El Walo, otro nombre para explicar la violencia en Guanajuato
El primo del Marro, l¨ªder encarcelado del cartel Santa Rosa de Lima, ha sido asesinado en un Estado arrinconado por el terror de la delincuencia organizada
La lluvia de plomo no cesa en Guanajuato: polic¨ªas, mujeres, periodistas y de tanto en tanto alg¨²n nombre propio que devuelve la mirada hacia la guerra entre c¨¢rteles que libran el Jalisco Nueva Generaci¨®n y el Santa Rosa de Lima por hacerse con un territorio tan pr¨®spero y tur¨ªstico como lastrado por la desigualdad social, que corre un riesgo cierto de sucumbir bajo las balas. Esta vez ha sido el Walo el que ha muerto baleado por cuatro sicarios que llegaron en una furgoneta blanca, le dieron al gatillo y huyeron. A Mart¨ªn Reyes Yepes apenas le dio tiempo a saltar de la acera en la calle Mu?iz, de Celaya, para refugiarse tras un coche aparcado, sin ¨¦xito, hubo hasta un tiro de gracia, como se ve en el video que circula en Internet. Sobre el cuerpo dejaron la cl¨¢sica cartulina que reclama la autor¨ªa para los de Jalisco y amenaza con m¨¢s asesinatos.
M¨¢s que un nombre o un alias, el Walo es un apellido, Reyes, primo del Marro por parte de madre. El Marro duerme en la c¨¢rcel desde el pasado 3 de agosto despu¨¦s de una redada aparatosa que supuso una medalla para la solapa del Gobierno de la Rep¨²blica. Con su detenci¨®n se descabezaba el c¨¢rtel Santa Rosa de Lima, relacionado con el robo de combustible, el huachicol, y durante unos a?os due?o y se?or de Guanajuato. Otros lugartenientes est¨¢n tambi¨¦n en prisi¨®n y el supuesto sucesor del l¨ªder, Ad¨¢n Ochoa, el Azul, fue detenido el 14 de octubre. ?C¨®mo se interpreta ahora el asesinato del primo? Algunos expertos creen que el c¨¢rtel del huachicol, aunque conserva poder, est¨¢ descabezado, por tanto, la muerte del Walo el pasado mi¨¦rcoles, no ser¨ªa m¨¢s que un gesto de poder¨ªo entre bandas criminales, enmarcado sin m¨¢s en un clima de violencia sin control. Otros creen que sigue la guerra de exterminio del Jalisco Nueva Generaci¨®n para hacerse con el territorio completo, y el primo ser¨ªa, en esa l¨®gica, caza mayor.
Las ejecuciones en Guanajuato causan escalofr¨ªos: un promedio de 13 al d¨ªa en un Estado de unos seis millones de habitantes, como bien recuenta a diario el periodista Jes¨²s Padilla, del digital am.com.mx. Le¨®n, la capital m¨¢s populosa y de m¨¢s empuje econ¨®mico es una sangr¨ªa constante, pero tambi¨¦n Celaya, Irapuato, Salamanca, Cort¨¢zar, P¨¦njamo. No hay rinc¨®n donde no suenen las balas. La actividad de las morgues, en contra de lo que pod¨ªa pensarse, no ha disminuido tras la detenci¨®n del capo del combustible. Y no hay b¨²squeda de desaparecidos que se emprenda en la que no se obtengan resultados bajo la tierra. Guanajuato se alza en las mort¨ªferas estad¨ªsticas mes con mes. Las victorias de las tropas federales sobre la violencia organizada se diluyen a las pocas horas ante una nueva tanda de tiros. Tampoco las judiciales avanzan mucho.
¡°El Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador [cumplido ya su segundo a?o de mandato] se dispuso en un primer momento a combatir a las dos bandas criminales que se peleaban en Guanajuato desde que el C¨¢rtel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG) invadi¨® la plaza del Santa Rosa de Lima, sobre 2015, pero fue un desastre que incluso fortaleci¨® al Santa Rosa¡±, critica el analista de Seguridad David Saucedo, conocedor del crimen organizado. Su hip¨®tesis es que el Gobierno federal decidi¨® concentrarse en el Marro con el apoyo de la Marina y de la DEA. ¡°La detenci¨®n del Marro se produjo luego de que el presidente L¨®pez Obrador visitara a Donald Trump en Washington¡±, lo que le hace entender a Saucedo que ¡°cooperaron para encontrarlo¡±.
El parecer de los especialistas en el caso del primo Walo es, sin embargo, que ¡°no ten¨ªa un papel importante en la c¨²pula del c¨¢rtel del huachicol, aunque se dedicara a ello, al narcomenudeo y a otros delitos. ¡°Es m¨¢s un gesto medi¨¢tico, m¨¢s un nombre que un l¨ªder, pero s¨ª se trata de dar la sensaci¨®n de que est¨¢n trabajando contra el c¨¢rtel de Santa Rosa y que avanzan posiciones en la plaza¡±. Saucedo cree que los del huachicol apenas ¡°controlan ahora la 4? o 5? parte del Estado aunque su actividad y sus ingresos son todav¨ªa importantes¡±.
