Las muertes en M¨¦xico por la covid-19 y su comparaci¨®n con otros pa¨ªses
El subregistro de v¨ªctimas del virus hace dif¨ªcil que el pa¨ªs salga bien librado respecto a naciones europeas o americanas
En pocos pa¨ªses la pandemia lleg¨®, pas¨® y se fue. En la mayor¨ªa, el virus ha vuelto tras una breve ausencia. O nunca lleg¨® a irse del todo, como en M¨¦xico. En d¨ªas recientes y despu¨¦s que el pa¨ªs rebasara los 100.000 fallecidos por coronavirus, el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador defendi¨® la gesti¨®n de su Gobierno afirmando que otros pa¨ªses, entre ellos econom¨ªas m¨¢s robustas y con mejores sistemas de salud, como Espa?a, registraban peores cifras que las locales. Las muertes acumuladas que ha dejado la enfermedad es un dato duro de comparar emocionalmente. Pero tambi¨¦n puede ser informativo si se hace con cautela. La epidemia no ha terminado y los pa¨ªses tienen capacidades distintas para recoger la informaci¨®n, por lo que no es conveniente extraer conclusiones tajantes sobre lo que cada naci¨®n ha hecho durante la emergencia sanitaria.
¡°Tengo que decir que hay m¨¢s fallecidos en otros pa¨ªses de Europa -para no mencionar uno por uno- y en pa¨ªses de Am¨¦rica, que los fallecidos en nuestro pa¨ªs de acuerdo a la poblaci¨®n de M¨¦xico¡±, dijo la semana pasada L¨®pez Obrador desde Palacio Nacional. El mandatario critic¨® la cobertura medi¨¢tica, entre ellas la de este peri¨®dico, que su Administraci¨®n recibi¨® tras rebasar las 100.000 v¨ªctimas mortales oficiales. El pasado viernes, M¨¦xico report¨® m¨¢s de 12.000 nuevos contagios, el n¨²mero m¨¢s alto informado desde el inicio de la pandemia. La segunda cifra m¨¢s alta tambi¨¦n se registr¨® los ¨²ltimos d¨ªas, gracias al aumento de pruebas que algunas entidades, principalmente Ciudad de M¨¦xico, est¨¢n haciendo. Los casos estimados han aumentado un 8% de acuerdo a las autoridades.
M¨¦xico es uno de los pa¨ªses m¨¢s afectados, seg¨²n las cifras publicadas diariamente por el equipo de datos de EL PA?S. Solo contemplando las muertes certificadas oficialmente como producto de covid, supera los 800 por cada 100.000 habitantes. Espa?a, uno de los m¨¢s afectados de Europa, y perjudicado por el devastador efecto que tuvo el virus en sus residencias de ancianos (algo que no se vio en Latinoam¨¦rica), alcanza los 900, m¨¢s que M¨¦xico. En Per¨² o B¨¦lgica los ratios son a¨²n mayores. Estos forman parte de los 10 o 15 pa¨ªses m¨¢s golpeados en el mundo por la enfermedad.
La base de datos de casos y muertes confirmadas en M¨¦xico es prolija y profunda. Cada entrada ofrece una gran cantidad de informaci¨®n individualizada. No solo edades y fechas de las v¨ªctimas, tambi¨¦n las comorbilidades y los tratamientos que recibieron. Ahora bien, que sean profundos no quiere decir que est¨¦n completos. Se tienen muchos detalles de los casos, pero no se tienen todos los casos. Hay dos indicadores n¨ªtidos de que el subreporte, habitual en la mayor¨ªa de pa¨ªses, es mayor en M¨¦xico. El primero es el n¨²mero de pruebas realizadas por positivo. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud recomienda un ratio de 10 a 1 o incluso 20 a 1. M¨¦xico est¨¢ casi en 2 a 1. Es decir: en torno a un 40% de los tests hechos devuelven resultado confirmado, lo que indica una saturaci¨®n del sistema de pruebas.
El segundo, es el ratio observado entre muertes confirmadas y casos detectados. El equipo epidemiol¨®gico del Imperial College de Londres estim¨® hace poco rangos de letalidad para diferentes tipos de pa¨ªses: en los de ingreso medio-alto, como M¨¦xico (que tiene menos poblaci¨®n anciana que Europa o Estados Unidos), se espera que menos de 1 de cada 100 contagiados fallezca. Es posible que la obesidad y la diabetes, muy presentes en el pa¨ªs, hagan crecer un poco el c¨¢lculo. Tambi¨¦n por la aparente falta de acceso a hospitalizaci¨®n de los casos m¨¢s graves. Las autoridades informaron recientemente que los mexicanos tardan en promedio 3.3 d¨ªas en acudir a un hospital, cuando lo recomendable es que sea menos de 2. Resulta improbable que, como sugiere la divisi¨®n entre muertes y casos oficiales, el virus sea entre nueve y veinte veces m¨¢s letal en M¨¦xico. Esta brecha representa probablemente las diferentes capacidades para al menos aproximar la cifra real de contagios. Entre los pa¨ªses con mayor afectaci¨®n del virus, ninguno sale tan mal parado como M¨¦xico con esta m¨¦trica.
