Los dos a?os negros de la econom¨ªa mexicana
La pandemia ha profundizado los problemas latentes desde el inicio del mandato de L¨®pez Obrador, que prometi¨® un crecimiento del 4% en su sexenio. La ca¨ªda acumulada es la peor desde los a?os ochenta
En julio de 2018, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador anunci¨® en un encuentro con directivos de la patronal que su objetivo era acelerar la econom¨ªa mexicana hasta un ritmo medio del 4% anual durante su sexenio. Fue una de sus primeras apariciones p¨²blicas como presidente electo y el por entonces futuro secretario de Hacienda, Carlos Urzua, ve¨ªa incluso posible alcanzar una velocidad de crucero del 5% en la segunda mitad del mandato. ...
En julio de 2018, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador anunci¨® en un encuentro con directivos de la patronal que su objetivo era acelerar la econom¨ªa mexicana hasta un ritmo medio del 4% anual durante su sexenio. Fue una de sus primeras apariciones p¨²blicas como presidente electo y el por entonces futuro secretario de Hacienda, Carlos Urzua, ve¨ªa incluso posible alcanzar una velocidad de crucero del 5% en la segunda mitad del mandato. Un objetivo muy exigente que pretend¨ªa romper el c¨ªrculo vicioso que ha mantenido a M¨¦xico desde hace tres d¨¦cadas con un crecimiento medio inferior al 2,5%, una tasa demasiado baja para enfrentarse a su mayor problema: la pobreza.
Dos a?os y medio despu¨¦s, entrado ya el tercer a?o de la sexenio, los datos acumulados de los ¨²ltimos ocho cuatrimestres arrojan una ca¨ªda del PIB del 4,3%, los peores dos a?os desde el mandato en los ochenta de Miguel de la Madrid. La econom¨ªa mexicana ya hab¨ªa cerrado 2019 con una ca¨ªda del 0,1%, el primer retroceso en una d¨¦cada. Y en 2020, atravesado por impacto mundial de la pandemia, el hundimiento ha sido del 8,5%, seg¨²n los datos preliminares publicados este viernes por el INEGI.
Las previsiones tanto del Gobierno como de los organismos internacionales son que M¨¦xico alcance el anhelado 4% al cierre de este a?o gracias al efecto rebote. En todo caso, el pa¨ªs norteamericano ser¨¢, seg¨²n los c¨¢lculos del FMI, una de las grandes econom¨ªas que m¨¢s tarden en recuperar el terreno perdido. Es cierto que la pandemia ha pulverizado sin piedad los planes y las previsiones de todo el planeta. Pero el panorama mexicano, m¨¢s all¨¢ de la gesti¨®n de la crisis, ya era nebuloso antes del estallido.
Volvamos a finales de 2018. La locomotora estadounidense, el primer socio comercial de M¨¦xico, destino del 80% de las exportaciones ?que a su vez suponen el 35% del PIB del pa¨ªs? cabalgaba a lomos de las rebajas fiscales de Donald Trump un ritmo cercano al 3%, la mayor tasas desde el crash financiero de 2009. L¨®pez Obrador arrancaba su mandato con una tasa de crecimiento en torno al 2% y, tras las fricciones con el sector empresarial que marcaron la campa?a electoral, coronaba la nueva sinton¨ªa con la creaci¨®n del llamado Consejo Asesor Empresarial, formado por los magnates m¨¢s poderosos del pa¨ªs. ¡°Es fundamental lograr el crecimiento y se necesita el esfuerzo de todos¡±, era el lema del presidente.
Las desavenencias, sin embargo, regresaron pronto. En octubre, el a¨²n presidente electo anunci¨® una pol¨¦mica consulta ciudadana para decidir si segu¨ªa adelante con las obras del nuevo aeropuerto de la capital, uno de los proyectos estrella del Gobierno de Enrique Pe?a Nieto. La cancelaci¨®n definitiva de uno de los mayores proyectos de infraestructura -con 467 contratos ya firmados y un presupuesto estimado de 13.000 millones de d¨®lares- volvi¨® a abrir las heridas con los empresarios, obligando adem¨¢s al gobierno a un sobresfuerzo millonario en la compra de parte de los bonos del aeropuerto fallido. A la vez, el parlamento, tambi¨¦n en manos de Morena, lanzaba una iniciativa regulatoria del sector financiero y se comenzaba a desmantelar parte de la liberalizaci¨®n energ¨¦tica con la cancelaci¨®n de subastas el¨¦ctricas.