El horror en el Baj¨ªo, en efecto, sigue en pleno vigor. La polic¨ªa no tard¨® en esta ocasi¨®n en dar el alto a los asesinos del Walo y mat¨® a dos de ellos. Uno est¨¢ detenido. ¡°Lo que m¨¢s se conoce es la pelea entre el CJNG y el Santa Rosa de Lima, pero los del Jalisco batallan tambi¨¦n frente a otras mafias locales: contra la Uni¨®n de Le¨®n en la capital econ¨®mica del Estado y al sur contra los Viagras de Michoac¨¢n. ¡°Por no hablar de los de Sinaloa, cuyos sicarios han sido enviados a Guanajuato para apoyar al Santa Rosa. Hay videos de eso, y uniformes y armamento¡±, sigue Saucedo. Mucha munici¨®n para que el c¨¦ntrico Estado mexicano pueda dormir en paz.
La gente est¨¢ acostumbrada al fuego cruzado, pero hay d¨ªas en que la p¨®lvora suena muy cerca de casa y los noticieros son una realidad atronadora. El periodista Padilla sostiene que, aunque descabezado, el Santa Rosa tiene a¨²n ra¨ªces profundas. Recita: ¡°Lunes, 15 ejecuciones: cinco en Cort¨¢zar, tres en Le¨®n, dos en Uriangato, dos en Salamanca, una en Silao, otra en P¨¦njamo, otra en Celaya. Martes, mi¨¦rcoles¡¡±.
?Cu¨¢ndo va a acabar todo esto? ¡°Nunca, si el Gobierno no tiene la capacidad de frenarlo, pero parece que no m¨¢s est¨¢n mirando¡±, dice por tel¨¦fono desde Guanajuato el acad¨¦mico Bernardo Le¨®n, experto en desapariciones y b¨²squedas. La clave del desastre la ubica Le¨®n en la ley contra la delincuencia organizada que descarga la competencia en las fuerzas federales. ¡°Eso proporciona una excusa constante a los agentes de Seguridad estatales y sus mandos pol¨ªticos, que siempre se escudan en los mismos argumentos cuando se les pregunta por la violencia sistem¨¢tica: es un delito federal¡±. Le¨®n cree que las fuerzas estatales podr¨ªan hacer mucho m¨¢s en esta lucha. ¡°Muchos delitos han disminuido, los homicidios y el narco no, mi impresi¨®n es que es por esa raz¨®n¡±. ¡°Claro que la polic¨ªa estatal puede actuar en flagrancia, pero no es suficiente. Ser¨ªa m¨¢s eficaz que pudieran, adem¨¢s, investigar, perseguir y procesar¡±.
A las puertas de una ronda electoral en media Rep¨²blica el pr¨®ximo a?o, Le¨®n opina que las v¨ªsperas de un cambio de Gobierno favorecen el descontrol de la violencia. ¡°El que va a salir no se quiere meter en l¨ªos y las instituciones est¨¢n en esos momentos m¨¢s debilitadas, dedicadas a otras cosas. A su juicio, el asesinato del Walo responde m¨¢s ¡°a la ineficacia policial y el descontrol del momento que a un objetivo de peso por parte de los c¨¢rteles enfrentados¡±.
El analista Le¨®n, por ¨²ltimo, no percibe tanto una renovada guerra de c¨¢rteles, ¡°que ya viene de antiguo¡± como la ¡°inoperancia de las fuerzas del orden. Los Gobiernos est¨¢n de espectadores en estos pleitos¡±.
Nada que ver con la opini¨®n de David Saucedo, que vislumbra estrategias pol¨ªticas muy precisas en el mapa de Guanajuato. ¡°Solo hay que fijarse para ver que el despliegue policial est¨¢ ¨²nicamente en los territorios del c¨¢rtel de Santa Rosa y despejado en las plazas del Jalisco Nueva Generaci¨®n¡±, afirma. Y muestra el mapa que ha elaborado ¨¦l mismo con la presencia de c¨¢rteles, policial y combates que ha consignado.
Guanajuato es uno de los territorios con m¨¢s futuro de M¨¦xico. ¡°Yo creo que es lo m¨¢s parecido al primer mundo en este pa¨ªs. En los ¨²ltimos 30 a?os se ha vuelto riqu¨ªsimo, mucho dinero, mucha industria, una abundante clase media y siguen llegando inversiones. Eso le convierte en una plaza muy codiciada¡±, afirma Le¨®n. La otra cara de misma moneda son los 75,5 asesinatos por cada 100.000 habitantes, la cuarta peor tasa de todo M¨¦xico y superior a la de El Salvador. La enorme desigualdad social, donde los pudientes ganan 30 veces m¨¢s que los pobres que levantan la industria, da otra clave de la violencia que vive el Estado. La mayor¨ªa de las v¨ªctimas y los victimarios, en todo caso, son pobres y tambi¨¦n lo son los escenarios m¨¢s ensangrentados. Pero el terror est¨¢ llamando ya a las puertas de para¨ªsos tur¨ªsticos como San Miguel de Allende o la bell¨ªsima capital, lo que puede ocasionar la ca¨ªda en picado de un hermoso territorio que irradia tanta violencia a los Estados colindantes como la que recibe de ellos.
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