Los subcontratados, ante la reforma al ¡®outsourcing¡¯: ¡°Hay que meter en cintura a las empresas¡±
La propuesta del Gobierno de M¨¦xico para limitar la subcontrataci¨®n de personal recibe el visto bueno en la C¨¢mara de Diputados y avanza hacia el Senado
La subcontrataci¨®n de personal en M¨¦xico va a quedar tocada de muerte. La propuesta del Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador para limitar esta pr¨¢ctica y endurecer las sanciones a las empresas que esquiven sus obligaciones fiscales y laborales ha recibido en la madrugada de este mi¨¦rcoles el visto bueno de la C¨¢mara de Diputados y ahora avanza hacia el Senado. Peor pagados y con menos prestaciones que el resto de la fuerza laboral, los trabajadores subcontratados ven con esperanza el cambio de modelo, aunque los expertos y el sector privado han advertido de los huecos que quedan por cerrar y alertado de una mayor p¨¦rdida de empleos en plena crisis econ¨®mica.
La votaci¨®n en la C¨¢mara ha refrendado la apuesta del Gobierno por 348 votos a favor, 77 en contra y 32 abstenciones. Las modificaciones al marco legal proh¨ªben el outsourcing por parte de la Administraci¨®n y de las empresas para actividades esenciales o que est¨¦n vinculadas a su objeto social. Solo se permitir¨¢ para ¡°servicios especializados¡±. El resto del personal tendr¨¢ que ser integrado a la n¨®mina en un plazo de tres meses. Adem¨¢s, las agencias de colocaci¨®n van a tener que registrarse ante un padr¨®n y renovar el permiso cada tres a?os. En caso de incumplimiento, se establece una responsabilidad solidaria entre el patr¨®n contratante y la agencia, lo que obliga a las empresas a ser m¨¢s cuidadosas en el cumplimiento de los pagos.
M¨¦xico cuenta con algo m¨¢s de cuatro millones de trabajadores subcontratados y su peso se ha m¨¢s que duplicado en la ¨²ltima d¨¦cada y media. De representar un 8,6% de la fuerza laboral en 2003 alcanz¨® el 17,3% en 2018, de acuerdo al ¨²ltimo censo econ¨®mico del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Geograf¨ªa (Inegi). Ese porcentaje es mayor en sectores como el bancario, con un 41% de personal subcontratado, o los medios de comunicaci¨®n, con un 39%. Las razones para aceptar contratos de este tipo son diversas, desde la desesperaci¨®n por encontrar empleo a la flexibilidad que ofrecen.
El discurso siempre es el mismo en la entrevista de trabajo. Luis Rodr¨ªguez, publicista de 31 a?os, lo puede repetir casi de memoria: ¡°Vas a recibir m¨¢s dinero, t¨² eres el que sale ganando¡±, dicen en Recursos Humanos. ?Qu¨¦ se vende? Las ventajas de un contrato de outsourcing. Rodr¨ªguez ha pasado dos tercios de su vida laboral subcontratado. Como muchos otros j¨®venes que salen de la universidad acept¨® las condiciones que se le ofrec¨ªan. ¡°Trabaja de lo que puedas y mu¨¦vete¡± era el mantra familiar, y lo aplic¨®. Ahora, mientras busca un nuevo empleo desde su peque?o departamento en Ciudad de M¨¦xico, hace c¨¢lculos sobre el dinero que habr¨ªa podido ingresar en prestaciones y ahorros. ¡°No vale la pena arriesgar mi futuro financiero por unos pesos m¨¢s¡±, concluye.
Sobre el papel, Rodr¨ªguez era empleado hasta febrero de GS Definici¨®n SA, aunque en realidad trabajaba para Grupo Salinas, el emporio de Ricardo Salinas Pliego, tercer hombre m¨¢s rico de M¨¦xico y empresario cercano al presidente L¨®pez Obrador. Como en sus ¨²ltimos trabajos en agencias de publicidad, recib¨ªa varios recibos de n¨®mina al mes que, por si acaso, todav¨ªa guarda en una caja de pl¨¢stico. Un recibo con su salario oficial de 4.700 pesos, el registrado ante el IMSS, y otros que recog¨ªan pagos por concepto de honorarios o bonos hasta llegar a los 18.300 pesos mensuales, unos 900 d¨®lares, que en realidad cobraba.
La estrategia utilizada por empresas como la de Rodr¨ªguez, que no ha respondido a las preguntas de este diario, tiene un objetivo claro. Al registrar un salario menor al real ante el IMSS, el empleador contribuye menos de lo que deber¨ªa a la Afore de sus trabajadores, el sistema de ahorro para el retiro, y las utilidades que reparte tambi¨¦n son menores. Las prestaciones representan entre el 3,1% y el 4,1% del salario anual del subcontratado, frente al 7,6% de un empleado normal, seg¨²n un an¨¢lisis del Centro de Investigaci¨®n Econ¨®mica y Presupuestaria (CIEP) con datos del censo econ¨®mico para 2019. A eso se suma las remuneraciones, que pueden ser entre el 43% y el 36% m¨¢s bajas que la media nacional.
