L¨®pez Obrador usa la extensi¨®n del mandato de Zald¨ªvar para una campa?a de descalificaci¨®n de los jueces

Arturo Zald¨ªvar o corrupci¨®n. Ampliaci¨®n del mandato al frente de la Suprema Corte o regreso al pasado. Reforma de la justicia o decadencia. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador recurre con frecuencia a la ret¨®rica del ¡°todo o nada¡± para justificar sus decisiones. La extensi¨®n de dos a?os, impuesta por Morena en el Congreso, del per¨ªodo de Zald¨ªvar en el m¨¢ximo ¨®rgano judicial de M¨¦xico no ha sido una excepci¨®n. Y el presidente la ha aprovechado este lunes para emprender una campa?a de descalificaci¨®n los jueces. Todo cuadra en su l¨®gica del ¡°o conmigo o contra m¨ª¡±. Y ante las cr¨ªticas de inconstitucionalidad que supone esa medida, L¨®pez Obrador ha contraatacado con una amenaza. Si los jueces de la Corte no apoyan a Zald¨ªvar van a demostrar complicidad con la corrupci¨®n, ha venido a decir el mandatario en su conferencia de prensa matutina.

El guion se repite. En los ¨²ltimos meses ha sucedido con los sectores productivos a cuenta de la reforma energ¨¦tica. O con el Instituto Nacional Electoral (INE) tras unas decisiones que afectan a Morena. El que cuestiona los planes del Gobierno acaba de inmediato en el listado de los sospechosos de corrupci¨®n. Ahora le ha tocado al Poder Judicial y el presidente no se preocupa ni siquiera por disimular las interferencias, ya expl¨ªcitas, en el principio de separaci¨®n de poderes.

Al ser consultado durante la ma?anera sobre el respaldo de los jueces del Supremo a Zald¨ªvar, quien ya fue ratificado por la mayor¨ªa parlamentaria de Morena, L¨®pez Obrador ha dado una respuesta que en buena medida resume su guerra ideol¨®gica. La pregunta, en realidad, no puede ni siquiera calificarse como tal, porque conten¨ªa un juicio de valor y la premisa de la respuesta. ¡°En caso de que los integrantes de la Corte no avalen dos a?os m¨¢s del ministro Arturo Zald¨ªvar al frente de la misma, ?ellos no estar¨ªan convirti¨¦ndose en c¨®mplices de la corrupci¨®n que tanto queremos erradicar de M¨¦xico?¡±.

Y el presidente ha recogido el guante. ¡°S¨ª, creo que, consciente o inconscientemente, por el coraje que les produce la transformaci¨®n que se est¨¢ llevando a cabo en el pa¨ªs, pues apoyan al r¨¦gimen de corrupci¨®n. Porque en este caso lo que se aprob¨® fueron leyes para reformar al Poder Judicial y se consider¨® que estas reformas se llevar¨ªan a cabo siempre y cuando el presidente de la Suprema Corte y el presidente a la vez del Consejo de la Judicatura fuera una gente honorable, ¨ªntegra, que no perteneciera a los mismos grupos de poder econ¨®mico y pol¨ªtico que llevaron a la ruina el pa¨ªs, a la decadencia, los que avalaron la corrupci¨®n¡±, ha afirmado L¨®pez Obrador.

Sin aportar la m¨¢s m¨ªnima prueba, el mandatario ha proseguido para tratar de demostrar su tesis: ¡°Imag¨ªnense: se hacen reformas y el encargado de conducir el proceso de transformaci¨®n del poder judicial es un personaje del partido conservador, del antiguo r¨¦gimen, caracterizado por el servilismo en favor de los grupos de intereses creados, sobre todo del poder econ¨®mico, que nunca se preocupan por el pueblo, y a favor de la corrupci¨®n. ?De qu¨¦ sirve que se lleve a cabo una reforma as¨ª? Pues es letra muerta. Yo comentaba que s¨ª son importantes las instituciones, fundamentales, pero tambi¨¦n los hombres o las mujeres que las dirigen¡±.

El pronunciamiento del propio Zald¨ªvar el pasado viernes, tras d¨ªas de silencio, fue muy ambiguo. El presidente de la Suprema Corte no acept¨® abiertamente la decisi¨®n de Morena, pero tampoco la rechaz¨®, as¨ª que abri¨® la puerta a seguir dos a?os m¨¢s al frente del ¨®rgano judicial. Y tampoco fue claro sobre las dudas sobre la inconstitucionalidad de la extensi¨®n del mandato.

El prop¨®sito de L¨®pez Obrador es que el magistrado cumpla precisamente su labor de vigilancia de las pr¨¢cticas de los jueces como jefe del Consejo de la Judicatura. ¡°No generalizo, porque hay jueces, mujeres, hombres, rectos, como hay magistrados tambi¨¦n, pero la mayor¨ªa est¨¢ acostumbrado a esas pr¨¢cticas [en referencia a la corrupci¨®n]. Baste decir que durante todo el periodo neoliberal no se sentenci¨® a Caro Quintero y le concedieron un amparo porque no ten¨ªa sentencia, 27 a?os sin sentencia. ?C¨®mo defender eso?¡±, ha dicho el presidente intentando justificar sus ataques al Poder Judicial. Para ¨¦l la ecuaci¨®n no admite excepciones: todo lo conservador es corrupto y todo lo corrupto representa lo conservador. O m¨¢s bien, su idea de conservadurismo, que no tiene tanto que ver con la posici¨®n ideol¨®gica sino con el mero hecho de mostrar una postura cr¨ªtica con el Gobierno.

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