Todo ello hace sospechar no solo de falta de conteo de casos leves o asintom¨¢ticos, algo que el propio subsecretario de Salud, Hugo L¨®pez-Gatell ha admitido desde el principio. Es posible que este subregistro tambi¨¦n se presente en los casos m¨¢s graves, que llegan al fallecimiento. Las instituciones mexicanas ya est¨¢n, de hecho, compilando datos que no dependen de pruebas diagn¨®sticas de infecci¨®n de SARS-CoV-2. Los resultados que arrojan hasta ahora son a¨²n m¨¢s negativos que los mostrados hasta ahora.
El vertiginoso exceso de muertes en M¨¦xico
Es dif¨ªcil establecer comparaciones sistem¨¢ticas de exceso de mortalidad, un criterio que estima las muertes esperadas mediante modelos que usan promedios hist¨®ricos alimentados por los fallecimientos de los ¨²ltimos 10 a?os. Esta ha sido la mejor m¨¦trica para medir el efecto de un evento extraordinario a largo plazo, como es la pandemia. Al no depender sino de la comparaci¨®n de muertes en 2020 con el esperado seg¨²n los a?os anteriores, no est¨¢ atada a disponibilidad de pruebas, la aplicaci¨®n de estas o las demoras en registros de causas de fallecimiento. La mayor¨ªa de pa¨ªses es capaz de contar de manera m¨¢s o menos eficaz y pronta las muertes (sin entrar en causas) que suceden en su territorio. Es m¨¢s dif¨ªcil montar un sistema de detecci¨®n para un nuevo virus.
Algunos pa¨ªses mantienen datos m¨¢s actualizados; otros menos. En algunos lugares, como M¨¦xico, la transparencia en estos datos ha ido creciendo en las ¨²ltimas semanas. Este domingo, las autoridades de Salud, actualizaron las cifras sobre el exceso de muertes. En el pa¨ªs hay 217.989 fallecimientos m¨¢s de los esperados en el modelo matem¨¢tico. Un aumento de 38% hasta finales de octubre. Se calcula que siete de cada diez de estas muertes, unas 155.990, son atribuibles al coronavirus. En otros pa¨ªses, como Rusia, no hay manera de confiar en las cifras de exceso de mortalidad. Y a¨²n en otros, v¨¦ase Brasil, su provisi¨®n es irregular. M¨¦xico destaca incluso entre aquellos que combinan la afectaci¨®n de la epidemia y datos relativamente recientes, superando incluso a Espa?a.
Con el dato m¨¢s reciente, a 24 de octubre, en M¨¦xico se acumulaba un exceso de mortalidad durante la pandemia de 173 fallecimientos por cada 100.000 habitantes. Ese mismo dato, para Espa?a, era de unos 135 incluso considerando dos semanas m¨¢s (hasta la primera de noviembre).
Este hecho quiz¨¢s contrasta con la memoria que el mundo guarda de la primera ola de contagio en el pa¨ªs europeo. Hospitales desbordados, cuarentena estricta, miedo, tragedia y tristeza tanto en las calles como en los titulares de los peri¨®dicos. Un quiebre que fue tan intenso como poco duradero. El pico epid¨¦mico de Espa?a en marzo fue mucho mayor al m¨¢s alto mexicano. Pero tambi¨¦n, y aqu¨ª est¨¢ la clave, fue m¨¢s corto.
Espa?a, como el resto de Europa, intent¨® y logr¨® suprimir el virus durante los meses de mayo, junio y parte de julio. Hubo un cierre falso. En este momento, la m¨¦trica de exceso de muertes vuelve a subir, mientras la de M¨¦xico sigue un lento descenso. Lo mismo sucede si comparamos otro par de pa¨ªses europeo y americano. Es la diferencia entre una estrategia de supresi¨®n, como la espa?ola, y otra de mitigaci¨®n del contagio, como la mexicana. A veces por elecci¨®n inicial, como lo fue en Brasil y Estados Unidos, otras porque la pandemia se impuso, como sucedi¨® en Argentina, Colombia o Per¨². M¨¢s all¨¢ de comparaciones, lo cierto es que todos los pa¨ªses a¨²n enfrentan a un virus que no tiene un horizonte claro para desaparecer. A¨²n estar¨¢ un buen tiempo entre todos nosotros.
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