Los problemas tambi¨¦n comenzaron en la relaci¨®n con EE UU. En julio de 2019, la amenaza de Trump de imponer aranceles si M¨¦xico no actuaba con mano dura en su fronteras hund¨ªa peso. Tres d¨ªas despu¨¦s de desactivar la bomba y llegar a un acuerdo, el secretario de Hacienda, Carlos Urzua, renunciaba a su cargo por profundas discrepancias con el presidente. ¡°Desde antes de la pandemia, ya hab¨ªa problemas e incertidumbre generados por la heterodoxia de la pol¨ªtica econ¨®mica de L¨®pez Obrador¡±, apunta Alberto Ramos, economista jefe de Goldman Sachs para Am¨¦rica Latina.
Desplome de la inversi¨®n y el consumo
En el plan inicial, la demanda interna era una de las grandes esperanzas. Sin embargo, tanto la inversi¨®n como el consumo registran ca¨ªdas continuadas desde antes del comienzo de la pandemia. Resalta sobre todo, la inversi¨®n fija bruta, destinada a la construcci¨®n, maquinaria y equipo, uno de los mejores term¨®metro para medir la salud del tejido productivo. Desde agosto de 2018 ha marcado una linea descendente registrando ca¨ªdas de hasta 21 meses consecutivos. A pesar de los planes de infraestructura presentados en coordinaci¨®n entre el sector p¨²blico y privado, lejos quedan los objetivos del arranque del sexenio de alcanzar un 25% del PIB%.
¡°Las alianzas para los planes de infraestructura son correctas pero insuficientes. Porque las pol¨ªticas p¨²blicas generan la impresi¨®n de que en M¨¦xico no se respetan los contratos y las reglas del juego pueden cambiar en medio de la partida¡±, se?ala Carlos Serrano, economista-jefe del BBVA-Bancomer. En la misma l¨ªnea se pronuncian los analistas del Banco Base, destacando ¡°acciones como la cancelaci¨®n de la construcci¨®n de una planta cervecera en Mexicali, cambios sustanciales al marco regulatorio del sector energ¨¦tico o una campa?a en contra de la autonom¨ªa del Banco de M¨¦xico y algunos ¨®rganos reguladores en materia de competencia¡±.
El estallido de la pandemia expandi¨® las turbulencias previas para una econom¨ªa abierta, muy interconectada y que lleg¨® a esta crisis con las defensas bajas. La respuesta del Gobierno ante la sacudida tambi¨¦n ha estado rodeada de pol¨¦mica. Mientras la mayor¨ªa de los pa¨ªses no dudaron en poner en marcha ambiciosos planes de est¨ªmulo fiscal y apoyo a las empresas, L¨®pez Obrador se limit¨® a amarrar bien los subsidios para los m¨¢s pobres y lanz¨® un modesto bal¨®n de cr¨¦ditos para las empresas m¨¢s peque?as y los funcionarios.
¡°No hubo una identificaci¨®n de los sectores estrat¨¦gicos que hab¨ªa que proteger y la incertidumbre ha da?ado profundamente al mercado interno¡±, se?ala Jos¨¦ Luis de la Cruz, encargado de asuntos econ¨®micos de la Confederaci¨®n de C¨¢maras Industriales (Concamin). M¨¢s de un mill¨®n de peque?as y medianas empresas no han sobrevivido a este 2020, seg¨²n datos del INEGI. Mientras que la doble subida del salario m¨ªnimo, el mayor incremento en 40 a?os, se ha visto ensombrecido por el golpe al empleo durante la pandemia. La pobreza laboral, la poblaci¨®n cuyo salario no le alcanza para adquirir la canasta alimentaria b¨¢sica, subi¨® hasta el 44%.
