El delito m¨¢s grave de M¨¦xico: la impunidad
Una justicia que deja sin reparar el 90% de los feminicidios y una respuesta policial desquiciada est¨¢n radicalizando las protestas en la calle
Antes de que el crimen organizado arrasara con su botazas el suelo mexicano, la mayor¨ªa de los homicidios ocurr¨ªa en las zonas rurales dibujando una relaci¨®n estrecha entre la pobreza y la delincuencia. El n¨²mero de viviendas con piso de tierra era una medida de sangre. 15 a?os despu¨¦s, los feminicidios y la marginaci¨®n siguen atrapando a las mujeres entre ese piso de tierra y el techo de cristal, aunque, naturalmente, lo que incendia M¨¦xico es la violencia y la muerte. Entre homicidios dolosos contra mujeres y feminicidios, el pa¨ªs pierde cada d¨ªa a 10,5 ciudadanas, a un ritmo que crece desde 2017, mientras las investigaciones de las fiscal¨ªas se limitan en muchos casos a enviar los oficios y ¡°sentarse a esperar a que lleguen las respuestas, si es que llegan¡±. Un informe de la organizaci¨®n Impunidad 0 presentado hoy muestra unos datos que no por sospechados o sabidos resultan menos escalofriantes. La impunidad para los homicidios dolosos contra las mujeres, como se califica la mayor¨ªa de estos cr¨ªmenes, alcanza el 89,6% en el pa¨ªs, pero hay Estados, como Morelos, donde matar, al menos en este cap¨ªtulo, es 100% gratis.
En 2019 (los datos del informe corresponden al a?o pasado), 3.834 mujeres murieron de forma violenta en M¨¦xico, 10,5 al d¨ªa, de promedio. Algo m¨¢s del millar de cr¨ªmenes fueron calificados de feminicidio, una cifra que ha crecido un 137% desde 2015, pero que sigue adoleciendo de un subregistro manifiesto que invisibiliza y, por tanto, revictimiza. El resto son considerados homicidios dolosos y se investigan peor, por lo que la impunidad sale ganando la partida. La investigaci¨®n policial tiende a calificar de feminicidios aquellos en los que se usaron armas blancas, o asfixia, por ejemplo. Solo en un 22% de los declarados femicidios el agresor utiliz¨® armas de fuego, un proceso m¨¢s limpio y alejado que deja menos pruebas. Solo uno de cada 10 homicidios se esclarece. El hecho de que los feminicidios tengan una mayor tasa de sentencias condenatorias se debe a que solo se califica as¨ª cuando los investigadores cuentan con pruebas suficientes para acreditar las razones de g¨¦nero del homicidio y ¡°asegurar¡± la condena, seg¨²n el informe.
Las condiciones en que trabajan los investigadores son determinantes en estos salvajes porcentajes de impunidad. El informe presentado hoy revela, al cierre de 2018, una tasa de 4,7 peritos judiciales por cada 100.000 habitantes, es decir, 5.923 peritos, cuando se reciben cuatro millones de solicitudes de su intervenci¨®n para ofrecer evidencias cient¨ªficas al crimen. Tampoco cuenta M¨¦xico con un gran n¨²mero de fiscal¨ªas especializadas en homicidios: apenas 127 de 3.700 agencias del Ministerio P¨²blico. Y solo 21 est¨¢n especializadas en feminicidios. Impunidad 0 destaca la pertinencia de crear los llamados centros de justicia, donde se concentran varios servicios que proporcionan seguridad y eficacia a la hora de proteger y administrar justicia a las mujeres v¨ªctimas. Manzanillo, en Colima, es una de las ciudades m¨¢s violentas de M¨¦xico, con un puerto de mar por donde entran mercanc¨ªas de toda clase, tambi¨¦n las que proporcionan sustento al crimen. La directora estatal del Instituto de la Mujer, Mariana Mart¨ªnez, reconoc¨ªa el pasado julio, coincidiendo con un viaje del presidente L¨®pez Obrador al Estado, que ten¨ªan una deuda pendiente con el centro integral de justicia, que iba con retraso. Meses despu¨¦s, la directora del Instituto de la mujer en Manzanillo, Sara Cernas, se queja: ¡°Nada, no han puesto ni la primera piedra. Se presupuest¨® para este a?o, tendr¨ªa que haber empezado en enero o febrero. Nada. No hay respuestas¡±.
