El desplome de petr¨®leo amenaza el plan de salvamento de Pemex
La petrolera afronta la crisis desatada por el coronavirus en un momento de gran vulnerabilidad y corre el riesgo de arrastrar consigo a las finanzas p¨²blicas mexicanas
Pemex es un cuerpo doblemente enfermo. Desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, su producci¨®n de crudo no deja de menguar, arrastrando p¨¦rdidas millonarias y engordando una deuda ?110.000 millones de d¨®lares al cierre del a?o pasado? que la convierte en la petrolera m¨¢s endeudada del mundo. Ahora, la herida es doble. El estallido del coronavirus ha desplomado tambi¨¦n el precio del petr¨®leo, amenazando el plan de salvamento de la empresa estatal m¨¢s grande de M¨¦xico, clave en el equilibro de las finanzas p¨²blicas del pa¨ªs, y colocada por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador como la piedra angular de su pol¨ªtica energ¨¦tica.
El desencuentro entre Rusia y la OPEP para recortar la demanda y contener la ca¨ªda de los precios han llevado al barril de Brent al entorno de los 35 d¨®lares. El p¨¢nico en los mercados provoc¨® esta semana el mayor colapso desde enero de 1991, durante los ¨²ltimos coletazos de la Guerra del Golfo. En realidad, la pandemia ha desencadenado una guerra tambi¨¦n con dos frentes abiertos: por el lado de la oferta, una pelea de precios en la que Rusia pretende erosionar a sus competidores, sobre todo la entrada de EE UU en Europa y China. Por el de la demanda, una formidable crisis por la suspensi¨®n preventiva del transporte y el comercio.
Y en medio de la batalla se encuentra la moribunda Pemex, que ha visto como el precio de la mezcla mexicana, por definici¨®n m¨¢s barato que los barriles de referencia, se hund¨ªa por debajo de los 25 d¨®lares, m¨ªnimos de enero de 2016, cuando las tensiones entre Ir¨¢n y Arabia, adem¨¢s del pico de sobreproducci¨®n de EE UU, provocaron otra crisis de oferta. Rusia ya ha lanzado esta semana el ¨®rdago de que puede resistir hasta siete a?os de precios bajos. Mientras que las previsiones del Departamento de Energ¨ªa estadounidense pasan por alcanzar un punto de estabilidad al final de a?o en el entorno de los 40 d¨®lares para el Brent, lo que se traducir¨ªa en unos 20 billetes verdes para la mezcla mexicana.
Pemex necesita que el suelo medio no baje a menos de los 49 d¨®lares el barril para rentabilizar sus operaciones. Para cubrirse ante posibles percances, M¨¦xico contrat¨® a principios de 2020 seguros por un valor de 1.000 millones de d¨®lares que lo protegen de ca¨ªdas por debajo de ese umbral m¨ªnimo. El plan, en todo caso, tiene fisuras. La inestabilidad del mercado encareci¨® el precio de los seguros un 56% m¨¢s que lo pagado el a?o pasado. Adem¨¢s, el Gobierno no ha especificado cu¨¢ntos barriles estar¨ªan cubiertos por el programa. ¡°Es una ayuda pero no es suficiente¡±, apunta Alicia Puyana, profesora de Flacso. ¡°Tradicionalmente estos seguros no cubren el 100% de la producci¨®n, suele ser solamente la mitad. A M¨¦xico le va a tocar apretar los dientes¡±.
Las llamadas coberturas petroleras est¨¢n dise?adas adem¨¢s para garantizar, no los ingresos de Pemex, sino los hacendarios. Ese es el principal objetivo de M¨¦xico: asegurar la trasferencia del petr¨®leo a las arcas p¨²blicas, que a¨²n supone el 18% del presupuesto p¨²blico. Desde su llegada al poder, L¨®pez Obrador ha asumido casi como una misi¨®n personal el salvamento de la compa?¨ªa. A lo largo del a?o, el Gobierno mexicano ha rebajado su carga fiscal, ha realizados aportaciones de capital ?casi 26.800 millones de d¨®lares?, ha inyectado unos 5.000 millones para el pago de la deuda y ha anunciado la construcci¨®n de una refiner¨ªa ?con otros 8.000 millones de presupuesto? capaz de procesar 340.000 barriles de petr¨®leo al d¨ªa.
Un andamiaje que por ahora ha logrado apenas reducir en un 5% la deuda y resucitar casi testimonialmente la producci¨®n a datos de enero. Pero que corre el riesgo de ser derribado de nuevo por la tormenta que asola a los mercados. ¡°Ha sido dinero tirado a la basura¡±, opina Miriam Grunstein, acad¨¦mica asociada de Rice University. Algo parecido interpretaron en su momento las agencias de calificaci¨®n crediticia: son medidas de alivio temporal para las exigencias financieras inmediatas, pero el problema de liquidez y recursos suficientes para invertir en levantar la producci¨®n sigue sin soluci¨®n.
El da?o puede ser a¨²n mayor. Las mismas agencias de rating tienen en el punto de mira la deuda de Pemex. En junio, Fitch rebaj¨® su nota hasta el grado especulativo o bono basura. El list¨®n de Moodys est¨¢ solo un escal¨®n por encima y, dos, en el caso de Standard & Poor¡¯s. El riego mayor es que una bajada arrastre tambi¨¦n a la deuda soberana mexicana. ¡°Es un riesgo real porque en los contratos con los bonistas se establece la imposibilidad de que Pemex entre en default porque esa deuda est¨¢ garantizada por el Estado¡±, a?ade Grunstein.
Ante la decadencia de la que fuera s¨ªmbolo esplendoroso del desarrollo mexicano, el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto aprob¨® en 2013 una hist¨®rica reforma energ¨¦tica, al dar acceso a la tarta tambi¨¦n a las manos privadas. La liberalizaci¨®n del sector, que tampoco logr¨® en el corto plazo resucitar al gigante estatal, alumbr¨® 111 licitaciones de proyectos de exploraci¨®n y perforaci¨®n a compa?¨ªas tanto mexicanas como extranjeras. Adem¨¢s de otro pu?ado de asociaciones p¨²blico-privadas.
Con la llegada de L¨®pez Obrador, heredero del nacionalismo energ¨¦tico del viejo Partido Revolucionario Institucional (PRI), no habr¨¢ m¨¢s rondas de licitaci¨®n. El mandatario mexicano se ha comprometido, eso s¨ª, a respetar ?v¨ªa el nuevo TLCAN? los acuerdos ya firmados. De los 111 contratos, solo 29 est¨¢n produciendo; el resto se encuentran en fase de exploraci¨®n. Desde 2015, la iniciativa privada ha invertido 2.700 millones de d¨®lares seg¨²n la Asociaci¨®n Mexicana de Empresas de Hidrocarburos, que se han traducido en 47.000 barriles diarios a finales de 2019.
Las estimaciones del Gobierno para este a?o pasan por ser capaces de levantar en total 1,9 millones de barriles diarios. El a?o pasado cerr¨® con 1,69, logrando alcanzar este enero los 1,7. Los analistas dan por hecho que las ambiciosas metas no podr¨¢n concretarse sin ayuda. Aunque tambi¨¦n reconocen que el contexto no es nada favorecedor . ¡°En las condiciones actuales, con tanto petr¨®leo y tan barato, nadie va a venir a invertir aqu¨ª¡±, dice Puyana. ¡°En 2013 pudiera haber sido una buena soluci¨®n ?a?ade Grunstein? aprovechar la apertura para sacar la compa?¨ªa a la Bolsa. Ahora no, nadie querr¨ªa comprar una acci¨®n de Pemex¡±.
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