La inclusi¨®n del Ej¨¦rcito en un consejo cient¨ªfico en M¨¦xico profundiza las cr¨ªticas por la militarizaci¨®n

Asunto latente durante la actual Administraci¨®n, la discusi¨®n sobre la militarizaci¨®n en M¨¦xico a?ade un nuevo cap¨ªtulo a su historia. La C¨¢mara de Diputados ha aprobado la inclusi¨®n de las Fuerzas Armadas en el Consejo General de Investigaci¨®n Cient¨ªfica, Desarrollo Tecnol¨®gico e Innovaci¨®n, ¨®rgano que define las inversiones gubernamentales en la materia. A falta de que el Senado ratifique la decisi¨®n, la reforma abrir¨ªa un nuevo carril entre la vida castrense y la p¨²blica, autopista de amplitud creciente.

Aprobada por una amplia mayor¨ªa, que incluye a Morena, el PRI o el PAN, los cambios a la ley de ciencia que ha aprobado la C¨¢mara de Diputados modifican la composici¨®n del consejo, para a?adir a los titulares de la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional (Sedena), el general Luis Cresencio Sandoval, y la Secretar¨ªa de Marina (Semar), el almirante Jos¨¦ Rafael Ojeda.

La discusi¨®n sobre la reforma empez¨® en el a?o 2013, cuando el PRI contaba con mayor¨ªa en ambas c¨¢maras y la militarizaci¨®n de la vida p¨²blica, si bien preocupaba, parec¨ªa acotada al ¨¢mbito de la seguridad p¨²blica. El Senado la vot¨® en 2016 y apenas llam¨® la atenci¨®n. La diputada de Movimiento Ciudadano Martha Tagle era entonces senadora y recuerda que vot¨® a favor. Ahora, ya en la c¨¢mara baja, ha votado en contra. ¡°Entonces no le di tanta importancia, o no le doy la importancia que le doy ahora, a la luz de las circunstancias¡±, explica.

Las circunstancias de las que habla Tagle apuntan al papel creciente del Ej¨¦rcito y la Armada en la vida p¨²blica del pa¨ªs, no solo en temas de seguridad, sino en asuntos de obra p¨²blica y administraci¨®n. Desde la llegada de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador a la presidencia, en diciembre de 2018, las Fuerzas Armadas han devenido en una suerte de instituci¨®n multiusos, que igual sirven de molde para el advenimiento de un nuevo cuerpo de seguridad, la Guardia Nacional, que de empresa constructora de obras emblem¨¢ticas del sexenio, como el Tren maya o la red de sucursales del Banco del Bienestar.

¡°La l¨®gica de integrar a las Fuerzas Armadas ten¨ªa sentido entonces, porque al final forman parte del subsistema de centros que hacen investigaci¨®n en M¨¦xico: todas las instituciones de educaci¨®n superior, universidades p¨²blicas, privadas, tecnol¨®gicas, etc¨¦tera¡±, explica Alma Maldonado, investigadora del Instituto Polit¨¦cnico Nacional (IPN). ¡°Por eso en el Senado votaron que s¨ª¡±, a?ade. ¡°Para m¨ª no es suficiente justificaci¨®n, porque al final las actividades de investigaci¨®n que hacen no son tan relevantes. Y tambi¨¦n por una cuesti¨®n de confianza. El consejo deber¨ªa mantener el car¨¢cter civil¡±.

La diputada Tagle, una de los 14 legisladores que votaron en contra ¨Cfrente a los 426 que dijeron que s¨ª¨C, a?ade una preocupaci¨®n: ¡°Recientemente, Sedena accedi¨® a recursos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa (Conacyt) para investigaci¨®n. Ahora que formar¨¢ parte del consejo, no dudo de que ellos tratar¨¢n de acceder m¨¢s a estos fondos. El consejo es plural, porque hay muchas dependencias ah¨ª, pero ellos, desde ese espacio, en esta administraci¨®n, van a tener mayor peso¡±.

La nueva ley

La previsible inclusi¨®n de las Fuerzas Armadas en el consejo general ocurre adem¨¢s en medio de la discusi¨®n sobre la nueva Ley General de Humanidades, Ciencias, Tecnolog¨ªas e Innovaci¨®n. En diciembre, el Conacyt present¨® un anteproyecto de ley precisamente en una reuni¨®n del consejo. El borrador prev¨¦ la creaci¨®n de un nuevo ¡°consejo de Estado¡±, encargado de elaborar una ¡°agenda de Estado¡±, depositaria de los vectores de investigaci¨®n prioritarios para el Estado.

Maldonado, que forma parte de Procienciamx, una red que agrupa a decenas de investigadores de diferentes instituciones y estados del pa¨ªs, se?ala que en la propuesta, el Consejo de Estado est¨¢ integrado por los titulares de todas las secretar¨ªas, entre ellas Sedena y Semar. ¡°Por eso es absurda esta reforma. No tiene sentido cambiar la ley ahorita, cuando viene el debate importante, que es la nueva ley general¡±.

En un comunicado divulgado en marzo, firmado por decenas de investigadores de todo el pa¨ªs, Procienciamx se?alaba que el proyecto de ley que elabor¨® el Conacyt llega viciado de origen. Uno de los problemas, dice el comunicado, es la centralidad de los ¨®rganos cuya aparici¨®n prev¨¦ la ley, como el consejo de Estado. Estos ¨®rganos se apoyar¨¢n en instituciones federales, marginando, a su juicio, a ¨®rganos consultivos ajenos a la administraci¨®n y a los gobiernos de los Estados.

Maldonado concluye que la reforma a la ley antigua es un aviso de lo que viene. ¡°A m¨ª me parece que esto es un adelanto de que los ¨®rganos de Gobierno que se perfilan en el anteproyecto de ley seguramente incorporar¨¢n tambi¨¦n a las Fuerzas Armadas: el consejo de Estado, por ejemplo. Claro, yo no quiero que un militar forme parte de un consejo que perfile la agenda de Estado en materia de ciencia, tecnolog¨ªa e innovaci¨®n¡±, zanja.

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