De la Cruz prefiere hablar, en todo caso, ¡°de divergencias y no de divorcio con el sector privado¡±. Desde la patronal celebran los proyectos de infraestructura lanzados conjuntamente con las empresas por valor de 42.000 millones de d¨®lares, pero subrayan la preocupaci¨®n en el sector energ¨¦tico, donde incluso los congresistas estadounidenses levantaron la voz en octubre para denunciar un supuesto trato regulatorio preferente a las paraestatales -Pemex y CFE-, hasta el extremo de postergar o incluso cancelar totalmente permisos para empresas energ¨¦ticas estadounidenses.
La paradoja de la deuda
La respuesta del Gobierno a la pandemia, su tajante negativa aumentar el gasto p¨²bico mediante la contrataci¨®n de deuda, encierra adem¨¢s una paradoja, quiz¨¢ marcada por el pasado econ¨®mico del pa¨ªs repleto de traum¨¢ticas devaluaciones y graves problemas con la deuda externa. ¡°M¨¦xico ha sido bastante disciplinado y ortodoxo en la pol¨ªtica macroecon¨®mica. Incluso demasiado. Tiene espacio fiscal suficiente para tomar medidas expansivas. Mucho m¨¢s que por ejemplo, Brasil, que s¨ª lo ha hecho¡±, a?ade el analista de Goldman Sachs. Mientras que la deuda p¨²blica de Brasil supera el 90%, en M¨¦xico apenas ronda el 50%. El d¨¦ficit, pese a doblarse este a?o, supone el 5.2% del PIB. Y la inflaci¨®n, un 4%, ligeramente por encima del objetivo del Banco de M¨¦xico.
La austeridad, adem¨¢s, tampoco ha sido premiada por los mercados. ¡°Uno pensar¨ªa que un programa de contenci¨®n el gasto tan fuerte tendr¨ªa el visto bueno de las agencias de calificaci¨®n y aliviar¨ªa el coste de los bonos. Sin embargo, no ha sido as¨ª¡±, subraya el economista-jefe del BBVA-Bancomer. La calificaci¨®n de la deuda soberana ha ido empeorando hasta colocarse en el nivel m¨¢s bajo dentro del grado de inversi¨®n, a un baso del llamado bono basura, en las tres agencias de referencia.
Una de las causas principales de las malas notas es Pemex, cuya salvaci¨®n es una de las prioridades de L¨®pez Obrador, corriendo el riesgo de arrastrar consigo a las finanzas p¨²blicas mexicanas. Su producci¨®n de crudo no deja de menguar, arrastrando p¨¦rdidas millonarias y engordando una deuda ?110.000 millones de d¨®lares en 2019? que la convierte en la petrolera m¨¢s endeudada del mundo. El presidente, sin embargo, no desiste en su empe?o con un millonario plan de rescate y pol¨¦micas decisiones como la construcci¨®n de una nueva refiner¨ªa. Otros proyectos, como el Tren Maya o la reforma del aeropuerto militar de Santa Luc¨ªa, con presupuesto de unos 20.000 millones de d¨®lares entre las tres obras, tambi¨¦n han despertado cr¨ªticas acerca de su idoneidad en un contexto de tanta exigencia para las arcas p¨²blicas.
El futuro, coinciden en aconsejar los analistas, deber¨ªa pasar por recuperar el vigor en la inversi¨®n privada -que representa m¨¢s del 85% de la total- y encaminarse definitivamente a una reforma fiscal, uno de los motivos de la renuncia de Urz¨²a al frente de la Secretar¨ªa de Hacienda. La recaudaci¨®n en M¨¦xico es la m¨¢s baja de la OCDE y tambi¨¦n menor que la mayor¨ªa de pa¨ªses latinoamericanos. ¡°M¨¦xico tiene un problema estructural con la recaudaci¨®n -apunta Serrano- que durante mucho tiempo se compens¨® con los ingresos fiscales de Pemex. Hoy ya no es posible y la presi¨®n sobre el gasto y el aumento de la deuda p¨²blica obligar¨¢n a por fin elevar la base imponible y quitar excepciones¡±.