Tambi¨¦n las leyes se han ido ajustando, las comisiones de trabajo legislativas reforman los textos legales para que estos cr¨ªmenes se investiguen como feminicidios, a?adiendo para ello elementos que resulten determinantes, como la aparici¨®n de cad¨¢veres abandonados en plena calle, por ejemplo, pero la maquinaria tarda en arrancar. La formaci¨®n de polic¨ªas, fiscales, peritos y otros agentes sigue obstaculizando el proceso y dejando la puerta abierta de par en par a la impunidad.
Meses han pasado tambi¨¦n desde que se conoci¨® el crimen de Ingrid Escamilla, uno de los ¨²ltimos asesinatos m¨¢s sangrientos que se recuerdan y que despert¨® la ira de las mujeres que se manifestaron en la calle. Ocurri¨® a mediados de febrero y varios polic¨ªas fueron investigados por su supuesta filtraci¨®n de las macabras fotos que reprodujeron algunos medios de comunicaci¨®n. Meses despu¨¦s, preguntada la fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico por el caso, a¨²n se hablaba de secreto de sumario y de un proceso en marcha. Nada m¨¢s por ahora.
La polic¨ªa de Canc¨²n disolvi¨® este lunes a tiros una manifestaci¨®n feminista y hubo dos periodistas heridos de bala. Los testigos escucharon a los agentes frases como esta: ¡°Ahora s¨ª van a valer madres las pinches mujeres¡±. Frente al Palacio Municipal, los congregados rompieron vidrios y quemaron maderas para protestar contra los violentos feminicidios registrados en el Estado de Quintana Roo este fin de semana. As¨ª transcurren los d¨ªas en M¨¦xico: cr¨ªmenes brutales y protestas cada vez m¨¢s violentas que, en lugar de atajarse con una buena dosis de justicia se encuentran con una lluvia de tiros por parte de la polic¨ªa. Y muchas excusas y promesas de investigar que se quedan en nada.
Ni siquiera las carpetas de investigaci¨®n que se abren coinciden con el n¨²mero de mujeres asesinadas. ¡°Hasta 2009, cada v¨ªctima de homicidio era registrada y se iniciaba una investigaci¨®n en particular por cada una, aunque hubiera varias v¨ªctimas derivadas de los mismo hechos¡±, dice el informe de Impunidad 0. Pero eso cambi¨® en 2010 ¡°lo cual, por mucho tiempo, invisibiliz¨® a las v¨ªctimas y produjo una aparente reducci¨®n en la incidencia del delito¡±, algo contrario a la Constituci¨®n.
M¨¦xico ocupa el sexto lugar entre los pa¨ªses m¨¢s violentos del mundo, pero algunos de sus Estados, como Colima, Baja California, Chihuahua o Guanajuato, tienen una tasa superior de cr¨ªmenes que El Salvador, Jamaica, Honduras, Sud¨¢frica o Venezuela, que preceden a M¨¦xico. Sin embargo, aunque a nivel mundial, el 81% de las v¨ªctimas de homicidio son hombres y el 19% mujeres, cuando se comenten en el ¨¢mbito familiar, es decir, por parejas, exparejas, maridos, el 64% son v¨ªctimas femeninas, ¡°por lo que su investigaci¨®n y tratamiento debe abordarse de manera diferenciada y con perspectiva de g¨¦nero¡±, algo que en M¨¦xico est¨¢ muy lejos todav¨ªa de ser un realidad.
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