El investigador Erik Ortiz, del CIEP, calcula que la p¨¦rdida total por el efecto combinado de salarios y prestaciones menores es de entre 43.000 y 61.000 pesos al a?o. ¡°Es una cantidad significativa para una familia mexicana, por encima del salario promedio del 50% m¨¢s pobre¡±, explica. Luis Rodr¨ªguez, por ejemplo, estima que tendr¨ªa al menos 100.000 pesos m¨¢s ahorrados, unos 5.000 d¨®lares, en su Afore de no haber trabajado subcontratado durante siete a?os.
Una de las pr¨¢cticas m¨¢s comunes es el llamado insourcing, que la reforma del Gobierno quiere prohibir. En este esquema, las empresas crean una filial encargada de la n¨®mina para esquivar parte de sus obligaciones. Esto abre la puerta a la elusi¨®n fiscal, seg¨²n el economista Rodolfo de la Torre, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY). ¡°Todo se hace legalmente, pero se evita el pago de impuestos¡±, explica. ¡°Hay una empresa que concentra todo el trabajo y no tiene utilidades y otra que no contrata y genera utilidades pero no tiene que repartirlas. Separan la actividad para apropiarse de manera indebida de ellas¡±.
La vulnerabilidad laboral se extiende al despido. En enero, Viridiana Monta?¨¦s, una profesional de las relaciones p¨²blicas de 34 a?os, fue despedida por la empresa para la que trabajaba a trav¨¦s de un outsourcing. Despu¨¦s de dos a?os como empleada, le ofrecieron pagarle de indemnizaci¨®n la quincena que quedaba del mes, asegura. ¡°Me dijeron que no hab¨ªa generado ninguna antig¨¹edad porque estaba firmando contratos de seis meses o un a?o¡±, dice. No acept¨® el trato e interpuso una demanda que todav¨ªa est¨¢ en tr¨¢mite.
Al abogado laboralista Miguel Fuentes le ha tocado defender a varios empleados en casos como el de Monta?¨¦s. ¡°Puedes ser despedido muy sencillamente. Las empresas que son tus patrones pueden desaparecer de un momento a otro. Ante un despido no hay qui¨¦n responda por tus derechos¡±, explica este abogado. La dispersi¨®n del salario entre lo declarado al IMSS y el resto, en forma de honorarios y bonos, tambi¨¦n plantea dificultades a la hora de reclamar ante los tribunales una indemnizaci¨®n por el total.
Ventajas y temores en torno a la reforma
La reforma que avanza en el Congreso ha suscitado un intenso debate por sus implicaciones para la econom¨ªa, en medio de una crisis que se ha llegado a cobrar 12 millones de empleos. En noviembre pasado el presidente L¨®pez Obrador present¨® su propuesta para ¡°poner orden¡± en la subcontrataci¨®n de personal. ¡°Se ha usado como una forma de defraudaci¨®n fiscal y que afecta a los trabajadores al negarles sus derechos laborales¡±, dijo entonces el mandatario. El sector privado rechaz¨® la propuesta y forz¨® la apertura de unas negociaciones que se prolongaron hasta la semana pasada y que no han alterado significativamente el coraz¨®n de la iniciativa.
Aunque las patronales han terminado por aceptar la propuesta del Gobierno para limitar la subcontrataci¨®n, el Consejo Coordinador Empresarial se mostr¨® muy cr¨ªtico en un inicio y alert¨® del impacto en la creaci¨®n de empleo en plena crisis econ¨®mica por el coronavirus y de un aumento de la informalidad, que ya emplea a m¨¢s de la mitad de la fuerza laboral. El economista Rodolfo de la Torre concede que la reforma supondr¨¢ ¡°un costo mayor¡± para las empresas formales, pero apunta a los beneficios: ¡°De no haberlo hecho en este momento, justo cuando hay m¨¢s trabajadores buscando empleo, estos estar¨ªan aceptando condiciones peores¡±.
Aun as¨ª, la reforma tiene cabos sueltos, sostienen Erik Ortiz y Rodolfo de la Torre. Se deja la puerta abierta, opina Ortiz, a que sigan existiendo violaciones a trabajadores de limpieza o seguridad, que podr¨¢n seguir siendo subcontratados al considerarse especializados. ¡°Por lo general son las personas m¨¢s vulnerables y de ingresos m¨¢s bajos¡±, apunta. ¡°La legislaci¨®n va a remediar algunas cosas, pero no es una soluci¨®n a que muchos trabajadores busquen en empresas de outsourcing o en la informalidad porque prefieren efectivo a recibir prestaciones¡±, se?ala De la Torre.
La regulaci¨®n en torno al objeto social de la empresa, que define los servicios que podr¨¢n ser contratados a terceros y los que no, ser¨¢ clave para medir el ¨¦xito de la iniciativa del Gobierno. ¡°Las compa?¨ªas pueden modificar su objeto social y cumplir con lo que establece la norma¡±, opina el abogado Miguel Fuentes. Tras pasar la mitad de su vida laboral como empleada subcontratada, Viridiana Monta?¨¦s tiene sentimientos mixtos sobre la reforma. ¡°Quiz¨¢s haya empresas que prefieran despedir empleados y que el trabajo de 10 lo hagan tres¡±, dice. ¡°No s¨¦ si es el mejor momento para hacerlo, pero s¨ª creo que tiene que haber una ley que las meta en cintura¡±.
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