hab¨ªa localizado esta informaci¨®n hace cuatro a?os y la desminti¨®. El medio Animal Pol¨ªtico volvi¨® a recordar que se trataba de informaci¨®n falsa a los pocos d¨ªas de su publicaci¨®n. Sin embargo, la nota ya hab¨ªa sido compartida por decenas de miles de personas apenas 10 d¨ªas antes del linchamiento en Puebla. El 22 de octubre, dos d¨ªas antes del suceso, volvi¨® a aparecer sin la advertencia de noticia falsa de Facebook en otra cuenta. EL PA?S ha pedido informaci¨®n a esta red social para conocer si su difusi¨®n masiva lleg¨® a usuarios residentes en Puebla. ¡°No compartimos informaci¨®n personal de usuarios. Lo que ves en la publicaci¨®n es lo que las personas han decidido compartir bajo sus decisiones de privacidad¡±, ha sido la respuesta.
Fernando Blanco, especialista en psicolog¨ªa del comportamiento, advierte de que las poblaciones peque?as y aisladas como Emilio Portes Gil son m¨¢s vulnerables ante las noticias falsas por la sensaci¨®n de pertenencia. ¡°Los grupos muy cohesionados tienden a compartir creencias y a no permitir que las cambien desde fuera. Imagino que esto ha podido jugar un papel relevante en el suceso [de Puebla] porque es f¨¢cil que todo el pueblo se a¨²ne y act¨²e de la misma forma ante una supuesta amenaza com¨²n¡±, explica. Adem¨¢s, el mensaje del bulo apunta directamente a las emociones de odio de los vecinos que se sienten amenazados. ¡°Me parece que en este caso funciona bien y se viraliza por un componente emocional muy marcado. Hay dos emociones que contribuyen a que se comparta un material falso en Internet: el miedo y la ira. Aqu¨ª est¨¢n los dos combinados¡±, se?ala.
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