Mariel Albarr¨¢n, la mujer que denunci¨® a su exesposo por abusar de sus hijas: ¡°Es un monstruo, ?qu¨¦ pap¨¢ atenta contra sus hijos?¡±
La madre de las ni?as achaca el cierre del caso por parte de la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico a las amistades que el exmagistrado Cavazos L¨®pez conserva a¨²n en el Poder Judicial
¡°Me lo hizo mil veces, muchas veces, casi toda mi vida¡±. Esta frase resuena en la cabeza de Mariel Albarr¨¢n todos los d¨ªas. Las palabras son de su hija menor. Ella y su hermana hablaron con su madre en 2019, y despu¨¦s con especialistas sobre los tocamientos sexuales que les infligi¨® el padre. En esta valoraci¨®n, realizada por las autoridades de Ciudad de M¨¦xico, la ni?a afirm¨® que ¡°su pap¨¢ lo hizo muchas veces¡± y que la menor, que en ese entonces ten¨ªa cinco a?os, presentaba ¡°ansiedad, enojo, tristeza y confusi¨®n¡±.
La evaluaci¨®n del Centro de Terapia de Apoyo a V¨ªctimas de Delitos Sexuales, unidad adscrita a la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico, tambi¨¦n da cuenta de que la mayor de las hijas de Albarr¨¢n, que en 2019 ten¨ªa seis a?os evad¨ªa el tema: ¡°Cambia de conversaci¨®n y se observa angustia y ansiedad¡±, se?alan los especialistas por escrito. Este documento forma parte de la carpeta de investigaci¨®n de m¨¢s de 1.500 hojas sobre los supuestos abusos sexuales que las menores sufrieron a manos de su padre, el ahora exmagistrado Manuel Horacio Cavazos L¨®pez. Un caso al que la Fiscal¨ªa de la capital ha dado carpetazo esta semana declarando el ¡°no ejercicio de la acci¨®n penal¡± contra el acusado.
Para Mariel Albarr¨¢n la decisi¨®n de la Fiscal¨ªa es un cap¨ªtulo m¨¢s de una pesadilla que comenz¨® el 23 de septiembre de 2019. Ese d¨ªa, luego de asistir a una fiesta infantil, su hija mayor dibujaba un mu?equito en las fauces de un dinosaurio. La madre, al ver los trazos, le pregunt¨® que qui¨¦n era la persona que estaba siendo devorado por el dinosaurio, la ni?a respondi¨® que su pap¨¢. Sus palabras fueron el inicio de una confesi¨®n sobre los tocamientos sexuales de los que era v¨ªctima, un relato al que se sum¨® su peque?a hermana horas m¨¢s tarde. ¡°A la menor le daba miedo decir lo que pas¨® porque sent¨ªa que traicionaba a su pap¨¢¡±, relata entre l¨¢grimas Albarr¨¢n.
Abogada de profesi¨®n, Albarr¨¢n conoci¨® a Cavazos L¨®pez en los pasillos del Instituto Nacional de Ciencias Penales, en 2010. ?l era su profesor en la especialidad que cursaba. Dos a?os m¨¢s tarde se casaron y ese mismo a?o naci¨® la mayor de sus hijas. Albarr¨¢n cuenta que la ilusi¨®n de su matrimonio se desdibuj¨® con las primeras se?ales de control por parte de Cavazos L¨®pez. Durante los siete a?os que dur¨® su matrimonio, asegura que ¡°nunca tuvo voz ni voto¡± y fue presa de una violencia psicol¨®gica que nunca imagin¨® que alcanzar¨ªa a sus hijas de la forma en que ocurri¨®.
En retrospectiva, Albarr¨¢n reconoce que, desde entonces, ciertos gestos de su exesposo le parec¨ªan desproporcionados. ¡°Era una sobreprotecci¨®n (con las ni?as), estaba muy involucrado, me peleaba hasta el mo?o que se iban a poner. Mand¨® hacer una cama en el cuarto de juegos, las recib¨ªa todos los d¨ªas con rosas y como mam¨¢ hay una corazonada que te dice ¡®esto no est¨¢ bien¡¯, pero te resistes a imaginar otras cosas¡±, cuenta.
Sus hijas han ido relatando los abusos sexuales que sufrieron en su propia casa, mientras Albarr¨¢n trabajaba. Los tocamientos, narra, continuaron despu¨¦s de su divorcio, en abril de 2019. Cavazos L¨®pez, afirma su exmujer, aprovechaba los fines de semana que sus hijas se quedaban a su cuidado y los momentos previos en los que las llevaba o recog¨ªa de la escuela. ¡°Es un monstruo, ?qu¨¦ pap¨¢ atenta contra sus hijos?¡±, asegura con la rabia en la voz y los ojos colmados de l¨¢grimas.
Tras la primera confesi¨®n de las menores todos los signos inconexos que hab¨ªa notado en sus hijas han cobrado sentido: los dolores de cabeza, sus enfados y cambios constantes de humor. Una situaci¨®n compleja, admite Albarr¨¢n, por la ambivalencia que sent¨ªan las menores al no querer que su padre fuera a la c¨¢rcel. Con el tiempo y luego de meses de terapia, afirma que las menores han recuperado poco a poco su confianza y alegr¨ªa.
Durante estos meses de batalla legal, la mujer, de 33 a?os, ha sido denunciada en tres ocasiones por su expareja por falsedad y violencia familiar. El abogado defensor de Cavazos L¨®pez, Gabriel Regino Garc¨ªa, sostiene que Albarr¨¢n miente y asegura que sus acusaciones obedecen a su desacuerdo con los t¨¦rminos de la separaci¨®n. ¡°Hay una disputa de pareja que fue creciendo por temas de convivencia y temas econ¨®micos y en el momento en el que se comienza a perder la batalla legal irrumpe una denuncia por hechos falsos de abuso sexual¡±, asegura.
Regino Garc¨ªa niega que haya existido tr¨¢fico de influencias a favor del exmagistrado y afirma que los testimonios de las menores en las entrevistas con los especialistas as¨ª como los audios que forman parte de la carpeta de investigaci¨®n fueron inducidos por la propia madre. ¡°Ella (Albarr¨¢n) est¨¢ en un tobog¨¢n del que ya no se puede bajar porque entonces quedar¨ªa como una mentirosa. Fue una obcecaci¨®n que tuvo, se le sali¨® de las manos, se contamin¨® con el activismo de muchos grupos y no se puede bajar ya de este tren en el que est¨¢¡±.
La defensa del abogado califica como una victoria para las menores la reciente resoluci¨®n de la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico en la que establece que no se ejercer¨¢ acci¨®n penal contra Cavazos L¨®pez ¡°al considerar que no existen elementos probatorios que permitan formular una imputaci¨®n ante un juez de control¡±, refiere la autoridad capitalina a trav¨¦s de un comunicado publicado el pasado 13 de marzo.
En un pa¨ªs donde diversas organizaciones han se?alado que solo en el 11% de los casos sobre violaciones se abre una carpeta de investigaci¨®n y de estas solo el 2,4% resulta en alguna sentencia, Albarr¨¢n ha recibido con estupor e indignaci¨®n la resoluci¨®n ante una carpeta de investigaci¨®n que contiene valoraciones psicol¨®gicas, declaraciones de las ni?as ante el Ministerio P¨²blico y psic¨®logos especializados, y audios en los que narran a su mam¨¢ las agresiones. Sin embargo, uno de los puntos a debate estriba en las pruebas periciales m¨¦dicas, porque la temporalidad plasmada en estos dict¨¢menes no concuerdan con la relator¨ªa de los hechos. Para la madre, estas discrepancias y otras irregularidades en el caso solo tiene una explicaci¨®n: ¡°La corrupci¨®n, el tr¨¢fico de influencias y protecci¨®n para el agresor¡±. Ella asegura que su exesposo, quien fue magistrado del Tribunal Superior de Ciudad de M¨¦xico, a¨²n cuenta con muchos amigos dentro del Poder Judicial y que eso ha inclinado la balanza a su favor.
¡°?Por qu¨¦ nos pas¨® esto?¡±, se pregunta Albarr¨¢n todas las noches. Pese al balde de agua fr¨ªa que supone la decisi¨®n de la Fiscal¨ªa, ella impugnar¨¢ la resoluci¨®n ante el Tribunal Superior de la capital. ¡°No me van a intimidar en esta b¨²squeda de justicia, voy a llegar hasta el final. No hay pena que alcance para lo que hizo, pero tiene que asumir las consecuencias de lo que hizo¡±, zanja.
Luego de 18 meses de batallas legales, de ¡°idas y venidas con asesores jur¨ªdicos y mensajes intimidatorios por parte de los abogados de mi exesposo¡±, Albarr¨¢n a?ade que lo peor est¨¢ por venir. En estos momentos lo que m¨¢s le preocupa es c¨®mo crecer¨¢n cuando tomen plena conciencia de los abusos de los que fueron v¨ªctimas. ¡°Por su corta edad no tienen la informaci¨®n de qu¨¦ es una violaci¨®n, todo esto, van a tener terapia de por vida, pero tengo fe en que van a resignifcar el hecho, en que van a decir: ¡®mi mam¨¢ nos crey¨®, mi mam¨¢ no se qued¨® con los brazos cruzados y busc¨® justicia para nosotras¡±, concluye.
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